La casa

Saphire_Rapsados

Bueno, después de un tiempo de descanso, reflexión... ¿A quien engaño? Estaba liada con la escuela y no pude subir nada nuevo =.='' pero ya estoy de vueta con una pequeña y nueva historia de terror. Dado que llevo una temporada de bajón creativo sin escribir nada espero que os guste.

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En la oscuridad de la noche camino tranquila por las estrechas calles que van a dar a mi casa. Acababa de salir del colegio y aún me quedaban casi veinte minutos para llegar a mi hogar. Un rato agotador de andar sin parar.
Justo en frente de mi casa existe una que se nota muy antigua y medio derruída, donde, según dicen, se escuchan los lamentos de una mujer por las noches. Nunca me creí esa historia, pero en ese momento la curiosidad invadía mi ser y estaba deseosa de llegar a casa para poder descubrirlo. Mientras seguía subiendo las inclinadas cuestas fumaba relajada, pero intentando que nadie me viera, pues no quería que mi madre se enterara de que con solamente dieciseis años había entrado en el vicio del tabaco.
Cinco minutos antes de mi casa apagué el cigarro y, para que mi madre no se diera cuenta comí un caramelo de menta.
Algo en mi interior se hizo con el control de mi cuerpo y lo detuvo en la puerta de las ruinas de las que antes hablé.
-¿Qué estoy haciendo aquí parada?- pensé- ¿de verdad me voy a creer sus cuentos de terror? Solo dijo aquello para asustarme.
Estaba pensando en el amigo que me contara la historia de la mujer asesinada allí cuando un cristal rompiéndose me sacó de mi trance. Miré rápidamente a las ventanas de la casa. Una sombra pareció recorrerlas a gran velocidad. Me asusté.
-Vale, Shiba, te estás imaginando cosas- me dije a mi misma
Volví a mi casa con el corazón en el puño. Tenía miedo, aunque trataba de justificar aquello con que mis amigos me habían gastado una broma de muy mal gusto. Mi madre me vio entrar. Estaba completamente pálida, blanca como la leche.
-¿Shiba, estás bien?- me preguntó extrañada
-Eh, si, mamá, es solo que algún animal me asustó
-¿Algún animal?
-Si, en la casa de enfrente
La cara de mi progenitora cambió inmediatamente, parecía más asustada que yo.
-No pases por esa casa nunca más
-¿Por qué?- pregunté indignada
-¡Porque te lo digo yo!
Tras gritarme se metió en la cocina y cerró la puerta. Yo entré en mi habitación para hacer los deberes. Conecté los cascos al Ipad, lo encendí y busqué mi canción favorita: Frozen, del grupo within temptation. Algo de rock gótico para concentrarme en mis tareas es lo mejor.
Me conocía la canción entera y la tarareaba mientras escribía, pero noté algo raro en ella. De fondo se escuchaba una especie de gemido ahogado. Puse otra canción cualquiera y pasaba lo mismo. ¿Qué estaba pasando aquí? La verdad es que no lo sabía, pero me daba miedo.
Decidí dormir para relajarme. Era muy tarde y posiblemente el cansancio me jugaba muy malas pasadas.
Durante esa noche un escalofriante sueño se apoderó de mi. Un sueño que parecía real.
Me hayaba en la entrada de la casa derruída. De pie. Inmóvil. Pronto mis pies empezaron a caminar solos hacia el interior. El gemido que había escuchado en la música se repetía en el sueño. Más claro esta vez. La voz de una mujer que lloraba.
Sin saber como estaba parada en el medio del salón. Para estar en ruinas por dentro se encontraba en perfecto estado. Un ruído detrás mía me hizo darme la vuelta, pero no había nada...
Continué explorando aquel lugar. Encontré una habitación de matrimonio y otra que parecía de un niño. Era una casa normal y corriente. El lamento no venía de ningún lugar de por allí.
Bajé al sótano. No parecía haber nada raro hasta que encontré algo que si lo era. En aquel mismo lugar donde yo estaba habia pasado algo terrible. Una baldosa que se movía lo ocultaba. Ocultaba un cadáver. Traté de despertarme, pero aquel sueño no quería terminar ahí.
-¡Mamá!- intenté gritar, pero no tenía voz.
Lo único que mi boca emitía era un leve susurro apenas audible. Empecé a correr por la casa entera buscando la salida, pero entrara en la habitación que entrara acababa en el sótano de vuelta.
-¿Que pasa aquí?- pensé al borde del llanto
Estaba muy asustada. Nunca en mi vida había pasado tanto miedo. Un cristal se rompió detrás mía. Cuando me giré lo ví. De quien fueran los huesos no lo había matado ningún animal o humano que nosotros conocieramos. Aquel espantoso ser era el culpable. Sus ojos rojos como el fuego y el pelo negro que recorría todo su cuerpo lo hacían temible. Su estatura debía ser de casi dos metros y sus afilados dientes no dejaban a entender muy buenas intenciones. Traté de correr y gritar, pero no tardó en darme alcance y matarme. Nunca desperté de aquel terrible sueño.

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Bueno... es cortito lo se, pero no acaba ahí aunque Shiba muera. No prometo que pueda acabarlo pronto, pues los estudios abarcan la mayor parte de mi tiempo y es en lo que me debo centrar ahora. Me gustaría saber vuestra opinión respecto al relato. He de decir que la casa que lo inspiró existe, está frente a mi casa y que paso todas las noches por ella. Acojona y mucho xD

Chelo

Hola!

Yo creo que está bastante entretenido, quitando que hayaba es con "ll", yo lo he leído de cabo a rabo, te animo a continuarlo.:)

Chelo

mauri

Me pareció muy bueno tu relato, aunque Fozen no es uno de los temas que más me gustan pero muy bueno el detalle . Espero por la continuación.
SaLuDos