Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!
Señoría
No culpe a nadie de mi muerte. Me quito la vida porque un día más que viviese sería un martirio. Tuve la desgracia de casarme con una viuda, que tenía una hija. De haberlo sabido, no me hubiera casado con ella. Mi padre, para más INRI, enviudó y se casó con la hija de mi mujer. De modo que mi mujer era suegra de su suegro. Mi hijastra se convirtió en mi madrastra y mi padre en mi yerno. Mi madrastra trajo al mundo una niña, que era mi hermana y la nieta de mi mujer, y yo era abuelo de mi hermana. Luego mi mujer parió un niño que, como era hermano de mi madrastra, era cuñado de mi padre, nieto de su hermana y de mi tío. Mi mujer, nuera de su hija, y yo padrastro de mi madrastra, y mi padre y su mujer mis hijastros, mi hijo es mi bisnieto y tío de su tía. Además, yo soy mi propio abuelo. Así que me despido de este mundo, porque no sé quién carajo soy, y, encima, hasta podría ser pariente de Putin.
Comentarios
Ojo, que yo subí a la red ese galimatías de relato en el 2010, o sea, antes que ese que aparece en el 2019