Reseña de Delirio de Laura Restrepo

Aguilar, un ex profesor de Literatura, regresa a su hogar en Bogotá tras haber viajado cuatro días por negocios y descubre que su esposa, Agustina, perdió su cordura. A fin de saber qué situación la llevó a enloquecerse, Aguilar comienza a investigar sobre lo acontecido para rehabilitar a su pareja.

Mientras la novela progresa, se desentrañan los factores de la enfermedad mental de Agustina, vinculados tanto por la historia de su familia e infancia como de los eventos que dieron lugar en la ausencia de Aguilar.

La novela está construida a partir de un enfoque narrativo múltiple, pues son cuatro personajes los que relatan su propia historia. Los narradores son Aguilar, Midas (ex amante de Agustina), Agustina, y Nicolás Portulinus (abuelo de Agustina). El orden se repite en casi todo el libro.

Crítica y Reseña de Delirio de Laura Restrepo

Delirio es una novela escrita por la colombiana Laura Restrepo y publicada en el año 2004. El libro nos cuenta la historia de cómo Agustina perdió la razón en cuatro días, su marido se fue de viaje y cuando regresó ya no era la que había dejado, ¿Qué fue lo que pasó? Es algo que nadie sabe, hasta el momento.

El Midas trata de sacar algo en claro de la mente de Agustin , contándole algunas cosas que a lo mejor le hagan volver a la realidad. Como fue el caso de la Araña, hombre prominente que fue murió por su caballo Perejil, el cual fue ametrallado por los hombres de la Araña, que se desquitaron con el pobre animalito, sin importarlas que valiera mucho dinero.

Agustina recuerda cuando estaba con su hermanito bichito y le decía que ella lo protegería de su padre, para que no le volviera a pegar y que perdonara a su padre, pues si él decía que era por su bien que lo castigaba, seguro tenía razón, pues los padres siempre saben más que los niños.

Aguilar está muy preocupado porque desde que Agustina se perdió, no le recibe comida y vive en un mundo aparte donde hace cualquier clase de conjuros, acolitada por la tía Sofí.

Este personaje apareció de la nada, con maleta incluida, pero Agustina la reconoció y por lo menos le ha ayudado a bajarle delirio, algo que le agradece Aguilar, aunque ve peligro de ser engullido también en este desbarajuste que se ha tornado su vida con Agustina. Lo único que lo sostiene es su inmenso amor por ella.

Y no entiende cómo no le encontraron alguna sustancia extraña en su cuerpo, pues no se explican que estaba haciendo en un hotel de Bogotá.

Midas le sigue contando de la Araña, de cómo lo llevaron a Houston para salvarlo, como si de la única forma era pagando en dólares, para quedar en silla de ruedas, todo jodido.

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Agustina sigue con sus recuerdos de su hermano Bichito y le cuenta como le pusieron este nombre debido a que al primogénito su padre le quería poner ese nombre, pero como llegó tarde, le colocaron otro, teniendo que esperar a que naciera otro hijo, pero llegó una niña, a la cual le colocaron Agustina, hasta que nació él.

Aguilar recuerda que cuando iba a viajar ella le había pronosticado que algo malo iba a pasar, pero no le hizo caso, ya que ella empleaba a menudo esta estrategia cuando no quería que él se fuera y la dejara sola y ahora se arrepiente de no haberle hecho caso, pues lo sucedido en sólo cuatro días de ausencia sobrepasaba lo imaginado.

Lo único que le quedaba era especular y recordar que cuando salió ella estaba pintando de verde musgo la casa y cuando regresó, ya estaba pintada, pero ella no, y eso fue como cuando uno espera la felicidad y llega y ve que se ha ido.

Aguilar va al hotel en donde encontró a Agustina para ver si puede sacar algo en claro de lo que pasó.

El Midas recuerda a Pablo Escobar, el capo de los capos de Colombia, el que importaba garotas del Brasil en sus avionetas particulares, los manejaba a todos con el dedo meñique, y ellos caín como corderos en sus trampas, le decía a Agustina como queriendo que de esta forma ella recordara su vida, pero ni así, ella seguía ensimismada.

Agustina sigue más perdida que embolatada y Aguilar cree a ratos que ella vuelve a la lucidez, pero le toca bajarse de la nube en que anda, cuando ella vuelve a ser la misma con la mirada perdida.

El Midas siempre trata de llenarle los recuerdos con cosas pasadas en la que los dos estuvieron involucrados, pero ella sigue más ida. Solamente se acuerda de hacer sus simulacros de rituales y se acuerda de su hermanito Bichito, de cuando eran niños y se escondían para ver las fotos de la tía Sofi, en todas las poses posibles.

Aguilar fue hasta el hotel, en donde la camarera le dio algunos detalles de cuando Agustina estuvo allí, pero sin sacar nada en claro, pues ella le decía que cuando llegó ya estaba como drogada y la persona que la llevó la dejó sola en la habitación y a ella le ordenó que le llevara la comida a su habitación, pero como se la llevaban, la recogían, pues en los días que estuvo, no probó bocado.

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Ahí si quedó más desorientado Aguilar, al ver que no era nada nuevo lo que le decían y que con estos detalles no sacaba nada en claro.

El Midas fue el amor del pasado de Agustina, con el que iba a tener un hijo, su relación se malogró, pero quedaron de buenos amigos. Él estaba pendiente de ayudar a sacarla del limbo en que se encontraba, pero sin resultados aparentes.

Entre sus recovecos; agustina, recuerda cuando en sus tiempos de juventud hacia travesuras para llamar la atención de su padre, llegando tarde de la noche se iba con los chicos al cine y volvía 15 minutos tarde, para que su padre la estuviera esperando y la reprendiera.

De esta forma descubrió cómo llamar su atención, sin importarle que tuviera que terminar con el chico que estuviera en ese momento

Con Aguilar también rememoran cómo se conocieron en el colegio, las travesuras que hizo para llamar su atención. Pasean y se recrean por la historia trágica de Colombia, en el tiempo de Pablo Escobar, de cómo el capo había dicho que emplearía todo su dinero para hacer llorar a Colombia y casi que lo consiguió el miserable este, pues fue mucha la gente que le tocó vivir una pesadilla por culpa de este señor.

Pero algo que la ha marcado, es el trato que su padre le daba a su hermanito Bichito, las palizas que le daba y de cómo ella trataba de defenderlo sin mucho resultado.

Mientras todo esto pasa y todo esto se cuenta, ella sigue en el limbo, y seguimos sin saber las causas de su locura.

Igual me quedé en las mismas de saber a que se debió el delirio de ella. En conclusión me pareció una novela muy dispersa con personajes que entraban y salían de la trama sin ton ni son.

Para mi fue un poco tedioso, aunque me lo acabé de leer, pero poca concordancia, no le vi como ningún sentido a la historia y como punto final no lo recomendaría, no es mi estilo.

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