¡Bienvenido/a!

Pareces nuevo por aquí. Si quieres participar, ¡pulsa uno de estos botones!

Sigamos pegando...

12628303132

Comentarios

  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV

    La canción del profeta

    Es profeta 
    hasta el junco
    hasta el agua y la noche:

    que me estoy muriendo.
    Oh, amor, aguja de reloj
    congelada en mi fuego,
    sólo
    soy
    un sonido de luna,
    y te llamo y te escucho
    en el eco
    del llanto.

    que me estoy muriendo.

    Manu Cáncer

  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV

    MAÑANA SERÁ UNA CANCIÓN

    Ab dol, ab gauig, ab mal, ab sanitat.
    Pere March


    Animal de recuerdos, lento y triste animal,
    ya no vives, sólo recuerdas. Ya no vives, sólo recuerdas
    haber vivido alguna vez en alguna parte.
    Felicidad suprema, la hora de escribir los versos.
    No los versos astillados, apresurados, que escribías,
    sino los versos solemnes —¿solemnes?— del recuerdo.
    Te permites recordar con un paisaje y todo:
    las butacas del cine, el film que se proyectaba,
    al que no hicisteis ningún caso, claro está;
    y evocas la Albereda, las ranas del río,
    las carcasas abriéndose en el cielo de la feria,
    toda Valencia en llamas la noche de San José
    mientras hacíais el amor en aquella terraza.
    Animal de recuerdos, lento y triste animal,
    ahora evocas y piensas en la carne fresca y suave
    por donde tus manos o tus besos andaban,
    la gloria de unas telas alegres y ligeras,
    los caballetes de tejas enmohecidas, la maleza
    que crecía, adorable, de pronto, entre unas tejas.
    Animal de recuerdos, lento y triste animal.

    Vicent Andrés Estellés

     

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Lo hace más atractivo para el lector la simpleza del vocabulario.

     :)

     
  • QuintiQuinti Juan Boscán s.XVI

    Banquete familiar

    Aquí,
    sin novia y con hermano
    casado hace muy poco (con problemas
    laborales pequeños y prolijos detalles
    sobre el piso), tú eres
    el convidado menos importante.

    Se te recuerda apenas que has de sentirte solo
    en la casa ya grande, con tus padres,
    o quizá te pregunten para cuándo
    será lo tuyo (pero
    a Lo Tuyo hoy no la han invitado).

    Mientras,
    tu hermano fuma y bebe con confianza,
    esgrimiendo el pitillo como un bastón de mando.
    Sabe tal vez que son copa y pitillo
    signos de alguna cosa,
    mínimos correlatos
    de la Declaración, de los Permisos,
    de las Letras del Coche y de la Esposa.

    Te queda tu papel: ser invisible
    y atento, sonreír y tomar nota
    de los temas viriles.
    Aprender.

    Seguro que el futuro te reserva
    a ti también mejor puesto en el clan,
    banquete con familia que aconseja,
    pitillo no casual, copa sin freno.

    Y a quién desplazarán tus asuntos domésticos?


    José Luis Piquero (1967-)

  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    El kimono

    Mi padre y mi madre eran sombras dispares
    que ahora, muertas, acaso se encuentran más.
    Yo recuerdo: él le regaló un kimono
    y ella lloró en silencio
    porque una gracia así
    no concordaba
    con su amor tan austero.

    En la espalda del kimono
    saltaba un salmón rojo.
    Sobre los hombros de mi madre, el pez
    parecía subir por la cascada de sus cabellos,
    hermosísimos y azulados cabellos
    de mestiza:
    Una bella imagen que ella no podía ver.

    Dígasela usted, padre,
    para que deje de llorar.

    José Watanabe
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado septiembre 2021
    Por el tiempo pasas

    Por el tiempo pasas, lo cruzas, sales de él,
    rozas la superficie de la muerte
    y distraída sigues hacia donde no sé si sigues.
    Eres tú la que cruzas el tiempo,
    la que aparta a la muerte como si se tratara de una cortina,
    la que se destapa el espejo como si se tratara de una lata de cerveza que luego te bebes y la arrojas vacía sobre el asfalto

    José Emilio Becerra
  • QuintiQuinti Juan Boscán s.XVI

    TABAQUERÍA                                             (Traducción: ÁLVARO DE CAMPOS)


    No soy nada.
    Nunca seré nada.
    No puedo querer ser nada.
    Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.

    Ventanas de mi cuarto,
    cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién son
    (y si lo supiesen, ¿qué sabrían?)
    Ventanas que dan al misterio de una calle cruzada constantemente por la gente,
    calle inaccesible a todos los pensamientos,
    real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
    con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
    con el de la muerte que traza manchas húmedas en las paredes,
    con el del destino que conduce al carro de todo por la calle de nada.

    Hoy estoy convencido como si supiese la verdad,
    lúcido como su estuviese por morir
    y no tuviese más hermandad con las cosas que la de una despedida,
    y la hilera de trenes de un convoy desfila frente a mí
    y hay un largo silbido
    dentro de mi cráneo
    y hay una sacudida en mis nervios y crujen mis huesos en la arrancada.

    Hoy estoy perplejo, como quien pensó y encontró y olvidó,
    hoy estoy dividido entre la lealtad que debo
    a la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
    y la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

    Fallé en todo.
    Como no tuve propósito alguno tal vez todo fue nada.
    Lo que me enseñaron
    lo eché por la ventana del traspatio.
    Ayer fui al campo con grandes propósitos.
    encontré sólo hierbas y árboles
    y la gente que había era igual a la otra.
    Dejo la ventana y me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?

    ¿Qué puedo saber de lo que seré, yo que no sé lo que soy?
    ¿Ser lo que pienso? ¡Pienso ser tantas cosas!
    ¡Y hay tantos que piensan ser esas mismas cosas que no podemos ser tantos!

    ¿Genio? En este momento
    cien mil cerebros se creen en sueños genios como yo
    y la historia no recordará, ¿quién sabe?, ni uno,
    y sólo habrá un muladar para tantas futuras conquistas.
    No, no creo en mí.
    ¡En tantos manicomios hay tantos locos con tantas certezas!
    Yo, que no tengo ninguna ¿puedo estar en lo cierto?
    No, en mí no creo.
    ¿En cuántas buhardillas y no-buhardillas del mundo
    genios-para-sí-mismos a esta hora están soñando?
    ¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
    -sí, de veras altas y nobles y lúcidas-
    quizá realizables,
    no verán nunca la luz del sol real ni llegarán a oídos de la gente?

    El mundo es para los que nacieron para conquistarlo
    no para los que sueñan que pueden conquistarlo, aunque tengan razón.
    He soñado más que todas las hazañas de Napoleón.
    He abrazado en mi pecho hipotético más humanidades que Cristo,
    he pensado en secreto más filosofías que las escritas por ningún Kant.
    Pero soy y seré siempre el de la buhardilla,
    aunque no viva en ella.
    Seré siempre el que no nació para eso.
    Seré siempre sólo el que tenía algunas cualidades,
    seré siempre el que aguardó que le abrieran la puerta frente a un muro que no tenía puerta,
    el que cantó el cántico del Infinito en un gallinero,
    el que oyó la voz de Dios en un pozo cegado.
    ¿Creer en mí? Ni en mí ni en nada.
    Derrame la naturaleza su sol y su lluvia
    sobre mi ardiente cabeza y que su viento me despeine
    y después que venga lo que viniere o tiene que venir o no ha de venir.
    Esclavos cardíacos de las estrellas,
    conquistamos al mundo antes de levantarnos de la cama;
    nos despertamos y se vuelve opaco;
    salimos a la calle y se vuelve ajeno,
    es la tierra y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.

    (Come chocolates, muchacha,
    ¡Come chocolates!
    Mira que no hay metafísica en el mundo como los chocolates,
    mira que todas las religiones enseñan menos que la confitería.
    ¡Come, sucia muchacha, come!
    ¡Si yo pudiese comer chocolates con la misma verdad con que tú los comes!
    Pero yo pienso y al arrancar el papel de plata, que es de estaño,
    echo por tierra todo, mi vida misma.)

    Queda al menos la amargura de lo que nunca seré,
    la caligrafía rápida de estos versos,
    pórtico que mira hacia lo imposible.
    Al menos me otorgo a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
    noble al menos por el gesto amplio con que arrojo,
    sin prenda, la ropa sucia que soy al tumulto del mundo
    y me quedo en casa sin camisa.

    (Tú que consuelas y no existes, y por eso consuelas,
    Diosa griega, estatua engendrada viva,
    patricia romana, imposible y nefasta,
    princesa de los trovadores, escotada marquesa del dieciocho,
    cocotte célebre del tiempo de nuestros abuelos,
    o no sé cual moderna -no acierto bien la cual-
    sea lo que seas y la que seas, ¡si puedes inspirar, inspírame!
    Mi corazón es un balde vacío.
    Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco,
    me invoco a mí mismo y nada aparece.
    Me acerco a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
    Veo las tiendas, la acera, veo los coches que pasan,
    veo los entes vivos vestidos que pasan,
    veo los perros que también existen,
    y todo esto me parece una condena a la degradación
    y todo esto, como todo, me es ajeno.)

    Viví, estudié, amé y hasta tuve fe.
    Hoy no hay mendigo al que no envidie sólo por ser él y no yo.

    En cada uno veo el andrajo, la llaga y la mentira.
    y pienso: tal vez nunca viviste, ni estudiaste, ni amaste, ni creíste
    (Porque es posible dar realidad a todo esto sin hacer nada de todo esto.)
    Tal vez has existido apenas como la lagartija a la que cortan el rabo
    Y el rabo salta, separado del cuerpo.

    Hice conmigo lo que no sabía hacer.
    Y no hice lo que podía.
    El disfraz que me puse no era el mío.
    Creyeron que yo era el que no era, no los desmentí y me perdí.
    Cuando quise arrancarme la máscara,
    la tenía pegada a la cara.
    Cuando la arranqué y me vi en el espejo,
    estaba desfigurado.
    Estaba borracho, no podía entrar en mi disfraz.
    Lo acosté y me quedé afuera,
    Dormí en el guardarropa
    como un perro tolerado por la gerencia
    por ser inofensivo.
    Voy a escribir este cuento para probar que soy sublime.

    Esencia musical de mis versos inútiles,
    quién pudiera encontrarte como cosa que yo hice
    y no encontrarme siempre enfrente de la Tabaquería de enfrente:
    Pisan los pies la conciencia de estar existiendo
    como un tapete en el que tropieza un borracho
    o la esterilla que se roban los gitanos y que no vale nada.


    (Continúa...)


    .
    .
    .
  • QuintiQuinti Juan Boscán s.XVI

    El Dueño de la Tabaquería aparece en la puerta y se instala contra la puerta.
    Con la incomodidad del que tiene el cuello torcido,
    con la incomodidad de un alma torcida, lo veo.
    El morirá y yo moriré.
    El dejará su rótulo y yo dejaré mis versos.
    En un momento dado morirá el rótulo y morirán mis versos.
    Después, en otro momento, morirán la calle donde estaba pintado el rótulo
    y el idioma en que fueron escritos los versos.
    Después morirá el planeta gigante donde pasó todo esto.
    En otros planetas de otros sistemas algo parecido a la gente
    continuará haciendo cosas parecidas a versos,
    parecidas a vivir bajo un rótulo de tienda,
    siempre una cosa frente a otra cosa,
    siempre una cosa tan inútil como la otra,
    siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
    siempre el misterio del fondo tan cierto como el misterio de la superficie,
    siempre ésta o aquella cosa o ni una cosa ni la otra.

    Un hombre entra a la Tabaquería (¿para comprar tabaco?),
    y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
    Me enderezo a medias, enérgico, convencido, humano,
    y se me ocurren estos versos en que diré lo contrario.

    Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
    y saboreo en el cigarro la libertad de todos los pensamientos.
    Fumo y sigo al humo con mi estela,
    y gozo, en un momento sensible y alerta,
    la liberación de todas las especulaciones
    y la conciencia de que la metafísica es el resultado de una indisposición.
    y después de esto me reclino en mi silla
    y continúo fumando.
    Seguiré fumando hasta que el destino lo quiera.

    (Si me casase con la hija de la lavandera
    quizá sería feliz).
    Visto esto, me levanto. Me acerco a la ventana.
    El hombre sale de la Tabaquería (¿guarda el cambio en la bolsa del pantalón?),
    ah, lo conozco, es Estevez, que ignora la metafísica.
    (El Dueño de la Tabaquería aparece en la puerta).
    Movido por un instinto adivinatorio, Estevez se vuelve y me reconoce;
    me saluda con la mano y yo le grito ¡Adiós, Estevez! y el universo
    se reconstruye en mí sin ideal ni esperanza 
    y el Dueño de la tabaquería sonríe.



    Fernando Pessoa


    ,
    ,
    ,
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    *José Carlos Becerra


    Aída, fusilemos la noche


    Aída, fusilemos la noche
    y la terrible
    miseria colectiva.
    Aquí tenemos estas cuatro manos
    y tenemos mi voz.
    Nos respaldan tus ojos
    y tu suave
    manera de ir queriéndome.
    Nos respalda esa sangre proyectada
    hasta el cuerpo del hijo.
    Nos respalda esta atmósfera
    este pan cotidiano
    y estas cuatro paredes
    que tutelan los besos.
    Rompamos, Aída, esta tormenta amarga.
    Hay que construir pañuelos con luceros
    para secar las lágrimas del hombre.
    Hay que llevar al niño
    a su música antigua.
    Hay que volver a fabricar muñecas
    y hay que sembrar maíz en las ciudades.
    Hay que dinamitar los rascacielos
    y dar lugar para que ascienda el trigo.
    Hay que hacer instrumentos de labranza
    con los buses urbanos.
    Aída, fusilemos la noche
    y esa horrible bandera.
    Aída, fusilemos la noche
    y los negros cañones
    y las bombas atómicas;
    fusilemos el odio
    y la terrible
    miseria colectiva.

    Roque Dalton
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    El salvadoreño Roque Dalton fue un buen poeta, periodista y ensayista, y también un activista político, que esa última actividad suya tuvo mucha culpa de que fuese asesinado. ¡Ay, la controvertida política, cómo no! 



     :(

     
  • QuintiQuinti Juan Boscán s.XVI
    Curriculum vitae
     
    Fui feliz en los bancos de la escuela,
    feliz en el cuartel y en el colegio,
    y en aquellos veranos sin más agua
    que la del pozo aquel del patio.
    Si tuve sinsabores
    supe olvidarlos al debido tiempo.
    Viajé en un tren colgante sobre un río
    entre bosques y fábricas,
    y en vaporcitos entre los canales
    de ciudades marinas.
    Fue azul mi vida como el mar,
    blanca como la nieve,
    y tuve, cómo no, mis horas bajas,
    de ésas que abren en el alma el surco,
    difícil de llenar, de los remordimientos


    Aquilino Duque

    ,
    ,
    ,
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    cehi dijo:


    El salvadoreño Roque Dalton fue un buen poeta, periodista y ensayista, y también un activista político, que esa última actividad suya tuvo mucha culpa de que fuese asesinado. ¡Ay, la controvertida política, cómo no! 



     :(

     
    Lo lamentable es que fuera asesinado por sus compañeros y la impunidad de los verdugos, no su activismo político en sí; sin este no se entiende su obra, que atraviesa y define su compromiso político.

    No hay que deplorar todas las formas de implicación política; sobre todo cuando, como en este caso, se trata de un compromiso ético y vital coherente, al margen de las consecuencias.

    La "controvertida política" es la controvertida vida, ni más ni menos. 
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado septiembre 2021
    Es tan raro el amor por uno mismo


    Sigo en la oscuridad sin rostro. Sufre

    el niño solitario que palpita en mis ojos,
    perdido en la espiral de la congoja.
    Él nada pide, escucha un porvenir desnudo.
    Está oscuro y ausente y ya no me sonríe.
    No sé cómo inducirlo a la alegría
    Con mis lágrimas calla y no puede dormir.

    Parte soy de la niebla que no me ama.
    Un latido delgado me anuda a lo que vivo,
    ya no sabe si soy lo que aún soy
    o soy lo que me niega tercamente.
    Es tan raro el amor por uno mismo
    que en su frontera tiembla con su envés
    y a veces se intercambia o se suprime.
    ¿Cómo entender entonces la súbita piedad,
    la sinrazón de un odio que a veces se conmueve
    mostrándome su helada transparencia?


    Justo Jorge Padrón
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado septiembre 2021
    Canción de cuna

    ¿Es grande el mundo? —Es grande. Del tamaño del miedo.
    ¿Es largo el tiempo? —Es largo. Largo como el olvido.
    ¿Es profunda la mar? —Pregúntaselo al náufrago.
    (El Tentador sonríe. Me acaricia el cabello
    y me dice que duerma.)


    Rosario Castellanos
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado octubre 2021
    Felices los normales 
     
     A Antonia Eiriz 
     
    Felices los normales, esos seres extraños. 
    Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, 
    Un hijo delincuente, 
    Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida, 
    Los que no han sido calcinados por un amor devorante, 
    Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa 
     Y un poco más, 
    Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros, 
    Los satisfechos, los gordos, los lindos, 
    Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí, 
    Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura, 
    Los flautistas acompañados por ratones, 
    Los vendedores y sus compradores, 
    Los caballeros ligeramente sobrehumanos, 
    Los hombres vestidos de truenos y las mujeres 
     de relámpagos, 
    Los delicados, los sensatos, los finos, 
    Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles. 
    Felices las aves, el estiércol, las piedras. 
     
    Pero que den paso a los que hacen los mundos 
     y los sueños, 
    Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan 
    Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más 
     borrachos 
    que sus padres y más delincuentes que sus hijos. 
    Que les dejen su sitio en el infierno, y basta. 

    Roberto Fernández Retamar
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    El tal Roberto Fernández se ha despachado a su gusto en sus "Felices Normales"

     :)

     
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    cehi dijo:


    El tal Roberto Fernández se ha despachado a su gusto en sus "Felices Normales"

     :)

     
    Es poquito exagerado, sí. Ya se sabe que en poesía hay que "posturear" y mentir mucho para decir la verdad. 


    Me hacen reír tus comentarios 😂

  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    A mis hijas

    Hijas: muy poco les he escrito,
    y hoy lo hago de prisa.
    Quiero decirles
    que si también este momento pasa
    y puedo estar de nuevo con ustedes,
    en el sillón, oyendo el radio,
    cómo vamos a reírnos de estas cosas,
    de estos versos y de estas botas,
    y de la cara que ponían algunos,
    y hasta del traje que ahora llevo.

    Pero si esto no pasa,
    y no hay sillón para estar juntos,
    y no vuelven las botas,
    sepan que no podía
    actuar de otra manera.

    Estén contentas de ese nombre
    que arrastran como un hilo
    por papeles.

    Disfruten de estar vivas,
    que es cosa linda,
    como nosotros lo hemos disfrutado.

    Quieran mucho las cosas.
    Y recuérdenme alguna vez,
    con alegría.

    Roberto Fernández Retamar


    Este me ha calado más, será seguramente porque lo ha leído mi vena de padre, y precisamente dedicado a sus hijas, que yo tengo seis hembras, que adoro a todas ellas, y ellas a su vez me elevan a los altares. Reciprocidad: bonita palabra, especial para mí.

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Sarasvati

    Me hacen reír tus comentarios 😂

    El mejor requiebro que me pueden echar. Y yo, feliz por arrancar risas o sonrisas, tan necesarias y a la vez tan escasas en los tiempos que corren

     :) 


  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado octubre 2021
    cehi dijo:


    A mis hijas

    Hijas: muy poco les he escrito,
    y hoy lo hago de prisa.
    Quiero decirles
    que si también este momento pasa
    y puedo estar de nuevo con ustedes,
    en el sillón, oyendo el radio,
    cómo vamos a reírnos de estas cosas,
    de estos versos y de estas botas,
    y de la cara que ponían algunos,
    y hasta del traje que ahora llevo.

    Pero si esto no pasa,
    y no hay sillón para estar juntos,
    y no vuelven las botas,
    sepan que no podía
    actuar de otra manera.

    Estén contentas de ese nombre
    que arrastran como un hilo
    por papeles.

    Disfruten de estar vivas,
    que es cosa linda,
    como nosotros lo hemos disfrutado.

    Quieran mucho las cosas.
    Y recuérdenme alguna vez,
    con alegría.

    Roberto Fernández Retamar


    Este me ha calado más, será seguramente porque lo ha leído mi vena de padre, y precisamente dedicado a sus hijas, que yo tengo seis hembras, que adoro a todas ellas, y ellas a su vez me elevan a los altares. Reciprocidad: bonita palabra, especial para mí.

     :)

     

    Seis hijas (hembras) es un número rotundo 😀

    Y si has conseguido dicha reciprocidad con todas ellas es porque bastantes cosas has hecho bien de tu parte. 

    Es un poema entrañable, muy bonito. 



    "El mejor requiebro que me pueden echar. Y yo, feliz por arrancar risas o sonrisas, tan necesarias y a la vez tan escasas en los tiempos que corren" 

    A menudo me sacas alguna sonrisa, que nunca es moco de pavo y no me viene nada mal. Se agradece :) 


  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    Se ha ido hace unos días Francisco Sánchez Bautista, poeta murciano.
    Menciono lo de murciano porque era un poeta "del terruño" (y por paisano). 


    A TERESA (mi mujer) 

    Triunfará del olvido tu hermosura
    por la magia del verso que te glosa.
    ¿Fue tan bella- dirá alguna envidiosa-
    como dice el poeta en su escritura?
    Ni grande ni pequeña de estatura;
    proporcionada en todo y cada cosa.
    Jamás le faltó su ángel; fue graciosa
    desde niña hasta anciana su figura.
    Y sus ojos melosos de ciruela
    y su boca de guinda apresurada
    y su pelo briznado de canela
    y su acento de tórtola encelada
    y su andar agraciado de gacela
    me tendieron de amor esta emboscada.





  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Sarasvati dijo:

    Seis hijas (hembras) es un número rotundo 😀

    Y si has conseguido dicha reciprocidad con todas ellas es porque bastantes cosas has hecho bien de tu parte. 

    Es un poema entrañable, muy bonito. 



    "El mejor requiebro que me pueden echar. Y yo, feliz por arrancar risas o sonrisas, tan necesarias y a la vez tan escasas en los tiempos que corren" 

    A menudo me sacas alguna sonrisa, que nunca es moco de pavo y no me viene nada mal. Se agradece :) 



    Y cuando a las seis engendré, al igual que a los dos varones, ya teníamos en casa radio y televisión, incluso en color. Esto va por ese manido dicho de la jerga de calle de... "claro, como en la casa no tienen radio... pues eso"  :). Noblemente reconozco que no he tenido la oportunidad de ser un buen marido (mucho negocio, muchos viajes profesionales, muchas reuniones...), pero presumo de haber sido y de ser aún un buen padre. El mayor patrimonio o herencia que les dejaré a todos mis hijos es mucho amor y protección hacia ellos y estudios superiores universitarios. Y, claro, la reciprocidad (preciosa palabra) sale disparada del corazón.

    Me satisface leerte que te saco sonrisas

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Francisco Sánchez Bautista
    Poema al río Chícamo


    Río Chícamo, pequeño
    río que cruza Abanilla
    entre jarales, retamas
    y un lecho de duras guijas
    entre erosionadas gredas
    por donde el agua camina
    gorgoteante, deliciosa,
    lenta, transparente y limpia,
    escoltada de olivares
    y rodales de hortalizas
    y empenachadas palmeras
    haciéndole de vigías.

    El agua baja filtrada
    desde El Cantón y Barinas,
    y el Chícamo la recoge
    con necesaria avaricia
    acumulando arroyuelos
    y aprovechando avenidas
    entre apretados oasis
    de árboles que fructifican:
    albarillos, tapalahojas,
    peras, dátiles, fresquillas;
    lo vegetal hecho azúcar
    al sol puro de Abanilla.

    Cómo alegras nuestros ojos
    río de presencia mínima,
    alivio de secarrales
    cuando la sed los hostiga.
    Por ti se hacen más hermosas
    estas vegas escondidas
    entre gredosos barrancos
    que hablan de geologías
    hechas ramblas, pedregales
    y leves escorrentías,
    que a través del tiempo han hecho
    perenne germen de vida.

    Río Chícamo, pequeño
    de nombre y de gracia esquiva,
    aquel que a tu lado pasa
    y en tus márgenes medita,
    asombrado se pregunta:
    ¿Dónde tú entraña nutricia,
    río casi arroyo, charco
    de agua emergente, o sumida
    entre oscuros minerales
    que con tu paso haces rica
    y jubilosa la tierra
    con sus dulces aguas mínimas?

    Hijo de los manantiales
    y de las fuentes exiguas;
    oriundo de envenamientos
    y aprendiz de fontanillas.
    Por tu gracia tiene el ave
    breñal donde nidifica
    y un refugio de humedales
    donde la esquiva limícola
    y el picoverde, y el mirlo,
    y el laudino y la zurita,
    vienen a beber sus aguas
    cuando abrasa la canícula.

    ¡Río Chícamo, tú llevas
    en tu pequeñez la vida!





  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    editado octubre 2021
    cehi dijo:
    Sarasvati dijo:

    Seis hijas (hembras) es un número rotundo 😀

    Y si has conseguido dicha reciprocidad con todas ellas es porque bastantes cosas has hecho bien de tu parte. 

    Es un poema entrañable, muy bonito. 



    "El mejor requiebro que me pueden echar. Y yo, feliz por arrancar risas o sonrisas, tan necesarias y a la vez tan escasas en los tiempos que corren" 

    A menudo me sacas alguna sonrisa, que nunca es moco de pavo y no me viene nada mal. Se agradece :) 



    Y cuando a las seis engendré, al igual que a los dos varones, ya teníamos en casa radio y televisión, incluso en color. Esto va por ese manido dicho de la jerga de calle de... "claro, como en la casa no tienen radio... pues eso"  :). Noblemente reconozco que no he tenido la oportunidad de ser un buen marido (mucho negocio, muchos viajes profesionales, muchas reuniones...), pero presumo de haber sido y de ser aún un buen padre. El mayor patrimonio o herencia que les dejaré a todos mis hijos es mucho amor y protección hacia ellos y estudios superiores universitarios. Y, claro, la reciprocidad (preciosa palabra) sale disparada del corazón.

    Me satisface leerte que te saco sonrisas

     :)

     
    Con radio y la tele en color, hay que ver. ¿Y con internet? 😂  Algo ha pasado, porque la tasa de natalidad ha caído en picado desde entonces.

     El matrimonio, o la pareja, es un terreno propio, diferente, dentro de la familia. Pero educar, querer y proveer a ocho hijos ya es cumplir sobradamente con la vida familiar y afectiva, que rara vez es plena y menos "perfecta".
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    cehi dijo:


    Francisco Sánchez Bautista
    Poema al río Chícamo


    Río Chícamo, pequeño
    río que cruza Abanilla
    entre jarales, retamas
    y un lecho de duras guijas
    entre erosionadas gredas
    por donde el agua camina
    gorgoteante, deliciosa,
    lenta, transparente y limpia,
    escoltada de olivares
    y rodales de hortalizas
    y empenachadas palmeras
    haciéndole de vigías.

    El agua baja filtrada
    desde El Cantón y Barinas,
    y el Chícamo la recoge
    con necesaria avaricia
    acumulando arroyuelos
    y aprovechando avenidas
    entre apretados oasis
    de árboles que fructifican:
    albarillos, tapalahojas,
    peras, dátiles, fresquillas;
    lo vegetal hecho azúcar
    al sol puro de Abanilla.

    Cómo alegras nuestros ojos
    río de presencia mínima,
    alivio de secarrales
    cuando la sed los hostiga.
    Por ti se hacen más hermosas
    estas vegas escondidas
    entre gredosos barrancos
    que hablan de geologías
    hechas ramblas, pedregales
    y leves escorrentías,
    que a través del tiempo han hecho
    perenne germen de vida.

    Río Chícamo, pequeño
    de nombre y de gracia esquiva,
    aquel que a tu lado pasa
    y en tus márgenes medita,
    asombrado se pregunta:
    ¿Dónde tú entraña nutricia,
    río casi arroyo, charco
    de agua emergente, o sumida
    entre oscuros minerales
    que con tu paso haces rica
    y jubilosa la tierra
    con sus dulces aguas mínimas?

    Hijo de los manantiales
    y de las fuentes exiguas;
    oriundo de envenamientos
    y aprendiz de fontanillas.
    Por tu gracia tiene el ave
    breñal donde nidifica
    y un refugio de humedales
    donde la esquiva limícola
    y el picoverde, y el mirlo,
    y el laudino y la zurita,
    vienen a beber sus aguas
    cuando abrasa la canícula.

    ¡Río Chícamo, tú llevas
    en tu pequeñez la vida!





    Leí su "Elegía del Sureste" y no es exagerado asociarlo a Machado, o a Miguel Hernández. Un gran poeta.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII
    Sarasvati dijo:
    cehi dijo:
    Sarasvati dijo:

    Seis hijas (hembras) es un número rotundo 😀

    Y si has conseguido dicha reciprocidad con todas ellas es porque bastantes cosas has hecho bien de tu parte. 

    Es un poema entrañable, muy bonito. 



    "El mejor requiebro que me pueden echar. Y yo, feliz por arrancar risas o sonrisas, tan necesarias y a la vez tan escasas en los tiempos que corren" 

    A menudo me sacas alguna sonrisa, que nunca es moco de pavo y no me viene nada mal. Se agradece :) 



    Y cuando a las seis engendré, al igual que a los dos varones, ya teníamos en casa radio y televisión, incluso en color. Esto va por ese manido dicho de la jerga de calle de... "claro, como en la casa no tienen radio... pues eso"  :). Noblemente reconozco que no he tenido la oportunidad de ser un buen marido (mucho negocio, muchos viajes profesionales, muchas reuniones...), pero presumo de haber sido y de ser aún un buen padre. El mayor patrimonio o herencia que les dejaré a todos mis hijos es mucho amor y protección hacia ellos y estudios superiores universitarios. Y, claro, la reciprocidad (preciosa palabra) sale disparada del corazón.

    Me satisface leerte que te saco sonrisas

     :)

     
    Con radio y la tele en color, hay que ver. ¿Y con internet? 😂  Algo ha pasado, porque la tasa de natalidad ha caído en picado desde entonces.

     El matrimonio, o la pareja, es un terreno propio, diferente, dentro de la familia. Pero educar, querer y proveer a ocho hijos ya es cumplir sobradamente con la vida familiar y afectiva, que rara vez es plena y menos "perfecta".

    No, Internet a partir de mi sexto hijo (hija en este caso, Candela).

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII

    Sarasvati

    ...no es exagerado asociarlo a Machado, o a Miguel Hernández. Un gran poeta.

    Hombre, Machado era punto y aparte. Para mí, el único que quizás lo igualaba o quizás lo superaba era el grandísimo Federico García Lorca, porque éste era punto aparte de los apartes. Fíjate el legado que ha dejado, y eso que lo fusilaron cuando solo tenía 38 años, y no solo era reconocido como un enorme poeta en España, también en Europa, África y América, tanto en Norteamérica (sobre todo en Nueva York) como en Sudamérica (Argentina, Uruguay, Paraguay, Cuba...)

    ¿Imaginas hasta dónde hubiese llegado Lorca de haber alcanzado los 70 o 75 años, o más?  

     :) 


  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    cehi dijo:

    Sarasvati

    ...no es exagerado asociarlo a Machado, o a Miguel Hernández. Un gran poeta.

    Hombre, Machado era punto y aparte. Para mí, el único que quizás lo igualaba o quizás lo superaba era el grandísimo Federico García Lorca, porque éste era punto aparte de los apartes. Fíjate el legado que ha dejado, y eso que lo fusilaron cuando solo tenía 38 años, y no solo era reconocido como un enorme poeta en España, también en Europa, África y América, tanto en Norteamérica (sobre todo en Nueva York) como en Sudamérica (Argentina, Uruguay, Paraguay, Cuba...)

    ¿Imaginas hasta dónde hubiese llegado Lorca de haber alcanzado los 70 o 75 años, o más?  

     :) 



    Entre esos dos nombres yo incluiría siempre a Miguel Hernández.
    Me gustan muchísimo Lorca y Machado, pero mi favorito es M. Hernández. 
  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV

    Del antiguo camino a lo largo,
    ya un pinar, ya una fuente aparece,
    que brotando en la peña musgosa
    con estrépito al valle desciende,
    y brillando del sol a los rayos
    entre un mar de verdura se pierde,
    dividiéndose en limpios arroyos
    que dan vida a las flores silvestres
    y en el Sar se confunden, el río
    que cual niño que plácido duerme,
    reflejando el azul de los cielos,
    lento corre en la fronda a esconderse.

    No lejos, en soto profundo de robles,
    en donde el silencio sus alas extiende,
    y da abrigo a los genios propicios,
    a nuestras viviendas y asilos campestres,
    siempre allí, cuando evoco mis sombras,
    o las llamo, ellas respóndenme y vienen.

    Rosalía de Castro


  • SarasvatiSarasvati Fernando de Rojas s.XV
    EN el umbral hay una figura de mujer. Temblor del cuerpo, leve palpitación del prolongado gris del chal sobre el que se derramaban sus cabellos. Le pregunté: — ¿De dónde vienes? Sus ojos se perdieron en la tarde. Volví a decirle: —¿Adonde vas? Y regresó despacio a su mirada. Entonces comprendí que, en el umbral, no era la mujer ni un antes ni un después. No era; estaba. Estaba, solamente.

    José Ángel Valente
Accede o Regístrate para comentar.


Para entrar en contacto con nosotros escríbenos a informa (arroba) forodeliteratura.com