La tecnología ha transformado para siempre la vida de las personas. Hoy en día, los mensajes entre amigos, familiares o colegas llegan casi de manera inmediata, y la carga o la descarga de información a través de Internet es constante.
Ya sea de manera más obvia o sutil, el impacto de la tecnología en nuestras vidas es innegable, y su influencia se extiende a la literatura.

En la actualidad, muchos lectores eligen leer en formatos electrónicos como el ebook, o a través de la escucha de audiolibros. Y a menudo, su decisión está más motivada por la conveniencia que por la preferencia, ya que es posible almacenar una gran cantidad de libros en un solo dispositivo electrónico.
Además, la cantidad de libros online, blogs de literatura y artículos de distintas temáticas que se encuentran en Internet, es inmensa. De hecho, hoy por hoy también es posible acceder a las noticias desde un celular o desde una tablet en cuestión de segundos. Sin embargo, anteriormente se accedía a las notas periodísticas sólo a través del diario impreso.
Asimismo, una de las consecuencias de tener todo al alcance de un click es que podemos leer constantemente. Pero sin un criterio como guía, esto puede ser abrumador.
Hay tanta información disponible que es muy difícil decidir qué vale la pena leer y qué no. Además, muchas veces, las personas se encuentran leyendo una mayor cantidad de posts que circulan en las redes sociales (como Instagram, Facebook o Twitter) que literatura.
Un aspecto positivo es que las redes sociales sirven como una comunidad de lectores. Por ejemplo, si buscamos algún comentario en Twitter sobre un libro reciente, es posible que encontremos muchas discusiones sobre el tema.
Esto enriquece los puntos de vista, porque la referencia de un libro no se reduce al grupo de pertenencia más cercano del lector, sino que es posible encontrar la opinión de personas de todas partes del mundo. (Aunque, como de costumbre, lo mejor es formarte tu propia opinión primero y contrastarla con las de otras personas después. De otro modo, te pierdes auténticas joyas solamente por las críticas o por la opinión popular.)
Lo mismo sucede con la producción de literatura. A partir del uso extendido de Internet, existen nuevas formas de publicación y nuevas maneras de intercambiar los textos. Cualquier persona puede acceder a una plataforma y publicar su propio material en un blog.
Finalmente, gracias a la tecnología se produce un rol más activo en el que, o bien se consume e interactúa con la comunidad y con el autor; o, por el contrario, se produce material que circula en diversas plataformas online y alimenta historias ya existentes o crea otras nuevas.
Ello se debe a que los usuarios de Internet son consumidores y, al mismo tiempo, productores de información.
Además, la posibilidad de combinar otros elementos creativos – imagen, movimiento, dibujo, etc- multiplica el discurso narrativo.
En conclusión, la tecnología ha otorgado a la literatura un mundo de posibilidades muy vasto, con diversos resultados, tanto positivos como negativos.
Quedará en criterio de cada cual si es un cambio a mejor o a peor. Lo que suele ocurrir es que cada uno cuenta la historia según le va en ella. Así pues… ¿A ti qué te parece?
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