tic tac

Tic Tac....






Hoy es una de esas noches, donde el calor se mete por la ventana. Donde al parecer todo el mundo disfrutar de estar sentados afuera, bajo el cielo estrellado. Y yo sola en mi cuarto escribo estas simples lineas para quitarme esta sensación de asfixia que me persigue hace un tiempo. Se que estoy al limite en muchas cosas, se que de cierta manera soy una bomba a punto de explotar. Si me quedo en completo silencio puedo escuchar el tic tac en mi cabeza. Y espero, por que no se cual sera el detonante, pero se que es pronto.
Y de una u otra manera va a pasar.
Pero lo postergo porque tengo que levantarme temprano e ir a trabajar. Porque tengo obligaciones que cumplir, personas a quienes amar.
Hay días que pienso que eso es suficiente, que jugar a la niña buena y obediente o a la mala y prepotente, alcanza. Que quizás todos estemos en la misma.
Que un día estamos en la cima y al otro en el pozo. Y esos son los días que puedo vivir conmigo misma y con los que me rodean.
Otros días siento que soy una mera espectadora, veo todo lo que sucede a mi alrededor. El daño que cada persona acarrea, veo sus heridas, como tratan de cerrarlas o solo quizás disimularlas para que nadie se entere que tan dañados están. Los miro y me doy cuenta de su dolor y quiero que desaparezca, quiero ser capaz de hacerlos sentir bien otra vez. Se que no me corresponde a mi, pero siempre creo que yo tengo que ayudar en algo. De esta manera, de a poco me olvidando de mi pequeño reloj en mi cabeza. Ya el tic tac no están fuerte y pienso que todo esta bien que logre sobrellevar las cosas. Que estoy salvada.
Mentiras lo sé, pero en esas mentiras a veces hallamos el consuelo de seguir adelante, un día más, un mes más, un año más, una vida más. Entonces el camino se hace mas llevadero (digo yo), empezamos a ver las cosas de un color distinto. A veces pienso que puedo ver la vida de un solo color a la vez. Durante mucho tiempo fue negro, ahora me encuentro cambiando tan a menudo de color que he perdido la cuenta. Ahora es verde, creó que es un color bastante optimista (al menos no es negro). No siempre puedo ver la vida de rosado y violeta.
Pero tal vez sea eso, aprender a pinta la vid de tu color favorito, sin hacer que el de al lado pierda su color. Y la mezcla de todos nosotros juntos forme el arco iris que todo queremos encontrar al final del camino.
Quizás solo por ser el primer día del año me sienta optimista. Pero necesito pensar en que ha ayudado a alguien, a quien sea, y he hecho la diferencia en algo. Y así tal vez, solo tal vez si sigo haciéndolo el reloj en mi cabeza va a ir aplacando su tic tac, hasta un día dejar de sonar.