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Reina de corazones (y II)

Mar VinatMar Vinat Anónimo s.XI
editado septiembre 2012 en Terror
Lunes, 21 de mayo.
¡Ha vuelto! Esta tarde ha entrado nuevamente en el café: intensa, suave, dulce, seductora, terriblemente bella.
Estaba lloviendo y llevaba un paraguas de colores que contrastaba con su indumentaria oscura: vaqueros negros enfundados en botas de tacón y, rompiendo con esa imagen de erótica sensualidad que me provoca, o tal vez acrecentándola, una rebeca anodina de un color entre granate y marrón abrochada hasta el cuello. El pelo nuevamente recogido y el eterno mechón enmarcándole la cara. Estaba preciosa.
Ha elegido el mismo lugar para sentarse que la vez anterior e inmediatamente he ido hasta ella. Esta vez no me iba a pasar lo mismo ¿desea alguna cosa? ¿Tal vez Perrier con una rodajita de limón? Le he preguntado, ansioso por ver esos ojos de océano profundo dirigiéndose a mí. Tiene buena memoria, caballero, y ha sonreído ¡me ha sonreído! En ese momento han dejado de existir la lluvia, las nubes, el local… todo. Sólo sus ojos, su sonrisa y yo, y ha sido entonces cuando me he dado cuenta de que ella también me ama; ¿por qué si no iba a sonreírme de esa manera? ¿A mirarme de esa forma? Sí, por favor, Perrier con una rodajita de limón, y ha dirigido su vista al bolso apoyado en su regazo haciendo como que buscaba algo. Está bien, desea seguir el protocolo, lo entiendo. Pese a que los dos deseábamos fundirnos en un abrazo eterno no hubiese sido correcto el hacerlo, ni siquiera sabemos nuestros nombres aunque conociendo como conocemos nuestros sentimientos poco importa ya lo demás. Pero la comprendo, quiere ir despacio, y me gusta que sea así. Cuando por fin estemos juntos sonreiremos pensando en el cortejo, nos gastaremos bromas sobre ello y, mientras tanto, disfrutaremos del juego de seducción.
Cuando le he llevado su bebida le he preguntado si venia mucho por aquí, no mucho, me ha respondido, pero me gusta este lugar, es agradablemente tranquilo, seguro que vuelvo más veces. ¿Qué otra prueba necesito de sus sentimientos hacia mí? Va a volver más veces, quiere estar junto a mí, verme, disfrutar de mi presencia lo mismo que yo de la suya. Mi corazón permanece desbocado de alegría desde entonces.
La amo.
Me ama.

Viernes, 25 de mayo.
Ha venido a verme, aunque ha guardado las apariencias simplemente saludándome y sentándose en su sitio habitual, sé que ha venido por verme a mí, es nuestro pequeño secreto. Estaba preciosa, como siempre. Sabe que me gusta ese estilo que tiene, entre inocente y seductor, y se viste así para mí. Llevaba una falda oscura, larga hasta los tobillos y zapato plano, sin embargo, lucía una camisa escotada que dejaba ver el nacimiento de sus senos. ¡Cómo le gusta provocarme y jugar conmigo! De hecho hoy casi ha llegado a engañarme ¡chiquilla traviesa!
Nada más sentarse le he llevado su bebida preferida sin que ella tuviera que pedírmelo, la complicidad entre los enamorados es así, con una mirada sabemos de las necesidades de la otra persona, lo que siente, lo que desea. Me lo ha agradecido diciéndome cuánto me ama sólo con la mirada, sólo como ella sabe hacerlo, como sabe que me gusta que lo haga. Después ha hecho como si se enfrascase en la lectura del libro que llevaba en la mano, quería que la mirase, que me deleitase con su belleza, así que he vuelto a la barra y he estado observándola todo el tiempo que me permitían los estúpidos que vienen constantemente a pedirme cafés o refrescos o bebidas tan mundanas y vulgares como ellos. Cuando por fin estemos juntos la sorprenderé detallándole todas y cada una de las prendas que ha llevado mientras ha durado el cortejo. Le haré saber que he estado pendiente de ella hasta el más mínimo detalle.
Al cabo del rato ha entrado un hombre en el café, anodino, sin gracia, necio y simple. Se ha dirigido hacia ella y le ha hablado. Ella le ha sonreído y le ha indicado que se sentase con un gesto de su mano. ¡Creía que iba a morir de celos! ¿Quién era ese? ¿Por qué le había dejado acercarse? ¿De qué estaban hablando? ¿Sería tal vez un amigo? ¿Por qué los tiene? ¿No le es suficiente conmigo para llenar su vida? ¿Necesita más gente? ¿Por qué me hace eso? El dolor me ha recorrido entero, he notado cómo el corazón se me partía en mil pedazos, nunca pensé que el sufrimiento del alma pudiese llegar a ser físico. Al rato se han marchado los dos juntos y justo antes de salir ella se ha girado y se ha despedido con una sonrisa, entonces lo he entendido: sólo ha querido jugar conmigo y demostrarme que pudiendo tener al hombre que quiera me ha elegido a mí, que yo soy su único amor. De todas formas, y pese a que he visto que en realidad no ha sido importante, su travesura no ha acabado de gustarme. No necesita darme celos, sabe que la amo más que a mi vida, que estaré pendiente de ella para siempre.
Ni la muerte podrá separarnos.



Jueves, 7 de junio.
¡Maldita sea! Ha jugado conmigo, me ha engañado. Ha hecho que enloquezca por ella y luego ha decidido tirarme como un trapo viejo al que no se le debe ni una última mirada antes de deshacerse de él.
Después de más de una semana sin venir, haciéndome sufrir sin saber nada de ella, por fin se ha dignado a aparecer. Obviamente buscando perdón y comprensión para su maldad, pero yo me he mostrado frío y distante, tanto como su magnífica presencia podía permitirme. Apenas ha estado veinte minutos y tras mirar el reloj se ha levantado y se ha marchado. Lo ha hecho para que la siguiese, claro, para que lo dejase todo y corriese en pos de ella como un vulgar perrillo faldero. Y si lo he hecho ha sido para que viese que me importa, que puedo perdonarla pero que también debe poner de su parte, no puedo ser el único que rema en esta relación, debe abandonar esa pose de vulgar reina de corazones que piensa que los hombres perderán la cabeza por ella. No puede prometerme amor eterno y después jugar con mis sentimientos de esta manera. He estado a punto de darle alcance, de hablarle y decirle que la perdonaba, que simplemente debía cambiar para mí, que debía conformarse solamente conmigo, que yo podía hacerla todo lo feliz que ella necesitaba. Pero justo entonces se ha dado cuenta de que la seguía; el cambio ha sido brutal, ha empezado a contonear las caderas como una furcia barata en busca de clientela. Se ha dado cuenta de que más hombres la miraban… ¡todos la miraban! Y no ha dudado un segundo en intentar seducirlos para hacerme daño, para que viese que no soy el único hombre en su vida. ¿Por qué hace eso? ¿Por qué quiere hacerme daño? ¿Tal vez piensa que no soy suficiente para ella? Seguro que es eso lo que piensa, que cualquiera podría ofrecerle más de lo que yo estoy dispuesto a darle. Y no sólo eso, si no que en un momento dado se ha parado y ha encendido un cigarro, ¡un cigarro! Sabe que no me gustan las mujeres fumadoras, que si ella me parecía especial era, entre otras muchas cosas, porque no tenía vicios estúpidos. La creía una diosa y me ha demostrado ser una fulana vulgar y corriente como todas las demás. Hablaré con ella. Ahora sé dónde vive, iré a verla y le explicaré cómo está la situación. Le daré una última oportunidad de enderezarse y de volver a ser la que era. Le daré la última oportunidad de amarme de verdad, con todo el corazón, con toda su voluntad como la mía propia, como yo me merezco.
Y si no es mía, no será de nadie.

Mar Vinat.

Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado septiembre 2012
    :eek::eek:y entonces:confused:
  • Mar VinatMar Vinat Anónimo s.XI
    editado septiembre 2012
    Sip... esa es precisamente la reacción que pretendía conseguir, eso y mostrar la alteración de la realidad completamente subjetiva de un individuo que podría ser el camarero que te sirve el café todas las mañanas, por ejemplo.
  • DragonDragon Lope de Vega s.XVII
    editado septiembre 2012
    Me ha acojonado.La próxima vez que me pida un café o una cerveza, intentaré ser lo más seria posible.Muy buen relato.Manejas la intriga y lo psicológico muy bien.Felicidades.Un saludo desde el sur.
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado septiembre 2012
    Parece que ser amable a veces da pie para que alguno desquiciados se monten en cada película y uno sin saberlo, :eek::eek:
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