Es el año 56 de la guerra de los siete reinos. El mundo como lo conocemos ahora, está dividido en siete partes o facciónes. La primera, llamada Humilis, compuesta por bárbaros que solo conocen el idioma de la guerra. La segunda, llamada Agnitionis es un reino neutral donde habitan los mayores sabios del mundo.
La tercer y cuarta facción se llaman Fertilis y Fortunatus. Son ciudades de comerciantes, inmenzamente ricas pero podrídas por la abaricia.
La quinta es llamada Demereo, y allí habitan guerreros con un alto código de honor, que tratan a la guerra como un arte.
La sexta facción es Egentis. Su gente es pobre, pero aún así tienen un gran entrenamiento militar desde jóvenes y son expertos en el robo.
Por último, la séptima facción y la más temible, se llama Dirus y está habitada por terribles dragones. Nadie que haya entrado allí ha sobrevivido.
Aunque esta guerra ha afectado grandes partes del mundo, aún hay lugares que no conocen el sufrimiento causado por esta guerra, como el pueblo de Virmgi, donde comienza nuestra historia.
Personajes activos:
Arya (ladrona humana de Egentis)
Elrad (monje humano sin facción)
Kirara (curandera humana-bestia de Demereo)
Mialë Silvanesty (Druida élfa sin facción)
Van (paladín humano de Demereo)
Auria (alquimista humana de Demereo)
Alexander (Caballero Hematomante sin facción)
Dreinn (Pícaro de Demereo)
Comentarios
Disculpa pero es para tener cada cosa en su sitio.
Saludos de Rocinante
Nombre (o apodo): Nombre con el que será llamado vuestro pj
Profesión: la clase de personaje (espadachin, lancero, paladín, mago blanco, nigrománte, mago elemental, etc. pueden inventarse profesiones, pero en caso de hacerlo describirla bien y no fliparse)
Raza: a que raza pertenece. pueden inventar, pero describan.
Aspécto físico: aquí describen a su personaje o cuelgan una foto
Perfil psicológico: aquí va la personalidad de su personaje
Facción a la que pertenece:
Breve historia del personaje:
Favor de no exagerar con sus personajes. El rol empezará cuando hayan por lo menos 4 personas anotadas (incluyéndome)
Nombre (o apodo): Arya
Profesión: ladrona
Raza: Humana
Aspécto físico:
Perfil psicológico: No suele hablar mucho con la gente, es reservada y, a veces, poco social.
Facción a la que pertenece: Egentis
Breve historia del personaje: tuvo una vida muy dura y huyo de su pueblo ya hace un año (cuando tenia 15) Ha ido viajando y sobreviviendo gracias a sus robos
Profesión: Monje (usa sus puños para pelear)
Raza: humana
Aspecto físico: (esta en chiquito pero me gusta igual xD)
Perfil psicológico: doble personalidad.
Facción: no recuerda
Historia: no recuerda
Profesión: Priest (o curandera)... profesión que conoce técnicas de curación, primeros auxilios y asistncia.
Raza: Humano-Bestia. Es una raza muy poco común, que nació cuando el dios de las bestias se enamoró de una humana y ella de la bestia. Dando origen a esta raza.
Aspécto físico: (con un par de modificaciones en paint :P). Es ciega de su ojo izquierdo, ya que antes de irse de su aldea, tuvo una feroz batalla contra su padre. No se ve bien en el dibujo... tiene un ojo de un color y otro de otro. El izquierdo es verde y el derecho rojo :P... tiene tan sólo 14 años.
Perfil psicológico: Es muy cariñosa y alegre. A veces se comporta como un gato y a veces como un ser humano. Esto lo hace inconcientemente, ya que la mitad de su vida vivió con animales y la otra mitad con seres humanos.
Facción a la que pertenece: Nació en Demereo, aunque ahora vaga sin rumbo.
Breve historia del personaje: Escapó de su facción porque sus padres querían obligarla a ser salvaje y sádica, cuando ella sólo quería ayudar a la gente y aprender a curar. Viaja con un enorme lobo llamado Kishin. Su mejor amigo, y el único animal salvaje al que no le teme.
Profesión: Druida (Los druidas no obtienen su poder dominando o controlando la naturaleza, sino fundiéndose con ella. Esta distinción es difícil de comprender en ocasiones para los habitantes de las ciudades. El druida suele ir de aventuras buscando conocimientos, especialmente sobre plantas y animales, y también para aumentar su poder; también son frecuentes los druidas que emprenden sus aventuras por encargo de otro druida, o por venganza contra quienes destruyen las cosas que ellos aman (a la naturaleza, sobre todo).
Los druidas aceptan las cosas horribles que ocurren en la naturaleza, pero no soportan las cosas antinaturales.
La magia de los druidas es muy parecida a la de los clérigos, sólo que no la obtienen de los dioses, sino de la naturaleza. Su magia, además, esté centrada en la naturaleza.)
Raza: Grougrach (Elfa Salvaje: son elfos de los bosques. Más elfos que los elfos oscuros, pero prefieren vivir en la intemperie antes que dentro de una carpa... ni te digo una casa!).
Aspécto físico:
Perfil psicológico: Típica druida: ajena por completo a la civilización y sus leyes. Es una criatura más del bosque. Sólo defenderá a su "manada", no tomará iniciativa alguna, pero siempre discutirá sobre la finalidad de los actos mundanos y banales de sus compañeros.
Facción a la que pertenece: Ajena a las facciones... es Neutral en todos sus aspectos. Es una nómade que viaja siempre junto a su fiel lobo plateado.
Breve historia del personaje: Mialë nació en la arboleda de Ehlona, en los bosques de Silverymoon, al norte de Cormanthor. Una vez cumplido su entrenamiento como druida, la joven grougrach (300... 400 años... no los cuenta... creo que ni sabe contar >_>) partió sin rumbo hacia el sur. Abandonó el continente de Faerün (sin importarle demasiado dónde se encontraba), en busca de un bosque donde pueda fundar su propia arboleda.
-¿Quién eres?
-Tu sabes quien soy. No seas tan distante; porque cuando estas solo soy en único allí para compartir tu soledad...
-Espera...
Desperté en una taberna. Estaba empapado en sudor. Me llevé la mano a la frente para secarla.
-¿Estás bien amigo?- me preguntó el tabernero dejando una botella de licor frente a mi-. Es cortesía de la casa.
Contesté con un cortante "si" y me tomé un largo trago del licor.
-¿De dónde eres amigo?- me preguntó el tabernero, tratando de dar conversación.
Esa era una buena pregunta. Traté de hacer memoria, pero en lugar de recuerdos obtuve una jaqueca que hizo que me cayera de la silla y que me tomara la cabeza con las manos, como si tratase de prevenir el dolor, pero sin efecto.
En medio de mi dolor, pude ver una imagen en mi mente. Se trataba de un templo con dos grandes estatuas de dragones en la entrada.
-Ese es el templo de Dirus.
-Eres el mismo que me habló en mis sueños ¿Quién eres?
-Mejor pregúntate quien eres tú.
Me puse a pensarlo... no recordaba quien era, ni de donde venía.
-¿Ya ves? No sabes ni quien eres.
-¿Y tu lo sabes? Respóndeme.
-Las respuestas que buscas están están en ese mismo templo. Ahora levántate.
Cuando recobré el conocimiento, estaba de pie en mitad de la taberna. El cantinero, al igual que todos los que estaban allí se me quedaron mirando de una forma demasiado extraña.
Sacudí mi cabeza rápidamente y salí corriendo de la taberna, queriendo escapar de esas malditas miradas.
- Al menos no estoy sola! No Kishin? *sonrie y acaricia a su lobo*
Seguí caminando por el extraño cendero, y me topé a la mitad del camino con una taberna. Seguramente había una ciudad cerca. Qué bien! ya me estaba escaseando la comida y los medicamentos. Había una parada segura. Mientras seguía pensando en mis cosas, no me di cuenta que comensé a caminar sin mirar al frente, por lo que no me sorprendió ser arremetida por un extraño chico. Cai al piso, y cuando abrí los ojos pude observar al extraño muchacho.
- Miauu! Fijate por donde andas! *se agarra la cabeza*
-¿Qué haces idiota? Mira por donde caminas.
Me levanté rápidamente y le tendí la mano a la persona con la que me había chocado. Me di cuenta que se trataba de una mujer bestia.
-¿Estás bien?- le pregunté.
-Mírala nada más... toda una preciosidad. Si que sabes encontrarlas.
-¿Qué dices?- dije en voz alta, refiriéndome a quien sea que había dicho eso.
- Gracias... emmm... extraño? Este cendero conduce a una ciudad? Tengo que hacer una parada y no se ni siquiera donde estoy, miauu *se rie*. Podrías ayudarme? Ah! perdón... me llamo Kirara *sonrie* soy... curandera. Y él es mi amigo Kishin *señala al lobo* sos la primer persona que veo desde hace mucho, vengo desde Demereo.
-Elrad.
-Mi nombre es Elrad, y soy un extranjero, así que tampoco sé donde esta nada en esta ciudad.
-¿Dónde diablos están tus modales? Acompáñala.
-¿Y que pasó con el templo? ¿No deberíamos apresurarnos para llegar allí?
-Amigo, que poco sabes del mundo. ¿Quiéres saber quien diablos eres? ¿O prefieres ser esta escoria que eres ahora que no saben que responder cuando le preguntan su propio nombre?
-¿Y que tiene que ver esta chica con esto?
-Esta chica te será de gran ayuda más tarde. Además, es demasiado hermosa para dejarla sola.
-Dime... Kirara- le dije a la mujer-bestia-. ¿Te... te gustaría que te acompañase? Así encontraríamos más facilmente lo que estás buscando.
-jejeje
- Si... está bien Elrad. *comienzan a caminar* Y vos de dónde sos? Qué sos?
*el lobo emite un extraño sonido* Ah! Es verdad. Como no tenés armas, seguramente sos un monje. Vimos a alguien parecido a vos en el camino, miauuu. Nos contó sobre unos lugares que quisiéramos visitar *sonrie*
En ese momento, se escucha un abrumador sonido.
*suspira* - Es verdad, miauuu, hace unos días que no comemos bien. *se toca la panza* Espero que la ciudad no esté muy lejos. *saca un pedazo de pan de su bolso y se come un pedaso pequeño* Querés? *le dice extendiendo lo que sobraba del pan y sonriendo*
-Los monjes son especialistas en el combate mano a mano. Tienen una gran fuerza muscular por lo que no necesitan armas. Al parecer dio justo en el clavo.
-Pues si, soy un monje, aunque uno novato- le contesté. No sabía como pelear siquiera así que lo mejor era parecer humilde-. ¿Y tu eres...?
- ...Soy curandera... A pesar de ser un bestia *sonrie* sé que funcionaría mejor como guerrera, pero me gusta ayudar a la gente, miau. Asi que sos novato? Bueno yo empesé con esto hace un tiempo, pero creo que también soy un poco novata... jeje... *se detienen* por fin.
Había una gran puerta que conducía a una ciudad.
- Siii!! Al fin! *agarra a Elrad del brazo y lo lleva corriendo hacia la ciudad muy alegre* Quiero algo de comer, y una cama y...*se detiene* dónde está toda la gente de este pueblo, miauu? *mira extrañada lo que sería el monumento principal y al rededor toda la ciudad completamente vacia*
El segundo lobo clavó sus ojos blanquecinos en los visitantes y gruñó levemente, adelantándose un paso al lobo, que parecía tener la capacidad extraordinaria de hablar.
El primer lobo comenzó a avanzar hacia la extraña pareja que se hallaba contemplando el monumento de la plaza central.
Lentamente caminaba sobre sus cuatro patas...
Luego en dos...
Comenzó a polimorfearse en una elfa, un poco más alta que los elfos tradicionales...
La transformación llegó a su fin una vez se aproximó al monje y a la sacerdotiza y, tras observarlos con indiferencia, aproximó una de sus manos al lobo salvaje, susurrándole palabras inentendibles mientras sonreía
CFR: lo de negrita son pensamientos... mi personaje piensa mucho y habla poco :P
Cuando abrí los ojos ya era de día. Llevaba un tiempo viajando sola por el sendero. Se me empezaban a acabar las provisiones que robé hacía ya unos días. Pero realmente no le daba gran importancia a la comida. Siempre encontraba a algún viajero al cual robar por los caminos. Realmente elegí un buen camino. No pasaba demasiada gente. Pronto debería ver una ciudad. Sumida en mis pensamientos vi a lo lejos las puertas de la ciudad. Paré de golpe.
-No puede ser que no me haya cruzado con nadie estando esto tan cerca. ¿Me habré equivocado de ciudad? Me acercaré a ver si hay algo para robar dentro.
Empecé a andar. Había alguien en las puertas. Eran extraños, y tenían algo parecido a una mascota. Había.. ¿lobos? No, uno se transformó en una elfa... ¿Se transformó? No entendía que pasaba pero me dirigí en silencio a las puertas y me apoyé en una para que no me vieran y esperar a entrar a robar sin ser vista.
-Eres un desgraciado amigo. Primero una mujer bestia, y ahora una bella elfa y una hemosa ladrona que se escondió en una casa para no ser vista. Tu si que eres bueno para esto.
-¿Qué? ¿De qué diablos estás hablando?
-No te avergüences. No hay nada de malo en tener a tres mujeres, y todas de diferentes razas.
-Déjate de juegos que este no es el momento.
-Oh vamos, maldito. No seas de mente cerrada. Escuché cosas de las elfas que te harían hervir la sangre.
Decidí ingorar sus comentarios y tomar yo mismo cartas en el asunto.
-Hey- le dije a la elfa que se nos acercó hace tan solo un momento-. ¿Quién eres y que buscas aquí?
-Es una druida, tarado.
-No fue eso lo que pregunté. Quiero saber su nombre y que hace aquí- le respondí a... ¿A quién pertenecía esta voz? ¿Y por qué seguía dándole charla?
- Elrad... te sentís bien, miauu? con quién estas hablando? *luego levanté la cabeza y observé al lobo que acompañaba a la Druida*
Si, el pánico empesó a imbadirme lentamente.
- Elrad... tengo miedo... miauuu *se esconde tras él y el lobo de Kirara se adelanta para protegerla* cuidado Kishin...
Di un paso al frente como si fuera a protegerla. En realidad no lo pensé, simplemente lo hice. Por alguna razón que ni yo conocía me sentía muy a gusto haciéndolo.
-Jejeje. Esto se pone divertído.
-Cáyate de una buena vez, ¿quieres?
NOTA de syl: pensamientos, entre () y offrol entre //
// Mialë ignoró por completo el llamado de atención Acaso importa?... -comenzó a decir cuando su interlocutor se interrumpió a sí mismo (y a éste... ¿qué le pasa?) -La druida miró al humano que posó en frente de la extraña criatura mitad humana mitad bestia cuando ésta soltó un chillido de terror. Aún sin entender demasiado el monólogo emisor-receptor del guerrero desarmado, la grougrach se acercó unos pasos a él y, mientras acariciaba al lobo extraño, bajó la mirada hasta posarla sobre la clérigo- me pareces un poco joven como para andar dando órdenes, muchacho... en todo caso, ustedes llegaron a este lugar, encontrándome yo en él... ¿no deberían ser ustedes quienes se presenten?
Miró nuevamente al joven humano confuso- preséntense ustedes tres... la chica-gato, tú y tu amigo invisible con quien hablas... (seguro es hechicería arcana... malditos magos y su sed de poder).
Addul percibió un sexto aroma... a poca distancia, imperceptible a sus ojos, pero no a su olfato. Gruñó a su acompañante druida, haciéndole notar que algo no andaba del todo bien.
-Vaya... ese hombre habla solo. ¿Será esquizofrénico?
Me apoyé en la pared, cerré los ojos y suspiré, rezando para que no me oyeran. Podía estar mucho tiempo de pie, ya había tenido que hacer cosas así para entrar a robar a alguna casa, pero realmente no me apetecía nada. Dejé de prestarles atención.
-¿Para qué atender a algo totalmente a mí? Lo que hagan los demás no me interesa.
Abrí los ojos y miré al cielo. Hacía un día maravilloso. Al menos sabía que no me pillaría una tormenta, como me pasó hace un mes...
-Escuchame bien, cuida-plantas. Mi nombre es Elrad Blackwolf y la próxima vez que te dirijas a mí me llamarás Señor. ¿Quedó claro? Y otra cosa: Cuando te hable bajas la cabeza.
Llevé rápidamente mis manos a mi boca. No puedo creer que dijera eso. O quizás no fui yo el que habló...
Casi imperceptiblemente, sin dejar de sonreír, añadió en un susurro- Addul ha detectado a alguien más, cerca, espiándonos... tengan cuidado
Me entró hambre. Debí comer antes de llegar. Qué momento más inoportuno. Sentí el cansancio del viaje. Realmente no dormí mucho las últimas noches. Empezaba a tener calambres en las piernas. Jamás me pasó nada parecido en un momento así. Por suerte no estaba en medio de un robo. Me senté apoyando la espalda en la pared. Cerré los ojos y me dormí con la confianza de que esos tipos no me descubrirían.
- Mi nombre es Kirara. Soy sacerdotisa y vengo de Demereo. Y tu lobo me da mucho miedo, miauuu. *pone cara de miedo* Es verdad. Alguien más está cerca. Puedo olerlo. *se escucha otro estruendo*
- Perdón, es mi estómago... Elrad tengo hambre... miauuu...
Caminé unos pasos olfateando por los alrededores. Luego me encontré con la persona que estaba en esa ciudad deshabitada por completo. Me agaché y puse mi cara cerca de la suya esperando asustarla cuando despertara. Pero... no se despertaba. Asi que decidí despertarla por mis propios medios. Ja!
- Hola!!! *grite*
Estaba durmiendo cuando una voz me despertó:
-Hola !!!
-Hola y adiós. Déjame dormir- susurré sin siquiera abrir los ojos. Estaba segura de que esos tipos no me dejaron dormir nada. Seguía agotada. Esperaba que me dejasen en paz, para poder quedarme sola y tener luego libertad para robar lo que pudiera.
No quería seguir hablando con este tipo, así que sacudí mi cabeza para despejar los pensamientos. Realmente su forma de ser me ponía los nervios de punta. Noté que Miale me estaba mirando así que le pregunté:
//mal pronunciado apropósito//
-¿Qué sabes de Dirus?
-Veo que no eres tan idiota como pensé. Esto se pondrá divertido
- Qué dicen si charlamos más tranquilos comiendo algo o tal vez en alguna posada? *dije sonriendo con ánimos de cortar la tensión en el ambiente*
Luego observé nuevamente a la chica durmiendo. Saqué el pedaso de pan que me quedaba en el bolso y volví a despertarla, dandole una palmadita en el hombro.
- Miauuu, tomá... sé lo que se siente estar muriendose de hambre... jejeje... *extendí el pan para ofrecerselo*
Mh... al parecer estamos quedándonos sin provisiones, compañero... ¿a quién le tocaba esta vez?- Preguntó mirando al lobo, que ladeó la cabeza emitiendo un gracioso y pequeño ahullido- Si si... yo cacé la liebre cerca de Fertilis... así que es tu turno Addul. Esta noche tendremos invitados a cenar, por lo que veo... así que trae alguna presa grande- Acarició la cabeza del lobo, sonriendo- ¿de acuerdo?
Addul ladró moviendo su cola, se giró y corrió hacia la espesura del bosque. Mientras, Mialë extrajo otro trozo de carne de otro de sus bolsillos, y la ofreció al lobo de la chica-gato.
Y ustedes... -refiriéndose a los tres extraños (incluyendo a la nueva humana)- ¿comen?