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[LISTA] EL OLOR DE LA MAÑANA

GadesGades Garcilaso de la Vega XVI


Se despertó lentamente, con la grata sensación de haber dormido cuanto necesitaba. Las primeras luces del día cruzaban con suavidad la frágil frontera de las cortinas. Ella aún dormía, acostada a su lado, saboreando aún los últimos sueños. No quiso molestar; se levantó muy despacio por no despertarla. Tan sólo la miró con la satisfacción de tenerla allí, a su lado, durmiendo plácidamente, sin que nada pudiese alterar aquel momento de tranquilidad. Procurando no hacer ruido se acercó a la luz. Descorrió las cortinas y abrió las ventanas dejando que el aire fresco acariciase su cuerpo desnudo. Despertar allí, en pleno campo, con el único sonido del cantar de los pájaros, sin coches, sin teléfonos, nada que pudiese molestar; allí donde las sombras más largas no las producían rascacielos sino árboles centenarios, le parecía un sueño. Por fin tenían esas vacaciones tan deseadas, los dos solos, en medio de ninguna parte.

 

Disfrutó de la llegada de la luz más pura del día, el alba, dando vida a los colores del bosque. Tomó con fuerza una bocanada de aire fresco por ventilar sus maltratados pulmones, pero no le gustó. Sintió un olor muy fuerte, le quedó un mal sabor de boca y se le revolvieron las entrañas quejándose de tan ingrata sensación. Parecía el hedor de carne putrefacta, corrompida. En medio de ese malestar sintió que algo terrible sucedía a su espalda. Fue como una punzada en el corazón que le hizo girarse al instante, temiendo por ella. Tuvo unos segundos de alivio.

 

Ella se había levantado sin que lo notase y estaba allí, de pie frente al espejo del rudimentario tocador. La observó sonriente, deleitándose en su entera belleza, olvidando la extraña sensación anterior. Ella giró la cabeza para dedicarle una sonrisa mientras tomaba el jabón. Entonces la pastilla se escurrió de sus manos golpeando con fuerza el cristal. Se desprendió un trozo del espejo que se incrustó en su frágil cuello. Corrió en su ayuda temiendo por la posible gravedad del corte. La sangre brotaba como si de una fuente se tratase, una fuente de rojas y cálidas aguas que avanzaban por su cuerpo lentamente. Le miraba aterrada. El cristal no le permitía hablar. Sus ojos buscaban en él respuestas, soluciones. Le necesitaba, le pedía ayuda en muda desesperación. Veía su propia sangre tiñéndolo todo y no sabía qué hacer. De pronto su vida se hallaba en manos de él, necesitaba sentirse segura y no podía. Su cuerpo continuaba cubriéndose de rojo, ya casi tumbado en el suelo, llevándose las manos a la herida, intentando detener aquel manantial de vida, de su vida.

 

Tan aterrado como ella, ni acertaba siquiera a pronunciar palabra. Asustado, incrédulo aún de lo que estaba viendo, con el corazón acelerado y las manos temblorosas, le quitó el cristal del cuello. La sangre brotó entonces con más fuerza, de un rojo más intenso y más densa. Tomó una toalla para detener con ella la brutal hemorragia. Se puso un jersey y un pantalón en menos tiempo del que jamás pensara que se podía hacer. Ella le miraba dejando caer lágrimas que se mezclaban con la sangre que empapaba la toalla. La envolvió en una sábana y cambió la toalla por otra más grande, notando la fuerza con que brotaba la sangre y la poca fuerza que quedaba en las manos que tantas veces le acariciaron. Eran tan breves instantes y ya le faltaba toda fuerza.

 

La tomó en sus brazos con cuidado y la llevó al coche, dejándola en el asiento con la delicadeza de quien tiene en sus manos la obra de arte más frágil del mundo a punto de romperse. Sus miradas volvieron a hallarse. No sabía que podía estar queriendo decirle aquella mirada tan suplicante, tan desvalida. ¿Qué le dirían si pudieran hablar aquellos ojos que perdían brillo por momentos? El mismo no sabía qué podía decir. ¿Qué se puede decir en un momento semejante? Nada que no fuese del todo inútil.


Comentarios

  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI

    Descendían por el retorcido camino del monte entre miles de árboles que parecían apartarse a su paso. Intentaba evitar bruscos golpes y al tiempo correr lo más posible. El hospital más cercano estaba a veinte kilómetros de camino tortuoso. No dejaba de mirarla. Observaba impotente cómo sus párpados se cerraban cada vez más a menudo, cómo sus manos iban perdiendo firmeza para sujetar la toalla que chorreaba sangre. Cuando sus brazos dejaron de ofrecer resistencia a la gravedad, él sujetó la toalla. Labor inútil. La sábana ya estaba empapada y sus delicados pies reposaban en una mancha carmesí. El latido de su corazón se volvió lento y débil, su respiración entrecortada. A ratos se le inclinaba la cabeza que él volvía a recostar en el asiento. La estaba perdiendo. La vida se apagaba ante sus propios ojos tan rápido que ni de darse cuenta había tiempo.

     

    El coche pasaba dejando tras de sí un rastro de polvo en el aire. El valle aún quedaba lejos. El ruido del motor asustaba a los animales que levantaban la cabeza para averiguar qué perturbaba su paz y guardaban silencio. Dejaban las aves de cantar a su paso, dejaba la brisa de mover las hojas de los árboles.

     

    Pronto, demasiado pronto, antes de alcanzar el fin del bosque, dejó de oír su respiración, su corazón se había detenido y había cerrado los ojos por última vez. Su barbilla reposó sobre la mano de él que aún sostenía la toalla. Detuvo el coche y se hecho a llorar. Observó su cuerpo allí, junto a él, pero sin vida. La tomó en sus brazos, pero ella no le  abrazó. Besó sus labios, pero ella no pudo sentirlo siquiera. Se bajó del coche notando el escalofriante silencio y lanzó un grito al aire, un grito que el eco repitió por todo el bosque. Miles de aves surgieron entre los árboles poblando el cielo con estruendo. El viento agitó con fuerza las ramas haciendo caer cientos de hojas. Él, solo, en mitad de ninguna parte, con los brazos abiertos buscando en el infinito a un dios que no se dejaba ver.

     

     La aurora se convirtió en ocaso y de nuevo el silencio lo cubrió todo. La noche era negra y cerrada y  ya no había nada, sólo un inmenso vacío.

     

     

    ------------------------------------

     

     

    Se despertó sudoroso, asustado, con el corazón al borde de un infarto. Se incorporó bruscamente y miró a su lado. Ella estaba allí y se revolvió entre las sábanas blancas. Las primeras luces del día comenzaban a desplazar a las sombras nocturnas. Los cantos de los pájaros eran el único sonido del ambiente. Mientras dejaba atrás la cama se alegraba de que fuese un sueño, tranquilizando poco a poco su corazón.

     

     “¡Que sueño tan extraño!”, pensó. Tal vez fue una forma de descargar todo el estrés que traía del maldito trabajo, de la maldita ciudad. Se acercó a la luz, corrió las cortinas y abrió la ventana. La  brisa matutina secó el sudor de su cuerpo desnudo. El bosque le pareció hermoso. A medida que el sol asomaba y se elevaba en la bóveda del cielo, las sombras desaparecían o se acortaban, las cosas tomaban color dejando atrás el gris y el negro, todo se llenaba de vida y de luz. Sonrió pensando que las pesadillas son una estúpida forma de sufrir, miedo generado inconscientemente para nada y por nada.

     

    Tantas veces habían tenido que anular sus vacaciones que aún no podía creer que esta vez fuera cierto, que estuvieran allí, los dos solos, en medio de ninguna parte, sin los ruidos de la ciudad, sin coches, sin el alarido de sirenas entrando y saliendo del hospital de al lado, sin teléfonos que suenan siempre en el momento más inoportuno, sin nada que pudiera molestarles. Disfrutarían por fin de una segunda luna de miel, corta, apenas siete días, pero relajante. Allí, perdidos en medio de la sierra, en el interior de un bosque centenario, serían felices de nuevo, retomarían la vida y la pasión de su matrimonio, le darían un aire fresco para limpiarle del ambiente enrarecido que se apoderó de ellos en los últimos años.

     

    Pensando en todo esto tomó una bocanada de aire y notó el extraño sabor de boca que le dejaba, un sabor a carne corrompida y putrefacta. El corazón le dio un vuelco. Tuvo la sensación de que algo terrible pasaba a su espalda. Se giró y la vio ante el espejo. Una pastilla de jabón escapaba de sus manos y golpeaba el cristal bruscamente. Un trozo del espejo se desprendía para alojarse en su cuello.

     

     

    Y en el bosque…. se hizo de nuevo el silencio.


  • Ante todo decir que mi critica es totalmente constructiva y solo pretendo ayudar a mejorar tu historia.

    Entre tu relato y el del pastor y la muerte me vais a provocar una depresión. Y no porque sean malas historias... más bien todo lo contrario. Ambos escribís estupendamente. Y ambas historias me han dejado una sensación de desasosiego y tristeza nostálgica, no sé porque. Quizás porque prefiero los relatos redondos que no me dejan un vacío en mi interior. 

    Veras @Gades, cuando comento un texto no suelo fijarme en si los signos de puntuación están puestos correctamente o en si una frase es gramaticalmente correcta. Para mi es mucho más importante que la redacción del texto sea lo mejor posible y sobre todo la transmisión de ideas. 

    Puedes tener la mejor idea del mundo para escribir un relato o una novela, pero si no puedes llevar esa idea de tu mente a la del lector no conseguirás tu objetivo. Pero centrémonos en tu relato. El inicio me transmite paz, silencio, pureza en el sentido de la desnudez de ambos. Es un preludio perfecto para el contraste de lo que va a ocurrir a continuación, realmente me ha sorprendido. Ese giro, esa capacidad de sorprender al lector es lo que hace que quiera seguir pasando hojas  y en ese aspecto tienes sobresaliente. 

    Luego la historia se torna agónica, asfixiante, incluso la llevas a tal intensidad (como parece que el bosque se va apagando a medida que la muerte se aproxima, eso me ha encantado) que estaba leyendo y podía sentir la tensión y la impotencia por lo que parecía inevitable. 

    Como puedes ver trato de captar la esencia de las historias, no por ello soy mejor analista que otro. Tan solo creo que aunque una errata sea considerada "ruido" en un texto es mucho más fácil de arreglar que una mala redacción o transmisión de ideas.

    Me ha gustado mucho. Enhorabuena. 
  • Hola @Gades ;

    A priori te digo que las descripciones me parecen muy buenas. De principio a fin me enganchaste, no obstante, el final me ha chocado, no me lo esperaba ese último párrafo. Aún así, solo lo he leído una vez y se me ha hecho tarde(mañana curro). Mañana lo analizaré con más detenimiento y te escribiré una crítica un poco más productiva. Pero me ha gustado el relato. 👌

    Un saludo 😁
  • Estoy de acuerdo con los compañeros, creo que en todo. Me parece impecablemente escrito y la acción se desarrolla a buen ritmo manteniendo la atención. Las descripciones me parecen de sobresaliente y en general la calidad me parece muy buena.

    Coincido con Sinuhe en la temática trágica que veo mucho por el foro y que personalmente no me seduce, pero claro, esto es un gusto totalmente personal. 

    Yo quizás no haría tan idílico el comienzo, me pasó lo mismo con el relato de la muerte del pastor. Es como las películas de Antena 3, que todo es perfecto, la mujer, el marido, unos niños guapos, una casa perfecta con un jardín precioso y de repente... CANCER DE PANCREAS!...a tomar por culo. Es un poco forzar el principio para sorprender con el giro, en mi opinión. Por eso, en las películas americanas sabes quien va a morir; cuando sale un personaje que está a punto de casarse con la mujer de su vida que está embarazada y están super enamorados...MUERTE!  

    PD: Me ha sugerido en el principio, que el sabor agrio que antecede al fatal accidente puede querer decir que eso ya ocurrió y que ahora se trata de una pesadilla que lo revive una y otra vez. ¿Es así?.

    Un saludo chiclanero
  • Tercer párrafo

    Ella giró la cabeza para dedicarle una sonrisa mientras tomaba el jabón.(;)Entonces la pastilla se escurrió de sus manos golpeando con fuerza el cristal. 

    —Yo pondría ese en lugar del punto. Creo que es la puntuación perfecta para tomar un poco de aire, y ese “entonces“ hace de conector, entonces le imprime mayor dinamismo a la acción. 

    Cuarto párrafo. 

    “viendo, con el corazón acelerado y las manos temblorosas, le quitó el cristal del cuello. La sangre brotó entonces con más fuerza, de un rojo más intenso y más densa.”

    —Para ese “entonces”, tendría dos planes: lo eliminaría o lo pondría al principio, como conector; entonces tendría que cambiar la puntuación.

    No soy un as de la ortografía, ni mucho menos, pero sinceramente yo lo escribiría así. Si está mal que alguien lo diga y así lo vemos con mayor claridad. 

    Último párrafo de la primera hoja. 

    La tomó en sus brazos con cuidado y la llevó al coche, dejándola en el asiento con la delicadeza de quien tiene en sus manos la obra de arte más frágil del mundo(.) a punto de romperse

    —Yo me cargaría ese “a punto de romperse”.

    Primer párrafo de la segunda hoja

    Observaba impotente cómo sus párpados se cerraban cada vez más a menudo, cómo sus manos iban perdiendo firmeza para sujetar la toalla que chorreaba sangre.

    —Aquí me rompí un poco la cabeza con esos dos “cómo”. Pero entiendo el valor interrogativo y creo que están bien tildados. Solo quería remarcarlo porque estuve un par de minutos(como un pardillo) preguntándome a mí mismo. 

    Para finalizar,; creo que es un texto genial, tanto gramaticalmente como en la historia que nos cuentas. Tu punto fuerte son los escenarios y las descripciones. Chapó compi 😁
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Una muestra más, y van ya..., de que la vida trae y lleva sorpresas, en forma permanente. Una pesadilla hecha realidad. Si te obcecas en pensar qué nos va a deparar el destino, te mortificas; si no, a veces y en algunas personas aparece, suavona cual mosquita muerta, una inquietud, que a la postre también te lleva a esa mortificación, aunque, quizá, en un grado ligeramente inferior.

    Los dos personajes de este relato buscaban reavivar su amor y su pasión, aparentemente malheridos, y se encontraron con otra clase de pasión (sin amor), esa fantasmagórica pasión que conduce al final.

    Como bien comenta el colega forero Sinuhe, el pastor de Ferreiro91 (Nacho) y el espejo de Gades (Ana) empujan a un estado depresivo, pero, tranquilo, no hay problema porque anda por aquí mi menda lerenda que casi siempre trae humor a este foro  :). Pero todo texto tiene su contexto.

    Ana, tienes la incuestionable habilidad de dejar que tu mente construya una perfecta sociedad entre la imaginación y la redacción, y los resultados, ni te cuento, a la vista están. Formidables. Sabía yo de sobra que tu concurso en la LISTA iba a proporcionar nuevos alicientes.

    Hoy y ahora te saludo como tú sueles hacerlo con todos los compañeros: mil besos




  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Ana, hija, te he leído siempre que andas muy atareada con diversas cosas, peo cuando te entregas al foro, te entregas en cuerpo, alma y pluma, Vengo observando, desde que nos conocemos virtualmente, que no te van las "medias tintas", que toda Ana se desparrama y se explaya en lo que escribe y lee. Por tus venas debe correr tinta, no sangre.

    Te tengo mucho afecto, que lo sepas

     :)

     
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Pero, no "peo", que además de ser, para mí, una palabra malsonante, no era la correcta.

     :) 


  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    cehi dijo:


    Ana, hija, te he leído siempre que andas muy atareada con diversas cosas, peo cuando te entregas al foro, te entregas en cuerpo, alma y pluma, Vengo observando, desde que nos conocemos virtualmente, que no te van las "medias tintas", que toda Ana se desparrama y se explaya en lo que escribe y lee. Por tus venas debe correr tinta, no sangre.

    Te tengo mucho afecto, que lo sepas

     :)

     
    Me vas a sacar los colores.

    Desde que la administración decidió prescindir de mis servicios y tras los avatares de familia, mis ocupaciones son: Estudiar el grado de Lengua y Literatura Española, comencé formación como correctora, preparar un nuevo libro poético (no digo de poemas porque no solo lleva versos) y volver a coger hábito de escritura para, en cuanto me examine el día 10 abrir los archivos de mi novela y meterme en ella de cabeza....

    Sí, creo que sí, mucha tinta.

    Cuando la concentración del estudio se me va, me meto en el foro porque si me meto en la novela, no vuelvo a estudiar.

    Ah, si no se me olvida, también echo de comer a mis gatos.
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    @Sinuhe Muchas gracias por tu comentario. Sí, un poco dramática. 

    Respecto a la forma de comentar, yo agradezco tanto las correcciones de las erratas y pequeños fallos o las construcciones gramaticales, etc.; como esas impresiones más de fondo que me hacen ver si he conseguido el efecto que buscaba o qué otro he provocado. Ambas cosas me ayudan a aprender y a mejorar, que es lo importante.
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    Hola @Gades ;

    A priori te digo que las descripciones me parecen muy buenas. De principio a fin me enganchaste, no obstante, el final me ha chocado, no me lo esperaba ese último párrafo. Aún así, solo lo he leído una vez y se me ha hecho tarde(mañana curro). Mañana lo analizaré con más detenimiento y te escribiré una crítica un poco más productiva. Pero me ha gustado el relato. 👌

    Un saludo 😁
    Ese último párrafo es una verdadera maldad, jajaja
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    @Acuarelista me dejas preocupada con lo de las películas de Antena 3. Eso habrá que mejorarlo.
    No era mi intención que pareciera una pesadilla sobre algo que ya ocurrió. La pesadilla, el olor, son presagios de lo que va a ocurrir. Pero para el caso, creo que no es lo más importante. 

    Con las descripciones o me paso o no llego. Me alegra que os estén gustando.
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    Tercer párrafo

    Ella giró la cabeza para dedicarle una sonrisa mientras tomaba el jabón.(;)Entonces la pastilla se escurrió de sus manos golpeando con fuerza el cristal. 

    —Yo pondría ese en lugar del punto. Creo que es la puntuación perfecta para tomar un poco de aire, y ese “entonces“ hace de conector, entonces le imprime mayor dinamismo a la acción. 

    Cuarto párrafo. 

    “viendo, con el corazón acelerado y las manos temblorosas, le quitó el cristal del cuello. La sangre brotó entonces con más fuerza, de un rojo más intenso y más densa.”

    —Para ese “entonces”, tendría dos planes: lo eliminaría o lo pondría al principio, como conector; entonces tendría que cambiar la puntuación.

    No soy un as de la ortografía, ni mucho menos, pero sinceramente yo lo escribiría así. Si está mal que alguien lo diga y así lo vemos con mayor claridad. 

    Último párrafo de la primera hoja. 

    La tomó en sus brazos con cuidado y la llevó al coche, dejándola en el asiento con la delicadeza de quien tiene en sus manos la obra de arte más frágil del mundo(.) a punto de romperse

    —Yo me cargaría ese “a punto de romperse”.

    Primer párrafo de la segunda hoja

    Observaba impotente cómo sus párpados se cerraban cada vez más a menudo, cómo sus manos iban perdiendo firmeza para sujetar la toalla que chorreaba sangre.

    —Aquí me rompí un poco la cabeza con esos dos “cómo”. Pero entiendo el valor interrogativo y creo que están bien tildados. Solo quería remarcarlo porque estuve un par de minutos(como un pardillo) preguntándome a mí mismo. 

    Para finalizar,; creo que es un texto genial, tanto gramaticalmente como en la historia que nos cuentas. Tu punto fuerte son los escenarios y las descripciones. Chapó compi 😁
    Tomo nota y creo que esos dos "cómo" deben ser "como". 
    Gracias mil
  • Gades dijo:
    @Acuarelista me dejas preocupada con lo de las películas de Antena 3. Eso habrá que mejorarlo.
    No era mi intención que pareciera una pesadilla sobre algo que ya ocurrió. La pesadilla, el olor, son presagios de lo que va a ocurrir. Pero para el caso, creo que no es lo más importante. 

    Con las descripciones o me paso o no llego. Me alegra que os estén gustando.
    Puedes estar tranquila, me gusta el cine de calidad. Tengo una cuñada que ve esas pelis y cada vez que voy a ver a mi hermano ella me tortura con una de ellas después de comer, jajaja
  • Por un lado, confieso que me gustan este tipo de historias de terror, donde el final llega a ser trágico. Después de todo, la vida no siempre tiene finales felices. Se me hace particularmente trágico porque yo recién estoy disfrutando de mis vacaciones.

    Por otro lado, aunque yo estaba leyendo esto mientras estaba lidiando con mis sobrinos, ciertamente me ha enganchado, principalmente por las descripciones acertadas que haces, Ana, lo cual ayuda a que el lector se meta de lleno en el cuento.

    Esta historia me recuerda hasta cierto punto los libros de Gabriel García Márquez, que comienzan con el final. Menciono esto porque el final no lo entendí al principio; tuve que analizarlo con detalle para darme cuenta.

    Sin errores ortográficos visibles, pienso que este relato lo veo muy bueno. 
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    Muchas gracias @gary_d_crowley
    Una vez leí que las buenas novelas tienen en sus primeras páginas todas las claves de la misma. A veces lo pongo en práctica también con los relatos, o lo intento. De todas formas, a este final parece que voy a tener que hacerle algo.
  • Vaya, que historia más triste. Es un espléndido relato, con ritmo perfecto que nos lleva de una tranquilidad casi idílica, a un terror que parece querer repetirse en bucle. Ese contraste entre la paz que trasmite tanta naturaleza y la tragedia repentina que rompe con esa tranquilidad, hace que el impacto de la muerte sea aún más fuerte. Uno es capaz de sentir cada momento, incluso la desesperación que siente el personaje principal al ver que la vida de su amada se escapa de sus manos sin que él pueda hacer nada para salvarla. Esto se logra solamente cuando un relato está bien escrito. Me ha parecido espectacular la elección de palabras para describir cada cosa. He disfrutado con la lectura. 

    El final me ha parecido acertado, no lo he notado ni precipitado ni incompleto. Considero que está bien así como está.

    La única imagen que me ha costado ver es la parte en la cual el jabón sale disparado de las manos de la muchacha. No logro imaginar como el jabón puede salir disparado de tal manera que rompa con el espejo y que, a su vez, los pedazos de cristal salgan tan fuertes para poder atravesarle el cuello de esa manera. Aunque tal vez sea solo impresión mía.

    No tengo nada más para decir. Bueno sí, ¡buen trabajo!. No solo eres buena corrigiendo textos ajenos, sino que también tienes gran habilidad para la pluma, @Gades. Un saludo.
  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    Leí esta comentario hace días, pero entonces no tenía tiempo de detenerme a contestarte. Primero, gracias por la lectura y el comentario que me haces.
    Lo del espejo, tal vez si la pastilla de jabón es grande y escurridiza al mojarse, claro y el espejo es viejo y quebradizo jajajaj. Sí, creo que es lo mas complicado de encajar mentalmente. 
    Hace tiempo un amigo enfermero me dijo que con ese corte la chica no llega viva ni al coche. 

    Besos mil.
  • antonio chavezantonio chavez Miguel de Cervantes s.XVII


    Ana, este párrafo...

    El coche pasaba dejando tras de sí un rastro de polvo en el aire. El valle aún quedaba lejos. El ruido del motor asustaba a los animales que levantaban la cabeza para averiguar qué perturbaba su paz y guardaban silencio. Dejaban las aves de cantar a su paso, dejaba la brisa de mover las hojas de los árboles.

    ...tiene un bonito son poético. No puedes evitar que te gane terreno la poesía...

     :) 


  • GadesGades Garcilaso de la Vega XVI
    cehi dijo:


    Ana, este párrafo...

    El coche pasaba dejando tras de sí un rastro de polvo en el aire. El valle aún quedaba lejos. El ruido del motor asustaba a los animales que levantaban la cabeza para averiguar qué perturbaba su paz y guardaban silencio. Dejaban las aves de cantar a su paso, dejaba la brisa de mover las hojas de los árboles.

    ...tiene un bonito son poético. No puedes evitar que te gane terreno la poesía...

     :) 


    Cierto, va conmigo aunque no quiera.
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