A mi amor…
Hoy… te canto…
Como en otros tiempos
Te tuve en mis manos
Tu cuerpo lustrado
Tus suaves contornos
y…yo… dejando mi cara
apoyada en tu cálido
barniz de los años….
así… entre dulces cantos
Entre largos años…
Entre los sonidos tan gratos
Tan míos, me fuiste enseñando
A escuchar tu gemido, tus notas
tus trinos, y fuiste creciendo,
Como un apéndice de mi propio cuerpo
Aprendimos juntos a hablar y expresarnos…
Lloramos unidos a un mismo llanto
Reímos gozosos cuanto atrevidos
Nos fuimos mostrando, a un mundo lejano.
Pasaron los años,
y… yo… en otros brazos,
goce de la música en otros formatos…
descubrí otras formas, de suaves contornos
embriagué alocado mi cuerpo en el canto
de otros amores, de otros encantos.
Hoy, quería tomarte
de nuevo en mis manos.
Arrancar de tus cuerdas los cálidos sones…
Y supe del daño que te ha hecho mi olvido
Hoy supe querido violín de mi infancia,
Que sabes llorar, en tu barniz lustrado.
Y… yo… a pesar de los años,
No aprendí a consolarte.
Mi violín….. amado….
Roberto
Comentarios
Era un violin...??
Excelente mis felicitaciones...muy buen poema!!!
un abrazo,
Además junto con esa sorpresa argumental final, me da la impresión (aunque ni la música ni el ritmo son mi fuerte) de que viene también la sorpresa de la ruptura del ritmo que venías marcando, algo que supongo premeditado, para ajustar forma y contenido, y que me parece un gran acierto.
Saludos.
Lena