Sus miradas logran encontrarse a través de la confusión ruidosa del chaparrón.
—¿Lo entiendes al fin? —pregunta la mujer, alzando su voz sobre el aguacero.
El ginoide no parpadea siquiera, impertérrito a las gotas que lo calan. Tras unos segundos, responde con palabras perfectamente moduladas.
—La forma no importa. Tampoco el hecho de ser o no orgánico.
La mujer escucha atenta, esperanzada. Su corazón está en un puño, pues siente que el momento está cerca. Muy cerca. El ser artificial levanta sus manos, observando como el líquido elemento se derrama sobre sus palmas. Después las cierra y las pone sobre su pecho. Su cara mira al cielo mientras sus palabras empiezan a sonar diferente.
Más cálidas, más emotivas, más... humanas.
—Es tener voluntad propia, experimentar, compartir, relacionarse con otros. Es... el viaje —baja su rostro y sonríe—. Y yo he viajado mucho.
Esos gestos, muy lejos de la frialdad que mostraba en el pasado, sobrecogen a la mujer. Las palabras, las emociones que se desprenden de su voz... Se acerca a la fémina artificial y la acaricia la mejilla sobre la que se pegan mechones sintéticos empapados.
No imagina ese momento, está ocurriendo de verdad, pero debe asegurarse.
—¿Ya no tienes dudas? —la pregunta, sin dejar de tocar su suave piel manufacturada.
Abraza a la humana, y lo hace con el cariño del que no era capaz antes. La habla al oído.
—Las gasté en pagar mi billete de vuelta aquí.
Las lágrimas de la mujer se mezclan con las perlas traslúcidas del cielo. Está irremediablemente feliz. Su creación, su hija, lo ha logrado. Devuelve con fuerza el abrazo y después busca de nuevo ese rostro que ha cobrado auténtica vida propia. Esos ojos ya no son inexpresivos, siente a la persona que hay tras ellos. Durante un minuto se miran con intensidad y, finalmente, la mujer encuentra las palabras para colmar ese instante.
—Bienvenida a la especie humana, hija mía.
Comentarios
Eduardo_Letavia
Un microrrelato dadaísta, como no podía sr de otra forma habiendo fembots de por medio. Bien redactado. Pero me ha sabido a poco. El final se me antoja previsible, quizás has debido de darle un poco de más de cuerda, más suspense, para así guardar consonancia con el título.
Por el hecho de que no seas miembro de la LISTA, juegas con ventaja contra los que sí estamos, pues recibes respuestas mientras nosotros nos las recibimos por parte tuya de nuestros textos. Pero no pasa nada. Lo importante es que te ha parecido lo suficiente atractivo este hilo como para entrar en él de alguna manera. Venga, sigue publicando cosas. Gracias
Con este relato pretendí ir en contra de la trillada idea de las máquinas exterminadoras de humanos, y del miedo que los humanos debieran sentir de las hipotéticas máquinas (realmente) inteligentes que pudieran surgir en el futuro. Es un voto de confianza a la colaboración entre las dos especies, por así decir. Bajo esta interpretación, el final en sí de este relato no es realmente lo más importante, sino el entendimiento a nivel emocional entre los dos personajes.
Si el texto no es más largo es porque lo redacté, si no recuerdo mal, para algún concurso de relatos breves, el cual implicaba un tamaño límite como tenéis impuesto en la lista. Tenía intención de publicar otro más largo, pero como era de algo más de 2400 palabras lo reemplazé por este.
Respecto a dar mi opinión, procuraré hacerlo alguna vez. Gracias por la tuya, @cehi .
Eduardo_Letavia
Acabas de explicarme magistralmente el contenido de tu texto, pero sin embargo insisto en que la corriente del dadaísmo se basa, principalmente, (como bien sabrás) en una sublevación contra el positivismo, y considero (dentro de ese relato tuyo surrealista) que es positiva la frase final del mismo: "Bienvenida a la especie humana, hija mía".
Por otra parte, me confunde que, inicialmente, califiques el relato de dadaísta pero luego me indiques que tiene un final positivista. Es un relato de ciencia ficción, claramente positivista en este caso, escrito de una forma un tanto poética, si se me permite decir, pero que no abunda en tecnicismos innecesarios.
El dadaísmo para mí no es más que un término que conozco de forma remota (lo he tenido que buscar en Wikipedia para tener claro a qué se refiere), y sólo por cruzarme con él alguna vez de forma casual. No niego que su influencia me haya alcanzado de alguna forma indirecta, aunque tras un siglo dicha influencia se habrá diluido en extremo entre multitud de ramas de las artes.
Eduardo_Letavia
Acabas de explicarme magistralmente el contenido de tu texto, pero sin embargo insisto en que la corriente del dadaísmo se basa, principalmente, (como bien sabrás) en una sublevación contra el positivismo, y considero (dentro de ese relato tuyo surrealista) que es relativamente positiva la frase final del mismo (precisamente por lo que digo antes de surrealista): "Bienvenida a la especie humana, hija mía".
(Omití esa puntualizaciones, quizás por falta de concentración)
A pesar de su corta extensión, he vislumbrado toda una historia detrás del mismo.
Un buen trabajo, espero leer más cosas tuyas aquí.
Me ha gustado el relato, rematado por esa ambigüedad seductora del final abierto. Según mi parecer, existe un enunciado que contiene lo esencial:
“—Las gasté en pagar mi billete de vuelta aquí.”
El resto es un adelanto de esa esencialidad acompañado por su desarrollo.
En algunos renglones he observado “laísmo”, un fenómeno que no me agrada demasiado; me refiero a la forma “la” funcionando como complemento indirecto:
“Se acerca a la fémina artificial y la (le) acaricia la mejilla…”
“—¿Ya no tienes dudas? —la (le) pregunta…”
“La (Le) habla al oído.”
Aunque el hilo argumental se (me) presenta algo difuso, ha quedado planteada una visión dramática de la existencia como eje de cierta reflexión central: el “poder ser”, la fragilidad existencial, la finitud e, incluso, la angustia. Reconozco que mi comentario quizá sea válido sólo para nuestras conciencias de hombres y mujeres occidentales
Respecto al movimiento Dadá, me gustaría anotar que no definió un estilo unificado. En el dadaísmo lo importante era el gesto, la postura provocadora y no la obra, sin olvidar que el mecanismo preferido para pronunciarse era el escándalo. Entre otras cosas, Dadá anhelaba fracturar el lenguaje oral, escrito o plástico, por considerarlo cómplice de la jerarquía social. Tampoco interpreto la narración de Eduardo_Letavia, que no supone el derrumbe de lo real ni rompe con la continuidad discursiva, un cuento de influjo surrealista; enmarcaría el trabajo de nuestro compañero en un género narrativo más específico: la ciencia ficción, aunque a mí me guste llamarla literatura de anticipación.
¡Mis Saludos para las compañeras y compañeros del foro!
En relatos tan cortos, es casi inevitable que el argumento quede difuso, pero mientras el escritor logre transmitir la idea fundamental del texto, no es un problema realmente. Tu interpretación creo que va incluso más allá de lo que pretendía originalmente con este relato, pero por supuesto es perfectamente válida.
Y sobre lo del nombre del género... Guste o no guste, "ciencia ficción" ha ganado y sigue ganando a todos los demás. "Anticipación" tiene el problema de que no todos los textos de ciencia ficción pretenden anticipar o predecir algo, sino jugar con ideas en mundos alternativos que no violen (mucho) las restricciones naturales conocidas, por ejemplo 1984. Está el término "prospectiva" pero le pasa lo mismo. Por cierto, hace años colaboré haciendo artículos de noticias en una web que precísamente se llamaba Literatura Prospectiva.
¡Qué bueno! Están regresando los antiguo/as y buenos/as/as foreros/as. En este caso, he leído cosas de Ariel García, y me gustó su estilo. ¡Qué no decaiga su asistencia, así como la de otros y otras!
Buenas noches a todos desde Sevilla (España)
También observo que posees un buen manejo de vocabulario y has sabido elegir las palabras correctas en cada momento, lo cual es ideal para este tipo de relatos.
Señalo esta partecita porque entiendo que hay un error de tipeo. Fue el único error que pude encontrar, si es que lo es.
Saludos.
Sobre el error que comentas, es algo que @Ariel García también me ha apuntado. No puedo corregir el texto publicado aquí, pero lo tengo presente.
En este caso, simplemente pretendí representar una visión amable y positiva de entendimiento entre la especie humana y la naciente androide/robótica, en contraste con visiones más catastrofistas como la dada por la saga Terminator. ¿Se puede reemplazar el ginoide por un ente de origen mágico? Quizá, pero cambiaría el sentido del relato.
Has imaginado un contexto trágico para la "madre", pero no tiene porque ser así en absoluto. Recuerdo que la imaginé como una científica experta en robótica o inteligencia artificial (o ambos), con una vida perfectamente normal, que simplemente creo ese ginoide como el primer androide con capacidad autoconsciente, pero que necesitaba experiencia para desarrollarla. Y este relato simplemente cuenta su reencuentro tras mucho tiempo después.
Y sobre lo que indicas de tener una idea singular, eso no me preocupa tanto como el hecho de narrar bien y con emoción una historia con potencial que quizá no sea original. Con la cantidad de contenidos de todo tipo que ya hay hoy día, es algo de lo que no me puedo preocupar. ¿Cuántas historias son realmente originales, en cualquier medio? No muchas, realmente, pero tampoco importa si están bien narradas.
Casi podría decir que éste, es el gemelo bueno de mi relato.
Por otro lado, hubiera sido bueno ver un poco más. ¿Por qué la crea? ¿Habrá repercusiones con su creación? ¿Es esta ginoide el reflejo de un ser querido que él ha perdido? ¿O algo más?
Por demás, cero quejas. Muy buen relato. Deberías compartir para esta lista más a menudo.
Como ya he indicado antes en respuesta a otra opinión, este relato lo hice bajo unas condiciones estrictas de longitud máxima, así que no podía extenderme. Tus preguntas son posibilidades que se quedarán sin responder, pero eres libre de especular a partir de ellas.
Sobre participar en la lista, desde hace ya unos años que no hago relato corto. Y de lo que hice, voy republicando en un blog que tengo (y cuyo enlace puees encontrar en mi perfil) los relatos que creo son más destacados (como éste que os he compartido en este hilo). Así que no tengo realmente contenido nuevo para compartir, aparte de que estoy trabajando en un proyecto de novela, con lo que realmente tampoco tengo tiempo para nada más.
Estoy de acuerdo. Se trata de mostrar diferentes puntos de vista sobre el mismo tema. De humanos y maquinas se ha escrito mucho, pero de mujeres científicas que se reencuentran con sus creaciones, puede que no. Además, si lo has escrito por gusto, para compartirlo en sitios como este foro, no necesita más. Si es para un concurso, se puede mejorar. Siempre se puede mejorar 😄
Ahora que lo mencionas es muy cierto. Es muy poco lo que se habla de las mujeres científicas, tanto en la ficción como en la realidad, sobre todo en ese aspecto que mencionas.
Así es, @texas, aunque el detalle del sexo de la científica no es más que un detalle cosmético, igual que el aspecto del robot: para una máquina, el sexo no tiene sentido. El núcleo de la historia es la conclusión que alcanza el ginoide respecto a su propia experiencia vital. Pero eso no quita para dar a una historia así una envoltura o trasfondo menos habitual, como has apuntado.
Sobre los concursos... He participado más por tener una excusa y unos condicionantes externos que me fuercen a escribir con límites, ya que es una buena forma de aprender a pulir los textos y a ser más profesional, por decir de algún modo.
A mí me ha resultado interesante tu relato, precisamente, por esos detalles que no son habituales.
Cuando los lectores comentan mis textos, aportan a veces puntos de vista que yo ni había pensado y eso es estupendo porque es otro aprendizaje.
¿Hay mujeres en ciencias? Sí, pero todavía siguen saliendo estadísticas sobre su todavía baja presencia en ciertas carreras tecnológicas y trabajos o cargos del estilo (por supuesto, esto variará según de qué país hablemos). Así, que a tí te haya parecido una novedad o detalle destacable que haya puesto una experta en robótica, por un lado puedo alegrarme por ello pero por otro debiera preocuparme, ¿no crees?
Más en general, sí que intento dotar de detalles no habituales a mis relatos, aunque desde luego no siempre es posible. Es decir, soy muy premeditado en mis textos.
Como llego muy tarde a comentar tu relato, lo principal que te comentaría ya lo han hecho. Y veo que este hilo se ha convertido en un interesante debate del que aprendo, de todos los participantes. Gracias a tu relato ya sé algo más de dadaísmo, ciencia ficción, ginoides, etc. Muy interesante.
También veo que te encanta contrarreplicar a lo que se te comenta y que, sin embargo, no tienes intención de comentar nada de lo que el resto de participantes comparten en esta actividad. Estando enfrascado en escribir una novela yo te recomendaría justo lo contrario, pero tus motivos tendrás.
Ya te han comentado los laísmos y que el texto sabe a poco. Paso a comentarte otros detalles, observaciones de cosas que llamaron mi atención.
"Confusión ruidosa del chaparrón" es muy sonoro, casi una onomatopeya. Quizá podrías buscar una forma más suave de expresarlo, pero entonces no resaltaría y tal vez es lo pretendido.
Más que "impertérrito" yo hubiera utilizado el vocablo "impasible", No es que no le aterre la lluvia, es más bien que ni se inmuta.
"El ginoide", masculino en varias ocasiones en el inicio, femenino después. Eso puede provocar cierta confusión y más en un relato tan breve. En mi caso ha sucedido así. Sin embargo, esta ambigüedad provoca también un planteamiento sobre si se le puede otorgar un género concreto al personaje que para la científica es su "hija".
"Su creación, su hija, lo ha logrado". De aquí eliminaría "su hija". De esta forma la frase final adquiere más fuerza.
Te han criticado la falta de información o las dudas que se plantean leyendo tu texto. Yo sin embargo te voy a felicitar por ello. Si me lo das todo hecho, me aburro. Los textos que hacen que me plantee cosas sin darme una respuesta o explicación predeterminada, como el sexo de un androide, la consideración de maternidad de una creación no humana, los motivos para buscar la emoción en la máquina, etc., me resultan interesantes.
Gracias por compartir tu relato.
Mi publicación en esta lista ha sido totalmente accidental, no formo parte de ella. Simplemente se me ofreció a mí y a otra persona cubrir un hueco, a lo que yo respondí antes dado que ya tengo material hecho de tiempo atrás, como el caso de este relato que nos ocupa. Por otro lado, sí que he echado un ojo a algunos textos publicados en la lista, pero no me han llamado la atención. Obviamente ya no me acuerdo de lo que estaba pensando cuando escribí esto, pero seguramente quería dar la sensación de lluvia ruidosa, con lo cual el efecto estaría logrado. Sí, impasible posiblemente sea más correcto para la situación. Efectivamente, he jugado con esa ambigüedad buscando expresar la transición que el robot manifiesta frente a su creadora en el transcurso del relato: pasa de comportarse de una forma más artificial (fase masculina o neutra) a asumir por completo su identidad aparente (fase femenina). Recuerdo que imaginé que la ginoide hacía eso a posta, como dramatizando de forma simbólica (y resumida) su evolución frente a su "madre". No, "su hija" está puesto ahí a propósito. Es como una corrección a "Su creación". La ginoide ya no es sólo una creación, una cosa que la científica ha fabricado: es una persona y, más aún, es familia. Dar las cosas mascaditas y de forma explícita desde luego no es mi estilo, no me gusta tratar a los lectores como si fueran críos. Eso no quita para explicar cuando realmente es necesario, desde luego, pero en un relato corto (y de extensión delimitada) no queda otra que centrarse en la trama y, como mucho, dar algunos brochazos ligeros de lo que es el mundo (el worldbuilding que llaman en inglés) que soporta a la historia. Si te ha gustado como lo he hecho en este aspecto, estupendo.