
Alza la mirada al cielo, mujer; ella, la de la boca que besa sin medida, la que ama sin miedo. Alza la vista al cielo y el cielo arde. Ella, la que viste de alegría y cubre así su nostalgia, guardando solo para ella el tímido salobre. Alza la vista, mujer; ella, la que siente como nadie y en su ímpetu, su fuerza arrolla; en su tormenta, el temor la rehúye. Alza la visa y la emoción la invade, serpentea por su cuerpo hasta abrir su sonrisa y desbordar sus ojos de felices lágrimas. Y el cielo, el cielo arde ante su rostro sereno, ante su corazón de fuego y su alma de hierro. Ella, la fortaleza amable… mujer; la que ama como nadie y por eso, alza la vista al cielo…
Y el cielo arde…
Y el cielo arde…
Comentarios
Sutilidad es la palabra que mejor encaja en todo lo que escribes.
En poesía, hago mis pinitos, más bien pinititos
susurro en la noche muda.
Estrella fugaz que deslumbra,
en un mundo de dudas.
Su risa, melodía,
su mirada, poesía.
En su abrazo, refugio,
en su amor, magia pura.
Ella, mi Sol y mi Luna,
mi eternidad en un segundo.
Un abrazo y mil perdones por el retraso en mi respuesta. Llevaba tiempo sin pasarme por aquí.
Si Antonio no te contesta, lo hago yo encantada. Sí, la poesía sin duda es el verbo del alma, y cada poesía nos muestra el alma del que nos habla.