Myosotis
¡Ay, amor!
Ni un instante que tú no me lo llenes,
ni una gota de olvido en la memoria.
Vaya donde vaya me persigue tu nombre
como mío.
Donde van mis pasos, va tu huella,
Donde van mis ojos, tu mirada,
Donde va mi voz se oye tu acento
siempre secretamente resonando.
Tus agridulces flechas me han herido,
No puedo ya cantar tranquilamente.
¡Ay, qué acoso de ramas ofreciendo
sus flores!...
¡Qué ríos de ternura riegan los prados
sembrados de azules nomeolvides!
11 de abril,015
Comentarios
Gracias por tu compañía.
Un abrazo.
Mi felicitación por estos versos rezumando sentimientos.
Un saludo.
La flor Nomeolvides manifiesta tu amor ---ese amor vestido de luces que traspasa el universo racional--- que sientes con una cierta nostalgia. Hay una antigua leyenda que dice: "Si un amor quiere declarase eterno tiene que ser presentado con el azul de Nomeolvides".
Mi maestro Aleixandre en un arrebato de amor escribió (cito de memoria como siempre):
"Dichoso el que besa fuerte
y besa cierto".
Tus versos nos besan vestidos de azul, con ese final tan excelso:
"¡Qué ríos de ternura riegan los prados
sembrados de azules nomeolvides!".
Los versos resuenan en mi mente para abrazarlos como a un osito de peluche, igual que cuando éramos niños.
Gracias por tanta belleza.
Con todo mi cariño,
Miguel.
Pues abril va pasando sin novedades. A veces se le pide demasiado a la primavera, pero no desisto.
Me alegro de tu visita, Arroyo. Gracias por tu amistad.
Un afectuoso saludo.
El comentario a mi poema es muy especial no solo en lo literario sino en los sentimientos que expresas y en la generosidad con que me tratas.Lo tuyo es dar apoyo a los demás y me llega al alma cómo "abrazas mis versos".
Un abrazo grande.
Mi felicitación .Gracias por compartir ilusiones poéticas.
Me alegro de que vayas encontrando instantes para seguir en contacto y compartir opinión y sentimientos.
Un abrazo.
Mi enhorabuena, Sinrima. Después de tanto tiempo sin saborear tus poemas, me encanta volver a encontrarme con tus rimas. La estrofa que destaco es magnífica; las anáforas expresan lo persistente del recuerdo y el verso final desborda de ternura en ese campo de nomeolvides.
En realidad, tendría que citar todo el poema, pues ¡Menudo comienzo más anhelante!
Un afectuoso saludo.
Gracias por seguir viniendo, Leos. Me gustan y alientan tus comentarios.
Tienes mi afecto; ya lo sabes.