Compartirlo todo
esa fue siempre mi bandera
Compartí con el guardián de las calles
la infecta compasión de su audiencia
Compartí la consciencia del anciano
que pierde el juicio
Compartí la imcomprensión del perro labrador
al que arrebatan su trabajo
junto a sus rebaños
Terminé por compartirlo todo
Y me quedé sin nada
Compartí la nada
Y me quedé solo
Silencio
Eso es lo que buscaba
https://digresionesypalabreria.blogspot.com.es/
Comentarios
Felizmente, descubrirás que la paradoja o disyuntiva se resuelve por sí misma con el tiempo. ¡Oh, feliz quien aspira a lo más amplio!
Saludos, linceviejo.