En la dulce lejanía de un sueño frustrado,
Yace un niño-hombre con el corazón arrugado.
De los labios de la vida se escapó un susurro,
Y lentamente se convirtió en tu pelo del negro más puro.
En el frustrado anhelo de encontrar lo perdido,
Me perdí buscándote sin haberte pedido,
Y aunque nada hará que este contigo,
En mis sueños te veo y te imagino conmigo.
El verano se acerca con la fecha acordada, para en quince días disfrutar tu mirada.
Un tiempo corto es lo que nos queda,
Un tiempo corto, contigo, es lo que el niño-hombre más anhela.
Comentarios
Sólo puedo decir: que afortunada la persona que fuera destino de estas líneas, aunque quizá tú me responderías que el afortunado eres tú. Pero qué fortuna ser amad@ así.
Gracias por compartirlo.
Su contenido de sentimientos y los modos de expresarlos son de gran valor.
Angel