Muestra gráfica de cabeza humana en forma de coco
superpuesta sobre ella, que, para enfatizar el humor, se pueden añadir elementos adicionales, como ojos de sorpresa, boca sonriente o expresión
singular en el rostro.
Esto ilustra visualmente la conexión entre la forma
de la cabeza y el dicho humorístico de llamarla "coco".
Muestra gráfica de cabeza humana en forma de coco
superpuesta sobre ella, que, para enfatizar el humor, se pueden añadir elementos adicionales, como ojos de sorpresa, boca sonriente o expresión
singular en el rostro.
Esto ilustra visualmente la conexión entre la forma
de la cabeza y el dicho humorístico de llamarla "coco".
Muestra gráfica de cabeza humana en forma de coco
superpuesta sobre ella, que, para enfatizar el humor, se pueden añadir elementos adicionales, como ojos de sorpresa, boca sonriente o expresión
singular en el rostro.
Esto ilustra visualmente la conexión entre la forma
de la cabeza y el dicho humorístico de llamarla "coco".
Me encanta que veas dos cocos y yo veo dos Kiwis.
Ahora que lo dices, me fijé más y, efectivamente, son kiwis. Y yo juraría que que eran cocos
Muestra gráfica de cabeza humana en forma de coco
superpuesta sobre ella, que, para enfatizar el humor, se pueden añadir elementos adicionales, como ojos de sorpresa, boca sonriente o expresión
singular en el rostro.
Esto ilustra visualmente la conexión entre la forma
de la cabeza y el dicho humorístico de llamarla "coco".
Me encanta que veas dos cocos y yo veo dos Kiwis.
Ahora que lo dices, me fijé más y, efectivamente, son kiwis. Y yo juraría que que eran cocos
Kiwi
Coco
Si yo fuera un niño, me diría a mí mismo: "Antoñito, duérmete ya que, si no, viene el coco".
El kiwi más pequeño está lleno de fruta, de sabrosa pulpa y refrescante jugo. Se puede saborear en cócteles de frutas, solo o haciendo un refresco con él. En el caso del kiwi más grande, está lleno de sueños infantiles, de un futuro repleto de posibilidades de éxito, de desafíos ante la vida, de altas y bajas en este mundo que exige al cien por ciento para lograr los sueños y aspiraciones. Pero el kiwi grande no se preocupa por ahora de esto, ya que sueña con su inocencia infantil, dejando al tiempo lo que vendrá más adelante...
Aquel sendero era hermoso y solitario. La bruma me pegaba en la cara como tratando de despertarme. "Venga, abre los ojos o te darás de bruces en los árboles" - me decía.
La mañana era serena. El sol saldría dentro de una hora, pero yo debía estar en mi trabajo antes y mi confiable "cachureta" tendría que llevarme y traerme todo los días hasta el primer pago.
Se respiraba aire fresco. No había ni un solo vehículo. Fue extraño y mágico. Ver cómo el mundo se pone en pausa. Los humanos se van y la naturaleza inyecta belleza.
"Vamos. Otro día mirarás el paisaje. Hoy concéntrate en llegar a tiempo."
El asfalto, duro, denso y oscuro, contrasta con la
exuberancia de la flora que lucha por emerger entre sus grietas.
Mientras el inerte cemento domina con su frialdad, las
plantas desafían su firmeza con colores vibrantes y fragancias dulces.
Persistente es siempre la Madre Naturaleza para aferrarse a
cada resquicio, convirtiendo la monotonía urbana en un paisaje de vida en
constante lucha por abrirse paso.
Las pequeñas y grandes hojas verdes se alzan como señales de resistencia,
desafiando la dureza del entorno artificial.
Este contraste entre lo artificial y lo natural crea una
armonía inesperada, recordándonos la fuerza y la belleza de la vida.
En la dolorosa víspera de un día importante, había conseguido dormir por fin sin haberlo intentado, a una hora socialmente inaceptable por lo absurda. No hay hora absurda sin embargo en la verdad, pues cualquier momento era deseable, apropiado y agradecido para que Morfeo otorgase su abrazo de paz y tregua.
Recorría una carretera solitaria bajo el tejido de las ramas abrazándose. Sabía que una de las formas de invocar un sueño lúcido era acostumbrarse a hacerse varias veces, en estado de vigilia, la pregunta de si lo que vivía era real o un sueño... Así que, recordando esto, mientras caminaba bajo aquella bóveda verde se hizo esa pregunta... y al mirar sus manos, vio que no podía contar cuántos dedos tenía en cada una; ¡bravo! Sí, estaba soñando.
Hizo una prueba de campo en tiempo real. "Reloj de oro, aparece!". Y en su muñeca llevaba de pronto, como si ahí hubiera estado siempre, un reloj de pulsera que desde su imaginación pudo reconocer. Sonrió y siguió caminando.
Le llamó. Necesitaba decirle algo. Algo que le repetía sin cesar pero ya no podía ser oído en el mundo de la tierra; le preocupaba no haberlo transmitido, no haberlo dicho suficientes veces cuando aún podía hacerlo. Algo que esa persona no dejaba de oír desde el cielo a cada instante, sin embargo... cosa que en tan solo segundos le confirmaría, diciéndole a su padre que el único imposible más allá de la vida sería no tener certeza de ser amado por él.
Un veterinario odontólogo enfrentaría diferentes desafíos al
tratar los dientes de un cocodrilo.
Primero, la anatomía única de los dientes requiere unas
herramientas especializadas y un enfoque cuidadoso para evitar heridas y lesiones. Los
cocodrilos tienen dientes afilados y poderosos, lo que aumenta el riesgo para el odontólogo.
El tamaño y la fuerza de la mandíbula de este animal presentan desafíos
logísticos, y la atención odontológica requiere anestesia para garantizar la seguridad de las personas involucradas.
Trabajar en los dientes de un cocodrilo es una tarea compleja que
demanda habilidades especializadas y precauciones adicionales.
Lo que es indudable es que es el odontólogo que se preste para atender la dentadura de un cocodrilo, "se pondría las botas", crematísticamente hablando, porque son numerosos y grandes los dientes a tratar, consecuentemente las minutas serían cuantiosas.
A pesar de rumores, más o menos fundamentados, es arriesgado decir que la iglesia católica apoyó directamente al criminal Adolf Hitler.
Sin
embargo, durante el régimen nazi, hubo cierta colaboración silenciosa por parte de algún líder católico, especialmente en la sede católica de Alemania.
Lo que sabemos a través de historiadores es que la iglesia católica no condenó abiertamente el régimen nazi hasta después de la Segunda
Guerra Mundial.
Aunque ha salido a la luz que hubo casos de algunos curas-clérigo e incluso sacerdotes que se opusieron activamente al nazismo y ayudaron a las víctimas, la institución en su conjunto no tomó una postura
firme contra Hitler hasta más tarde en el conflicto.
Esa fotografía puede ser sensacionalista y engañosa.
Encima de una mesa con un mantel con dibujos de colores, se despliega un universo fotográfico en forma de miniatura: cámaras de distintos tamaños y marcas reposan junto a variedad de objetivos y accesorios.
Desde la clásica réflex hasta las compactas de última generación, cada cámara cuenta su propia historia de captura recreativa o técnica.
Los objetivos, con sus diferentes focales y aperturas, prometen unas perspectivas únicas y unos detalles nítidos.
Entre los accesorios, se hallan filtros para jugar al escondite con la luz, y varios estuches protectores para transportar los equipos.
Es esta una escena que invita a establecer una creatividad y a explorar el mundo a través del lente, capturando momentos inolvidables.
En un caluroso día estival, una joven rica heredera, ataviada con sombrero de la época y un conjunto de seda (inadecuados para una cacería menor), apunta a una tórtola en un paraje de su finca de tres mil hectáreas
Mientras, la señorita de compañía, con devoción maternal, la protege bajo un paraguas, para resguardarla del ardiente Sol de julio.
La escena desprende una extraña armonía, donde la Madre Naturaleza se une al noble deber. La heredera, con una destreza propia de un cazador profesional (genética de su abuelo paterno), emana estilo mientras las tórtolas la esquivan zigzagueando.
La señorita de compañía, con su gesto protector y cumpliendo a rajatablas con su cometido, simboliza el cuidado que rodea a la joven heredera.
Los políticos en general deberían ser agentes del progreso y el bienestar, pero algunos, demasiados, actúan en detrimento del desarrollo.
Destruir infraestructuras vitales como autopistas, pantanos y centrales eléctricas es una afrenta al avance socioeconómico y ambiental.
Estas reiteradas irresponsables acciones desestabilizan la economía, afectan la seguridad y perjudican el medio ambiente.
Sin duda, la corrupción, la negligencia o la falta de visión a largo plazo están detrás de tales actos destructivos. Aparte de fastidiar... ¿qué otro fin persiguen?
Es un imperativo que los líderes políticos actúen con total responsabilidad y en beneficio de la sociedad, preservando y fortaleciendo estas infraestructuras clave para el progreso sostenible.
La aristocracia francesa en pleno, arraigada en tradición y prestigio, otorga un homenaje ceremonial a la emblemática Torre Eiffel.
En un acto majestuoso, indumentarias de lujo de esmoquin y chaqués, bombín y bastón se congregan en torno a la icónica estructura que simboliza la grandeza de Francia.
Con gestos solemnes y ceremoniosos y con discursos elocuentes, celebran su herencia cultural y su rol en la historia nacional.
La Torre Eiffel, testigo silencioso de la evolución de la sociedad francesa, se erige como un faro de orgullo, uniendo pasado y presente en una muestra de respeto y admiración.
La excursión en el puente colgante era emocionante pero peligrosa. Cada paso resonaba sobre las tablas resquebrajadas, suspendidas sobre el abismo. El viento soplaba con fuerza, sacudiendo la estructura y desafiando la valentía de los aventureros.
A lo lejos, el rugido del río agregaba tensión al ambiente. Con cada balanceo, el corazón latía más rápido, la adrenalina fluía. Cada grieta era una advertencia silenciosa, cada movimiento era un paso hacia lo desconocido.
Pero al cruzar al otro lado, la vista panorámica recompensaba el riesgo, dejando una huella imborrable en la memoria de quienes se atrevieron.
Comentarios
Muestra gráfica de cabeza humana en forma de coco superpuesta sobre ella, que, para enfatizar el humor, se pueden añadir elementos adicionales, como ojos de sorpresa, boca sonriente o expresión singular en el rostro.
Esto ilustra visualmente la conexión entre la forma de la cabeza y el dicho humorístico de llamarla "coco".
Tomar la mejor actitud y reírse de todo.
Ahora que lo dices, me fijé más y, efectivamente, son kiwis. Y yo juraría que que eran cocos
Kiwi
Coco
Si yo fuera un niño, me diría a mí mismo: "Antoñito, duérmete ya que, si no, viene el coco".
Le toca a Carlos, después a Reyes, después a mí y después a Ohm, y así sucesivamente, ¿ok?
La mañana era serena. El sol saldría dentro de una hora, pero yo debía estar en mi trabajo antes y mi confiable "cachureta" tendría que llevarme y traerme todo los días hasta el primer pago.
Se respiraba aire fresco. No había ni un solo vehículo. Fue extraño y mágico. Ver cómo el mundo se pone en pausa. Los humanos se van y la naturaleza inyecta belleza.
"Vamos. Otro día mirarás el paisaje. Hoy concéntrate en llegar a tiempo."
El asfalto, duro, denso y oscuro, contrasta con la exuberancia de la flora que lucha por emerger entre sus grietas.
Mientras el inerte cemento domina con su frialdad, las plantas desafían su firmeza con colores vibrantes y fragancias dulces.
Persistente es siempre la Madre Naturaleza para aferrarse a cada resquicio, convirtiendo la monotonía urbana en un paisaje de vida en constante lucha por abrirse paso.
Las pequeñas y grandes hojas verdes se alzan como señales de resistencia, desafiando la dureza del entorno artificial.
Este contraste entre lo artificial y lo natural crea una armonía inesperada, recordándonos la fuerza y la belleza de la vida.
Venga, Carlos, te toca
En la dolorosa víspera de un día importante, había conseguido dormir por fin sin haberlo intentado, a una hora socialmente inaceptable por lo absurda. No hay hora absurda sin embargo en la verdad, pues cualquier momento era deseable, apropiado y agradecido para que Morfeo otorgase su abrazo de paz y tregua.
Recorría una carretera solitaria bajo el tejido de las ramas abrazándose. Sabía que una de las formas de invocar un sueño lúcido era acostumbrarse a hacerse varias veces, en estado de vigilia, la pregunta de si lo que vivía era real o un sueño... Así que, recordando esto, mientras caminaba bajo aquella bóveda verde se hizo esa pregunta... y al mirar sus manos, vio que no podía contar cuántos dedos tenía en cada una; ¡bravo! Sí, estaba soñando.
Hizo una prueba de campo en tiempo real. "Reloj de oro, aparece!". Y en su muñeca llevaba de pronto, como si ahí hubiera estado siempre, un reloj de pulsera que desde su imaginación pudo reconocer. Sonrió y siguió caminando.
Le llamó. Necesitaba decirle algo. Algo que le repetía sin cesar pero ya no podía ser oído en el mundo de la tierra; le preocupaba no haberlo transmitido, no haberlo dicho suficientes veces cuando aún podía hacerlo. Algo que esa persona no dejaba de oír desde el cielo a cada instante, sin embargo... cosa que en tan solo segundos le confirmaría, diciéndole a su padre que el único imposible más allá de la vida sería no tener certeza de ser amado por él.
TSFH: "Undying Love" (piano arrang. Mark Fowler) (youtube.com)
Aunque no me toca poner imagen, no quiero que este hilo se pare.
Un veterinario odontólogo enfrentaría diferentes desafíos al tratar los dientes de un cocodrilo.
Primero, la anatomía única de los dientes requiere unas herramientas especializadas y un enfoque cuidadoso para evitar heridas y lesiones. Los cocodrilos tienen dientes afilados y poderosos, lo que aumenta el riesgo para el odontólogo.
El tamaño y la fuerza de la mandíbula de este animal presentan desafíos logísticos, y la atención odontológica requiere anestesia para garantizar la seguridad de las personas involucradas.
Trabajar en los dientes de un cocodrilo es una tarea compleja que demanda habilidades especializadas y precauciones adicionales.
Lo que es indudable es que es el odontólogo que se preste para atender la dentadura de un cocodrilo, "se pondría las botas", crematísticamente hablando, porque son numerosos y grandes los dientes a tratar, consecuentemente las minutas serían cuantiosas.
¿Apoyó la iglesia católica el régimen nazi?
A pesar de rumores, más o menos fundamentados, es arriesgado decir que la iglesia católica apoyó directamente al criminal Adolf Hitler.
Sin embargo, durante el régimen nazi, hubo cierta colaboración silenciosa por parte de algún líder católico, especialmente en la sede católica de Alemania.
Lo que sabemos a través de historiadores es que la iglesia católica no condenó abiertamente el régimen nazi hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque ha salido a la luz que hubo casos de algunos curas-clérigo e incluso sacerdotes que se opusieron activamente al nazismo y ayudaron a las víctimas, la institución en su conjunto no tomó una postura firme contra Hitler hasta más tarde en el conflicto.
Esa fotografía puede ser sensacionalista y engañosa.
Desde la clásica réflex hasta las compactas de última generación, cada cámara cuenta su propia historia de captura recreativa o técnica.
Los objetivos, con sus diferentes focales y aperturas, prometen unas perspectivas únicas y unos detalles nítidos.
Entre los accesorios, se hallan filtros para jugar al escondite con la luz, y varios estuches protectores para transportar los equipos.
Es esta una escena que invita a establecer una creatividad y a explorar el mundo a través del lente, capturando momentos inolvidables.
En un caluroso día estival, una joven rica heredera, ataviada con sombrero de la época y un conjunto de seda (inadecuados para una cacería menor), apunta a una tórtola en un paraje de su finca de tres mil hectáreas
Mientras, la señorita de compañía, con devoción maternal, la protege bajo un paraguas, para resguardarla del ardiente Sol de julio.
La escena desprende una extraña armonía, donde la Madre Naturaleza se une al noble deber. La heredera, con una destreza propia de un cazador profesional (genética de su abuelo paterno), emana estilo mientras las tórtolas la esquivan zigzagueando.
La señorita de compañía, con su gesto protector y cumpliendo a rajatablas con su cometido, simboliza el cuidado que rodea a la joven heredera.
Y vuelta a lo mismo....
Los políticos en general deberían ser agentes del progreso y el bienestar, pero algunos, demasiados, actúan en detrimento del desarrollo.
Destruir infraestructuras vitales como autopistas, pantanos y centrales eléctricas es una afrenta al avance socioeconómico y ambiental.
Estas reiteradas irresponsables acciones desestabilizan la economía, afectan la seguridad y perjudican el medio ambiente.
Sin duda, la corrupción, la negligencia o la falta de visión a largo plazo están detrás de tales actos destructivos. Aparte de fastidiar... ¿qué otro fin persiguen?
Es un imperativo que los líderes políticos actúen con total responsabilidad y en beneficio de la sociedad, preservando y fortaleciendo estas infraestructuras clave para el progreso sostenible.
En un acto majestuoso, indumentarias de lujo de esmoquin y chaqués, bombín y bastón se congregan en torno a la icónica estructura que simboliza la grandeza de Francia.
Con gestos solemnes y ceremoniosos y con discursos elocuentes, celebran su herencia cultural y su rol en la historia nacional.
La Torre Eiffel, testigo silencioso de la evolución de la sociedad francesa, se erige como un faro de orgullo, uniendo pasado y presente en una muestra de respeto y admiración.
La excursión en el puente colgante era emocionante pero peligrosa. Cada paso resonaba sobre las tablas resquebrajadas, suspendidas sobre el abismo. El viento soplaba con fuerza, sacudiendo la estructura y desafiando la valentía de los aventureros.
A lo lejos, el rugido del río agregaba tensión al ambiente. Con cada balanceo, el corazón latía más rápido, la adrenalina fluía. Cada grieta era una advertencia silenciosa, cada movimiento era un paso hacia lo desconocido.
Pero al cruzar al otro lado, la vista panorámica recompensaba el riesgo, dejando una huella imborrable en la memoria de quienes se atrevieron.