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ZOZOBRA
Sábado, 1 de junio de 1996
La primera vez
Gloria se había quedado colgada, en el más placentero sentido de la palabra, contemplando el reflejo de la luna sobre el agua de la piscina. Reclinada sobre la tumbona a rayas que ocupaba a pierna suelta, sonreía con feliz atontamiento al tiempo que se apoyaba contra el hombro de Tárel. Se le escapó una risita cuando este, que se sentaba junto a ella en el suelo, giró la cara para rozarle la mejilla con los labios. Un gesto rotundo y decidido, pero al mismo tiempo tan sutil, protegido por la cortina de cabello oscuro y largo del muchacho, que pasó completamente inadvertido a las cinco personas que compartían espacio con ellos allí.
—Je, je. Estás en trance, Glori —susurró él, separándose tan sólo milésimas de aquella piel con la que adoraba estar en contacto.
Ella asintió levemente sin ni siquiera mirarle. El disco difuso de plata que era la luna parecía bailar sobre el agua, cuya superficie se ondulaba gracias a los chorros en el lateral del vaso de la piscina. Era una danza hipnótica, atrapante a la vista, más aún tras haber ingerido una botella de vodka, otra de kalimotxo y media de ron entre los siete amigos allí reunidos. Más aún después de que Varu liase y encendiese aquel oloroso porro de maría.
Suspiró. Estaba mareada, pero la sensación era inmensamente agradable. Cuando cerró los ojos, la hamaca pareció tirar de su espalda y arrastrarla suavemente, moviéndose, transportándola, como si de pronto Gloria viajara hacia atrás en un tren. Volvió a reír.
—Vas más pedo que Alfredo —resopló Jesús, sin asomo de connotación despectiva. Él era el dueño de la casa (y por extensión, de aquel jardín de las delicias) y estaba encantado de ver a sus amigos disfrutar. Era cuestión de pura hospitalidad; se sentía como el posadero de Tolkien en El Pony Pisador, y hasta físicamente daría el pego. A su hermana Virginia, también allí presente, se la podía considerar de igual modo la dueña de la casa… al menos durante aquel fin de semana en que los padres de ambos se habían ido de viaje a la Costa del Sol.
Todos parecían bastante relajados allí y no era para menos. Eran casi las tres de la mañana; se habían pegado una fiesta (“muy de tranqui, nada brutal”, como diría Varu) con bebidas en la casa y la madrugada de primeros de junio no podía ser más benévola en el exterior. El cielo se veía despejado y tachonado de estrellas sobre sus cabezas. El aire traía aroma fresco a enredaderas y jazmín. En el jardín del apartado chalet no se oía más ruido que el canto de los grillos, el agua tamborileando en los skimmers de la piscina y la brisa surcando una hilera de álamos temblones. Se accedía a la casa por un camino de tierra lateral, de modo que la carretera quedaba tan lejos que ni siquiera se intuiría el sonido del tráfico escaso a aquella hora.
El único de los siete que parecía no estar muy a gusto en aquel momento, a pesar del idílico entorno, era Gabriel. Pero, bueno, Gabi solía estar “depre” a menudo y sumergido en su mundo.
—Alegra esa cara, tolay —le increpó con cariño Varu, mientras extendía perezosamente la pierna para darle un toque en el costado, con la chancla rosa fosforito medio colgando de un pie que se veía bastante guarro—. Te lo dice el gran jefe de la tribu de los pies negros. Jau.
Zoe se echó a reír bajo la melena que le tapaba parcialmente el rostro. Estaba sentada con Varu, los dos arrellanados en la tumbona gemela a la que ocupaba Gloria. Gabriel les daba la espalda a ambos, sentado en el suelo de terrazo, abrazándose las flexionadas piernas y mirando el agua. Protestó al momento por la amistosa patadita y lanzó una mirada de soslayo a Varu.
— ¿Qué pasa, tronco? ¿Te aburres o qué? —inquirió este en tono de simpática mofa. No se podía decir que estuviera picando al otro con mala intención; por lo general era un cabrón bastante majo, aunque pesadete—. Hey, Vir. ¿Tenéis algún juego de mesa o algo? —se carcajeó, estirando el cuello a fin de mirar a la aludida, quien en aquel momento avanzaba hacia el borde de la piscina para mojarse los pies—. O mejor… anda, échanos las cartas.
Virginia esbozó una sonrisa burlona, miró a Varu por encima del hombro y negó con la cabeza.
—Tío. ¿Tú crees que yo estoy ahora para tiradas de tarot?
—Va, venga, Vir —intervino Zoe—. Aunque sea para saber qué va a preguntar el Geyperman en el examen final.
—Eso no saldrá en las cartas —rio Virginia—. Lo sabes muy bien.
—Te digo yo lo que va a preguntar el Geyper —terció Varu con suficiencia—: lo mismo que el año pasado. Porque es más vago que la chaqueta de un guardia.
—Joder. Pues el año pasado se puso cabrón con las unidades —masculló Jesús. Bien lo sabía él, después de haber repetido curso—. No recuerdo un examen más puto en mi vida. Dios santo, qué ataque a la cabeza.
Virginia soltó una carcajada.
—Ataque a la cabeza, dice. Qué valor. Si te la sudaba suspender, Jesús…
Gloria rio y Tárel volvió a besarla en la mejilla, justo en el momento en que Gabriel se volvía hacia ellos.
Virginia tomó asiento al borde de la piscina, se remangó la larga falda estilo hippy que llevaba y metió un pie en el agua. Carajo, estaba fría. De pronto, se le iluminó el pecoso rostro.
—Ah, bueno. Cartas no, pero… se me ocurre algo mejor para terminar la noche —dijo con una enigmática sonrisa.
***
— ¿Qué haces? ¿Dónde vas? —le preguntó Jesús a su hermana, viendo como esta se levantaba y se dirigía con repentina prisa de vuelta a la casa.
—Nada, ya verás. Sólo necesito un folio y… un bolígrafo.
No tardó en regresar de nuevo al jardín, llevando en las manos papel, útil de escribir y un grueso libro llamado “la vida increíble bajo el mar” para apoyarse.
— ¿Qué es eso, tía?
— ¿Qué vas a hacer?
Sin responder a las preguntas de sus amigos, Virginia sonrió. Ella apenas había bebido alcohol y tal vez por eso se la veía mucho más despejada que ninguno allí.
—A ver… —murmuró, concentrada, mientras se posicionaba con el libraco sobre las piernas cruzadas y colocaba la hoja de papel encima para empezar a escribir.
[ Para seguir leyendo: (1) Zozobra – Literanoicos
Comentarios
Como siempre, nos regalas un relato muy entretenido y muy explicado.
Millones de gracias.
Es una castaña (muy largo el relato, no me cabía aquí).
Espero que estés bien, amigo.
¿Puedes creerlo? Un día por casualidad entré en un foro y dos días después tú lo hiciste. ¿Casualidad, o no crees en ellas?
Bua pues sí que es fuerte sí, porque yo hacía mil años que no salía a internet... Causalidad!
Charly @CharlyElvisRocker no sé cuánto tiempo llevaba allá, si me dice que poco ya me mato xd
Muchas gracias por comentar y leer
Tengo como mes y medio o dos meses antes que ustedes, que yo llegué.
Los tres somos nuevos, pero con ganas de hacer que Foro de Literatura sea tan activo y dinámico como en sus buenos tiempos.
Sí, aquí sí, pero me refería al lugar donde os conocí.
Espero estés pasando buen día. Ha de ser pronto por allá!
En el otro lugar empecé desde marzo o abril del 2023.
Me alegra verte y que por fin estemos juntos con Alex integrado también aquí.
Que en las mañanas son tan acelerados
En las tardes se miran y se van
Los pastos se ven verdes-anaranjados
De tanto humo y tanto pan
Si miras al cielo y te preguntas
Ese día entre risas y jueyes
De la manera más aleatoria te juntas
Con ese hermoso ser, Reyes.
Gracias por el poema;;!
Sabes que te estoy tomando del pelo, la imaginación no tiene límites. Aunque sea imposible, luz negra.
Me recuerdas a uno de mis ídolos de la escritura, Gabriel García Márquez. Desempolvaré mi estante y volveré a mis raíces.
https://literanoicos.com/2024/02/20/posesion/
Sin embargo, y aunque me sonría ahora, tengo que admitir que esto es muy serio. Estoy considerando si a veces puede uno abrir, sin saberlo, las puertas del mundo espiritual con una historia que contó y (aquí viene lo peor) transcribió en parte. Porque además de imaginativos, también podemos ser trovadores del mundo inexplicable... aunque uno creyera tener la misma espiritualidad que un adoquín en barbecho (eso al mundo espiritual no creo que le importase) en el supuesto "mundo real".
En estos días intentaré contaros por qué pienso esta cosa descabellada y qué hay detrás del telón en este relato de "Zozobra". Y también, sin el permiso de Nacho
Nacho, habías usado la palabra "experimento", ¿verdad? Cuán certero -y no pretendido- término.
Te entiendo. Ese nosequé a mí me atrapa.
Comparto lo que dice Nacho. Pero en mi caso no he podido ni empezar.
Primero me agarra una migraña de cojones y vértigos de espanto, pero vale que esto es culpa mía por haberme descuidado un poco bastante.
En paralelo y esto ya no sé la razón, me pega una lumbalgia hace 3 días que no me puedo mover. Ayer voy al médico y resulta que me atiende otra porque a la que me atiende normalmente (mi doctora de confianza, un encanto de mujer) la han echado¿?? Bueno, me atiende esta tipa nueva que con perdón es bastante gil y pollas, xd, que me dice si estoy embarazada por cómo camino (tronca que soy una señora de 45 años, estamos locos), le contesto que gracias por llamarme gorda en la cara (jajajajaja, noo, esto no se lo dije xd), le contesto que no, que tengo lumbalgia, que por favor me pinche algo, y me dice que no me pincha, que a ver si me creo que por ser enfermera me va a tratar el dolor de forma diferente (oiga señora pero por qué me ataca así xd), y bueno nada, me manda unas pastis que al final pues guay, me quitan el dolor bastante casi al completo. Total que esta mañana voy toda contenta -en plan: yuju! he conseguido levantarme y caminar sin gritar!- a por un vaso de agua, y noto que "algo" hace tope en el vaso... qué es esto? Viva, terminamos la semana con un brote de herpes labial, fenómeno! Y yo pues voy al mensaje de una amiga tipo a llorar mis desgracias del primer mundo, "perdón por la llorería pero mira qué semana llevo, estoy hecha una braga y tal y tal", y
Santo dios, qué será lo próximo. Mañana me veréis abrazando a la gata y diciendo "la sangre de Cristo tiene poder!"
sí, yo me acuerdo mucho de esos años.
Igual te gusta la página de Literanoicos Inicio - Literanoicos , aun está abierto el juego-reto del mes!
Un abrazo.
Al principio yo pasé por lo mismo y me hizo el favor de arreglarlo.
Lo leí de principio a fin a pesar de que dura casi una hora por su extensión, pero es muy interesante y la verdad es que fue una lectura muy reveladora para mi.