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S.A.R. El Sistema

antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


S.A.R. El Sistema
 
¿Os confieso un secreto personal? ¿Sí? De acuerdo, pues. Y no es que yo considere este secreto de interés para ustedes, pero para mí sí. Y lo es porque me da la nota justa y el tono preciso para entrar pletórico en este cante.

Ea, una vez puntualizado esto, ahí va mi secreto.

Resulta que yo, servidor, nací altruista, confiado y romántico, y romántico, confiado y altruista me depositarán, una vez que palme, en un triste y umbrío agujero de la Necrópolis de mi ciudad, Sevilla. De igual modo que fantasioso, iluso e ingenuo me devorarán gusanos en un santiamén, porque ingenuo, iluso y fantasioso nací.

Pero a pesar de ser romántico y además empedernido, nada materialista, pensaba que en este mundo traidor seguía siendo el rey el dinero. Pero no. Estaba errado. Desde hace años, el dinero (que toquisqui odia, pero ningún quisqui puede vivir sin él), comparte liderazgo con el sistema. Y el sistema que aludo no es un sistema cualquiera, ¡qué va! Es un jodido y jodedor sistema, al que se me antoja rebautizar, con más jabón que pompa, como: Su Alteza Real El Sistema.

Concrete usted más, por favor, ¿quién o qué es realmente ese regio Sistema?

Jeje. ¡Casi ná! Ese regio sistema es un sencillo y a la vez un complicado sofware, que implacablemente nos somete a todo aquello que el humano no es capaz de decir a la cara. Es una marioneta engreída, y mimada en manos convenidas, que quita de un golpe todos los golpes habidos y por haber. Es un entramado sutil, ideado y fabricado por el humano para él a su vez obrar como aquél bíblico e ínclito “Poncio Pilatos lavamanos”. Es un remedio socorrido, para hacer la faena de la suficiente, insolente, indolente y no comprometida burocracia actual y... ¿por qué no decirlo?, la burocracia de toda la vida de siempre. Es un aguerrido Rambo adiestrado y armado hasta los dientes: infranqueable, impenetrable; de esos de primera fila en las guerras. Es un producto ingenioso, genial y con ingenio, de las nuevas tecnologías de hoy. Es un disciplinado e incansable obrero, mañana, tarde, noche y madrugada, las 24 y los 365. Es un virus intruso, sin ser un intruso virus, sino más bien con luz verde permanentemente de un sobrio y depurado equipo informático. Es una epidemia, con visos de pandemia. Es un imperecedero Valium (relajante), para todos los jefes y jefecillos de turno. Es un tunante Biopack (cloroformo) para dejar KO a todas las impulsivas reacciones de sus víctimas. Es un eficaz Astenolit (vitaminas) para todo baranda y dictador que, dedo en vertical, ordena, castiga y condena. Es un martirio chino, más martirio que chino hacia la abandonada, impotente, sufrida e indefensa humanidad. En definitiva, es un dios menor poderoso, al que solamente El Dios Mayor Todopoderoso puede desposeer de sus aptitudes y habilidades: antes, durante y después de sus perversas actitudes.

¿Y dónde trabaja ese regio Sistema?

Es más notorio que público que curra en todos los quioscos que soliciten sus servicios, avalado su pícaro y cruel saber por multinacionales de todo tipo: entidades bancarias, organismos oficiales, hospitales, cadena de hoteles 5 estrellas, cadena restaurantes 5 tenedores, joyerías de lujo, emporios de ropa de marca, fabricantes de coches y… en fin, en toda empresa o garito, o sociedades, anónimas o limitadas, que, por arte del '¡ya te pagaré, joder!'; o sea, un truhan mindundis que nunca jamás se rasca el bolsillo para pagar su compra y posterior instalación. Por otro lado, una adquisición muy valiosa y además de balde para esa plebe Forbes, adinerada e influyente, y por aquello de que ingresará en sus cajas de caudales sabrosos dividendos, “y simplemente por el eco difusor de tan grandiosa generosidad”.

¿Y qué efectos causa ese regio Sistema?

La tira, mire usted: expectación, pasmo, confusión, mareos, fatigas, cabreos, diarreas berrinches, enfados, locuras, peleas (con todiós, en especial con la parienta), dolores de coco, úlceras de estómago, ictus, parálisis, total o parcial, infartos, cerebral o de corazón, e incluso la palmaera, de todos aquellos que se manifiesten, en un principio pacientemente, en un intermedio, desubicados y majaretas y, finalmente, andando por las paredes.

-sigue y termina en página siguiente- 

Comentarios

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Y concluyo, ¿cuál es la misión de ese regio Sistema?

    Antes de responder a su última pregunta, quiero dejar claro un significativo matiz.
     
    Antaño, o no tan antaño, ibas o telefoneabas a cualquier tinglado de los ya citados, y eras atendido o recibido en persona por alguien de carne y huesos. ¿Ok? Pues a ese o esa tal le exponías lo que querías resolver, y él/ella, bis a bis, te respondía en forma distendida y educada, con el sí o el no, pero, en todo caso, acompañado de un diálogo “razonador”, derivando en buen rollo, que tú, para tu interior rumiabas, y después asentías. Y aunque no lograses tu petición te quedaba el gustito de que tu tiempo y tu esfuerzo eran compensados con el tiempo y el esfuerzo de alguien también de carne y huesos, menos que más entregado a atenderte y a complacerte. Pero en el hogaño, con el paso de los años y en el mejor de lo casos, hasta posible podría ser que alguien, también de carne y huesos, eche un vistazo a tu petición, pero después, con cara de ser más de lo que es, te diga algo ciertamente desolador:

    Mire usted señor, no puedo concederle lo que me pide porque el sistema no me lo permite

    Y en el peor de los casos, que es lo viene pasando, con una indiferencia insultante, te remiten al Internet; medio práctico, sí señor, pero también y según para quién un galimatías. Y todo ello con suerte, porque si tu solicitud la haces por teléfono, aparece una voz grabada, casi siempre de algún chocho que a medida que la vas escuchando, te vas quedando pasmado a la vez que vas sintiendo que la expresión en tu cara es la de un auténtico gilipollas:

    Pulse
    el 1 si es para llorar
    el 2 si es para reír
    el 3 si es para defecar
    el 4 si es para miccionar
    el 5 si es para besar
    el 6 si es para ligar
    el 7 si es para follar
    el 8 si es para dormir
    el 9 si es para comer
    el 10 si es para beber
    el 11 si es para cantar
    el 12 si es para bailar
    el 13 si quiere ser atendido por un agente “experto” (*)
    el 14 si desea escuchar de nuevo este mensaje
    el 15 si es para...
     
    Y así hasta el 500 o más...
     
    (*) Ese agente “experto” es un experto agente en liarte con experiencia.
     
    ¡Soooooo, para el carro, coño loco! -exclamas, haciendo un gesto como de lanzar el teléfono a la quinta vagina.
     
    Y, entonces, hasta los mismísimos de tantos mensajes, de tantas gilipolleces y de tanto mamoneo junto, pulsas convencido el 13 porque lo que realmente quieres es hablar a viva voz con alguien. Pero... ¡jaja poleá! ¡Lo tienes claro! Porque después de agotarse los tonos de las llamadas del rigor que la compañía de turno impone, vuelve de nuevo a tu oreja el chocho anterior u otro chocho cualquiera, pero, sea el chocho que sea, con un tono de voz realmente “angelical…”

    Todos nuestros operadores están ocupados; inténtelo de nuevo más tarde

    Y si eres mínimamente paciente, te quedan ganas, dispones de tiempo libre y ya te has cagao en to lo que se menea, repites la jugada. Pero... Jajajajajajajaja (risotada nerviosa tuya). El resultado es: ¡el mismito, mismito.! Y de nuevo vuelve a tu cara la gilipollez en persona, que, sumada a tu cabreo descomunal, paga después las secuelas quien no debe pagarlas, que igual es el primero que te da los buenos días, o las buenas tardes, o las buenas noches, amigablemente.
     
    Pero, claro, estas cosillas, como siempre, para no variar, sólo le pasa a la borreguería de a pie. Porque a los toros sentados (entiéndase ralea con poder y con jurdeles por castigo), le comen la polla, se la asean, se la perfuman. Incluso hasta le dan un par de pollas más de repuesto. Sin olvidar la otra parte íntima: los huevos, que a estos los miman más que una meretriz de alto standing, de 1.000 pavos la hora.
     
    Y así, invariablemente, funcionan las cosas en mi país (y creo que en todos los del globo globalizado) Y si algún justiciero quiere ajusticiar, que ni lo intente porque lo desahucian de su casa, lo envían al INEM, lo tiran a la puta calle, con tan sólo un cartón pa taparse, pasando frío o calor, soledad, incomprensión, maltrato hambre, sed, cero higiene. Resumiendo, miles de calamidades y humillaciones. Vaya, como una ex, pero ésta (los ex saben de qué va la cosa), con más perrerías. Y con mucha suerte, más todavía, y después de rellenar y de presentar todos los papeles del mundo mundial, liantes y confusos, puedes obtener una paguita, que en la sabia jerga de calle la llaman: 'coge esto y vete a tomar por el culo', o algo así.

    Y a todo esto, ¡faltaría más!, florecen, cuales estrellas del Olimpo, elegantemente equipados, desde sus boatosas mansiones (pagadas con el dinero que nos roban), con una sonrisa de oreja a oreja y con una sorna hiriente, “los brillantes, honestos y honrados políticos”, pronunciando enfáticas palabras, sin ningún tipo de escrúpulos y con un mirar perdonavidas...

    Esta gente es nefasta para la sociedad y debe desaparecer del mapa, porque afea y ridiculiza a nuestro país
     
    Y colorín colorado, este coñazo “sistemático” se ha acabado.
     
    Queden con Dios o con el diablo, como gusten.
     
    ¡Ah, cuidadín, cuidadín con Su Alteza Real El Sistema!



    Antonio Chávez
    Sevilla oct 2023

     :) 

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