Aqui os presento mi Blognovela. Es donde estoy escribiendo poco a poco aquello que me pasa por la mente. Es una historia donde el mundo sobrenatural esta en este mundo... Os pego el prologo en el siguiente mensaje. Es una web sin animo de lucro. Sin anuncios ni nada que moleste a la lectura.
Disfrutadla leyendo tanto como yo escribiendola.
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Marc se despertó temprano, como siempre había estado soñando con alguien, pero ese alguien jamás se dejaba ver en sus sueños. Siempre estaba rodeado de esa oscuridad alrededor de su cara y jamás podía verla. Pero si podía ver su perfecto cuerpo sacado de una estatua griega, definido, atlético y perfecto. Eso hacía que las dos últimas semanas Marc se levantara con un pequeño problema de estrechez que tenia que remediar en el baño. Cuando termino de ducharse y de solventar el problema salió a la terraza y vio a su hermana estirada en la hamaca dormida plácidamente. Obviamente no iba a desaprovechar la oportunidad de vengarse de ella, aunque los dos habían perdido la cuenta ya de que había que vengarse, cogió la manguera, apunto hacia ella y sin piedad abrió el grifo. Un chorro de agua a presión salió de la manguera, mojando a su hermana de arriba a abajo y riéndose de la reacción tan teatral que solía tener su hermana su hermana ante estas situaciones.
-¡Me cago en tu padre Marc! – grito Joy notándose mojada de arriba abajo y mirando a su hermano con cara de odio.
-Estabas tan mona ahí tirada con el hilito de baba, que he pensado, que después de pasar la noche a la fresca, no te iría mal un poco de agua refrescante para acabar de despertarte.- Marc no paraba de reírse mientras enrollaba la manguera
Joy no dijo nada mas, solo miro a su hermano, sus ojos brillaron y de golpe toda la ropa de Marc ardió en un segundo -¡JOY, no es justo que uses tu magia contra mí, habíamos acordado que tu magia no la podías usar conmigo!-
Joy podría incendiar cosas desde que tenia uso de razón, siempre pequeñas cosas pero con el tiempo ese poder había ido incrementándose aunque siempre era algo impredecible. Pero le resultaba fácil quemarle la ropa sin que el sufriera daño. Solo tenía que controlar la intensidad del fuego y controlar la intensidad con la que este era extinguido.
Marc se tapo rápidamente y se metió veloz hacia su habitación mientras Joy aguantaba su risa con la mano, noto como su mano izquierda le empezaba a quemar y pego un chillido de dolor, la miró y se quedo estupefacta.
Marc entro en la habitación y se metió en la ducha para sacarse la ceniza de ropa, se limpio rápidamente, saliendo ya mas tranquilo de la ducha, miro su cuerpo desnudo en el espejo para asegurarse de que no tenía quemaduras. Marc era un chico atlético, sin llegar a ser un adonis se cuidaba y hacia ejercicio. Era el típico chico que por más que comía nunca engordaba ni un gramo. Su problema, el siempre era el chico invisible, Joy era la chica guapa, la popular la reina del baile eterna, y el solo era el friki de su hermano. De golpe escucho un chillido que provenía de la terraza.
No pudo moverse, algo le estaba quemando la mano, su mano derecha empezó a doler como si la estuvieran marcando con hierro al rojo vivo, no podía dejar de sujetarse la muñeca y le echó un vistazo a su mano rabiando de dolor. Corrió rápidamente hacia la terraza y vio a su hermana mirando su mano izquierda como en shock.
Los mellizos se miraron horrorizados sin decir nada y se mostraron sus marcas. Y Marc fue el primero en hablar – ¿Esto es cosa tuya Joy?-
Joy miro a su hermano horrorizada y sin poder decir palabra noto como las lagrimas corrían por sus mejillas. El dolor ceso de golpe y Joy miro su marca y había tomado un tono blanquecino brillante, dirigió su vista hacia la mano de su hermano que había tomado un tono rojo oscuro. Los dos tenian lagrimas en los ojos, el dolor había sido lacerante, pero seguían en silencio sin entender el significado de estas. Joy fue esta la primera en hablar.
-Te juro que yo no he hecho esto Marc, no es cosa mía, es más, jamás pude hacer marcas ni dibujos con mi fuego, te recuerdo que siempre han sido llamaradas- Joy sonaba asustada y Marc, pudiendo leer el lenguaje corporal de su melliza el cual conocía a la perfección, sabia que esta, no mentía.
–Entonces que es esta marca Joy? ¿Porque la tenemos?- balbuceo Marc con miedo.
-Creo que a eso puedo contestarles yo, jovencitos- Dijo una voz desde la puerta de la terraza. Joy y Marc se giraron de golpe al escuchar la voz que no reconocían y vieron a un hombre de unos 30 años vestido con una elegancia típica británica pero con toques americanos tan de moda últimamente. Un pelo blanco y unas facciones duras y una marca parecida a un sol en una de sus mejillas, de un color rojo intenso que parecía que fluctuaba y refulgía como el sol.
-¿Quien es usted?- pregunto Joy asustada.
-Disculpen mis modales, pero he tenido que transportarme aquí directamente antes de que hicieran alguna locura. Mi nombre es Jackson Mcallister, llevo tiempo escaneando esta zona porque se estaba concentrando la magia. Y al fin les he localizado. Soy un mago de luz y soy el mago asignado por el conclave de nueva York para rastrear nuevos magos.-
Joy y Marc se quedaron estupefactos, no sabían bien porque, si porque el tipo había dicho que se había transportado aquí o porque era un mago de un conclave de magos de nueva York.
-Y porque está aquí señor Mcallister?- Dijo Marc con decisión aunque asustado por dentro.
-He venido a advertirles de varias cosas, la primera es que no pueden hablar con nadie de esto a menos que sea un mago es por su seguridad-
-Respecto a usted jovencito…- Mcallister miro fijamente a Marc –No se bien que poder tiene usted y porque le ha ocurrido esto. Pero no hemos detectado ningún valor mágico especial en usted. Pero aun así ahora sabremos más.-
Mcallister se acerco a los jóvenes y cogió la mano izquierda de Joy con delicadeza. –Esta, señorita, es la marca del fuego. Y le acompañara toda la vida hasta su fallecimiento. Es la marca menos común, así que esperamos mucho de usted señorita Joycelin.-
Soltando la mano de la melliza, Mcallister se acerco a Marc y tomo su mano izquierda y al no ver nada se sorprendió al no ver nada en la mano.
-Esta usted mirando en la mano equivocada señor- dijo Marc enseñándole su mano derecha.
Mcallister miro consternado al chico y cogiendo su mano derecha la soltó de golpe. – ¡Esto es imposible!- grito sorprendido el mago.
-Nadie ha sido marcado con la oscuridad desde hace tres siglos-
-De que puñetas habla señor Mcallister?- pregunto Joy asustada.
Mcallister miro a Joy con cara de preocupación -Su hermano ha sido marcado por una de las marcas mas raras que existen en este mundo señorita Joycelin, la marca oscura, esta marca no ha sido vista en trescientos años y representa un poder y una responsabilidad que no deseo a ninguno de los magos de este mundo. –
-¡Pero yo no soy mago!- grito asustado Marc -Y yo no he pedido esta… Marca oscura o como quiera que se llame o sea.-
-Cálmese jovencito, veremos que podemos hacer y que comporta su marca, por ahora disfruten de lo que les queda de vacaciones y esperen noticias mias-
En ese momento los mellizos parpadearon y el señor Mcallister desapareció. Los chicos se miraron y se dieron cuenta de que lo que les acababa de ocurrir iba a ser algo que cambiara sus vidas, habían sido Marcados.
Está de marca mayor tu novela, me gustó;):D:):p
Gracias Amparo. Es alentador saber que gusta
Un abrazo
Resto del capitulo en mi blog. Sigue mi firma.