¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

EL TEMOR DE UN VIEJO ROTO. (Parte 3)

“He descubierto un secreto de los Oscuros.

Nos vampirizan, y no de una manera romántica.

Fumé, y lo vi todo.

Un muchacho de los nuestros, llamado Ae, extenuado en locura y desesperación, desgarró los ropajes que llevaba y los arrojó al fuego, para cubrirse con uno de sus mantos. Encontró su calma de inmediato y se recostó junto a un árbol, entre la hierba.

Entonces vi en ese mismo instante a Trasguito, ascendido recientemente por las fuerzas demoníacas que merodean este lugar. Lo vi con su frente chata, sus cejas deformes y sus ojos saltones paranoicos. Lo vi repentinamente muy angustiado, cayendo al suelo, sintiéndose de pronto vacío, y mientras los ropajes de Ae ardían en llamas la mirada se le extraviaba. Perdía fuerzas paulatinamente.

Tres señoras descomunales y grotescas se alertaron. Moiras corruptas que se acercaron, ofendidas, a socorrer a Trasguito.

Cerraron los ojos y balbucearon horrendas palabras entrando en trance. Se arrodillaron ante las moscas que rodeaban a Trasguito. Y se convirtieron en monstruos putrefactos. Vi, entonces, que se volvieron a sus espaldas... para dirigirse ahora al muchacho recostado junto al árbol.

Oscuridad. Oscuridad. Oscuridad.

Pronto estaban junto a Trasguito, en una choza. Habían capturado a Ae, quién se resistía a las agujas de podredumbre que cubrían todo su manto y lo inmovilizaban..

—Trasguito. ¿Ya estás mejor?. Traga... traga Trasguito y te recuperarás.

Trasguito estaba en cuclillas. Con su culo deforme al aire. Había una esfera luminosa, dorada y potente al centro de la sala, que provenía de Ae en un rincón, quien se encontraba volviendo a la locura y desesperación y su manto se corrompía. Pero Trasguito trataba de acomodarse en la esfera, desesperado, moviendo la cintura y su trasero con convicción.

—Que no te rechace, se suave… engáñalo. Y siente... Y recupérate.


***


Hoy vemos a Trasguito, caminar por las calles de la gran ciudad florida de Buen Donaire, galante y gracioso. Seguro, orgulloso y mordaz. Pero yo…

Yo se la verdad”.


Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com