Fue, sin duda, Mi planta de Naranja Lima, de José Mauro de Vasconcelos.
Fue, además, mi primera novela. Lloré, reí, temblé de miedo, suspiré, me enfadé y hasta me entristecía al leerlo. Me enseñó a comprender mis emociones, me dio cierta independencia como infante y lo más importante fue que desató sentimientos que ni si quiera sabía que existían.
¿Y el vuestro? ¿Qué libro os ha marcado la vida?
Comentarios
Para empezar diré Ewilan, de Piere Bottero. Fue el primer libro que leí (y acabé jajaja) por voluntad propia. A día de hoy no recuerdo prácticamente nada de lo que contaba el libro, pero lo recuerdo con mucho cariño porque abrió la veda, por así decirlo.
Luego diré Diez Negritos, de Agatha Christie. Fue el libro que me sacó de la literatura juvenil, y me hizo conocer otros géneros y autores más adultos.
Y por último diré que La hora violeta, de Sergio del Molino. Es un libro del que hablaba mucho mi profe en clase y me decidí primero a comprarlo y luego a leerlo xD La verdad es que fue una revelación para mí. Es un libro en el que empaticé muchísimo con el autor y su propio dolor y rabia se reflejaron en mí. Fue una experiencia bonita y dolorosa a la vez, y me di cuenta que también me gusta hacer ese tipo de literatura descarnada y desde las entrañas, que se dice. Aunque tiro más para la ficción porque no soy una persona que se abra con facilidad ^^"
Irónicamente, ese libro me lo pusieron a leer como tarea de mi colegio y no tenía ganas de leerlo. Pero, una vez le gasté tiempo y me introduje en la historia, me atrapó.
El manuscrito carmesí, de Antonio Gala. Es posible que no sea un gran libro y también es posible que mi ánimo al elegirlo se deba a la admiración profunda que tengo por el autor, que, además, todo lo que escribe es sencillamente sublime, hasta las comas (,).
Tuve el gran honor de conocer en persona a Don Antonio.
Sinopsis de El manuscrito carmesí:
En los papeles carmesíes que empleó la Cancillería de la Alhambra, Boabdil —el último sultán— da testimonio de su vida a la vez que la goza o la sufre. La luminosidad de sus recuerdos infantiles se oscurecerá pronto, al desplomársele sobre los hombros la responsabilidad de un reino desahuciado. Su formación de príncipe refinado y culto no le servirá para las tareas de gobierno; su actitud lírica la aniquilará fatídicamente una épica llamada a la derrota.
Desde las rencillas de sus padres al afecto profundo de Moraima o Farax; desde la pasión por Jalib a la ambigua ternura por Amín y Amina; desde el abandono de los amigos de su niñez a la desconfianza en sus asesores políticos; desde la veneración por su tío el Zagal o Gonzalo Fernández de Córdoba al aborrecimiento de los Reyes Católicos, una larga galería de personajes dibuja el escenario en que se mueve a tientas Boabdil el Zogoibi, el Desventuradillo.
La evidencia de estar viviendo una crisis perdida de antemano lo transforma en un campo de contradicción. Siempre simplificadora, la Historia acumuló sobre él acusaciones que se muestran injustas a lo largo de su relato, sincero y reflexivo. La culminación de la reconquista —con sus fanatismos, crueldades, sus traiciones y sus injusticias— sacude como un viento destructor la crónica, cuyo lenguaje es íntimo y apeado: el de un padre que se explica ante sus hijos, o el de un hombre a la deriva que habla consigo mismo hasta encontrar —desprovisto, pero sereno— su último refugio.
La sabiduría, la esperanza, el amor y la religión sólo a ráfagas le asisten en el camino de la soledad. Y es ese desvalimiento ante el destino lo que lo erige en símbolo válido para el hombre de hoy.
Momo -No recuerdo si lo leí de adolescente, de niña, de adulta... El caso es que me hizo pensar en la importancia del tiempo. Por supuesto, es algo que he compartido con mis hijos, aunque creo que vieron la peli. Mal por mí.
Juan Salvador Gaviota -Creo recordar que es una novelette y lo leí muy jovencita. Entendí su significado y me lo adjudiqué. Después de tantos años vividos, he visto que no le faltaba razón: salirse de las normas establecidas no está bien visto.
Hijos de la droga -Pues creo que yo todavía estaba en el colegio, en la EGB, cuando lo leí, porque en mi clase había dos hermanas que, ya a esa edad, llevaban muy mal camino. Me impactó. Me abrió los ojos ante un mundo desconocido para mí, y quise que siguiese siendo desconocido. Mi hija ha leído ese libro y también le impactó. De hecho, hace unos años, buscamos información acerca de la protagonista (no lo hagáis) porque está basado en hechos reales.
Sultana -Nacer en una familia muy rica y con poder no significa que tu vida vaya a ser maravillosa si eres mujer en un mundo donde la mujer no vale nada. Autobiografía que relata sus experiencias y su entorno.
Y ya está bien por hoy
Son de mar de Manuel Vicente. Fue uno de los primeros libros que me enganchó a la lectura.
El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder. Me introdujo en el fascinante mundo de la filosofía. Una cosa llevo a la otra y me acabé dedicando a la psicología.
Esos son mis libros, sin duda.
Nombro unos pocos:
"Carta al padre" , de Franz Kafka
"En las orillas del Sar", de Rosalía de Castro
"Pedro Páramo" y "El llano en llamas", de Juan Rulfo
Pues el libro que marcó mi vida es "Atormentado", escrito por un servidor, que ya no tiene abuelas
Sé que es de mal gusto alabar las cosas que escribe uno mismo, pero la realidad tiene más fuerza que nada
P.D. Quiero aclarar que mi sentido del humor es desmesurado
Estoy leyendo "Mala Mente", de Ignacio Chavarría Díaz, y me está gustando. Más que un libro, es una recopilación de relatos. Aconsejo su lectura. Está a la venta en Amazon.
Chavarría es un forero de este foro de Literatura
y también es el creador de
autoresindependientes.es
Saludos.
En lugar de marcar diré los que llamaron la atención a la lectura.
La tabla de Flandes. Lectura obligatoria en el instituto. Ese verano leí varios del Arturo Pérez Reverte.
Una recopilación de cuentos de Isaac Asimov. Uno hablaba de las cintas de aprendizaje. Luego vi Matrix y no la encontré original
Yo soy de los dibujos de Willy Fog aventurero y gran señor. La tele me retrasó en los clásicos. Me decepcioné cuando leí que Dartacan (los dibujos de perritos eran muy divertidos) era bueno con la espada y el sable.
Antes leía muchísimas revistas de historietas de Editorial Novaro, (ya desaparecida).
Yo era Tom Sawyer en el libro que leí innumerables veces, y quedé tan impactado con la escena de cuando Tom besa a Becky, que hasta le hablé para novia a una niña llamada Leticia (también de doce años como yo) y pude saber y sentir qué era besar 'unos labios rojos y suaves' como dice la novela.
Creo que Tom Sawyer es más de lectura en América que en España.