[FONT="Arial","sans-serif"]POR ENCIMA DE MI CADAVER[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"] Se abre el telón. Se ve a dos personas conocidas, Andrés y Oscar. Uno (Andrés) es mayor que el otro (Oscar) y se puede observar en el tamaño de la barriga (los dos se la rascan), sobre todo, porque uno hace más actividad física que el otro.[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"] Los dos miran alrededor, están en un edificio, a juzgar por los desconchones, viejo y además son incapaces de reconocerlo, nunca antes han estado en el. Hay manchas de humedad en el techo y pequeños charcos en el suelo. La iluminación de la habitación es pobre, están en penumbra y la única luz que puede verse entra a través de los oxidados barrotes de una ventana minúscula situada a tres cuartos de la altura de la sala. Las únicas salidas son la ventana (imposible, ya hemos comentado el tema de las barrigas prominentes) o una puerta contra incendios situada en un lateral. Esa parece, por tanto, la única posibilidad de salir de allí. Andrés y Oscar se miran fijamente y después a la puerta. Andrés (en adelante, el gordo) siempre ha pensado que Oscar (en adelante, el guapo) es un cachondo mental y va a hacer, en vistas de la situación, algún comentario ingenioso del tipo, "nos han dejado solos, cariño" o algo parecido. Pero esta vez no. Esta vez el guapo está completamente desorientado y el gordo se ha dado cuenta de ello, por eso, intenta dirigir el tema de conversación hacia la próxima acción a tomar para salir del atolladero.[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"] Gordo: "Creo que esta es la única salida posible, no hay mas puertas y además tenemos que salir de aquí porque huele a perros muertos", mientras mira a la puerta. [/FONT]
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Guapo: "Si, tienes razón y a todo esto donde cono estamos?, no tengo ni idea de que sitio es este", mientras mira a todos los puntos del espacio.[/FONT]
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Gordo: "Bueno, lo único que podemos hacer es salir y ver qué es lo que hay fuera. No quiero quedarme aquí toda mi vida", dice mientras va a agarrar el pomo de la puerta. Mira al guapo y este asiente.[/FONT]
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Cuando la puerta se abre, se puede ver una escalera, una de esas típicas de edificio destinado a algún propósito oficial, donde la gente entra en manada todos los días. En este caso, rematan en el piso de hormigón lo que da a entender que de estar en algún sitio, deberían de ocupar el sótano. Al lado de las escaleras, hay un ventanal cuarteado con decenas de pequeñas celdas de cristal esmerilado por donde, esta vez sí, entra la claridad a raudales, aunque puede verse como cada cierto tiempo las nubes atraviesan y cubren el sol en uno de esos crepitares ondulantes de luz. Moviéndose poco a poco deciden enfilar el primer tramo para escalar al primer piso y ver si pueden averiguar algo más acerca de donde están. Los peldaños en este sentido les ayudan ya que no son muy grandes, antes bien, podría decirse que se adaptan perfectamente al tamaño de sus pisadas. Hay algo de familiar en todo aquello.[/FONT]
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El primer piso es algo mas extraño aun que el sótano. La entrada es una boca negra, donde se acaba toda iluminación y todo rastro de habitabilidad que pudiera haber, con la salvedad de que ambos pueden ser observados de forma completamente nítida, como si una linterna o un foco estuvieran dirigidos hacia ellos. Acceden a lo que parece ser un pasillo donde hay un sinfín de taquillas en fila pegadas a una pared y el primer ser humano que pueden ver desde que aparecieron abajo. La zona de las taquillas si tiene mas visibilidad pero no llega a ser una de esas luces que lo llena todo sino, más bien, hay como copos de luz gigantes que llenan la estancia, como si abrieras y cerraras los ojos repetidas y consecutivas veces. El guapo mira al gordo y ven como la primera persona que han divisado desde que se encontraron pasa por delante de ellos rumbo a la oscuridad, "debe de haber una puerta al final", se imagina el gordo. El guapo piensa en parar al transeúnte para pedirle información, básicamente, para averiguar donde están, pero en el momento que va a abrir la boca ve a otra persona incorporándose al corredor. Entonces ven como comienza a llenarse todo de personas, algunas paradas frente a los armarios, dejando sus cosas, otras hablando entre sí animadamente, etc. Aquello parece definitivamente un instituto. Hay todo un rio de gente rodeada por una semioscuridad y ninguno de ellos hace por reparar en su presencia, en realidad, parece como si no existieran. Excepto por un pequeño grupo de personas. Una de ellas, completamente calva, se acerca al guapo y al gordo y les dice:[/FONT]
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Calvo: "Hola, buenas tardes, les estábamos esperando. Me imagino que vienen por lo de la entrevista. Por favor, pasen por aquí.", indicando el camino que supuestamente debían tomar.[/FONT]
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El guapo y el gordo están perplejos, Se miran entre si y no comprenden nada y piensan, "¿una entrevista?, ¿para qué?, ¿quién es este calvo?". El guapo se adelanta y se dirige al calvo.[/FONT]
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Guapo: "Perdone caballero, ¿podría usted decirme para qué es la entrevista, por favor?".[/FONT]
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Calvo: "Para locutor de radio, por supuesto. Últimamente, estamos perdiendo a muchos de ellos: el número de programas ha subido y la gente cada vez quiere más y más temas distintos. Al principio, con música y noticias les sobraba pero después empezaron a pedir de todo y todo distinto: programas de cine, de humor, reportajes, etc. La lista no para de crecer, lo cual es bueno, pero no damos abasto. Así que decidimos que queríamos comenzar este proceso de selección para ver si podíamos incorporar a más gente que pudiera llevar las secciones. Y por eso, están ustedes aquí. Ahora, por favor síganme y comenzaremos con la primera prueba”.[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"] El guapo y el gordo, en sus respectivas agendas mentales, hicieron un hueco para procesar toda la información. Estaban en un instituto, mal iluminado, con gente joven por todos lados y un hombre calvo que les había dado la bienvenida a una entrevista para hacer un programa de radio del cual no sabían ni la temática ni nada de nada. El guapo había recibido formación como locutor anteriormente y sabia que partía con ventaja. El gordo sabia que el guapo había recibido formación y tenía experiencia en la radio y sabia que no tenia ningún as en la manga, pero aun así hacer entrevistas era su gimnasia mental de cuando en cuando y amaba los retos y situaciones donde se sabía perdido así que decidió que iba a darle una oportunidad a aquella situación. Ahora, ambos se miran y asienten. Deciden seguir al calvo hacia el lugar de la entrevista.[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"]La comitiva les guía hacia una sala que no es una sala sino un tenderete, como una haima, toda de blanco, en la penumbra. La tienda está iluminada por detrás y por los laterales dándole un aspecto algo fantasmagórico. Dentro, hay una pantalla, como de cine, en la cual se exhiben películas a juzgar por el armatoste que han colocado encima de una mesa improvisada para la ocasión. Hay también algunos rollos con números (1, 2, 3, etc.) que corresponden a películas o documentales sin determinar, aunque estando en la sede de una radio/instituto seguramente tienen que ver con temas de actualidad, aunque el soporte es un poco antiguo. Entonces, el calvo llama al orden y les pide que ocupen sus localidades.[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"] Calvo: "Por favor, siéntense. La película va a comenzar en breves instantes. Les pediría que estuvieran atentos a todos los detalles ya que la posterior entrevista ira sobre preguntas acerca de lo que van a ver y lo que pueden recordar".[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"] El guapo se revuelve en su asiento, se siente un poco amenazado por lo que el sin pelo acaba de decir. Su memoria nunca ha sido su mejor cualidad y después de una vida de matar neuronas a base de cerveza, todavía menos. Sabe que el gordo, friki donde los haya, se caracteriza precisamente por eso y tiene la mente llena de miles de conocimientos chorra que no sirven para nada pero, en esta situación, puede significar el pasaporte a la gloria. [/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"] El gordo sabe que las tornas están cambiando y la situación se ha igualado un poco más, aunque no sabe exactamente hasta que punto aquello puede salirle bien. Tratara de estar lo más atento posible, lo cual tampoco es difícil porque vive en un estado de sempiterna atención/tensión por intentar estar a tono con las circunstancias.[/FONT]
[FONT="Arial","sans-serif"](Continua en Parte 2)[/FONT]