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Leer A Shakespeare.

alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
editado mayo 2010 en General
“…Confieso que tus escritos son tales, que ni hombre ni musa pueden alabarlos suficientemente… ¡Alma del siglo! ¡Aplauso, delicia, asombro de nuestra escena!... Eres un monumento sin tumba y vivirás mientras viva tu libro y haya inteligencias para leerlo y elogios que tributar… ¡Triunfa Britania Mía, pues tienes uno que ofrecer, a quién todas las escenas de Europa han de rendir homenaje!... que él no es de un siglo, sino de todos los tiempos…
¡Dulce cisne del Avon…! BEN JONSON

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Actualmente hablar de Shakespeare es dogmático y anacrónico y nuevamente dogmático.
Desconozco el grado de contacto que se tiene con la Literatura Inglesa Clásica y en particular con la Obra Lírica y Dramática del autor.
De cualquier modo, esto es una pincelada dispersa sobre WILLIAM SHAKESPEARE.

En un nuevo aniversario de su muerte, mencionaré algunas directrices personales por si alguien se motiva a abordar su Obra.

De Shakespeare: “el individuo”, poco se sabe sin controversia. (Incluso, existió una tendencia de “eruditos” que le negaba la autoría de sus obras a favor de Francis Bacon; Goethe, por otro lado, nunca aceptó que un provinciano actor de segunda fuera el autor de los dramas; Freud, pensaba que el autor era un espíritu refinado, alguien como el conde de Southampton. Que yo sepa, los españoles, jamás han puesto en duda la autoría de Cervantes sobre el Quixote. En cambio, los ingleses, con menos sensatez, le cuestionan a Shakespeare la obra de Shakespeare…) A diferencia de muchos genios, sus obras no nos muestran su personalidad ni su sentir, es casi imposible rastrear lo que pensaba (Joyce no lo creyó así, basta leer el capítulo IX del Ulysses para impresionarse con las magistrales ideas de Stephen en la biblioteca, demostrando “por álgebra que Shakespeare es el abuelo de su hijo y el padre de si mismo”; de hecho, algunos críticos modernos, le entregan un valor real a estas especulaciones Joyceanas como punto de análisis biográfico). En Shakespeare, sus obras están desprovistas de connotaciones marcadamente religiosas o políticas. Shakespeare se oculta, no así sus creaciones. Su capacidad de invención de personajes es tan vasta que casi se hace inasible, muchos arquetipos o “personas” hablan a través de su pluma, nunca él mismo por él (“Everything and Nothing”, dijo Borges*. “Después de Javhé; Shakespeare es quien más ha creado” diría Samuel Johnson). Shakespeare es un misterio en cuanto a individuo. De la tríada de hombres mas influyentes en occidente: junto al Jesús de San Marcos y el Sócrates de Platón, es de quién menos sabemos certeramente (Para acercarse a su misteriosa vida, recomiendo la biografía artística de Anthony Burguess, que sin ser la mejor, es la mas grata; si se desea un estudio de su obra en orientación a las grandes tragedias, recomiendo los ensayos de Goethe y Samuel Johnson. Una visión panorámica de su teatro, la encontramos con Harold Bloom en su “The Invention Of The Human”) Sabemos con claridad, que cercano a los 50 años, Shakespeare se retiró a su hacienda de Stratford-on-Avon, alrededor de 1612, disfrutando en sus últimos años del reconocimiento artístico y la fortuna cosechada como dramaturgo y prestamista. En este pasivo ambiente de indiferencia conyugal, no volvió a escribir, salvo su epitafio; que es tan malo, que se duda de su autoría. Su alejamiento abrupto de la literatura es tan misterioso como el de Rimbaud, abandonando la pluma a los 20 años para irse a traficar armas y chulerías al África.

La Obra de William Shakespeare se compone de 38 piezas para teatro de las cuales 28 son Obras Maestras. Su Obra Poética la componen 6 Obras lírico-temáticas y los famosos “Sonnets” de tan polémica e imprecisa dedicatoria.

A pesar de que no soy exegeta de nadie, en el caso del Bardo inglés lo acepto sin dudarlo.

Shakespeare es una necesidad intelectual para mí. Admito sin jactancia, haber leído trabajosamente sus obras completas durante varios años (Goethe, en sus conversaciones con Eckermann, recomendaba leer una obra del bardo al año y razonarla; más le parecía imprudente; ninguna, irresponsable), primero empecé con la edición de la editorial Española AGUILAR de 1960, comentada y traducida al español por Luís Astrana Marin (que contiene varias “licencias imaginativas del traductor” pero que consigue una nobleza conceptual y aclaraciones idiomáticas inexistente en las versiones actuales). Después vendría la británica “Complete Works” en edición de la “The Arden Shakespeare” y todo el peso profundo y conjetural del idioma Shakespeariano. El conocimiento académico que inicié del idioma inglés se lo debo a mi primer contacto con el “THE TRAGEDY OF HAMLET: PRINCE OF DENMARK” de la D.C. HEATH & CO. Publishers de New York, en una edición americana de 1904 de la misma serie “The Arden Shakespeare”, con estudio teórico y prefacio a cargo de Walter Morris Hart, que conserva ese pretérito del inglés isabelino y que adquirí increíblemente en la compra-venta de libros usados de don Enrique Murdinovic por un precio irrisorio. (Librería anterior a 1960 que lamentablemente fue derribada por el terremoto y me dejó una pena tremenda)

Pocos descubrimientos intelectuales me han conmovido tanto en la vida como la Obra de Shakespeare. Su obra es para mí la más grande creación artístico-literaria que he tenido ocasión de sentir. No voy a enumerar sus Obras por prudencia (pareciera que al resaltar alguna, oscureciera otra). Además, porque creo que si lees “cualquier” Obra de Shakespeare, él te sorprenderá completamente, te desconcertará como pocos autores pueden hacer. Su lectura te entregará lo que nadie más puede; ese espejo de la naturaleza que mencionaba el príncipe Danés a los actores de “la ratonera”; te acostumbrarás a las chanzas isabelinas y te sorprenderás por la exuberancia del lenguaje, por su poder cognitivo, por su agudeza psicológica (Shakespeare y Dostoievski posiblemente sean los más grandes psicólogos de la literatura, seguidos de cerca por Freud y Proust...) Terminarás con la sensación de haber leído lo mejor que se pueda leer en esta vida. Sólo superable por otra obra de Shakespeare y luego otra. “Esas palabras son vasculares, córtalas y brotará sangre” Decían de los ensayos de Montaigne… ¿No era Zarathustra quién recomendaba escribir con sangre?...yo lo agregaría a Shakespeare.

Empieza por sus comedias de situación de la primera etapa, cronológicamente llegarás al “cuarteto” de las grandes tragedias (que merecen tiempo y te acompañarán toda la vida). Te habrás expuesto a un calidoscopio que te mostrará parte de tu naturaleza y te conocerás a ti mismo a través de su escritura.

Siguiendo el consejo pensado por Daedalus “Desenvaino mis definiciones-puñal…”
Leyendo a SHAKESPEARE:

… te transmutarás con el infinito monólogo de Hamlet mientras observa la osamenta inmortal. Opinarás como Nietzsche, que dijo que el problema del príncipe no radica en que piensa demasiado, sino que piensa demasiado acertadamente… (the rest is silence)

… sentirás la fría ambición, pero también la inexorable desesperación de una imaginación harta de horrores e incertidumbres con Macbeth. (…sound and fury…)

… sentirás que la traición y el engaño es un peso miserable, pero necesario en su propia naturaleza, porque Yago te lo demostrará.

Lear podría revelarte que la autoridad patriarcal y la pasión del celo no sólo provienen del Jehová Hebreo.

Falstaff te enseñará a manejar el difícil arte de la ironía como una verdad relativa; espada de dos filos; un espejo deformado y acaso te sirva para generar incomprensiones, que es de lo que estamos hechos.

La historia agrega que, antes o después de morir, se supo frente a Dios y le dijo: “Yo, que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y yo”. La voz de Dios le contestó desde un torbellino: “Yo tampoco soy; yo soñé el mundo como tú soñaste tu obra, mi Shakespeare, y entre las formas de mi sueño estabas tú, que como yo eres muchos y nadie” Everything and Nothing*

Cuando asumes por un momento, que posiblemente la mayoría de los libros actuales de tu anaquel son sólo un limitado entretenimiento pasajero y te atreves y lees y descubres a Shakespeare; una experiencia intelectual única, un precedente, algo irreversible, un cambio profundo podría operarse en ti.



WILLIAM SHAKESPEARE
Rest In Peace

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Comentarios

  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    Un dato anexo: acaba de llegar a librerías chilenas la última biografía de Shakespeare, esta vez, a cargo de Bill Bryson (escritor de algunos libros de viajes y sobretodo su famoso título "Una breve historia de casi todo"). Recién hoy la he visto y adquirido y me dispondré a devorarla de dos mascadas, dada su brevedad, es un buen síntoma de eficacia y cumple la ley anónima respecto a las múltiples biografías de Shakespeare; esa práctica ecuación que dice que "Toda biografía del bardo consiste en un 5% de hechos probados y un 95% de especulaciones y conjeturas" En este sentido, ni el propio apellido del poeta es fonéticamente seguro, se presume, que es SHAKESPEARE, pero sólo en relación a su imprecisa grafía, que es, como no, insegura.(también, sólo los azares de la tradición no impidieron que hoy lo conociéramos como Schakspir, Shakspierre) Acaso, se esclarece su nombre por el apelativo de "Shake-scenes" con que le insultara uno de sus contemporáneos por su condición de "desmedido agitador de escenas".

    De cualquier modo, una buena alternativa (a priori) para conocer su incierta vida, por ejemplo, la primera presentación de Hamlet en el teatro "El Globo", en donde el propio Shakespeare interpretó y se guardó para sí, el misterioso papel del espectro del rey Hamlet; "Soy el fantasma de tu padre" tan coherente con su postura de esconderse, como actor, Shakespeare respeta esa inercia... y nosotros nos llenamos de dudas.
  • WatasiWatasi Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado abril 2010
    He leído Hamlet, El Rey Lear, Romeo y Julieta y Otelo.

    Este hombre desentraña el alma humana en cada obra, todas en torno a un tema, el amor, los celos, la traición, la duda... que desmiga de forma genial en cuestión de cien páginas sin ayuda del narrador. Intensidad elevada al cubo.

    Y no digo más, porque para dar la talla tras tu fantástico post necesitaría mucho tiempo y mucho esfuerzo. Lo mío es una simple glosa. :)
  • Pablo VilaltePablo Vilalte Pedro Abad s.XII
    editado abril 2010
    Me formè principalmente con Shakespeare. En la magra biblioteca de mis padres (granjeros estos) era poca la literatura, estaba este tipo y unos alemanes llamados Nietzche, Gohete y Rilke tambièn algùn otro poeta loco como Claudio de Alas.

    Bueno, asì como el pobre Shakespeare no pudo quitarse a Homero, para mi desgracia yo no pude quitàrmelo a èl (salvando las diferencias de "talla" claro). Dramas, prejuicios, superticiòn, hasta magia y otras estupideces; en fin, las divagaciones de cualquier vieja de vecindario. De allì su èxito. Ah y tambièn por el hecho de haber nacido en Albiòn.

    Para mi gusto, su mejor obra, quizàs la ùnica que deberìa haber salvado la historia el "Makbek".

    Cordialmente. Pablo.-
  • AnterosAnteros Pedro Abad s.XII
    editado abril 2010
    Magnífico tema Alterego.
    Una buena y escueta introducción a la literatura de Shakespeare es la lección que Giuseppe Tomasi di Lampedusa (autor de El Gatopardo) dio en un curso de Literatura Inglesa y que ha sido publicada en España por Nortesur (2009). Analiza todas las obras testrales y también los sonetos.

    En cuanto al problema de dudar de la autoría literaria del simple actor, William Shakespeare, creo que es un asunto que fue generado en la época Romántica. Para los románticos que habían creado el mito del genio, que como Beethoven, Lord Byron, Baudelaire, etc. estaban en clara oposición al clasicismo y reividicaban la personalidad del autor como una explicación a su obra, no parecía muy conveniente que un hombre del que prácticamente no se sabe nada y al que se supone por su oficio de actor una muy limitada formación, escribiese tan sublimes piezas teatrales. De ahí esa ininterrumpida serie de críticos que tantean atribuir las obras a lord Southampton, a Francis Bacon, lord Derby etc. Esto parece casi un deporte, a cuya práctica resultara difícil sustraerse. Recuerdo que hasta el matemático G. Cantor, debido a la poca recepción que tenían sus investigaciones, decidió aumentar la nómina y atribuir las obras de Shakespeare a no sé quién.
    Con todo, para escribir los dramas de Shakespeare no resulta imprescindible una gran formación cultural: no es por eso por lo que los admiramos, sino por su sentido teatral y la profundidad psicológica de sus personajes. Y tampoco es un caso muy raro, tenemos a Molière también actor y autor de magníficas piezas cómicas, no debía ser infrecuente en otras épocas que algunos actores escribiesen para el teatro.
  • AnamarAnamar Fernando de Rojas s.XV
    editado abril 2010
    Hola, Alterego!:)

    Coincido con Watasi y con Anteros, un placer leerte.

    Y gracias por compartir tus experiencias, porque a otros nos resultan reveladoras.
    Espero que sigas regalándonos más momentos de reflexión literaria.:)

    Saludos!:)
  • Carol YorkeCarol Yorke Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado abril 2010
    Me encanta el espíritu que impregnas en tus palabras alter. Es emocionante ver el entusiasmo y gusto hacia algún personaje y su obra, en este caso nada más ni nada menos que a uno de los genios de la literatura. Gracias por el escrito; es por demás bello.

    La primera obra de Shakespeare que entró en mi vida fue Macbeth; fue no muy a temprana edad pero sí lo suficiente para que dejara en mí su marca de genialidad cautivante. Aún no llego a leer todas sus obras, pero ganas tengo, así que aguante Shack Attack, no se me desespere (ah no, ese era Shaquille O'neal jejeje), bueno, tú me entiendes Chicas.



    A falta de palabras suficientemente dignas como las que inauguran este hilo, dejo las de uno que también se defiende bien: nuestro Borges.


    Como ya se sabe, dedicó varios poemas, cuentos y demás trabajitos a Shakespeare, eso sin contar todo el estudio del que fue objeto el personaje inglés a manos del argentino.


    Ésta es sólo una probadita de tantas que podemos encontrar en su haber (donde de igual manera cita lo ya antes hecho por alter):




    EL DESTINO DE SHAKESPEARE.

    Jorge Luis Borges.



    A diferencia de Dante, a diferencia de James Joyce, a diferencia de Flaubert (sé que esta progresión es descendente), Shakespeare, como Cervantes o Montaigne, nunca se propuso escribir una obra maestra. Lo movía el estímulo de las tablas. Inventó caracteres para que la gente aceptara argumentos que lo tenían sin cuidado. Ahora, creemos en Hamlet y no en las deleznables intrigas de la corte de Dinamarca; de un modo análogo, creemos en Alonso Quijano y no en los melancólicos percances que su crónica le atribuye. Casi podríamos decir que Shakespeare no se dedicó a la Literatura. Trabajaba para el presente, no para el tiempo.


    El movimiento romántico, cuya fecha oficial en Inglaterra y en Alemania es 1798, lo canonizó, es decir, hizo que lo leyéramos como si el azar no tuviera parte en sus páginas. Que yo sepa, el único disidente fue Byron, que afirmó que un pequeño templo de mármol (la obra de Alexander Pope) es superior a una montaña de escombros (la obra de Shakespeare).



    Conocemos a Hamlet y al Rey Lear, pero no a William Shakespeare. Sospecho que su extensa gloria póstuma lo habría sorprendido, pero no lo habría interesado. Acaso para él, como para Próspero, todo está hecho de madera de sueños.


    Temo no haber sido justo con Shakespeare. Para reparar esa culpa, me permito exhumar el fin de una parábola que di a la imprenta hace veinte años:



    La historia agrega que, antes o después de morir, se supo frente a Dios y le dijo: “Yo, que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y yo”. La voz de Dios le contestó desde un torbellino: “Yo tampoco soy; yo soñé el mundo como tú soñaste tu obra, mi Shakespeare, y entre las formas de mi sueño estabas tú, que como yo eres muchos y nadie”


    Jorge Luis Borges
    Buenos Aires, trece de diciembre de 1980.


    shakespeare.jpg


    ¿Será?
  • BohrBohr Fernando de Rojas s.XV
    editado mayo 2010
    Gracias por abrir este hilo, alterego. Para mí Shakespeare es sólo una estatua de puños almidonados y frases recargadas porque no lo he leído. Reconozco que Shakespeare me da miedo, mucho miedo, pero tu tema me ha servido para aproximarme un poquito a su obra. Lo dicho, gracias por rellenar algunas lagunas que tenía sobre el genio inglés de las letras.
  • Pablo VilaltePablo Vilalte Pedro Abad s.XII
    editado mayo 2010
    Ayer domingo caì en las manos del "Malbec".

    Literariamente me "lo bebì".

    Lo recomiendo. Pablo.-
  • WatasiWatasi Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado mayo 2010
    Bohr escribió : »
    Gracias por abrir este hilo, alterego. Para mí Shakespeare es sólo una estatua de puños almidonados y frases recargadas porque no lo he leído. Reconozco que Shakespeare me da miedo, mucho miedo, pero tu tema me ha servido para aproximarme un poquito a su obra. Lo dicho, gracias por rellenar algunas lagunas que tenía sobre el genio inglés de las letras.


    Nada. Miedos fuera. No es una lectura compleja. Puede llegar a serlo, según el alcance que le des a cada frase y lo que reflexiones ante cada situación. Pero el lenguaje es fabuloso y fácil de comprender y la historia no tiene dificultades tampoco. La cuestión es el jugo que le saques como lector. Pero miedo ninguno. Si sientes que no le has sacado todo el jugo que debieras, pues dejas para más adelante una relectura, que son obras cortas y muy agradecidas.

    Mi consejo para empezar es: Romeo y Julieta y Hamlet.
  • TaharaTahara Pedro Abad s.XII
    editado mayo 2010
    Gracias por abrir este tema. Nunca he leído a Shakespeare pero ahora me han entrado ganas.
  • chuse inaziochuse inazio Gonzalo de Berceo s.XIII
    editado mayo 2010
    Pues yo es que no puedo con Shakespeare. Se que fue uno de los grandes, pero a mi me aburre soporiferamente. Supongo que no estoy hecho para él, no? xD
  • linzelinze Anónimo s.XI
    editado mayo 2010
    es mi primer tropiezo con este foro.y agradezcoel humor shakesperiano que le poneis.fabuloso,seguir asi colegas,igual uno encuentra la felizidad en este entablado.thankiu.
  • Pablo VilaltePablo Vilalte Pedro Abad s.XII
    editado mayo 2010
    ...Y dale con shakespeare.

    Veràn... asegùn mi limitado entender, el tipo es una "vieja". No me identifico en èl. Por eso luce mejor en las teclas de mave.

    Siempre buscaron al "otro" que escribìa por èl, y es posible que ese tal otro "anònimo" (sinònimo de mujer) fuera quien en verdad hizo sus mariconas interpretaciones.

    La patriacarcal europa del siglo XVII tambièn "andaba en cueros". Bueno... todavìa lo anda o eso creo.

    Cordialmente. Pablo.-
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado mayo 2010
    No había tenido la oportunidad, ni tampoco la lectura de tus entradas pavlo...

    Ahhhhhhhh, pero que imprudencia la mía. (Sensación de “Deja vú”, algo incómoda por cierto) Veo que le podemos tener por “novato inquieto” en el foro… muy adecuado, muy muy tolerante y muy muy muy argumentado. (salvo hasta que se demuestre lo contrario)

    No te olvides que Shakespeare era un posible “Gay”, de ahí las posibles dedicatorias de algunos Sonnets y la posible “mariconada” de su interpretación. Pero es que con él todo es impreciso y en cambio tu pareces… pareces tan seguro…

    ¿No te importará esgrimir más específicamente tus argumentos, a pesar de tu auto-mencionado “limitado entender”?


    Quiero pensar que no eres un especulador, un chancho chapoteando en el barro y ensuciándolo todo. Puedes ser una digna voz disonante. Pero eso requiere un mínimo de decencia. (Muéstrame que sí la tienes)
    Tienes mis ojos de lector.

    Gracias a todos por participar en el tema.
  • Pablo VilaltePablo Vilalte Pedro Abad s.XII
    editado mayo 2010
    Decencia yo? ja ja ja...

    Alterego... me hiciste una broma...

    De todas maneras tendrìas que ser tù quien demuestre mi "indescencia".

    Estimado amigo... gay no es sinònimo de "vieja", es asqueroso en un foro leer el discurso de algùn marica pretendiendo pasar por mujer.

    Lo de mi "seguridad"... otra broma, picaròn...

    Si esgrimiera màs especìficamente mis argumentos probablemente me volarìas del foro. Te imaginas... si ya parezco "un chancho chapoteando en el barro y ensuciàndolo todo".

    De todas maneras ella puede perdonarme... pero a tì no... si me vuelas...

    Oooiinq, Oooiinq, Oooiinq... Pavlo.-
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado mayo 2010
    Hey!!! Que me salí un rato y ya había respuesta… (bien me parece)

    No me impongas tarea tan difícil con la indecencia, parece que no solo Dios propone caminos tortuosos y misteriosos. Esperemos la temporada adecuada y los frutos caerán por su madurez. Incluso ya pisé uno. ¿Puedes verlo en la suela de mi zapato?

    Aparte de mi camino por la sinonimia, en esa se perdió la liebre y haz malinterpretado.

    Lo del chancho; primero no me lo haces pensar y después no me lo haces que lo piense con tu afirmación…ufff, ¡¡¡pero que vueltas en este disco Pav,!!! No te queda bien la “rastrería” espontánea.

    A ti te veo mas como la voz disonante, la de los sin voz. El humor te lo voy a comprar en cómodas cuotas a plazo fijo. Pero debes esforzarte mas…

    Nadie te echará del foro.
    Tampoco se puede salir volando. (Sólo los patos chapoteadotes pueden, esos que se asustan al primer disparo, o los cisnes, el cisne de Avon, ¿Te suena?)
    Cuac, Cuac, Cuac,


  • Pablo VilaltePablo Vilalte Pedro Abad s.XII
    editado mayo 2010
    Tu disco es tal vez el que gira solo (gastado quizàs), si pisas frutos podridos alter deberías mirar más detenidamente por donde caminas.

    Veràs estimado vigìa, la literatura es algo nuevo para mì, en realidad la estoy buscando, pero entre otras cosas soy pintor, y puedo decirte con un mìnimo de propiedad que sin apasionamiento e irreverencia jamàs encontraràs arte.

    Los individuos, no se molestan por el buen orden, ni por la decencia ja, ja, (buena broma), sino cuando ven en riesgo sus potestades. Siempre ha sido asì e imagino que lo seguirà siendo.

    Creo que eso que llamas disonancia, no es màs que alguna idea diferente… y que inexorablemente provoca entre las voces que prefieren el grupo (por seguridad quizàs, como los patos) chillen al unìsono. Desde Sócrates la historia està llena de ejemplos.

    Nunca me han echado de un foro. Poco he estado en ellos, pero hace un par de años intervine en uno unos meses, y a las dos semanas ya estaba el “representante del grupo” como tù, llamàndome al òrden.

    El foro se limitaba a: Mirà este www…..; bàrbaro… y mirà este otro www….

    Aquì hay algo màs, pero tampoco exagere alter. Mi ignorancia literaria es grande pero no ciega.

    Un saludo, de su pav.-

    Nota: Si saliera del foro lo anunciarìa y me despedirìa como corresponde por “decencia”, si “desaparezco” es porque me volò este alter.
  • AnterosAnteros Pedro Abad s.XII
    editado mayo 2010
    No entiendo a quienes se quejan de que no “pueden” con Shakespeare o que no se identifican con él.
    ¡Nadie “puede” con Shakespeare!
    ¡Nadie puede identificarse con él!
    ¿Cómo vamos a identificarnos con alguien de quien no sabemos nada? Si se “molestan” en leer sus tragedias o comedias, verán que allí no hay un autor que intente convencernos de nada, ni moralizar sobre ningún asunto. El autor se escamotea, no aparece por ningún sitio, porque pertenece a otra cultura en la que no había ese culto asqueroso a la personalidad o la individualidad, ¿qué más da que se llamara Shakespeare o Perico de los Palotes, el que escribió aquello? Literariamente eso no cambia nada. ¿Por qué sacan a relucir esos prejuicios romanticoides del autor o individuo con cuyo genio no se está de acuerdo? Eso no es posible con Shakespeare, lo que tenemos que apreciar es el “juego” de su teatro que resulta tan versátil e infinito como la vida.
    Si tomamos el ejemplo de Hamlet, ¿cómo podemos interpretar esta obra? ¿Es Hamlet un loco que intenta fastidiar a toda la familia? ¿Es un misántropo? ¿Está aquejado de un complejo edípico que le supera? ¿Están los demás confabulados en su contra? ¿Es la corte de Dinamarca una jaula de lunáticos que intenta hacerle la vida imposible? Todas estas interpretaciones y algunas más son lícitas y perfectamente plausibles siguiendo el texto a la letra, y a pesar de todo, la tragedia no es ambigua, los hechos son claros y comprensibles, el juego escénico se sostiene, las escenas se suceden con un ritmo poderoso. Ese es el misterio de lo que llamamos Shakespeare, no las huecas especulaciones sobre si era gay, tacaño o le gustaba el vino con gaseosa.
  • alteregoalterego Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado mayo 2010
    No podría decirlo mejor Anteros, suscribo cada palabra.:):)
    Muchas gracias por tu aporte.
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