La marihuana y sus peligros
Si nos alimentamos exclusivamente con comida “chatarra” tendremos problemas de salud. Lo mismo sucederá si consumimos 1/2 Kg. de azúcar al día o ingerimos grandes cantidades de psicofármacos; si trabajamos muchas horas al día el estrés puede generar
enfermedades, algunas de ellas mortales; y si estamos muchas horas al día frente al monitor de una computadora y no hacemos ejercicio podemos sufrir consecuencias nefastas tanto como si pisamos demasiado el acelerador en una curva cerrada o no frenamos al llegar a la esquina con una calle muy transitada.
El problema es excederse, ir más allá de los límites, querer más y más, no disfrutar el momento por estar pre ocupados por un futuro que no existe, porque cuando el mañana llega se transforma en presente y nuestro anhelo se vuelve ayer. La mentalidad consumista está continuamente deseando; mientras almuerza está pensando en la cena y, cuando alcanza la meta que se había propuesto, ya tiene la cabeza puesta en otro deseo. No importa si se trata de alcohol, marihuana, dinero, prestigio, fama o poder. La vida genera consecuencias que están determinadas por nuestros actos, y quienes planifican el camino que transita nuestra sociedad solo piensan en su propio beneficio.
Los gobiernos de los principales países del mundo, junto al sistema económico imperante, responden a los deseos de las grandes corporaciones, son los instrumentos que convierten a nuestra sociedad en una perfecta pirámide viviente que exprime las reservas naturales del planeta con la finalidad de dominar a las personas bajo un solo poder económico, y la democracia, al igual que las demás formas conocidas de gobierno, es una fachada bajo la cual se esconde la más perfecta dictadura concebida por la mente humana.
Somos esclavos en un mundo que pertenece por igual a todos y cada uno de nosotros, pero lo único que hasta el momento sigue siendo gratis, es el Aire que respiramos; de los restantes tres elementos, las grandes corporaciones poseen en forma mayoritaria Tierra y Fuego (energía), y lentamente nos estamos aproximando al momento en que también tomarán control de la más grande reserva de agua dulce del planeta, el acuífero Guraní, reservorio transfronterizo de agua subterránea que se extiende bajo la superficie de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Para el sistema que rige nuestro mundo todo está permitido, todo es legal, siempre y cuando no afecte en forma directa o indirecta al poder establecido. El asesinato es castigado por todo el peso de la Ley, pero ésta hace la vista gorda ante las víctimas de guerras que, en su gran mayoría, se desatan por intereses económicos.
Ese sistema dominante, simbólicamente regido por la O.N.U., tiene a la marihuana entre su lista de prohibiciones, aunque poco dice y hace con los millones de niños que al año mueren por causa de la desnutrición, y tal organismo ha criticado públicamente al gobierno uruguayo por la iniciativa de legalizar la venta de marihuana.
Hoy, martes 26 de junio, fue presentado el informe anual de la agencia de la ONU a cargo de la lucha contra los estupefacientes, y su director, Yuri Fedotov, calificó de "decepcionante" el proyecto de Uruguay de legalizar la marihuana. Consultado ante la iniciativa presentada por el gobierno, Fedotov respondió que "si se confirma, se trataría de un cambio decepcionante". Para él, "el cánnabis no es una droga tan inocente como algunos nos lo quisieran hacer creer. Según informes médicos, produce cambios irreversibles a nivel cerebral", agregó.
Según estadísticas de la O.M.S. a consecuencia del tabaquismo, y de forma diaria, mueren quince mil (15.000) personas, mientras que el alcohol mata diariamente a casi setenta mil (70.000), y entre ambas ocasionan 30 veces más muertes que drogas ilegales como la cocaína y la heroína, aunque no se sabe de nadie que haya muerto a causa de una sobredosis de marihuana. Desde luego que un consumo abusivo de cannabis podría causar serios problemas de salud, pero lo mismo ocurre con casi cualquier acción que se ejecute en exceso. Los niños y los adolescentes no deberían estar expuestos a su consumo, pero tampoco deberían fumar tabaco, beber alcohol, ser víctimas de la violencia de los mayores, del mercado laboral o carecer de alimentos, abrigos y educación; se podría decir que el mundo está como está debido a la falta de Amor, y mientras éste disminuye cada vez más, el egoísmo sigue ganando terreno.
Sí, es verdad. Fumar marihuana produce cambios irreversibles a nivel cerebral. Entre otros daños, podría hacer que una persona perciba la increíble locura que reina en el mundo en que vivimos, donde lo único que importa es satisfacer los falsos deseos que nos venden los medios de comunicación, y tome así la peligrosa decisión de consumir apenas lo necesario, aquello que satisface sus necesidades básicas, lo cual sería un grave problema para una economía mundial edificada por personas que van por la vida como zombis.
Al vivir con la mente en el pasado sufrimos por las heridas no cicatrizadas, o añoramos los viejos días de glorias que no volverán; con el pensamiento en el futuro nos desgastamos anhelando tener más, y al no poder alcanzar aquello que nos aseguran debemos poseer para ser felices, surgen las frustraciones de las cuales derivan los distintos tipos de psicosis, que no son otra cosa que la pérdida de contacto con la realidad.
De acuerdo a determinados textos que he leído, documentales que he visto, comentarios de gente que conozco y, también en base a mi experiencia personal, el principal efecto de la marihuana es el de alterar la percepción del transcurso del tiempo, el cual da la sensación de fluir en forma más lenta. Es algo así como un estado alterado de la consciencia que agudiza los sentidos.
En lo que me es personal soy capaz de percibir con mayor nitidez los sonidos de los diferentes instrumentos ejecutados en una canción; disfruto de la comida de un modo en el que logro distinguir cada ingrediente saboreándolo con deleite, más aún cuando se trata de un menú que además de resultar agradable de ver, puedo llevarlo a la boca sin usar cubiertos. Sensaciones de placer similares pueden sucederme tanto cuando me siento a ver una película como cuando observo el paisaje a mí alrededor, sin importar que se trate de los árboles en la vereda de enfrente, la vastedad del mar abierto en una playa de aguas dulces en Rocha, el paisaje que en San Gregorio de Polanco deparan las costas del Río Negro, o el inconmensurable brillo de una luna llena sobre el tejado de mi casa.
El tabaco y el alcohol llegaron a mi vida casi al mismo tiempo. Tenía aproximadamente 17 años cuando comencé a consumirlos.
Hoy tengo 40 años, fumo 20 cigarrillos diarios y, si bien no soy un alcohólico, debo confesar que los únicos momentos de mi vida que me avergüenzan tienen relación con la ingesta desmedida de alcohol. Basta con mencionar un accidente automovilístico, en el cual afortunadamente no hubo lesionados, o la ocasión en la que estuve a punto de perecer ahogado en las aguas del arroyo San José.
Una noche, mientras estaba de vacaciones en Punta del Diablo, decidí fumar marihuana sin miedo, sin inhibiciones. Me encontraba acompañado por un amigo de la infancia, y tenía unos 34 años. En la actualidad, seis años más tarde, mi consumo de cannabis es de entre dos y tres cigarrillos al mes, y en la gran mayoría de los casos lo hago en mi casa y estando solo.
Decido fumar cuando me encuentro bien, de buen ánimo, dispuesto a pasar un momento agradable. No poseo problemas de ninguna índole, y salvo la circunstancia de que aún no encontré a la mujer indicada, no tengo penas ni pesares. Económicamente me encuentro en el mejor momento de mi vida, pues no tengo deuda alguna. Aún poseo el automóvil año 90 que compré en 1998, el cual me lleva y me trae a donde necesito, y que uso muy esporádicamente ya que voy caminando al trabajo.
Salvo por los tres sistemas de sonido (uno estéreo y dos surround), en mi casa no hay nada que pueda siquiera estar cercano a considerarse un lujo. El refrigerador es el mismo que compré (de segunda mano) hace 18 años, no tengo microondas, equipos de aire acondicionado en cada habitación ni pantallas Led (salvo la del notebook que compré luego de tres años de considerarlo seriamente). No los tengo porque no los necesito, aunque tengo algunos ahorros con los cuales podría adquirirlos al mismo tiempo. Y no estoy ahorrando para algo específico, simplemente el dinero que gano alcanza y sobra para que pueda llevar una vida confortable.
Sí, es verdad. El informe de la O.N.U. tiene toda la razón. Fumar marihuana produce cambios irreversibles a nivel cerebral. Y como habrán podido notar, son cambios muy peligrosos para la sociedad.
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Comentarios
Buen relato, tratando temas que nos concierne, y mucho.Estoy de acuerdo en lo que expones.La " maría ", como se conoce habitualmente, no mata, aunque si está demostrado, que su uso continuado y exagerado, hace que la memoria empieze a fallar.Esta guerra absurda contra el tabaco, el cannabis, la veo rídicula e inconclusa.El tabaco, mata, eso es cierto, mata a aquél que fuma, no al que vá a su lado.El alcohol, te mata a tí y si por causas del azar conduces, mata al que se cruce en tu camino y no hay ni una sola campaña agresiva en contra del alcohol como la planificada en contra de los fumadores.Pero por aquí no sigo, no quiero yo crear una polémica a favor o en contra de los que fuman.Vivimos en una sociedad, que no es más de la que hemos creado y ahora, toca asumirlo y vivir con ello.¿ Quién tiene la culpa ? ¿ Nosotros ? ¿ Ellos ?Pues mire usted, ambos.Ellos por aprovecharse de nosotros y nosotros, por aprovecharnos de ellos y siempre queda ese 0, 99 por ciento, que se niega a vivir bajo esos conceptos y se pasa los dictamenes sociales por la balaustrada de algún balcón perdido.Veo inecesário, totalmente inecesário, que cada año, se cambie de móvil, no porque el que se tiene deje de funcionar, si no, más bien, porque con el nuevo modelo última " generetions ", se puede ver los gritos y las desdichas, del último gran hermano que se ha atrevido, a meterse en un cristal de acuario y dejar, a golpe de talonario, hacer de su vida y de sus miserias, un arte contemporáneo, la nueva televisión, dicen.Veo inútil y seguiré viendolo, que se siga como borregos, a la última tendencia en vaqueros, trapos similares o pendientes, sólo porque a alguién se le ocurrió, que este año se llevan unos vaqueros desgastados y rotos y, por haber tenido ese arrebato de inspiración, cobra unos cuarenta eurillos de nada por cada prenda, ( creo que en su momento de inspiración, no se le ocurrió pensar, que esa misma prenda, desgastada, rota y maltrecha, la llevamos aquellos que en su día, nos llamaban " guarros " , pero como ahora se lleva, pues somos " in ", enfin.... ) y el consumismo, devora a todo aquél que quiera entrar, estando en crisis o sin ella.Y para finalizar y no queriendo extenderme más, la " maría ", legalizada, siempre, como lo hacen en Holanda, con control y sin desmadres, porque entonces, también la idiotez debería de estar en la frontera de la ilegalidad.
Afortunadamente, yo apenas consumo este tipo de sustancias; solo alcohol y de manera muy esporádica. Digo "afortunadamente" porque considero que, a la larga, todas ellas, tanto las legales como las ilegales, dañan a la salud.
Sin embargo, hay mucha hipocresía sobre ello. El consumo de algunas de estas sustancias está muy mal visto socialmente, mientras que el de otras se pasa por alto e incluso se aplaude, en ocasiones. Todas las drogas tienen sus efectos negativos y también algunos, pocos, positivos. No hay que criminalizar a nadie porque consuma drogas.
Además, habría que estudiar si no sería conveniente legalizar el consumo de algunas drogas. Es un asunto muy complejo, pero que debería estar en la agenda de los políticos.
Me gusta especialmente una de tus frases:
"Decido fumar cuando me encuentro bien, de buen ánimo, dispuesto a pasar un momento agradable"
Esto es importantísimo. Una persona, en el momento en el que decide dar el paso de consumir, debe hacerlo siempre en un momento en el que se encuentre bien. Si, por el contrario se encuentra pasando una etapa depresiva, las drogas le harán todavía más daño.
Finalmente, me interesa lo que planteas sobre el porqué de ciertos comportamientos sociales, provocados por por culpa de una sociedad enferma, idea que desarrolla también bastante acertadamente Dragon.
!Hola, Dragon!
Primero que nada, menos mal que tu nombre no lleva dos letras “o”.:)
Segundo, creo entender por qué ningún país del mundo se ha atrevido a legalizar la venta de marihuana.
Las grandes compañías tabacaleras continúan oponiéndose a su legalización porque, de suceder, su poderío económico podría tambalear. Ellos piensan en el futuro, y solo ven números favorables en el caso de que sean las únicas autorizadas a envasar y comercializar el producto; con la planta del cannabis proliferando por todos lados, corren severo riesgo de no obtener ganancias, y lo que es aún peor, perder una inestimable cantidad de consumidores de sus productos en favor de una nueva hierba para fumar que entra al mercado.
Con el alcohol es diferente, porque hasta ahora no existe otra bebida que altere los sentidos que pueda amenazar su reinado. Pero supongamos que alguien descubre que el té de algún pasto que hasta el momento consideramos como un vulgar yuyo que crece en todas partes, produce un efecto mucho mejor y más perdurable, además de ser más rico que las bebidas alcohólicas. En ese caso me parece que ese yuyo sería considerado ilegal porque, además de ofrecer excelentes propiedades para el hombre, estaría al alcance de todo el mundo y no podrían sacar ni siquiera un cobre.
Todas las substancias del mundo, sin importar sus dimensiones, pueden llegar a provocar problemas de salud. Una desproporción de sodio, magnesio o calcio en nuestro organismo, podría llevarnos a la muerte. Así como el veneno mata en ingestas microscópicas, la carne mata con kgs, el tabaco con cm3 y el alcohol lo hace con lts.
Desde luego que con el consumismo sucede lo mismo, y es implacable; él mata sin que nadie se dé cuenta. Basta un súbito pico de estrés que degenere en un ataque cardíaco de esos que parten el corazón por la mitad,
Todo esto sin mencionar algo muy importante. Una substancia de consecuencias terribles para nuestro organismo. Algo que con los siglos se ha vuelto la mayor amenaza para nuestra salud, es decir, para nuestra seguridad o integridad física. Un producto que debería estar prohibido desde hace décadas, y contra el cual la O.M.S. deberían luchar con todas sus fuerzas.
Pero… ¿acaso osaría alguien pensar en la remota probabilidad de que exista una campaña publicitaria en contra de la pólvora?
Tercero, es lógico que exista solo un 0,99 por ciento que se niega a vivir bajo esos conceptos. Pero creo que muy pronto serán muchos más. Nosotros, de alguna manera, somos parte de esa transición. Tenemos a nuestra disposición un poderosísimo medio de comunicación que aun no ha podido ser controlado por las grandes corporaciones.
Internet es una mala jugada del sistema. Es como en Matrix, la red que permite a Neo enfrentarse al poder de las máquinas. Es aquello que permite que cientos o miles de personas puedan ponerse de acuerdo acerca de un camino a seguir, y hacer a un lado aquello que es verdaderamente peligroso para nuestro planeta.
Para finalizar te diré que, efectivamente, lo mejor es usar la marihuana con control y sin desmadre (como en este preciso momento que alguno ya habrá notado), pero he de decirte que hace ya rato que la idiotez traspasó la frontera de la ilegalidad.
Basta con ver un poco de televisión al día, o prestar atención a nuestro entorno, para darse cuenta de eso.
Muchas gracias por tu extenso comentario, el cual disfruté leer
Saludos
¡Hola, Amparo!
Como siempre, haciendo gala del fino sentido del humor que te caracteriza. Y te diré que pienso que has dado en el clavo: creo que efectivamente soy un buen partido.
Solvente (más que nada para aquellas que también lo sean y no vayan por la vida buscando una tablita de salvación económica por modesta que este sea), metódico (sobre todo con aquello que no requiera un método que implique realizar un esfuerzo injustificado), y disponible (abstenerse aquellas cuyos métodos sean complicados e inútiles).
Además, debería agregar que represento entre tres y cinco años menos de los que poseo.
Tú, con tu agudo sentido del humor, podrías preguntarme por qué estoy solo entonces… en cuyo caso debería decir que es porque aun no he conocido una mujer que tenga una visión similar y quiera dedicarse simplemente a disfrutar la vida, sin correr detrás de los falsos deseos y conceptos que nos inculca la sociedad que nos gobierna.
Sí, es verdad. Continúo bajo sus efectos.
Saludos, y muchas gracias por comentar
¡Hola, Jack London!
Muchas gracias por tus conceptos.
Cito a Jiddu Krishnamurti: “No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”.
Saludos
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fasooooooooooooooooooooó
Capusotto pasó por aquí...
Muchas gracias por tu anuencia, y por tu comentario tan chingón...
Saludos
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Si mal no recuerdo, la última vez que dialogué con vos en este foro estabas de camino hacia el no-ser. Bueno... veo que vas medio perdido...
No es que no tengas razón, todo lo contrario, lo que escribís en el texto es tan veridico, cotidiano y real, que es naturalizado y asimilado por todos. No es que la marihuana ayude a descubrirlo, sino que hace que te plantees aquello que quizás nunca te hubieras cuestionado.
¿Cómo Disifrutar de la "simpleza de esta vida" cuando bien sabemos que gran parte de ese disfrute nos ha sido subliminalmente impuesto, desde generaciones pasadas.?
Por eso en el camino hacia el no-ser, puedes aprovechar este deslumbramiento y convertirlo en algo positivo, puede que por ejemplo ahora te sea más fácil detectar "los falsos motivos de felicidad" (así me gusta llamarlos) y lo más importante es que puedas afianzar y redireccionar tu vida hacia aquello que verdaderamente te haga feliz.. (y si, como bien dices, quizás sean cosas que no se compren con dinero)
En este "circo de vida" estamos todos: los dueños, los espectadores y los payasos
y mientras estemos en él....somos parte de él, Al menos elegir que papel desempeñar.
Un saludo...Lara.
El fin del camino es el camino, la finalidad del camino es vivir. El darse cuenta es cuestión de un instante y la vida, no es más que una sucesión de instantes.
¡El nirvana no es cuestión de drogas!
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Yo no necesito drogas para vivir. Básicamente, necesito agua, alimentos, abrigo y techo.
En realidad, el ser (humano) no necesita de ninguna otra cosa para manifestarse, simplemente es. No necesita fumar marihuana ni tabaco, no necesita beber alcohol, tampoco necesita estar diez horas por día colgado a un celular o una computadora, no requiere tener una fortuna en el banco, ser un deportista famoso o un célebre actor, no necesita leer miles de libros ni ir a la peluquería tres veces a la semana, andar a la moda o un montón de cosas más que no voy a enumerar para no ser reiterativo.
Como acota lindemann, las personas pueden hacerse adictas a una infinidad de cosas, y todas ellas generarán consecuencias que estarán determinadas por la forma en que sean consumidas, además del potencial de cada una.
Nuestro organismo está compuesto por muchísimas substancias minerales, y según sea su falta o su abundancia, podrían llegar a causarnos la muerte.
El tema aquí, a mi modesto entender, se trata de libre elección. Todos somos libres de elegir el rumbo de nuestros pasos, y la única prohibición que debiera existir, es la de no ocasionar daño de ningún tipo al prójimo. En cambio existen millones de leyes, reglamento y prohibiciones que solo contribuyen a separar cada vez más a las personas.
Yo no estoy diciendo que todos deberían consumir marihuana, simplemente estoy dando mi punto de vista acerca de un tema (las llamadas drogas) que ha acompañado a la humanidad casi desde sus orígenes, y lo estoy haciendo a consecuencia de que en mí país se está debatiendo la posibilidad de que el estado se encargue de su cultivo, cosecha, envase y distribución.
La finalidad de lo que escribí, es decir, de La marihuana y sus peligros, es hacerle ver a algunas personas que fumar cannabis no me volvió un delincuente. Estoy contando una experiencia personal que pueda contribuir a dejar de lado los preconceptos acerca de esa planta.
Hay un libro llamado “Buzzed: the straights facts about the most use dan abused drugs from alcohol to extasy”, escrito por Cynthia Kuhn (catedrática de farmacología de la facultad de medicina de la Universidad de Duke), Scott Swartzwelder (catedrático de psicología de la universidad de Duke y de psiquiatría clínica en la facultad de Medicina de la misma universidad), Wilkie Wilson (catedrático de farmacología de la facultad de medicina de la universidad de Duke, investigador científico y especialista en el programa de neurobiología del departamento de asuntos de los veteranos de guerra), Leigh Heather Wilson (licenciada en lengua y literatura española) y Jeremy Foster (licenciado en periodismo y comunicación de masas de la universidad de Carolina del Norte).
En español el libro fue presentado como “Colocados: lo que hay que saber sobre las drogas más consumidas, desde el alcohol hasta el éxtasis), y verdaderamente lo recomiendo a aquello que deseen saber un poco más sobre el tema, aunque no consuman ninguna de las sustancias que se mencionan en el libro (café, bebidas gaseosas, tabaco, alcohol, yuyo vendidos en las herboristerías, opiáceos, alucinógenos y una amplia variedad de medicamentos que se venden en cualquier farmacia).
He leído ese libro al menos un par de veces, además de diversos artículos referidos al cannabis, y he experimentado con esta sustancia en los últimos siete años de mi vida. Así que al menos, no estoy tocando de oídos. No estoy opinando sobre algo que no conozco. Sé lo que estoy haciendo, sé las consecuencias a las que me expongo en caso de abusar de la María, y sé lo que me da.
Lara Terra:
No creo que exista UN camino a seguir, por lo tanto, no creo que nadie tenga la potestad suficiente para decirle a otros que van perdido por el mundo, porque en realidad quien va perdido es el mundo entero, la sociedad en su conjunto, y, además, todos los caminos conducen al mismo lugar.
Está muy bien todo eso del no-ser. He leído y releído bastante, fundamentalmente sobre Taoísmo. Y lo repito, está muy bien. Pero son conceptos, experiencias de otras personas. Y en lo que me es personal, día a día intento hacer de mi vida mi propia experiencia personal, mi propio “camino”, sin otra regla que no hacerle mal de ninguna clase a nadie, y sin otro fin que disfrutar del día a día, del aquí-ahora.
Un gran saludo a los tres, y muchas gracias por comentar
PD:
Cielitodemipieza: "No, los que tienen un espíritu sano, no dependen de alucinógenos, calmantes, acelerantes, o cualquier fármaco o hierba más o menos natural.
El fin del camino es el camino, la finalidad del camino es vivir. El darse cuenta es cuestión de un instante y la vida, no es más que una sucesión de instantes.
¡El nirvana no es cuestión de drogas!"
¿Es que acaso vos sabés qué es el Nirvana?
¿Lo experimentaste o solo hablás por boca de los libros que dicen conocer a quienes lo han experimentado?
Es imposible saber qué es el Nirvana, es imposible saber qué es un espiritu sano y puro, a menos que lo puedas experimentar.
Hasta el momento no me ha sucedido.
¿A vos sí?
Dejá de buscar excusas para prender un faso, la tarde es linda, tenés la playa cerca, no hay hawaianas con floresitas tapandose las tetas pero igual hay cosas para ver...
Prendete un faso y dejate de joder...
¡Hola, Lincemann!
¡Y bue! ¡Vos viste cómo es el tiempo!
Y mirá que no te cambié el Nick para vengarme, porque al jamón me suena sabroso. Es simplemente porque en verdad creo que tenés vista de lince. No sé cómo, y desde la Argentina, estando a unos cuantos cientos de kilómetros de donde estoy yo, hiciste para ver lo que acabo de hacer hace instantes.
Tenés razón, me dejo de joder. Me voy para afuera, me siento a tomar mate, a oír música y a verlas pasar.
Dos imposibles en un párrafo es demasiado, así no lo encontrarás, aunque dicho sea de paso: buscando tampoco.
Ayer vi caer una hoja...
Creo que tendríamos lindas conversaciones en la playa de lindemann. Claro está, tú colocado y yo sano.
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Dos imposibles en un párrafo es demasiado, así no lo encontrarás, aunque dicho sea de paso: buscando tampoco.
Puede que dos imposibles en el mismo párrafo sea demasiado, pero es verdad. No es posible acceder con la razón, y resulta vano buscar o esperar. Simplemente, puede suceder. Y cuando sucede, sucede.
Ayer vi caer una hoja...
La hoja que vi caer ayer fue la de un libro que me entretuve leyendo en internet. Hablaba del cultivo y cosecha de marihuana, explicando cada paso a seguir desde plantar la semilla hasta la obtención de un pegue como este que estoy teniendo. Y una cosa llamó mi atención. Dependiendo de cómo y cuándo se corten los pristilos de la flor, es el efecto que producirá. El pegue será cerebralmente muy activo en un caso, y en el otro el efecto es mucho más sereno y relajado. Todo eso se sabe porque alguien, en algún remoto tiempo lejano, vio caer una hoja…
Creo que tendríamos lindas conversaciones en la playa de lindemann. Claro está, tú colocado y yo sano.
Aunque no conozco la playa de lindemann, puede que efectivamente tuviéramos buenas conversaciones. Eso sí, lo sano (lozano) es lo opuesto de enfermo, lo contrario de colocado es su cateto opuesto, es decir: yo colocado y vos careta.
Son dos formas distintas de experimentar la misma situación, solo probando sería capaz de saber de qué hablo.
Pero como eres mi cateto opuesto, y has resuelto creerte todo lo que se dice de la marihuana…
Y está bien. Cada uno de nosotros debe elegir sus pasos. Nadie está obligado a consumir, por lo tanto nadie debería prohibirla. Nadie tiene un por qué para consumir, ni está obligado a consumir nada en el mundo.
Así vamos por la vida algunos afortunados. Mientras unos mueren de hambre sin tener siquiera elección, otros elegimos qué consumir, qué hacer en la vida. Pero hay unos cuantos que viven inmersos en una vorágine tan demencial que les quita el poder de elegir, que siempre están eligiendo de lo que les dan, y se comportan cada vez con más frecuencia como zombis.
Saludos
Lamentablemente, a pesar de que vivo en Canelones, no lo hago en la propia playa, y menos que menos frente al mar.
Pero ya falta poco para iniciar mis vacaciones e irme a disfrutar durante diez días de una casa sobre la arena de la playa, en un balneario del este.
Y a juzgar por la fecha no creo que pueda ver siquiera un solo topless. Ni siquiera concurriendo a la playa naturista podría llegar a ver uno solo.
Últimamente he alquilado en diciembre, pero ya me están dando ganas de volver a hacerlo en enero, o durante la semana de carnaval.
Aunque no se puedan ver topless, desde el frente de la casa es posible verlas, oírlas y olerlas, cuando suben o bajan a la playa, pasan hacia uno u otro lado, o se tienden, generosas, a disfrutar de la playa y en malla.
Si bien no soy maya, sí tengo sangre indígena en mis venas, gracias a un tatarabuelo descendiente de guaraníes y charrúas, y suelo disfrutar de sentarme como un indio frente a su casa, y vibrar con las sensaciones que brinda el entorno.
Solo espero que durante esa semana haga bastante calor. Si no otra que topless…
Habrás comprobado que tenía ganas de escribir. De otra forma no se comprende que me haya tomado tantas palabras y su correspondiente tiempo para responder a tan escuetas palabras, que son de un estilo bien chingón. Y es como vos dijiste: entre chingones nos entendemos.
DEL POST ANTERIOR QUE NO SE PUEDE EDITAR.
Ayer vi caer una hoja...
La hoja que vi caer ayer fue la de un libro que me entretuve leyendo en internet. Hablaba del cultivo y cosecha de marihuana, explicando cada paso a seguir desde plantar la semilla hasta la obtención de un pegue como este que estoy teniendo. Y una cosa llamó mi atención. Dependiendo de cómo y cuándo se corten los pelillos de la flor, es el efecto que producirá. El pegue será cerebralmente muy activo en un caso, y en el otro el efecto es mucho más sereno y relajado. Todo eso se sabe porque alguien, en algún remoto tiempo lejano, vio caer una hoja…