1
Noche, por supuesto, trabajo con alcoholes, rodeado de seres extraños, monótonos, aburridos, (¿como yo para vos?). Besaba a escondidas a la cajera nueva del boliche y en el pasillo que da al fondo donde estaba el escondite apareciste. Tu campera delató tú presencia, parece que mi camisa oculto la mía. Solté los brazos de la cajera ya ebria, y fui a buscarte, no sólo era raro que estés ahí si no que hayas llegado al pasillo. En mi buscar encontré al dueño del lugar y aproveche la situación para renunciar, estaba hastiado de eso. Pero no encontre nada, sólo botellas de vinos baratos y otros tragos abandonados a quienes le di hogar en mi estómago. Sólo pasadas las horas volviste a mi para decirme que querías mostrarme algo. Afuera, donde no había más que cadáveres y parejas indiscretas, señalaste con tu expresión de que nada pasaba, dos lunas brillando en el cielo, bien cerquita, amandose, lo más bello visual y simbólicamente que había visto, baje mi mirada, quería aprovechar ese espectáculo para ....
Pero cuando volteo en tu dirección ya estabas a la distancia, abrazada a quien entendí era novio, o el hombre de esa noche, nada más ni nada menos que Joaquín elegiste a Joaquín!. Aún habiendo estado con la cajera, y sospechando que era eso lo que realmente mostrabas... sufrí.
Ambos se acercaron a hablarme pero ni las dos lunas pudieron mantenerme ahí, volví al interior levantando toda botella, bebiendo cada gota abandonada, quien sabe que seguí tomando, caí. Desperté. Ya mucho tiempo ausente y aún sueño con vos...
2
El cielo está nublado, me gusta pensar que hoy es el cielo para mi...
Será gris? Tal vez blanco?
Son nubes al fin y al cabo, el viento se hará cargo. Ahora sólo espero un cielo despejado
El viento te llevó a vos, y a tus ganas de mi. Y algún día también se llevará el amor que no te di.
Que se lleve el amor que no te di...
Porque sé lo que aprendi, y una vez el cielo desnublado mi corazón también será para siempre del bello color cielo, oscuro tal vez.
3
Y hoy sonrio, después de meses inciertos, esperando... no del todo solo, debo admitir. Tu silencio justificó mis ansias de evitar la oscura y total soledad. Cabe aclarar que recordé la magia de estar aislado. Admito también haber sufrido en gran medida, pero entre sueños anunciaste la verdad y la realidad reveló tu andar en compañía... soy feliz por ello, soy feliz por vos. Te libraste de la tortura de mi amor con espinas, escapaste tanto de un amor sin medidas como de un ser dañado. Sonrio al ver que lograste lo que pedí, te dije "nunca dejes de reír".