Los niños se habían ido al Colegio, ella había limpiado la cocina. Ahora quiso preparar una torta para el tío Freddy.
Tendría que llegar al mediodía, como había dicho su marido.
Sonó, miró por la ventana de la cocina y vió un hombre con una maleta. El tío Freddy había llegado más temprano,seguramente había pasado la noche en el tren.
Abrió la puerta, le abrazó y le dió un beso.
El tió le pareció un poco sorprendido. Su marido había hablado muchas veces de él, del hermano de su madre.. Como niño le había visitado muchas veces, sobre todo en las vacaciones escolares.Había jugado feliz en el campo grande con una crianza de chanchos. Hace medio año, su esposa había fallecido.
El tío tendría más o menos 60 años, pero le pareció más joven. La vida en el campo es muy sana, pensó.
Roberto le había contado que siempre había tenido un olor a cerdos, pero ahora ella no percibió.
Hizo entrarle y colgó su abrigo. No quiso entregar su maleta. Se sentaron en el sofá, le preguntó si quería tomar algo.
Dijo : “Sí, me gustaría mucho tomar una cervecita. Tengo siempre sed, toda mi vida he tragado mucho polvo.!”
Buscó una botella de cerveza, se llenó también un vaso chico.
“Salud tío, por nosotros, creo que podríamos tutearnos!”
El la miró un poco irritado , pero contestó alegre: “Por que no.”
“Me llamo Mónica”, dijo ella, “hasta ahora no te conocí, pero eres muy simpático, buen amigo.”
“Yo me llamo Fredy”, dijo. Encantado de conocerte.”
-“Te cansaste mucho en tu viaje largo?“
. “No era un viaje tan largo ! “
Parece que el tiempo para la gente que vive en el campo no tiene la misma importancia como para nosotros en una ciudad, pensó ella. Había viajado por lo menos ocho horas en tren.
El tío había tomado su cerveza bastante rápido, ella trajo dos botellas, una para el tío, una para ella.
- “Dime, Monequita, no tienes algo más fuerte, tomar tanto líquido no es sano. Yo tengo problemas con los riñones.”
Abrió un armario y sacó una botella con licor de cerezas. Al tiro el tío se llenó su vaso de cerveza con este trago y la vació en pocos segundos.
“El Roberto todavía no viene, siempre trabaja hasta la tarde, dijo ella. Si quieres podemos ir arriba, tenemos una pieza para huéspedes con una cama doble.”
Al tío cayó el vaso vacio de la mano.
-“Buena idea, pero primero tengo que tomar otra cerveza, también más de este trago tan exelente. Después tendría que mostrarte que hay en esa maleta. Mis manos son hoy un poco temblorosas, mi estómago es vacío, tengo que relajarme un poco, antes de ir a la cama. No tienes algo para comer?”
Mónica corrió a la cocina. Volvió con cerveza y un plato grande con salchichas. El tío empezó a comer.
“No tienes también un poco de queso?” preguntó.
Preparando un plato con queso en la cocina, escuchó su voz, casi gritando:
“y trae también un vaso chico.”
Ya quiere tomar trago de un vaso chico, pensó. Puso todo sobre la mesa. El se llenó su vaso de cerveza con trago, para ella el vaso chico.
“Hay que tomar juntos, hacer cosas solo no me gusta tanto. Me refiero no solamente en tomar, pienso también en otras cosa”, habló riéndose mucho.
La botella con el trago ya casi se acaba. Se sentó más cerca de ella, la apretó un poco. Como le habían contado, era un hombre muy cordial. Para no aparecer fría le dió un beso.
Sigió comiendo y llenó varias veces los vasos. Ella no estaba acostumbrada a tomar tragos, le llegó un vértigo y comenzó a reirse mucho.
La botella estaba vacía, el tío dío varios eruptos.
“Ya podemos ir a la cama”, dijo.
Ya se había sacado su chaqueta , se levantó un poco inseguro, se sacó la corbata.
“Casi había olvidado mostrarte lo más importante”,dijo.
Empezó abrir su maleta con ciertas dificultades. Seguramente sacaría regalos para ella, pensó.
De repente vío una aspiradora, no tan nueva, pero necesitaban urgentemente una. La suya recién había fallado.
Cogió la máquina para llevarla al baño. Pero el tío insistió:
“ Primero tengo que mostrarte cómo funciona esa aspiradora. Sabes, es una de las mejores aspiradoras del mundo.”
Buscó un enchufe, la aspiradora funcionó casi sin hacer ruidos. Mucho menos ruidosa que la suya. El tío echó todas las migas de la mesa. Todas estaban ya sobre la alfombra que le había regalada su madre.
Tío Freddy la miró, inclinó la cabeza, riendose contento:
“Ya vas a ver algo especial.”
La aspiradora sacó sin problemas todas las migas de la alfombra, aspiró tan fuerte que arrancó un pedazo de la alfombra. El tío miró un poco preocupado y dijo:
“Hay que disminuir la fuerza de la aspradora si se trata de alfombras de mala calidad! Esa aspiradora no se puede comprar en ningún almacén. Solamente representantes capaces la venden.”
Después corrió a la cocina, trajo una bolsa con basura mesclada con agua, echó todo a la alfombra. Y sin problemas limpió la aspiradora todo.
”Mira esa alfombra”, dijo, “como nueva si uno no se fija el el pedazo que falta.”
Ella miró el reloj, tarde, tendría que preparar la comida para los niños.
“Vamos arriba”, dijo ella.
Juntos subieron la escalera, el tío riéndose muy contento, sacandose la ropa. El viejo tendría que dormir un rato, pensó ella. Tendría que hacer sus trabajos.
Escucharon el timbre. Por dios, ya vinieron los niños, pensó ella. Bajó la escalera, abrió la puerta, vio un hombre con maleta. Tenía olor a cerdo.
“ Soy el tío Fredy”, dijo.
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Comentarios
Tienes un tema para hacer un muy buen relato, jocoso, rápido. Sin embargo, preparas demasiado , desarrollas mucho el desconocimiento de la mujer, tanto así que se adivina que el personaje de la maleta no es él. Si quieres una frase culpable o la más culposa sería : " Nunca había visto al tío Freddy antes" . La sorpresa estalla demasiado pronto.
Vale!!
No era mi intención "esconder" algo. Encontraba más cómico que el lector sabe más que la mujer!
Pero borré la frase que mencionaste.
Gracias por tu comentario constructivo.
Pedrito
Tienes toda la razón! Horrible el "tío,tío,tío". No me dí cuenta.
Traté mejorarlo.
Soy alemán y tengo ciertas dificultades con este idioma christiano.
Gracias por tu ayuda. La necesito.
Saludos
Pedrito