CRÍTICA EN FILM AFFINITY DE LA PELÍCULA “UNA MALA INFLUENCIA (SHE MADE THEM DO IT)”
Una típica fiesta de jóvenes más o menos apolíneos, alcohol, drogas e indecencia, deriva en el encarcelamiento de Sarah Pender, por mucho que ella lloriquee y proclame su inocencia, culpando del marrón a su novio. Bien, el marrón en cuestión es nada menos que un doble asesinato: las víctimas, dos de los asistentes a la funesta reunión de amigos. Todo está en contra de Sarah (Jenna Dewan Tatum).
En la cárcel, Sarah se mueve como pez en el agua y sus compañeras de prisión son un encanto: marchosas, buenas amigas, eso parece más un campamento de verano que un presidiario. Sarah enseguida hace amigos, es poseedora de un talento innato para influir en los demás y conseguir de ellos lo que se le antoje. Además, está dispuesta a todo, pero todo todo, con tal de salir de una pieza del talego.
Es una mujer atractiva y con recursos y así, con esa belleza congénita y facilidad para embaír al más pintado, se fuga con un plan perfecto.
Sarah sabe muy bien cómo domeñar a las marionetas que son aquellos que se cruzan en su camino. No cabe duda de que es una superviviente nata, y desde luego, de santa tiene lo mismo que Al Capone. Pese a los ingredientes, la película no pasa de pasable.