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Viaje

ZilamarZilamar Gonzalo de Berceo s.XIII
editado mayo 2008 en Terror
VIAJE

Desperté y todo mi cuerpo se estremecía, el sueño de la noche anterior debió haber sido intenso, seguramente una pesadilla no lo recuerdo o si tal vez, la última frase en la que una voz familiar repetía ¡NO VIAJES!.
Nunca he sido supersticioso debe ser el exceso de comida de la noche anterior, en la boda de Charles uno de mis mejores amigos, toque hasta casi desfallecer; nuevamente y a punto de quedarme dormido miré el reloj 8 en punto, mi bus para Guaranda salía a la 11 AM, tengo tiempo me dije, mi departamento estaba en San Blas.
Desperté con esa angustia y la advertencia que sonaba en mi cabeza “no viajes”, mire el reloj 10:20 AM, de un salto estuve en el baño tome una ducha, prepare la maleta y salí apresuradamente.
Hacía un sol espectacular camine a la parada a tomar el trole bus, extrañamente la sombra que proyectaba mi cuerpo parecía agrandarse y achicarse, en un momento me pareció ver dibujada una mueca, frote los ojos deben ser los efectos del alcohol me repetía.
Llegue rápidamente al terminal, tome el bus y me senté al final, el carro iba lleno, se subieron los infaltables vendedores tenia sed, tome agua y colas; pasamos Latacunga y Salcedo, el chofer no paraba quería ir al baño con urgencia.
Al fin paro en una gasolinera, fui al baño después de hacer una larga cola, cerré la puerta que alivio sentí. Extrañamente cuando intente salir no lo conseguí, se desato una tormenta de la nada gritaba y suplicaba, al parecer no me escuchaban, pude oír que el carro se iba, alguien vendrá a verme notaran mi ausencia, pero no fue así.
Me senté en la tasa del baño y una gota de agua cayo en mi cabeza, me quede dormido, al despertar estaba lleno de un líquido pegajoso que me inmovilizaba, la lluvia había cesado, los rayos del sol entraba al baño, de repente sentí en mi cabeza algo que se movía, comenzó a bajar lentamente, lleno de espanto observe que eran miles de animales provistos de tijeras en vez de patas, se paseaban por mi cuerpo, grite y llore desesperadamente. Vi que mi sombra se daba la vuelta y sonreía, esos animales espeluznantes con cabeza de hombre y cuerpo de araña, llenos de dientes afilados y ojos rojos comenzaron a cortarme.
Al principio no entendía lo que pasaba, un dolor horrible me sacudía, pero no sangraba, comprendí finalmente: ¡Estaban cortando mi sombra!
Una música celestial se acercaba, una esperanza nació en mi corazón, un dolor indescriptible me sobrecogió al escuchar que la música cambiaba de tono según esos animales lograban un corte, se hacía macabra, sudaba frío carcomiéndome los huesos, no podía escapar gritaba desesperadamente.
Oí unos pasos acercarse, sentí que mi sombra se levantaba finalmente a pesar de mis súplicas solo el dedo del corazón nos unía, trate de convencer a mi sombra que no me abandonara, ella reía.
No se cuando ni como esos animales volvieron a subir por el agujero que habían salido, la música se volvía más tétrica, estaba consternado lloraba, gritaba y reía.
Los pasos nuevamente se hacían más nítidos, la perrilla de la puerta comenzó a girar, rasparon la puerta como pezuñas de animal, mi sombra abrió la puerta me arrastraba, tenía los ojos cerrados, el resoplido de un animal me baño el rostro, mi sombra me obligo a abrir los ojos.
El espectáculo que vi, me atemorizo una multitud de personas vestidas como para un baile y una funesta banda los presidía, pero yo seguía unido a mi sombra, literalmente me arrastro ante el animal que resoplaba, era un hermoso e imponente unicornio negro con cuerpo de toro, para mi desgracia con su cuerno corto lo último que me sujetaba a mi sombra, de nada valieron mis súplicas y gimoteos.
La sombra daba saltos de gozo, tomo mi forma, fue como ver a mi otro yo, y se quedo con mi maleta esperando al bus.
Trate de escapar pero no pude, un sujeto vestido de arlequín, me dio un traje y me dijo enseguida te traemos un instrumento de música.
De repente un sujeto extraño y misterioso vestido de blanco y negro salió de la nada se monto en el unicornio y grito continúen.
Oí, una voz familiar que me llamaba: ¡Pedro!
Era la voz de mis sueños, lo recordé todo, esto ya lo había soñado, me acerque era mi tía, que había muerto hace poco, me miro a los ojos y lo que escuche fue:

- Te lo advertí, pero solo tú puedes tocar la guitarra eléctrica de esa manera.


FIN

:eek:
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