Lluvia azul
Llovían gotas azules.
El cielo caía sobre nosotros, en una especie
de inundación celestial.
Era como si los ángeles existieran y nos dejasen en los sueños
sus plumas azules
sobre la almohada,
al pasar volando hacia algun lugar
que desconocíamos y deseábamos alcanzar,
tras conseguir rozarlo con una caricia.
Y desde entonces,
nuestros sueños teñidos de azul celeste,
permanecieron escondidos en las noches,
por miedo a que la luz del día
tuviese el poder de cambiarles el color.
No queríamos que el azul desapareciese
en algún despertar,
en algún susurro de la madrugada inesperado
o en el primer rayo de luz asomándose al cristal de
la ventana.
No queríamos que dejaran de llover
pedacitos de cielo diminutos, sobre nosotros.
Comentarios