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Infortunio

editado agosto 2017 en Otros
Infortunio

Me llamo Franco y tengo diecisiete años de edad. La verdad es que mi familia está mal económicamente, mis padres nunca están en casa, ya que se la pasan trabajando para poder mantenernos. Soy un chico introvertido, que no va a la escuela y me la paso encerrado en mi cuarto jugando vídeo-juegos… no soy nada sociable, ya que tampoco me gusta socializar. Pero todo eso cambió hace unos tres años atrás.

Mi padre murió por causa del cáncer. Todos estábamos muy tristes, pero mi madre no lo soportó, luego de su muerte estaba inmersa en una angustia total, estaba entrando a una melancolía de la cual nunca podría salir, y pocos días después… se suicidó; mi hermana de tan solo diez años de edad me llamó llorando, diciendo que mamá se había ahorcado. No entendía el porqué, pero ella se fue porque no aguantó no tener a mi padre, pero… ella sabía que tenía dos hijos y de todas maneras, poco le importamos. Luego de ese suceso, yo tuve que cambiar, ya no había quién trajera dinero para la comida o vestimentas, así que tuve que ir a trabajar. Empecé en un supermercado como el de limpieza. Era poco, pero la comida para todos los días y para la escuela de mi hermana no faltaba.

Para ser sinceros la muerte de mi padre me dolió mucho, y con el suicidio de mi madre, me hundí en una inmensa tristeza, no sabía qué hacer de mi vida, yo era un chico que no tenía un propósito en ella. Sin embargo, fui fuerte, yo hice algo que mi madre no hizo… pensar en mi hermana. Debido a esto, decidí cambiar por ella. Ya que ella no soportó la muerte de ninguno de los dos… pero poco a poco la fue superando.

Luego de tres años, mi hermana se enfermó… se quejaba mucho, tenía fiebres de la nada, decía que le dolía mucho el pecho, que se iba a caer porque le temblaban las piernas, era como si no tuviera fuerza, según ella, y debido a esto la llevé al hospital. A ella la internaron… a los pocos días los doctores le diagnosticaron que era un problema del corazón, que era cuestión de tiempo. Un año para ser exactos.

Mi vida era pésima, era un asco, no entendía por qué pasaba lo que pasaba. Sin duda tenía la vida en contra. Era pobre, mi padre murió de cáncer, mi madre se suicidó y mi hermana se enfermó, además no tenía parientes con los que pueda contar... Estaba solo en este mundo.

Pero… mi hermana nunca sanó, tampoco encontraron a un donante. La iba a visitar todos los días al hospital hasta que me dijeron… que no despertó con vida. No me había dado cuenta que un año pasó volando. Estaba destrozado, no sabía, no entendía, no quería entender el porqué de las cosas, el porqué de la vida tan miserable que tuve, tengo y no sé si tendré…

Si había un Dios que se apiada de las personas, que perdona, éste caso era la excepción. Todos los días rezaba por mi hermana para que mejorara su estado… ¡pero no pasó nada! Y fue entonces cuando comprendí… que Dios no existe, que Dios es una creencia creada por el mismo ser humano para su confort, ya que éste necesita algo de qué sostenerse. Los milagros, las fortunas y las desgracias son parte de la vida. Hay cosas inexplicables, que la gente dice: “lo hace Dios”, pero no es así, ellos al no saber, lo asocian con el supuesto todopoderoso.

Cualquiera ante mi situación ya hubiera acabado con su vida. Pero yo no, yo, con mi fuerza de voluntad salí nuevamente adelante, sin ayuda de nadie… Me propuse estudiar medicina, ese iba a ser mi nuevo ideal… ya que yo me eché la culpa de la muerte de mi hermana, porque no pude ayudarla. Pensé en muchas veces en darle mi corazón, para que ella tenga una vida feliz, pero fue esa indecisión que tenía la que no me dejó tomar la correcta. 

Empecé a ir a la biblioteca local, a estudiar todo referente a la medicina. Estudié durante un tiempo… había aprendido diversas cosas. En la mañana del 24 de Diciembre, era navidad, y a pesar de eso, no estaba feliz, no tenía derecho a ponerme alegre… Pero algo peculiar estaba sucediendo, podía ver una persecución policial, se podía escuchar las sirenas de las patrullas que estaban a doscientos metros de mí, venían a una gran velocidad, el conductor del vehículo que estaba siendo perseguido quiso girar a la derecha, yo estaba en la esquina, me había quedado en shock, veía que el automóvil se dirigía derrapando hacia mí, ya que el conductor había perdido el control por tal velocidad. Pero cuando salí del estado en que el me encontraba, ya era tarde… abrí los ojos con mucha sorpresa, miedo, desesperación, angustia y demás emociones… Vi toda mi vida pasar delante de mí en un segundo: vi lo feliz que había sido de muy pequeño, el cambio radical cuando me volví adusto y no sociable… las muerte de mi padre, la de mi madre, la de mi hermana, y todo lo que pasó después hasta llegar a este momento. Lo único que dije fue: “mi infortunio aún no ha terminado”, y el vehículo impactó contra mí.

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El automóvil se estampó contra la pared del edificio con la parte lateral del auto, y entre éste y el muro estaba el muchacho, que salía de estudiar medicina, cuyo ideal era ayudar a las personas el día de mañana. Él aún seguía con vida, tenía los ojos lagrimosos, brotaba sangre de su boca y de sus oídos.

Las personas se fueron aproximando a la escena, y cuando vieron que él estaba vivo, todos los presentes trataron de correr el auto, la policía arrestó al ladrón y ayudó con la causa. Luego de unos segundos, el accidentado estaba acostado en el suelo boca abajo para que no se ahogase con su sangre… a duras penas habló y se movió, las personas le decían que no haga nada hasta que llegase la ambulancia. Pero hizo caso omiso y siguió con lo suyo; sacó una tarjeta de su bolsillo.

—Un bolígrafo —dijo entre cortado, mientras expectoraba sangre. Un sujeto que estaba cerca le alcanzó uno, y la victima luego marcó una opción, que era el estar de acuerdo para donar órganos, y así volvió hablar, mientras soltaba sangre.

—Si no puedo ayudar a personas con medicina, al menos los ayudaré de ésta manera —hizo referencia a lo que marcó en la tarjeta, para luego cerrar sus ojos. Esa fue la última acción que había tenido, una obra de bien, a pesar de todo lo que había vivido…

F I N

Nota: Bueno, este escrito lo hice hace ya un par de años en la escuela, estábamos bien lo que vendría siendo cosmovisión trágica: Como consecuencia nació esta historia. Espero que les guste... 

Comentarios

  • editado septiembre 2017

    Te puedo decir algo, porque también es mi defecto, literariamente, digo. Tenemos una historia en la cabeza, o algo que narrar, y lo soltamos escuetamente. Bien, es tu estilo, y el mío. Pero hay que darle una forma que atrape a quien lee. Si sólo quisiéramos el hecho, miraríamos el periódico. Piensa, relee tu escrito y piensa: "¿Hay otra forma mejor de decir lo mismo?" Una forma que sea o más directa, o más bella, o más insinuante. Que lleve a quien lee a la escena, a un mundo literario interior, que tú estás construyendo con tus frases. Has de construir ese mundo y arrastrar a él a quien lee. ¿Cómo era el auto?, ¿qué sucedía en la calle mientras el auto se estampaba? Has de montar la escena, no sólo decirla. Lo han de ver en su mente, no sólo saberlo. 

    Perdona mi atrevimiento al decirte eso, pues no soy quien, pero son las cosas que me digo cuando trato de mejorar mis escritos. Espero que te sirva. Y tu historia puede ser buena. Su mensaje es bueno. Adelante.

  • Bruderlin dijo:

    Te puedo decir algo, porque también es mi defecto, literariamente, digo. Tenemos una historia en la cabeza, o algo que narrar, y lo soltamos escuetamente. Bien, es tu estilo, y el mío. Pero hay que darle una forma que atrape a quien lee. Si sólo quisiéramos el hecho, miraríamos el periódico. Piensa, relee tu escrito y piensa: "¿Hay otra forma mejor de decir lo mismo?" Una forma que sea o más directa, o más bella, o más insinuante. Que lleve a quien lee a la escena, a un mundo literario interior, que tú estás construyendo con tus frases. Has de construir ese mundo y arrastrar a él a quien lee. ¿Cómo era el auto?, ¿qué sucedía en la calle mientras el auto se estampaba? Has de montar la escena, no sólo decirla. Lo han de ver en su mente, no sólo saberlo. 

    Perdona mi atrevimiento al decirte eso, pues no soy quien, pero son las cosas que me digo cuando trato de mejorar mis escritos. Espero que te sirva. Y tu historia puede ser buena. Su mensaje es bueno. Adelante.

    Tomaré, o al menos trataré de tomar este consejo para futuros escritos. Muchas gracias por tomarte tu tiempo en comentar y aconsejar... Analizando debidamente, solo hay mucha más veracidad en tus palabras, no hay dudad de que tenes razón en todo. En verdad trataré de mejorar en ese aspecto y calculo que en muchos más. Gracias de verdad.  
  • Es cierto lo que te han dicho antes en otros comentarios: la humildad puede hacerte un gran escritor. Quien ya lo sabe todo (o se lo cree), nunca aprenderá nada más. ¡Suerte y adelante!  :)
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