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(LISTA) Lluvia a Medianoche (capítulo 2) Inicio capitulo 3

     Lo primero que Caleb vio al entrar fue la televisión del salón encendida. No era una mala señal. Una cabeza blanca y peluda asomo por detrás de la puerta y, con las orejas gachas, su perra Lena se acercó moviendo tímidamente la cola. Caleb no pudo evitar sonreír al rozar su mano por el lomo del animal tras lo cual entró en el salón fingiendo una seguridad que para nada sentía. Su hermana, con sus enormes ojos marrones lo miraba desde su nueva silla de ruedas.. La habitación estaba torpemente iluminada con varias lámparas en un intento de simular luz diurna; solo se trataba de una costumbre más de su hermana mayor para mantener una falsa ilusión de luminosidad en el denso ambiente que impregnaba la casa.

      Caleb se acerco despacio y la beso en su cabeza de liso cabello castaño con ternura. En ese momento su padre salió de su despacho y lo miró un instante. Parecía mentira que a su edad siguiera portando aquel aire autoritario y frio de siempre.

– ¿Dónde está mamá? –preguntó con voz grave a su hermana. Ella encogió los hombros y negó con la cabeza. Desde el “incidente” su hermana apenas hablaba... pero aún era pronto.

     Caleb miraba con ternura a Diana cuando su madre entró en el salón y se dejó caer en un balancín que a fuerza de usarlo y quemarlo inintencionadamente con sus eternos cigarrillos había hecho suyo. Se acercó a ella con un nudo en la garganta y al verla con los ojos cerrados presionó con su mano su huesuda rodilla, su madre abrió los ojos y le dirigió una narcótica mirada mientras se ajustaba el implante metálico a su cabeza y el micrófono del oído.

 

—Te traje lo que me pediste —dijo Caleb vocalizando al máximo para que su madre pudiera leerle los labios a la vez que le mostraba una bolsa de la farmacia que ella cogió rápidamente. Tras  guardarse la bolsa en el bolsillo volvió a cerrar los ojos. El muchacho giro la cabeza hacia su hermana que lo miraba con gesto dubitativo y se encogió de hombros. Estaba demasiado agotado para intentar animar a su  hermana y se retiró sin cenar a su habitación. En el pasillo encontró de nuevo, temblorosa, a su perra. Lena era dulce y miedosa. Era un cruce interesante de Alaska y perro lobo y, para los que no la conocían llegaban a cambiarse de acera pensando que se trataba de un perro peligroso. Caleb rasco un rato a su perra por detrás de las orejas y en ese momento la luz de la cocina incidió en sus ojos que se tornaron rojos. Si. La verdad es que daba cierto aspecto fiero en ocasiones.

Finalmente entró en su habitación. Se encontraba parcialmente iluminada por la luna y encontró con facilidad el interruptor de su mesita de noche. La potente luz blanca de la bombilla azul se derramo por toda la estancia dándole un aspecto limpio a su pequeño refugio, a su pequeña prisión. Se cambió de ropa ágilmente quedando con unos viejos vaqueros grises y su pálido torso desnudo, y, tal cual, se metió en la cama antes de que el frio le calase los huesos.

 Las sabanas le acogieron de inmediato calmando un ligero temblor en su cuerpo, <<pronto entraré en calor>> pensó. El reloj despertador marcaba las 22:30. Era demasiado pronto para dormir. Se estiró para alcanzar un libro que llevaba meses intentando acabar cuando sonó su móvil. Era Rosa.

     Esbozó una sonrisa mientras contestaba porque, aunque era muy común que ella lo llamase antes de dormir, Caleb disfrutaba de todas las atenciones que su novia le proporcionaba. Rosa le contó cómo le había ido el día, el joven la escuchaba con una sonrisa en los labios. A Caleb le encantaba el tono de voz de Rosa, dulce y ligeramente aniñado. Caleb pensaba que hacían buena pareja: ella tan habladora y él lo opuesto. Cuando quiso darse cuenta, notó que no estaba prestando atención a lo que Rosa le decía, pero se puso al tanto enseguida. De hecho la conversación no había variado mucho desde que comenzó… sobre el día, las clases y cualquier cosa que mantuviese ocupada la mente de ambos. Él siempre intentaba desviar los temas relacionados con su familia pero al final acababa sucumbiendo a su perceptiva novia y se desahogaba, sintiéndose a menudo culpable y algo avergonzado por mostrar esa faceta tan inmadura. Rosa siempre sabía cómo hacerle sentir cómodo y comprendido pero Caleb temía que tantos problemas acabasen por afectar a la relación.

     Sabía por experiencia que su novia no se asustaba fácilmente aunque intentaba decirle solo lo necesario sin entrar en detalles escabrosos o excesivamente morbosos si ella no insistía. Tras media hora de charla en la que Caleb pudo alejarse un poco de sus problemas Rosa le indico a su pareja lo tarde que era y le pidió que se despidiera, ya que ella odiaba despedirse. El chico obedeció sonriendo y aun después de oír el chasquido del final de llamada se permitió unos segundos más a solas con sus pensamientos

 2

El sol ya entraba por las ventanas dando cierta calidez y color a la casa. Caleb despertó lentamente y se quedó unos instantes disfrutando de la calma que se respiraba en la vivienda. Era sábado, no tenía por qué ir a entrenar pero le apetecía sudar y desfogar un rato. Tras desayunar se vistió con un chándal y cogió su bolsa de deporte donde guardaba toda su equipación.

     El aire parecía más limpio y ligero fuera de su casa, el día emanaba luz, frío y pureza. Caleb, con la bolsa de deporte colgada del hombro andaba hacia su gimnasio con paso rápido. El recinto se encontraba en las afueras de la ciudad y se tardaba una media hora en llegar pero el muchacho ya tenía automatizada la ruta y apenas notaba aquel inconveniente.

 La sala de entrenamiento estaba situada en una antigua nave industrial, bastante amplia y luminosa. Desde la misma puerta de entrada se podían ver, a pesar del vaho, los aparatos y pesas para musculación de color azul y blanco y a lo lejos el nuevo ring profesional. Caleb entró y saludó al monitor que estaba de mañanas, un antiguo ex culturista con el que tenía un trato muy cordial; entró en el vestuario y se cambió de ropa .Para ser un sábado por la mañana el gimnasio estaba prácticamente vacío. El chico calentó un poco saltando a la comba mientras charlaba de temas insustanciales con el aburrido monitor para poco después vendarse mecánicamente ambas manos. La venda blanca en la mano izquierda y la negra en la derecha. La gente le preguntaba el porqué de esa costumbre y siempre contestaba que un día se olvidó de traer ambas vendas y lo tomó por costumbre. También se puso los guantes y las espinilleras. Su pulso estaba algo acelerado por el calentamiento y hacía un rato que había empezado a sudar se acercó al grupo de sacos pesados que colgaban en un lateral de la sala y escogió uno, el más largo. Tras casi una hora de duro entreno en el cual incluyó algo de pesas le propuso al monitor si quería guantear un par de asaltos con él… pero el tipo se sacó alguna excusa que Caleb no entendió bien y finalmente se fue a la ducha.

Comentarios

  • editado mayo 2020
    Hay muchas descripciones, como el color de las pesas o la iluminación de la habitación... justo mi punto flaco. Enhorabuena. La narración es amena y fácil de leer. Aunque en este trozo no ocurre nada de trascendencia no se hace pesado y conocemos más a Caleb. Ahora, los puntos negativos:

    Falta tilde en "giró" y "rascó", algunos guiones deberían ser sustituidos por raya larga y deberían usarse comillas latinas (y  no vale poner <<>> como sustituto). Solo dos puntos suspensivos tras "ruedas".

    El dato de que la hermana se llama Diana se introduce de forma muy brusca, al decirla el narrador sin que se mencione antes el nombre. Creo que quedaría mejor como "¿Donde está mamá, Diana?".
  • Muchas gracias por el comentario. Voy a darle un repaso al texto a ver que puedo pulir. Gracias de nuevo. 
  • Así que Caleb sabe pelear... Esto puede serle útil para lo que asumo, el lío que le vas a poner una vez avance más la trama, que por cierto, tiene un aire de shounen que se nota a leguas. No escribo que sea malo, ya que yo mismo disfruto de los shounen. 

    Por otro lado, considero que este gran párrafo: 

    —Te traje lo que me pediste —dijo Caleb vocalizando al máximo para que su madre pudiera leerle los labios a la vez que le mostraba una bolsa de la farmacia que ella cogió rápidamente. Tras  guardarse la bolsa en el bolsillo volvió a cerrar los ojos. El muchacho giro la cabeza hacia su hermana que lo miraba con gesto dubitativo y se encogió de hombros. Estaba demasiado agotado para intentar animar a su  hermana y se retiró sin cenar a su habitación. En el pasillo encontró de nuevo, temblorosa, a su perra. Lena era dulce y miedosa. Era un cruce interesante de Alaska y perro lobo y, para los que no la conocían llegaban a cambiarse de acera pensando que se trataba de un perro peligroso. Caleb rasco un rato a su perra por detrás de las orejas y en ese momento la luz de la cocina incidió en sus ojos que se tornaron rojos. Si. La verdad es que daba cierto aspecto fiero en ocasiones.

    ...puedes dividirlo, ya que el inciso es larguísimo. Considero que si queda así:

    —Te traje lo que me pediste —dijo Caleb vocalizando al máximo para que su madre pudiera leerle los labios a la vez que le mostraba una bolsa de la farmacia que ella cogió rápidamente.

    Tras  guardarse la bolsa en el bolsillo volvió a cerrar los ojos. El muchacho giro la cabeza hacia su hermana que lo miraba con gesto dubitativo y se encogió de hombros. Estaba demasiado agotado para intentar animar a su  hermana y se retiró sin cenar a su habitación.

    En el pasillo encontró de nuevo, temblorosa, a su perra. Lena era dulce y miedosa. Era un cruce interesante de Alaska y perro lobo y, para los que no la conocían llegaban a cambiarse de acera pensando que se trataba de un perro peligroso. Caleb rasco un rato a su perra por detrás de las orejas y en ese momento la luz de la cocina incidió en sus ojos que se tornaron rojos. Si. La verdad es que daba cierto aspecto fiero en ocasiones. 

    ...se vería mucho mejor. ¿No crees?
  • La verdad es que no me había dado cuenta de lo largo de ese párrafo. Intentaré limpiar esa parte

    Y si, Caleb sabe pelear, lo que no entiendo es la etiqueta que le pones que, la verdad, desconozco su significado. 
  • Sinuhe dijo:
    La verdad es que no me había dado cuenta de lo largo de ese párrafo. Intentaré limpiar esa parte

    Y si, Caleb sabe pelear, lo que no entiendo es la etiqueta que le pones que, la verdad, desconozco su significado.

    En realidad si continuas con la lectura de la novela descubríras que trato de basarme en "El viaje del héroe" de Campbell.

    Gracias por comentar. Un saludo. 
  • editado mayo 2020
    @Sinuhe ;

    Colega, el shounen es un género de animé/manga destinado al público adolescente, aunque hay muchos adultos que le gustan. Es un género donde generalmente tienes a un héroe que, es un tipo cualquiera, tiene un origen humilde, es un marginado o, es alguien con una motivación muy poderosa que da inicio a la trama y, generalmente es un adolescente o joven adulto que, por medio de eventos que suceden en la trama, ya sea por mérito propio o por cosas del destino, llega a destacar y hacerse muy poderoso o importante en su entorno. Series como Dragon Ball, Naruto, Bleach, One Piece o Kimetsu no Yaiba son shounen.

    En todo caso, Caleb me recuerda al arquetipo del héroe del shounen, que por cierto, me gusta como llevas la trama, ya que manejarla despacio es algo que estoy aprendiendo a hacer.

    PS: No he leído el viaje del héroe. Le echaré una leída no más acabe algo que estoy leyendo.
  • Gracias Gary la verdad es que siempre aprendo cosas de tus posts. Gracias por tomarte la molestia de explicarme que es el shounen. 
  • Hombre viejo men, gracias. 
  • Iramesoj dijo:
    Hay muchas descripciones, como el color de las pesas o la iluminación de la habitación... justo mi punto flaco. Enhorabuena. La narración es amena y fácil de leer. Aunque en este trozo no ocurre nada de trascendencia no se hace pesado y conocemos más a Caleb. Ahora, los puntos negativos:

    Falta tilde en "giró" y "rascó", algunos guiones deberían ser sustituidos por raya larga y deberían usarse comillas latinas (y  no vale poner <<>> como sustituto). Solo dos puntos suspensivos tras "ruedas".

    El dato de que la hermana se llama Diana se introduce de forma muy brusca, al decirla el narrador sin que se mencione antes el nombre. Creo que quedaría mejor como "¿Donde está mamá, Diana?".
    Hola. Le he dado muchísimas vueltas a lo de que en esta parte de novela no ocurre nada trascendental. Podría decir que se deja caer que Caleb entrena un deporte de contacto, lo cual, será importante en el futuro. 

    Pero no voy a eso. Cerca de la parte del escrito tuve que dejar fuera un buen giro. Me volvi loco quitando párrafos para ver si conseguía entrar. Pero no pude. 

    Espero que no te moleste mi comentario. 
  • No me molesta tu comentario, pero no entiendo muy bien lo que comentas en el segundo párrafo de tu último mensaje.

    Sobre que no ocurre nada trascendental, no es grave en este caso, y no lo dije como algo negativo, fijate que dije “aunque no ocurre nada de trascendencia no se hace pesado”. Es un comentario positivo, no negativo.

    En una novela, es importante que haya gancho al inicio, pero este ya es el capítulo 3 y pueden pasar agunas cosas intrascendentes, ya que a esas alturas ya deberías haber conseguido que el lector se enganche. Y es un buen recurso el usar los pasajes intrascendentes para darnos a conocer a los personajes contando situaciones rutinarias que nos hacen conocerlo mejor, como has hecho poniendo a Caleb yendo al gimnasio, y retando a un monitor de deportes de lucha que pone una excusa para no aceptar. Eso no es trascendente para la trama del libro (o así lo parece) pero nos dice muchísimo sobre las habilidades de combate de Caleb.

    Así que te aconsejo que no le des más vueltas, que está bien como está este fragmento.
  • Iramesoj dijo:
    No me molesta tu comentario, pero no entiendo muy bien lo que comentas en el segundo párrafo de tu último mensaje.

    Sobre que no ocurre nada trascendental, no es grave en este caso, y no lo dije como algo negativo, fijate que dije “aunque no ocurre nada de trascendencia no se hace pesado”. Es un comentario positivo, no negativo.

    En una novela, es importante que haya gancho al inicio, pero este ya es el capítulo 3 y pueden pasar agunas cosas intrascendentes, ya que a esas alturas ya deberías haber conseguido que el lector se enganche. Y es un buen recurso el usar los pasajes intrascendentes para darnos a conocer a los personajes contando situaciones rutinarias que nos hacen conocerlo mejor, como has hecho poniendo a Caleb yendo al gimnasio, y retando a un monitor de deportes de lucha que pone una excusa para no aceptar. Eso no es trascendente para la trama del libro (o así lo parece) pero nos dice muchísimo sobre las habilidades de combate de Caleb.

    Así que te aconsejo que no le des más vueltas, que está bien como está este fragmento.
  • Perdona entonces. Siempre me han inculcado la máxima: si no tiene relevancia para la historia no lo escribas.

    Por eso entendí mal tu comentario. Te pido disculpas. 
  • Quizá yo no use bien el lenguaje, pero entiendo como cosas distintas la relevancia y la trascendencia. Te voy a poner un ejemplo con un texto mío:

    Esther le sirvió, y cualquiera notaba que le temblaba el pulso al hacerlo. Una vez tuvo el vaso en sus manos, Onara probó el vino y a los pocos segundos se lo escupió a Esther en la cara.

    —¡Está picado, puta!

    Mientras Esther se limpiaba la cara con un trapo, Dayana saltó el mostrador y retorció el brazo derecho de Onara, haciendola girarse y quedar de espaldas a ella. Ante la presión de la llave, la obesa mujer hincó una rodilla.

    —Puedo tenerte así todo el día —afirmó con sequedad, apretando la mandíbula—, así que yo me rendiría pronto.

    Onara aleteaba el brazo izquierdo intentando golpear inútilmente a su rival mientras profería los peores insultos y amenazas, ante la mirada atónita de Cneo y Máximus. Finalmente, la mujer dejó de resistirse y cerró la boca, con clara expresión de rabia.

    —No vuelvas a faltar al respeto a nadie dentro de esta taberna. Y como te conozco, doy por hecho que en casa te desahogarás con tu marido. Como vuelva a verlo con marcas de golpes, te rompo un brazo. Ya ves que soy capaz.

    Lo que ocurre en este fragmento no es trascendente, ya que no tiene relación con la trama de la novela ("no trasciende"), pero es relevante, ya que gracias a que ocurre esa anécdota conocemos mejor a la protagonista (vemos sus habilidades físicas, y el comentario sobre el marido de Onara nos indica que es empática con las víctimas).

    Pues bien, Eso mismo que hice yo, creo que es lo mismo que has hecho tú con lo de Caleb y el gimnasio. Y si yo lo hice, fue porque pensaba que estaba bien hacerlo, así que no lo criticaría de otro.
  • Muchas gracias por aclararme esos dos conceptos, que, es cierto, se parecen pero no tienen nada que ver. 

    La verdad es que teniendo en cuenta lo poco que llevo en el foro estoy aprendiendo más de lo que yo pensaba. 

    Gracias de nuevo
  • Hola Sinuhe, perdona por opinar tan tarde sobre tu fragmento, pero lo he leído y me gustaría dejarte mis impresiones por aquí.

    Estoy de acuerdo con la puntualización que hace Iramesoj sobre trascendencia y relevancia. Y es cierto que este fragmento no es trascendente, pero ¿es relevante? Pues eso depende de ti, y me explico: das muchos datos desde que se despierta hasta que termina en la ducha del gimnasio. ¿Cuantos de ellos son relevantes para la historia? Habrá cosas que den información que quieras que el lector tenga (como lo de cada venda sea de un color, puede decirnos que Caleb es constante o ¿quisquilloso? si a raíz de un olvido puntual decide hacer eso siempre). Otras frases darán información que ayuda a que fluya la historia y nos hagamos una idea del mundo (como que la sala estaba a media hora). Aunque quizá haya información más superflua que no sea necesario narrar (como que se puso a saltar a la comba, se le aceleraba el pulso, eligió un saco u otro...). No digo que la tengas que quitar, sino que te replantees si da información o no. Puede que sí, porque quieras reflejar cómo era su entrenamiento, o puede que no, porque simplemente la hayas puesto para llenar el hueco entre que comienza a entrenar y se va a la ducha. Tú decides. 

    En cuanto al resto, pongo algunas cosillas con ejemplos.

    "su hermana apenas hablaba... pero aún era pronto."

    Creo que quedaría mejor sin el "pero". No le veo relación y me parece una coletilla. No estás diciendo nada contrario a la frase anterior, simplemente aclaras que aún era pronto para que hablase con normalidad.

    ". Si. "

    El "Sí" en este caso (afirmación) va acentuado. Tílde diacrítica si no me equivoco.

    "De hecho, la conversación no"
    "su huesuda rodilla. Su madre abrió los ojos "
    "Caleb miraba con ternura a Diana cuando su madre entró en el salón y se dejó caer en un balancín, que a fuerza de usarlo y quemarlo inintencionadamente con sus eternos cigarrillos había hecho suyo."

    Creo que faltan algunas pausas en el texto. Pongo en negrita algunos ejemplos donde podrían ir bien (aunque quizá a veces haya varias opciones).

    "con una sonrisa en los labios"

    De aquí quitaría en los labios, ya que no aporta mucho. Yo al menos no sé poner la sonrisa en otro sitio jeje

    Un saludo y a seguir con ello!
  • Muchísimas gracias por tus apreciaciones y tus consejos, los tendré muy en cuenta y ahora mismo le voy a dar otra vuelta al texto a ver si consigo transmitir, por fin, lo que pretendo. Gracias de nuevo. 
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