Tiempos comunes

Navuk

Se nos queda cara de atontados

Es normal

La vida nos deja así

A penas existe un instante para el triunfo

Unos al despertar

Otros al acostarse

Otros al levantar el codo de su primer trago en el bar

Otros al eyacular

Y todos afligidos dentro de lo mismo

Hoy fui al hospital

Los médicos se sofocan poco

Cuando lo que hay en sus manos son vidas

Vidas que aceptan la incertidumbre

Vidas reverenciantes

Porque si les preguntas a todos, te dirán:

Ellos saben

Una vez allí me preguntaba cómo es posible eso de que la medicina avance

Si cada progreso se avoca a ese estanque de mierda

Y se llena

Día tras día

Estamos todos cogidos por los huevos

Y que no falte

Porque una vez dentro de esa rueda solo queda rezar por que se mantenga estable

La resignación es absoluta

El redil está ahí

Y pienso en eso de que uno debe conocer esos lugares

Para saber de qué pasta está hecho el mundo

Miro mis volantes

Mis citas posteriores

Las doblo y las guardo en mi chaqueta

Al salir una chica de un periódico revolucionario me aborda

Es joven

Me entrega las publicaciones

Y me insta a pagarle por ellas 4 euros

Le digo que no y se las devuelvo

Y ella parece lamentarse

Emplea el valenciano de repente que le sale sin querer

Pero yo ya alzo la vista al frente mientras le doy las gracias en ese mismo idioma

Al atravesar un parque de camino de regreso miro las nubes

El Sol

Tengo ganas de llorar

Y me digo

"Eso es bueno para..."

"Para qué", me respondo

Cuando paso por enfrente del bar está sentado a sus pies el indigente Morad

Me hace un gesto

Le sonrío

Me acerco

Estrecho su mano

"Vas a tu casa?", me prengunta

"A casa", le contesto

"Y tú?", le pregunto

"A la calle", me responde

Entonces sonrío con ironía

"Quieres algo?", le pregunto

"Sí", me responde

"Qué quieres?", le pregunto

"Ah, algo para comer. Dame 10 euros", me dice haciendo un gesto con la mano

"Y 20 no?", le replico

"Sí, mejor", dice él

"Y 50?", le digo con sorna ya descarada

Él calla entonces

Saco mi cartera y urgo unas monedas

3 euros que le doy

Luego me despido y estrecho su mano

Mientras recorro lo poco que me queda hasta llegar a casa

Ése es mi instante

Una sonrisa se dibuja en mi cara

Después de todo quizá las cosas no estén tan mal

O quizá

Tan solo estén como siempre