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Hace muchos años, un hombre distinguido que poseía un apellido de buena familia heredó una fortuna inmensa de un familiar muy rico que recientemente había muerto, él no le conocía en persona así que no le importaba lo que le sucedió a su pariente, a él solo le interesaba heredar su dinero y olvidarse del asunto. Imagínate cuánto podía hacer con todo ese dinero, pensó.
Unos días después de heredar la fortuna compró varios coches, una mansión, un barco y un caballo. Contrató a personal de servicio, a un chófer y a un mayordomo. Enseguida comenzó a codearse con la gente más distinguida de la ciudad y rápidamente despertó el interés de muchas mujeres que después lucharían por el corazón del protagonista de esta historia.
Un año después de vivir como “rico”, sintió en su corazón que ya se había jactado de tanta abundancia y buena vida, pues tenía tanto poder que podía conseguir lo que quisiera. Compró muchas propiedades, adquirió los mejores terrenos, se encamaba con las mujeres más bellas, compraba coches deportivos y al cabo de poco tiempo los sustituía por otros más caros y modernos, asistía a los mejores eventos, realizaba viajes por todo el mundo sin límite de tiempo, se relacionaba siempre con la gente más exclusiva y las conversaciones con sus amigos eran de lo más banales.
Enseguida comenzó a sentir que si todo lo que él conseguía tenía un precio, o sea, si lo podía comprar con dinero ¿qué mérito tenían sus conquistas? ¿Qué tenía de verdadero lo que él había conseguido? Pronto se dio cuenta que toda la gente que le rodeaba solo sentía admiración por lo que él representaba, por su estatus en la sociedad y no por lo que él realmente era (un hombre de 30 años sin nada especial). Poco tiempo después comenzó a sentir un gran vacío en su corazón, sentía que nada era verdadero, ni siquiera su mujer (una joven que había ganado varios concursos de belleza) le quería de verdad, lo único que ambicionaba todo aquel que le rodeaba era poseer lo que él tenía, así que descubrió que tenía una parte espiritual (su alma) que él nunca se había encargado de alimentar, él creía que cubrir sus necesidades materiales bastaban para alcanzar la codiciada felicidad.
Dio un cambio drástico al rumbo de su vida, hizo caso omiso a las advertencias de su mujer, donó todo su dinero a los pobres y vendió todas sus propiedades en beneficio de la lucha contra el cáncer. Se deshizo de todas sus posesiones materiales y guardó solo un resquicio para poder comprar una pequeña casita vieja en un pueblo perdido donde solo vivía gente “normal” y con el pasar de los años todo su entorno elitista le abandonó, incluido su mujer, que finalmente se separó de él. Nada quedó de su antiguo mundo después de pasar un tiempo.
40 años más tarde, alguien de su antiguo mundo, un joven que ni siquiera había tenido la oportunidad de conocer en persona fue a visitarle, el muchacho sentía curiosidad por saber lo que le había pasado a aquel hombre, algo terrible debió ocurrirle para hacer lo que él hizo, pues su historia con el pasar de los años se convirtió en una anécdota de la que todo el mundo habló durante años y todos coincidían en una cosa, decididamente aquel hombre se había vuelto loco de remate.
El chico llamó a su puerta y le recibió un hombre de larga barba blanca cubierto por una indumentaria antigua y remendada, pero muy limpia. El chico le siguió a la sala de estar impresionado por lo ordenado e higiénico que estaba el interior de aquella casa antigua, para nada correspondía con la dejadez del exterior y la suciedad que cubría la fachada. En la sala de estar había un perro muy viejo que apenas podía caminar y un pajarito metido en una jaula que ni siquiera podía volar. El anciano se encargaba de cuidarlos hasta sus últimos días. El chico le preguntó sin preámbulos si lo que el anciano había hecho de joven era verdad o era una fábula, entonces le hizo la pregunta más importante ¿estaba loco?
̶ No ̶ contestó el anciano
̶ ¿Y por qué decidió vivir en la miseria?
El hombre sonrió y le dijo:
̶ Para ahuyentar a las falsas amistades.
Entonces el chico tuvo un golpe de inspiración y le preguntó:
̶ ¿ha encontrado usted el secreto de la felicidad?
El hombre le miró sorprendido y añadió:
̶ Eres el chico menos necio de todos los chicos que habitan en la gran ciudad, claro que he encontrado el secreto de la felicidad.
El chico exaltado le preguntó que cuál era, el hombre finalmente respondió:
̶ La felicidad es estar donde uno desea y con quien uno desea estar, por eso es importante que comprendas que debes luchar hoy para que mañana puedas estar en el lugar que quieres y con la gente que realmente te quiere, ese es el secreto de la felicidad.
̶ Entonces ¿ser millonario no es el secreto de la felicidad?
̶ Precisamente ese fue el secreto de mi “infelicidad”- respondió el anciano. Todo lo que hacemos en la vida es para alcanzar un estatus y la gente que se atrae por nosotros no es verdadera, cuando comprendas que el que se te acerca debe hacerlo porque le importas y no por lo que tienes o representas empezarás a comprender el secreto de la felicidad, por esa razón he luchado durante toda mi vida, para descubrir que lo que he conseguido en la vida, aunque sea poquito, es verdadero. Ahora va mi pregunta: ¿por qué luchas tú?
Comentarios
Yo, particularmente, lucho a diario por mis hijos y nietos, y también por las personas menos favorecidas, pero en la medida de mis posibilidades. Sin jactancia, presumo de haber podido apadrinar a 17 angelitos entre la África más profunda y la no menos América latina.
Feliz duermo cada noche, sin que ningún golpecito de mi conciencia perturbe mii sueño. Me enseñaron mis mayores, y a mí me gustaba y me gusta su enseñanza, que una de las mejores cosas en la vida es hacer el bien, sin mirar a quien. Claro que eso es un altruismo desmesurado, y peligroso a ojo de gente malvada. Es precisamente por eso que a veces n se ha aprovechado alguien de mi forma de ser y actuar. ¡Bah, más se perdió en Cuba!
Gracias por tu ameno relato, no exento de raciocinio.
Saludos cordiales
No sé si quieres una opinión acerca del relato en sí, de su estructura, puntuación, cómo mejorarlo... Me ha dado la impresión de que se centra mucho en contar todo lo que se puede comprar con dinero y en abandonarlo todo, en lugar de mostrar el cambio de vida en ambas situaciones. Es decir, enumera las cosas que hace el personaje con el dinero, pero no me muestra al personaje en esa vida de rico. No sé si se entiende.
Sí, por mi parte se entiende, se entiende mu requetebién...
Entiendo que el foro sigue siendo el de siempre, que publicamos para que los demás nos digan como mejorar los textos. Por eso, intento ayudar cuando puedo y me gustaría que se entendiese de esa manera, como una ayuda desinteresada, sin ánimo de ofender.
Hola texas, gracias por comentar. Te explico: me he centrado en lo que hace el personaje con su dinero porque el motivo que lo empuja a cambiar su vida de forma radical es que cuando lleva un año siendo rico se da cuenta de que en el pasado, antes de ser rico él también era igual a todas las personas que en ese momento lo rodean, o sea una persona interesada que lo único que le preocupa es la herencia y no el fallecimiento de su familiar. Él en lo único que piensa es en todo lo que va a hacer cuando sea rico y por eso he explicado todo lo que hace después, hasta que se da cuenta que las cosas materiales solo le dan una felicidad "temporal" y eso le produce un vacío en su interior. Entiendo tu punto de vista, yo si fuese rico tampoco lo donaría todo, pero es solo un relato y no hay que darle mayor importancia. Piensa también que es muy complicado profundizar en la vida de un personaje cuando se trata de un relato que ni siquiera llega a mil palabras. Del tema de corrección, estructura y tal no te preocupes, sé perfectamente que es un relato que es mejorable, pero si te gusta leer y disfrutas leyendo historias sí que tengo una historia más larga de 58 páginas que me encantaría que pudieses leer y me dieses tu opinión, me sería de gran ayuda. Es un cuento infantil para que te hagas una idea. Sea cual sea tu decisión gracias nuevamente por tu comentario y por tus aportaciones que para mi son valiosas. Abrazote
No digo que el relato esté mal ni nada de eso; fue sólo mi impresión como lectora al leerlo. Me refería a que, en lugar de decir, por ejemplo, "se compró coches", se puede decir "los mejores coches se iban acumulando en su amplio garaje" o "los vendedores de coches se frotaban las manos cada vez que le veían, otra vez, acercarse a su concesionario". Es decir, no me dices que se los compra, sino que me lo muestras.
Son cosas en las que yo todavía fallo y a las que presto atención cuando reviso mis textos.
Esto, esto es precisamente lo que yo veía como, llamémoslo una necesidad apremiante para este foro: los diálogos entre los compañeros que lo componemos. Total, un foro trata de eso, de una mesa cirdundada por parlamentarios civiles dispuestos a exponer sus comentarios y a recibir las respuestas de los demás, y a debatir la palabra; es decir, todo lo que se hable.
Porque hay que ver lo que aprendemos todos de todos con estos comentarios. A mí, particularmente, me encanta intercambiar ideas.
Saludos
Excepto la parte del dialogo en la cual me ha chocado la colocación de los guiones todo lo demás me parece perfecto.
Una gran historia que además te hace pensar. enhorabuena.