Algunas palabras, quizá.
Faltan repeticiones si quieres que sea un poema repetitivo (los hay preciosos ) o sobran si lo que pretendes es lo contrario. Está en un término medio ... no sé explicarlo mejor. Buscaré mis palabras para intentar explicarme mejor :o:o:o
Creo que soy una crítica fatal
Mira; es una manía mía ¿eh? es cosa mía y soy una analfabeta total, pero yo quitaría la expresión "Oh!"
Quiero ir con aquel a quien amo. No quiero calcular lo que cuesta. No quiero averiguar si es bueno. No quiero saber si me ama. Quiero ir con aquél a quien amo.
Si pudiera darte un instante de lo que soy te daría éste en que sólo puedo pensarte. Sí, te daría éste en pijama y calcetín y con ojos de sueño. Te abriría la puerta y te sentaría a mi lado y seguiría a lo mío como si tú no estuvieras y así me verías concentrándome en tus ojos, tus labios, tus palabras trepadoras que me siguen acariciando cuando ya no estás.
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí
y pasa sonriéndose y yo digo
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa
máscara del dolor,
y entonces pienso: -Acaso ella se ríe,
como me río yo.
XVI
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche
en ira y en piedad se anegó el alma
¡y entonces comprendí por qué se llora!
¡y entonces comprendí por qué se mata!
Pasó la nube de dolor... con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias.
XXII
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.
No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad. Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.
Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.
Tiemblo cuando creo que me falsifico.
Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa.
Claro que no, dije que iba a intentar acompañarte en armar una gran colección poética.
Es interesante como un poema puede interpelar al otro. Siempre hay un hilo que puede seguirse aún a través de distintos poetas..
Autopsicografía
El poeta es un fingidor. Finge tan completamente Que hasta finge que es dolor El dolor que de veras siente. Y quienes leen lo que escribe, Sienten, en el dolor leído, No los dos que el poeta vive Sino aquél que no han tenido. Y así va por su camino, Distrayendo a la razón, Ese tren sin real destino Que se llama corazón.
Sí; la poesía tiene el don de hacer grande y hermoso lo cotidiano Mágico.
-Cotidiana llegada-
Estoy aquí.
Pasa. Un momento y termino.
Algo difícil sobre consonantes
absurdas... ¿Hace frío?
¿Hace amor, lluvia, viento?
¿Qué me traes?
¿Hemos tenido hijos
esta noche? Siéntate. ¿Puedes?
Quito libros, papeles. Como siempre
la invasión de las letras
que ya trepan, ¿las ves?,
por paredes y techos.
Tienes las manos pálidas
y en tu cara
amanece el cansancio.
Deja que también pasen
los árboles, contigo,
el bosque, el mar, las grandes cataratas.
Esa ardilla que tengo aquí,
en el hombro,
me cuchichea brisas
y los pájaros llenan
de insurrección la casa.
¿Quieres café, un zumo, coca-cola?
La silla tiene flojos
los huesos, has de perdonarla,
ya es vieja... (¿Un ave lira?
¿La flor del Paraíso
a punto ya de ser manzana?
¡Qué detalle!)
Quiero que estés contento
de mí. Escribo mucho.
Tanto como querías tú.
¿Qué ocurre?
La niebla se interpone, no te veo.
Los pájaros te ocultan
y esas ramas me vuelven
parte del bosque. Habla.
Que te oigan mis hojas.
Que mis ojos vegetales
te sepan cerca. Tengo nidos
en los brazos y el pelo.
Llega una taza de café volando
del comedor, y a la terraza
le nace un sauce, ese árbol triste,
ese árbol que llora.
Confundo a todo el mundo contigo, vida mía, y llamo por tu nombre a todos, a cualquiera: en este ritmo vivo que llamamos el día, bajo tu prisma veo las aguas y la hoguera. Con todos me disculpo: “Perdón, le confundía con otro...”, y continúo con mi devanadera... ...y es que me has invadido de ganas alevosas de llamar por tu nombre al resto de las cosas.
Se abren puertas se descubren ventanas Un fuego se enciende y me deslumbra Todo se decide encuentro Criaturas que yo no he deseado.
He aquí el idiota que recibía cartas del exterior He aquí el anillo precioso que él creía de plata He aquí la mujer charlatana de cabellos blancos He aquí la muchacha inmaterial Incompleta y fea bañada de noche y de miseria Cargada de absurdas plantas silvestres Su desnudez su castidad sensibles de cualquier parte He aquí el mar y barcos sobre mesas de juego Un hombre libre otro hombre libre y es el mismo Animales exaltados ante el miedo con máscara de barro Muertos prisioneros locos todos los ausentes.
Pero tú por qué no estás aquí tú para despertarme.
Si me lo permites, contribuyo al post con otro poema de Miguel Hernández.
EL HAMBRE
Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.
El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.
Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.
Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.
Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.
Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.
No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.
En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.
(Emulando a Federico García Lorca) Estoy loca porque nadie podrá darme distancias, ni límites, ni futuros eso sólo yo puedo dármelos. Quiero que todas se enteren que estoy loca por no encontrar lo que yo buscaba. Lo busqué debajo de las piedras debajo de las raíces de la médula del aire y lo que encontré fue la verdad de las cosas equivocadas. Por eso estoy loca por no poder irme con el primer paisaje y volar mezclada con el amor el vuelo de siempre sobre mi lecho vacío. Por querer mi libertad mi amor humano, porque la aurora llegó y no la recibí en mi boca. Porque aquí en mi locura no hay mañanas ni esperanzas posibles sólo ese rumor de suicidio que anima mis madrugadas. Porque tengo océanos de ternura para aquellos que arrugaron mi corazón de niña y me negaron una vida más digna. Si, estoy loca porque amo a Tchaikhosky Jacobo Cárcamo Roque Dalton y a Morazán. Porque amo la luna el sol, las estrellas la música y las montañas. Porque amo a pucho a los niños a Walda y a Pink Floyd. Estoy loca porque me alimento de muerte y miseria en el guaro. Porque amo a Dios y admiro a Marx porque amo la paz de los cementerios. Mi locura señores es encontrarme pequeñas criaturas enterradas bajo pedazos de cartón Federico decía estos niños cuando se levantan parecen golondrinas con muletas. Esa es mi locura contrariar a chicos plásticos que leen Vanidades, Cosmopólitan y “Nuestra Tegucigalpa” Mi locura está en el humo asfixiante que me da la zona peatonal y el dolor cansado e infinito que me dio la calle real. Estoy loca porque salpicaron de lodo mis pupilas límpidas mientras esta agonía de dolor siempre quiere acostarse conmigo. Si, estoy loca de dolor de amor de rabia por mi impotencia por mi resistencia de cucaracha por los gemidos que golpean las ventanas de mi alma. Estoy loca por hacer rabiar a las señoronas ignorantes cada vez que sus maridos cornudos fijan sus ojos en mis tetas caídas sin sostén Que se enteren que mi locura sienta sus bases en decir casi siempre lo que pienso y si a veces callo es por no herir susceptibilidades o por consideración - ¡Qué esfuerzo Dios mío! - Estoy loca por desenmascarar a la gente y su indecencia por corruptos ladrones asesinos explotadores vende – patrias y sobre todo porque odio los prejuicios de aquellas y aquellos que sólo saben señalar mas no ven el tumor que tienen en la próstata y vagina. Por todas esas cosas que sé y me callo es que estoy loca.
A veces huyo por intrincados caminos construidos de palabras, que me llevan a los páramos de nadie. Durante breves momentos siendo este precario puente hacia los otros, con las palabras que me crecen como ramas en la boca, y me sacan de mi silueta de animal desnudo. Desde esta orilla solitaria agito mis palabras mínimas como banderas blancas entregadas a un sueño, y por algún tiempo logro fugarme en las palabras, hermosas.
Los días no contaban para mí,
bastaba la palabra.
Yo escuchaba en cuclillas cómo alguna palabra
conversaba con otra.
No contaban los días.
Pero extravié palabras y los días me siguieron de
cerca con sus largos abrigos.
Yo iba mirando el suelo.
“Ese no cuenta el cuento”, vaticinaron unos.
Yo no escuchaba a nadie, yo contaba con ellas.
Los días fueron como trapos mojados en los pies.
Habité días feroces porque perdí palabras.
Eran contadas y eran, al fin, las que contaban
El tiempo es implacable.
El que pierde palabras tiene los días contados.
Ella no fue, entre todas, la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.
Acaso fue porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana...
Y la estrella que brilla mas lejana
nos parece que tiene mas reflejos.
Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez mas sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.
Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.
Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.
Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.
Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor mas hondo y largo...
Nunca fue mía. No era la mas bella.
Otras me amaron más ... Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.
No unté mis ojos
con el paisaje de los tuyos,
ni desordené el día para que aparecieras,
ni he juntado tus ruidos con mi boca
para que no doliesen las preguntas,
ni siquiera
me llamo como dices, pero
puedes quedarte,
hay un poco de sopa, algo de vino,
y ahí afuera
está lloviendo en otro idioma.
La primera mirada por la ventana al despertarse,
el viejo libro vuelto a encontrar,
rostros entusiasmados,
nieve, el cambio de las estaciones,
el periódico,
el perro,
la dialéctica,
ducharse, nadar,
música antigua, zapatos cómodos,
comprender,
música nueva, escribir, plantar, viajar, cantar,
ser amable.
Bertolt Brecht
Para Shaianti, que me ha recordado la importancia de ser amables
Cuando lejos, muy lejos, en hondos mares,
en lo mucho que sufro pienses a solas,
si exhalas un suspiro por mis pesares,
mándame ese suspiro sobre las olas.
Cuando el sol con sus rayos desde el oriente
rasgue las blondas gasas de las neblinas,
si una oración murmuras por el ausente,
deja que me la traigan las golondrinas.
Cuando pierda la tarde sus tristes galas,
y en cenizas se tornen las nubes rojas,
mándame un beso ardiente sobre las alas
de las brisas que juegan entre las hojas.
Que yo, cuando la noche tienda su manto,
yo, que llevo en el alma sus mudas huellas,
te enviaré, con mis quejas, un dulce canto
en la luz temblorosa de las estrellas.
Mientras intento mejorar mis poemas (cosa que me llevará más tiempo que a Bush encontrar a Bin Laden...) quisiera aportar uno de mis favoritos. Negu, seguro que te gusta .
RIMA IV
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista.
Mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías
mientras haya en el mundo primavera
¡Habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista
mientras la Humanidad, siempre avanzando,
no sepa a do camina,
mientras haya un misterio para el hombre
¡Habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma,
sin que los labios rían.
Mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila.
Mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan.
Mientras haya esperanzas y recuerdos
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras el labio suspirando
al labio que suspira.
Mientras sentirse se puedan en un beso
dos almas confundidas.
Mientras haya una mujer hermosa.
¡Habrá poesía!
Ámame en mi locura.
Nuestro camino es el mismo, igual que nuestra vida.
Mi locura está poblada de maná paradisíaco.
Ámame así en mi ardor.
Sólo sé siempre sencilla
Como las palabras de mis versos.
Quiero ver al amanecer
Tu cuerpo salpicado por gotas de rocío.
Ámame en mi voluptuosidad:
En mi flaqueza, e incluso en la demencia,
El amor siempre nos mostrará el camino cierto
Llenando nuestro paraíso de un calor sin límite.
Ámame a pesar de los rechazos.
Nuestro camino es el mismo, al igual que nuestra vida.
Yo abriré todos los palacios,
Y a tus pies arrojaré
Todos los cetros y coronas
La carga agotadora
Todo lo que los creadores pueden dar.
Nadie recuerda un invierno tan frío como éste. Las calles de la ciudad son láminas de hielo. Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo. Las estrellas tan altas son destellos de hielo. Helado está también mi corazón, pero no fue en invierno. Mi amiga, mi dulce amiga, aquella que me amaba, me dice que ha dejado de quererme.
La primera mirada por la ventana al despertarse, el viejo libro vuelto a encontrar, rostros entusiasmados, nieve, el cambio de las estaciones, el periódico, el perro, la dialéctica, ducharse, nadar, música antigua, zapatos cómodos, comprender, música nueva, escribir, plantar, viajar, cantar, ser amable.
Bertolt Brecht
Para Shaianti, que me ha recordado la importancia de ser amables
Muchas gracias, Negu. Precioso cuadro. Los infinitivos me han recordado éste clásico, uno de mis preferidos:
Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso:
no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso:
huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño:
creer que el cielo en un infierno cabe; dar la vida y el alma a un desengaño, ¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.
Algún día te escribiré un poema que no
mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores,
que no tenga jazmines o magnolias.
Algún día te escribiré un poema sin pájaros,
sin fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.
Algún día te escribiré un poema que se limite
a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.
Sin comparaciones, sin metáforas;
algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.
Te digo que esta vez lo digo en serio.
No consigo dormir, me asusta el tiempo
que tengo que pasar sin ver tu risa
liviana apoderarse de la casa.
Noche tras noche vienes y me dejas
más sólo que la luna. Ese recuerdo
me basta para hacer un melodrama
del día que me espera, sin un beso
que llevarme a la boca. Mi mujer
no sospecha de ti; sólo pregunta
de dónde ese aire huérfano, esa leve
sonrisa que me vuelve transparente
me llegan
y hacia dónde me conducen.
Ya no voy a fingir. Hoy es el día.
Esta noche nos vemos para siempre.
Cruzaré en un descuido la pantalla.
Me quedaré contigo al otro lado.
Eduardo García
"Cruzaré en un descuido la pantalla.
Me quedaré contigo al otro lado."
Me parece,.... maravilloso.
Cruzar la pantalla.
¿Quién no lo ha deseado alguna vez?
¡Escríbeme qué llevas puesto! ¿Es cálido? ¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando? ¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo? ¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo? ¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan? ¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor? ¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno? ¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí? ¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti! ¡Y espero con ansiedad la respuesta! Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte. Si pasas hambre, no puedo darte de comer. Así que estoy como fuera del mundo, perdido, como si te hubiese olvidado
Anoche tuve audiencia con mi cuerpo, tu fantasma, mis señas personales: indagué en el desánimo, en el cerco de mis fiebres. Obsesos arenales me circundan y crecen hacia adentro. Me someten sus dunas, a las cuales rehúyo, añoro, niego, miento, encuentro, ofrendando el temblor de mis portales. Sin que medie la luna te poseo siguiendo de la sangre los puntales. Dichoso itinerario del deseo cuando abrevo mi sed en tus panales. Cuando el alba se apresta a desvestirse se despiden tus sombras, antes de irse.
Renée Ferrer
Buenos dias; feliz miércoles.
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]"...mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía..."
Antonio Machado
[/FONT]
Comentarios
Faltan repeticiones si quieres que sea un poema repetitivo (los hay preciosos ) o sobran si lo que pretendes es lo contrario. Está en un término medio ... no sé explicarlo mejor. Buscaré mis palabras para intentar explicarme mejor :o:o:o
Creo que soy una crítica fatal
Mira; es una manía mía ¿eh? es cosa mía y soy una analfabeta total, pero yo quitaría la expresión "Oh!"
¡Gracias, Negu! Ha sido un placer compartir todo esto contigo
Me ha encantado hablar contigo. De verdad.
Para l@s amig@s de los poemas.
Para tod@s.
Me parece, sencillamente,.... genial
Avisos clasificados
Se necesitan médicos y enfermeras.
Así anuncian los periódicos
Se necesitan sastres y modistas
¿Quién necesita poetas?
Dónde encontrar un aviso que diga:
"Invitamos poeta a domicilio
Porque se hizo intolerable
Explicarse en el lenguaje común.
Necesitamos palabras hermosas
Estamos dispuestos a entregar nuestras almas".
Deseo comprar finca.
Se necesitan vacas lecheras.
(23 de febrero de 1916)
Fedor Sologub
Quiero ir con aquel a quien amo.
No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo.
Bertolt Brecht
Buenos días. Egunon.
Feliz sábado.
Si pudiera darte un instante de lo que soy
te daría éste
en que sólo puedo pensarte.
Sí, te daría éste en pijama y calcetín
y con ojos de sueño.
Te abriría la puerta
y te sentaría a mi lado
y seguiría a lo mío como si tú no estuvieras
y así me verías concentrándome
en tus ojos, tus labios,
tus palabras trepadoras
que me siguen acariciando cuando ya no estás.
Carmen Beltrán
Feliz tarde de sábado
Buen día, hoy empiezo con tres de Becquer
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí
y pasa sonriéndose y yo digo
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa
máscara del dolor,
y entonces pienso: -Acaso ella se ríe,
como me río yo.
XVI
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche
en ira y en piedad se anegó el alma
¡y entonces comprendí por qué se llora!
¡y entonces comprendí por qué se mata!
Pasó la nube de dolor... con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias.
XXII
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.
No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir
brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad. Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.
Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa.
Te lo agradeceré, en serio.
Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.
Rafael Cadenas
Claro que no, dije que iba a intentar acompañarte en armar una gran colección poética.
Es interesante como un poema puede interpelar al otro. Siempre hay un hilo que puede seguirse aún a través de distintos poetas..
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.
Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.
Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.
Pessoa
Mágico.
-Cotidiana llegada-
Estoy aquí.
Pasa. Un momento y termino.
Algo difícil sobre consonantes
absurdas... ¿Hace frío?
¿Hace amor, lluvia, viento?
¿Qué me traes?
¿Hemos tenido hijos
esta noche? Siéntate. ¿Puedes?
Quito libros, papeles. Como siempre
la invasión de las letras
que ya trepan, ¿las ves?,
por paredes y techos.
Tienes las manos pálidas
y en tu cara
amanece el cansancio.
Deja que también pasen
los árboles, contigo,
el bosque, el mar, las grandes cataratas.
Esa ardilla que tengo aquí,
en el hombro,
me cuchichea brisas
y los pájaros llenan
de insurrección la casa.
¿Quieres café, un zumo, coca-cola?
La silla tiene flojos
los huesos, has de perdonarla,
ya es vieja... (¿Un ave lira?
¿La flor del Paraíso
a punto ya de ser manzana?
¡Qué detalle!)
Quiero que estés contento
de mí. Escribo mucho.
Tanto como querías tú.
¿Qué ocurre?
La niebla se interpone, no te veo.
Los pájaros te ocultan
y esas ramas me vuelven
parte del bosque. Habla.
Que te oigan mis hojas.
Que mis ojos vegetales
te sepan cerca. Tengo nidos
en los brazos y el pelo.
Llega una taza de café volando
del comedor, y a la terraza
le nace un sauce, ese árbol triste,
ese árbol que llora.
María Beneyto
Confundo a todo el mundo contigo, vida mía,
y llamo por tu nombre a todos, a cualquiera:
en este ritmo vivo que llamamos el día,
bajo tu prisma veo las aguas y la hoguera.
Con todos me disculpo: “Perdón, le confundía
con otro...”, y continúo con mi devanadera...
...y es que me has invadido de ganas alevosas
de llamar por tu nombre al resto de las cosas.
José Luis Pérez Pastor
Buenas noches.
Gabon
Se abren puertas se descubren ventanas
Un fuego se enciende y me deslumbra
Todo se decide encuentro
Criaturas que yo no he deseado.
He aquí el idiota que recibía cartas del exterior
He aquí el anillo precioso que él creía de plata
He aquí la mujer charlatana de cabellos blancos
He aquí la muchacha inmaterial
Incompleta y fea bañada de noche y de miseria
Cargada de absurdas plantas silvestres
Su desnudez su castidad sensibles de cualquier parte
He aquí el mar y barcos sobre mesas de juego
Un hombre libre otro hombre libre y es el mismo
Animales exaltados ante el miedo con máscara de barro
Muertos prisioneros locos todos los ausentes.
Pero tú por qué no estás aquí tú para despertarme.
Paul Éluard
puertos donde reír
como los marineros.
El mar de los que son.
El mar también elige
puertos donde morir.
Como los marineros.
El mar de los que fueron.
Miguel Hernández.
Buenos días.
Feliz domingo.
Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.
El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.
Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.
Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.
Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.
Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.
Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.
No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.
En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.
Mila ezker :)
De éso se trata ¿no? De compartir.
Juana la loca
(Emulando a Federico García Lorca)
Estoy loca
porque nadie podrá darme
distancias, ni límites, ni futuros
eso sólo yo puedo dármelos.
Quiero que todas se enteren
que estoy loca
por no encontrar lo que yo buscaba.
Lo busqué debajo de las piedras
debajo de las raíces
de la médula del aire
y lo que encontré
fue la verdad
de las cosas equivocadas.
Por eso estoy loca
por no poder irme con el primer paisaje
y volar mezclada con el amor
el vuelo de siempre
sobre mi lecho vacío.
Por querer mi libertad
mi amor humano,
porque la aurora llegó
y no la recibí en mi boca.
Porque aquí en mi locura
no hay mañanas
ni esperanzas posibles
sólo ese rumor de suicidio
que anima mis madrugadas.
Porque tengo océanos de ternura
para aquellos que arrugaron mi corazón de niña
y me negaron una vida más digna.
Si, estoy loca
porque amo a Tchaikhosky
Jacobo Cárcamo
Roque Dalton
y a Morazán.
Porque amo la luna
el sol, las estrellas
la música
y las montañas.
Porque amo a pucho
a los niños a Walda
y a Pink Floyd.
Estoy loca
porque me alimento de muerte
y miseria en el guaro.
Porque amo a Dios
y admiro a Marx
porque amo la paz
de los cementerios.
Mi locura señores
es encontrarme pequeñas criaturas
enterradas bajo pedazos de cartón
Federico decía
estos niños cuando se levantan
parecen golondrinas con muletas.
Esa es mi locura
contrariar a chicos plásticos
que leen Vanidades, Cosmopólitan
y “Nuestra Tegucigalpa”
Mi locura está
en el humo asfixiante
que me da la zona peatonal
y el dolor cansado e infinito
que me dio la calle real.
Estoy loca porque salpicaron de lodo
mis pupilas límpidas
mientras esta agonía de dolor
siempre quiere acostarse conmigo.
Si, estoy loca de dolor
de amor
de rabia por mi impotencia
por mi resistencia de cucaracha
por los gemidos que golpean
las ventanas de mi alma.
Estoy loca por hacer rabiar
a las señoronas ignorantes
cada vez que sus maridos cornudos
fijan sus ojos
en mis tetas caídas sin sostén
Que se enteren que mi locura
sienta sus bases
en decir casi siempre lo que pienso
y si a veces callo
es por no herir susceptibilidades
o por consideración
- ¡Qué esfuerzo Dios mío! -
Estoy loca
por desenmascarar
a la gente y su indecencia
por corruptos
ladrones
asesinos
explotadores
vende – patrias
y sobre todo
porque odio los prejuicios
de aquellas y aquellos
que sólo saben señalar
mas no ven el tumor
que tienen en la próstata
y vagina.
Por todas esas cosas
que sé y me callo
es que estoy loca.
Juana Pavón
por intrincados caminos
construidos de palabras,
que me llevan
a los páramos de nadie.
Durante breves momentos
siendo este precario puente
hacia los otros,
con las palabras
que me crecen como ramas
en la boca,
y me sacan
de mi silueta
de animal desnudo.
Desde esta orilla solitaria
agito mis palabras mínimas
como banderas blancas
entregadas a un sueño,
y por algún tiempo
logro fugarme
en las palabras,
hermosas.
Carmen Matute
Los días no contaban para mí,
bastaba la palabra.
Yo escuchaba en cuclillas cómo alguna palabra
conversaba con otra.
No contaban los días.
Pero extravié palabras y los días me siguieron de
cerca con sus largos abrigos.
Yo iba mirando el suelo.
“Ese no cuenta el cuento”, vaticinaron unos.
Yo no escuchaba a nadie, yo contaba con ellas.
Los días fueron como trapos mojados en los pies.
Habité días feroces porque perdí palabras.
Eran contadas y eran, al fin, las que contaban
El tiempo es implacable.
El que pierde palabras tiene los días contados.
Jorge Boccanera
Ella no fue, entre todas, la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.
Acaso fue porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana...
Y la estrella que brilla mas lejana
nos parece que tiene mas reflejos.
Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez mas sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.
Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.
Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.
Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.
Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor mas hondo y largo...
Nunca fue mía. No era la mas bella.
Otras me amaron más ... Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.
José Angel Buesa.
Buenas noches.
Feliz semana.
No unté mis ojos
con el paisaje de los tuyos,
ni desordené el día para que aparecieras,
ni he juntado tus ruidos con mi boca
para que no doliesen las preguntas,
ni siquiera
me llamo como dices, pero
puedes quedarte,
hay un poco de sopa, algo de vino,
y ahí afuera
está lloviendo en otro idioma.
Jorge Boccanera
Buenos días. Egunon.
Feliz semana.
La primera mirada por la ventana al despertarse,
el viejo libro vuelto a encontrar,
rostros entusiasmados,
nieve, el cambio de las estaciones,
el periódico,
el perro,
la dialéctica,
ducharse, nadar,
música antigua, zapatos cómodos,
comprender,
música nueva, escribir, plantar, viajar, cantar,
ser amable.
Bertolt Brecht
Para Shaianti, que me ha recordado la importancia de ser amables
Cuando lejos, muy lejos, en hondos mares,
en lo mucho que sufro pienses a solas,
si exhalas un suspiro por mis pesares,
mándame ese suspiro sobre las olas.
Cuando el sol con sus rayos desde el oriente
rasgue las blondas gasas de las neblinas,
si una oración murmuras por el ausente,
deja que me la traigan las golondrinas.
Cuando pierda la tarde sus tristes galas,
y en cenizas se tornen las nubes rojas,
mándame un beso ardiente sobre las alas
de las brisas que juegan entre las hojas.
Que yo, cuando la noche tienda su manto,
yo, que llevo en el alma sus mudas huellas,
te enviaré, con mis quejas, un dulce canto
en la luz temblorosa de las estrellas.
Julio Florez
RIMA IV
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista.
Mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías
mientras haya en el mundo primavera
¡Habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista
mientras la Humanidad, siempre avanzando,
no sepa a do camina,
mientras haya un misterio para el hombre
¡Habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma,
sin que los labios rían.
Mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila.
Mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan.
Mientras haya esperanzas y recuerdos
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras el labio suspirando
al labio que suspira.
Mientras sentirse se puedan en un beso
dos almas confundidas.
Mientras haya una mujer hermosa.
¡Habrá poesía!
Claro que me gusta.
Ámame en mi locura.
Nuestro camino es el mismo, igual que nuestra vida.
Mi locura está poblada de maná paradisíaco.
Ámame así en mi ardor.
Sólo sé siempre sencilla
Como las palabras de mis versos.
Quiero ver al amanecer
Tu cuerpo salpicado por gotas de rocío.
Ámame en mi voluptuosidad:
En mi flaqueza, e incluso en la demencia,
El amor siempre nos mostrará el camino cierto
Llenando nuestro paraíso de un calor sin límite.
Ámame a pesar de los rechazos.
Nuestro camino es el mismo, al igual que nuestra vida.
Yo abriré todos los palacios,
Y a tus pies arrojaré
Todos los cetros y coronas
La carga agotadora
Todo lo que los creadores pueden dar.
Fedor Sologub
Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.
Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.
Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.
No recuerdo un invierno tan frío como éste.
Ángel González
Buenas noches a todos.
Muchas gracias, Negu. Precioso cuadro. Los infinitivos me han recordado éste clásico, uno de mis preferidos:
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño:
creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.
Lope de Vega
Precioso poema
Algún día te escribiré un poema que no
mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores,
que no tenga jazmines o magnolias.
Algún día te escribiré un poema sin pájaros,
sin fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.
Algún día te escribiré un poema que se limite
a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.
Sin comparaciones, sin metáforas;
algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.
Darío Jaramillo.
Te digo que esta vez lo digo en serio.
No consigo dormir, me asusta el tiempo
que tengo que pasar sin ver tu risa
liviana apoderarse de la casa.
Noche tras noche vienes y me dejas
más sólo que la luna. Ese recuerdo
me basta para hacer un melodrama
del día que me espera, sin un beso
que llevarme a la boca. Mi mujer
no sospecha de ti; sólo pregunta
de dónde ese aire huérfano, esa leve
sonrisa que me vuelve transparente
me llegan
y hacia dónde me conducen.
Ya no voy a fingir. Hoy es el día.
Esta noche nos vemos para siempre.
Cruzaré en un descuido la pantalla.
Me quedaré contigo al otro lado.
Eduardo García
"Cruzaré en un descuido la pantalla.
Me quedaré contigo al otro lado."
Me parece,.... maravilloso.
Cruzar la pantalla.
¿Quién no lo ha deseado alguna vez?
¡Escríbeme qué llevas puesto! ¿Es cálido?
¡Escríbeme en qué duermes! ¿Es también blando?
¡Escríbeme qué aspecto tienes! ¿Sigue siendo el mismo?
¡Escríbeme qué echas de menos! ¿Mi brazo?
¡Escríbeme cómo te va! ¿Te respetan?
¡Escríbeme qué andan haciendo! ¿Tienes bastante valor?
¡Escríbeme qué haces tú! ¿Sigue siendo bueno?
¡Escríbeme en qué piensas! ¿En mí?
¡La verdad es que sólo tengo preguntas para ti!
¡Y espero con ansiedad la respuesta!
Cuando tú estás cansada, nada puedo llevarte.
Si pasas hambre, no puedo darte de comer.
Así que estoy como fuera del mundo,
perdido, como si te hubiese olvidado
Bertold Brecht
Increíble ¿no?
Buenas noches
Anoche tuve audiencia con mi cuerpo,
tu fantasma, mis señas personales:
indagué en el desánimo, en el cerco
de mis fiebres. Obsesos arenales
me circundan y crecen hacia adentro.
Me someten sus dunas, a las cuales
rehúyo, añoro, niego, miento, encuentro,
ofrendando el temblor de mis portales.
Sin que medie la luna te poseo
siguiendo de la sangre los puntales.
Dichoso itinerario del deseo
cuando abrevo mi sed en tus panales.
Cuando el alba se apresta a desvestirse
se despiden tus sombras, antes de irse.
Renée Ferrer
Buenos dias; feliz miércoles.
[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]"...mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía..."
Antonio Machado
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