Vivo para contar
aquello que alguna vez sucedió,
quizás en mis sueños, quizás en la realidad.
Vivo porque sí,
porque así me han dicho que debe ser.
Vivo porque el aire entra en mis pulmones,
y la cordura hay veces que se presta en mí.
Vivo
porque las ilusiones y los sueños están ahí
y vivo
porque aún hay una llama que no se ha apagado.
Comentarios
Un abrazo.
Saludos!