Prostitutas de lujo
La dinámica de satisfacción de ser humano es predecible, por más que digamos que somos complejos. Primero satisfacemos nuestras necesidades a niveles básicos y después nos damos caprichos, en recompensa a una meta que hayamos marcado.
Pasa con todo, incluso con el sexo, pero veamos un ejemplo. Un hombre común puede comer seis de los siete días en casa, una comida modesta, pero nutritiva que cubre sus necesidades energéticas, al séptimo día paga por una comida exótica en un restaurante cinco tenedores; no solo satisface el hambre, sino la necesidad de mimarse.
Lo mismo pasa en el sexo. Un hombre puede tener sexo regular con una mujer estándar, que no es precisamente la que esté más buena o que más mañas tenga en la cama, pero sosiega la necesidad de esa interacción física.
Si bien se llena la necesidad, es básico y todo hombre necesita mimos, por eso existen los servicios de putas de lujo. Si, son más costosas que el resto de 20 o 30 euros; si es para tener sexo y sí a veces uno necesita darse un capricho, ¿por qué no?
Ahora bien, entendiendo la inversión en putas desde la economía, vale la pena preguntarse qué tienen ellas que no tengan el resto de las mujeres.
La puta de lujo está más buena que el promedio, por lo general son atractivas físicamente, tienen un buen cuerpo, la higiene y la indumentaria se notan, y mucho, y eso serás uno mismo quien tenga que darle la debida importancia.
No se paga por tener sexo sino por la experiencia, es lo que las hace distintas. Como comentaba con la comida, cuando uno entras en un restaurante de lujo te sientes especial, ¿no?, la comida te sabe deliciosa, el ambiente es agradable; es lo mismo que con una puta de lujo.
Esa es la diferencia, no se trata de, necesariamente, de lo que se hace, sino con quien se hace; eso no solo alimenta nuestra necesidad sexual, también alimenta nuestro ego.
Generalmente, las putas de lujo no solo son contratadas para tener sexo, pues como dije, al ser físicamente agraciadas, se prestan para exhibirlas, como un trofeo.
De hecho, las putas de lujo se llevan a reuniones de negocios, son educadas, profesionales, e incluso son universitarias, que representan al hombre y que hasta mejoran su nivel frente a otros hombres.
Sé lo que estás pensando: “si llevo una puta a una reunión entre amigos de trabajo se van a dar cuenta”. Pero no, cuando se trata de putas de lujo, es común que sean mujeres reservadas que no salen con todos, de ahí que sean tan caras.
Es cierto que el sexo en este caso no es una obligación del servicio de tu acompañante, pero todos sabemos cómo funciona esto; con una puta de lujo siempre se puede negociar una noche o una velada de sexo.
Entonces, satisface uno su necesidad sexual, satisfaces¡ su ego, te mimas y además dejas con la boca abierta a todos, en el caso de que desees exhibirla en tu círculo social.
El contratar putas de lujo, para algunos hombres se hace un pasatiempo. Hay hombres que tienen el ego más subido que otros y les gusta alardear de hembras con las que se acuesta.
Del uso frecuente del servicio de putas de lujo se crea el prototipo de hombre que colecciona putas, y es el típico señor que puede darse el capricho de enumerar con quien ha tenido sexo.
Es una cuestión netamente superficial, pero es un capricho que se dan, a veces es una distinción del poder que tenemos y no todos podemos contar entre amigos que hemos tenido sexo con chicas conocidas u otras personalidades.
¿Es un mito que las famosas se prestan para la prostitución? No, no es un mito, siempre hay mujeres famosas que, por una cantidad de dinero adecuada, pueden acceder a tener sexo con un desconocido, pero esas putas pueden ser muy caras.
Del resto, es probable que puedas hallar una mujer que esté más buena que el promedio, que sea atractiva y que satisfaga tus necesidades por un precio un poco alto, pero que vale la pena pagar.
Las putas de lujo no tienen por qué ser caras, se hallan por precios asequibles; la etiqueta “lujo” lleva implícita la belleza, el trato, la actitud y que al acabar seas tú quien diga: “ha sido una experiencia de lujo”.
Ahora bien, esta clase de putas aben que estás haciendo una buena inversión y por lo tanto suelen estar a la altura de lo que se está pagando, por lo general son complacientes, y es que de otro modo nadie estaría interesado en este servicio.
Antonio Chávez LópezSevilla mayo 2001