Algunas noches me dan miedo, cuando empiezo a ver por medios no naturales comienza en mi una especie de melancolía, esa parte de dolor no es por el epicentro de mi sufrimiento sino por lo que vendrá, uno cuando sabe lo que viene y sabe que no es agradable ya sufre, como entrando en calor.
Siempre lo malo o feo se asocia con la noche, lo oscuro, el silencio y la soledad, contrariamente soy amigo de la soledad y del silencio, pero aunque no me gusta el ruido, la gente y las masas, estos ahuyentan algunos de mis demonios.
Cuando me termino de bañar y estoy solo en mi cuarto siento un vacío muy grande, no por una presencia física sino por la soledad de mis pensamientos, los cuales no puedo concebir, entender y ni siquiera expresar para compartirlos, creo que compartir es una palabra muy armoniosa, uno comparte caramelos, no malos pensamientos. Me siento tan insignificante, tan poca cosa, que el vacío cada vez se hace mas profundo, hasta que ese pensamiento doloroso se expresa en mi cuerpo en forma de una agitada respiración por falta de aire, mucho miedo, llanto y masoquismo. Hasta que prendo la tele y subo el volumen, ahora hay ruido y luz, por suerte entorpecen mis pensamientos y de a poco me sacan del pozo, pero solo me sacan, no me lo tapan, porque el pozo siempre esta, y esta a la espera de que yo caiga alguna otra noche.
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