Voy a tratar de escribir de algo bueno en todo esto. Hoy me levanté con la sensación de que 30 años habían pasado de golpe, me vi solo, despertando, ante la soledad de una casa enorme que se prolongaba tanto como esa soledad. Al final de ella había una piscina, y en ese trance, la imaginé. Es el proyecto futuro que llevamos un tiempo pensando, la demolición de todo el corral y conectar ese espacio con el garaje, ahí irá dicha piscina. Pero como digo, hoy me despertaba 30 años en el futuro, donde todo el peso del mantenimiento de esta casa caía sobre mí. Y esa piscina ya no significaba más que un capricho abandonado, como un símil de mi propia vida. Pronto he dejado esa visión para ponerme en pie y comenzar mi día. He fumado unos cuantos cigarros y he ido a esa cafetería donde esa chica me mira mal. Hoy por contra nos hemos entendido, "café con leche sin lactosa", le he dicho. Y cuando me lo traía he murmurado algo que no ha captado a la primera, como me suele ocurrir con la mayoría de gente, pero al repetírselo con otras palabras sí. Y me ha respondido muy solícita. Es buena chica, en realidad. Luego he vuelto y he recibido un mensaje de un colega, que el dentista le pillaba cerca de mi casa y quería tomarse algo, a lo que yo también he respondido muy solícito. Allí, pues bueno, las conversaciones entre caballeros no se revelan nunca del todo, y además estoy escribiendo con un dedo en un puto teléfono móvil, porque no sé con dos y porque así se capta mejor la esencia del siglo 21. Bien, entre yo y mi amigo todo bien, salvo por uno de esos extraños vahídos que he advertido cuando tomaba asiento. Pero luego ha llegado otro, y ya me he violentado porque fuimos compañeros de fugas y travesías en algún tiempo y ahora me ha contado un tercero que dijo algo feo de mí. Así que en fin, así estaban las cosas, mientras los aviones surcaban muy próximos el cielo con estruendor y el tráfico se amontonaba colindando la terraza del bar en el que estábamos -un cruce de calles bastante sofocante- el primero trataba de sacar conversación. Cuando he llegado a mi casa he proferido algunos desdenes mentalmente y es cuando te das cuenta de que todo el rollo este de la amistad no es más que un bulo, un aperitivo en medio del banquete de la vida y que se encara mayormente solo. Y que la verdadera amistad es la que se da entre personas que comprenden esto, que no se apegan por el roce y no olvidan por el distanciamiento. Qué más da. El caso es que luego he ido a recoger a mi madre del trabajo, hemos decidido irnos a la playa, en el trayecto un coche de la policía ha dado el alto al coche que iba delante de mí justo al entrar a un túnel. Mi madre pensaba que nos lo estaba dando a nosotros también. Yo he acelerado rebasándolos. Y de camino a la playa no sé porqué mis ojos no terminaban de fiarse y vigilaban que el coche patrulla no apareciese por detrás en cualquier momento. No ha sido así, hemos llegado a la playa y nos hemos metido en el sitio más altanero de todos. A 6 euros LA croqueta. Nos hemos sentado esperando que nos atendiesen, pero no ha venido nadie y nos hemos largado. Al volver a este mi hogar y ponerme a escribir esto, pienso que quizá mi visión de la mañana no estaba tan desencaminada, que los 30 años han pasado al fin y al cabo, y que lo bueno que se puede sacar de ello es que al menos uno puede sentarse un rato a relatarlo medianamente.
Comentarios
Yo no termine de leerlo porque no me gustaba que no habia implicacion emocional, solo contaba y contaba, no es tu caso. Lo escribio en papel continuo asi tipo impresoras, los capitulos que ahora lo dividen han sido creados por las editoriales.
Tu forma de escribir sin puntos aparte, me recordaba a algo, y ya di con el que. Tu eres mas emotivo eso si.
Él escribe a renglón seguido, cosa que a mí me cuesta trabajo escribir porque me pierdo.
Esa es la ventaja de la diversidad de estilos y los que salen ganando son los lectores ante la buena variedad