Ser periodista literario en los tiempos que corren no es una tarea sencilla. Qué digo literario, periodista en general.
Y es que hoy en día hay muchísimas profesiones que se le parecen y que incluso pueden tener más aceptación, sobre todo entre los jóvenes, que tienen tantas ganas de innovar y aprovechar la tecnología.
Tal es el caso de los bloggers, influencers o simples críticos en general que utilizan las redes sociales para desahogarse y dar su opinión sobre algo.
El periodismo como lo conocimos, o como lo imaginamos tan románticamente, ha perdido su lustre gracias a la tecnología.
Sin embargo, me alegra decir que en temas de crítica literaria hay muy buenas opciones en la red, como es el caso de Daniel J. Rodríguez, que aprovechan la tecnología, pero que siguen creyendo en los medios tradicionales para seguir creando contenido que informe y permita el debate desde una perspectiva auténtica y real.
Y es que hoy en día, muchas personas utilizan internet, y sobre todo las redes sociales, para darle voz a sus gustos, disgustos, inquietudes y experiencias sobre todo lo que nos rodea.
Ya sea programas que ven en la televisión, cine, documentales, música, video clips, programas de opinión e incluso literatura (que es lo que aquí nos mueve).
Sumado a esto tenemos también aquellos que hablan de experiencias de vida, de viajes y por qué no, de temas culturales tanto propios como ajenos.
Y está muy bien y es perfecto que hoy en día existan tantas opciones y “nuevas profesiones”. Sin embargo el periodismo va mucho más allá de tener una cuenta en Twitter o Facebook y convertirte en crítico de todo.
Y aquí es donde yo digo que debemos poner cuidado. Porque está muy bien todo esto, teniendo en cuenta que los medios de comunicación tradicionales van perdiendo credibilidad por tantas malas decisiones (e información, hablemos claro) que han cometido al cabo de los años.
Pero también es necesario prestar atención de las personas que seguimos y que creemos tan ciegamente.
Debemos ser concienzudos y tener criterio a la hora de elegir de quien obtenemos información y a quién creemos completamente lo que nos dice.
Y entiendo que no sea fácil elegir en medio de tanto contenido que puedes encontrar en la red, de tantas personas que parecen que lo saben todo. Pero lo bueno que tiene la tecnología, es que también puedes comprobar datos gracias a ella. Y si algo te interesa lo suficiente, no te quedes con lo primero que lees o escuchas.
Investiga, ve más allá y busca información que te haga sentir a gusto.
Sigue personas críticas como Daniel J. Rodríguez, por ejemplo, si buscas gente que hagan críticas literarias o reseñas, por ejemplo.
En el mundo de la literatura hay personas maravillosas que nos dan buen contenido de opinión y debate que nos puede ayudar a elegir mejor material para leer y sobre todo nos dan juego para compartir opiniones luego.
Porque nada mejor que terminar un buen libro y tener con quien hablar de él ¿no te parece?
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