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La Chica del Autobús (por Carlos Serrano)

CarlosSerranoCarlosSerrano Fernando de Rojas s.XV
editado noviembre 2014 en Narrativa
LA CHICA DEL AUTOBÚS

En el autobús aún hace casi calor de verano. Estoy frente a la puerta de Salida y te colocas tú junto a mí y pareciera que me observas a través de las gafas oscuras (no son de esas de pasta negra sino de montura dorada, ligeras, casi años 70's, como las que usaba mi padre de joven...) No me miras a mí, sino el paisaje. Llevas los labios pintados de un rojo sangre fresca que llaman la atención, quizá porque no pareces mujer de pintalabios rojo. De hecho no veo maquillaje en tu cara aunque pareciera que tras las gafas tuvieras sombra de ojos azul, lo cual me empieza a resultar fascinante, como si te me aparecieras en sueños... El cabello rubio oscuro, bellísimamente natural y suelto. Eres menudita, pequeñita, de cintura en miniatura, de pies pequeños enfundados en zapatillas rosas y unos vaqueros ajustados de bolsillos diminutos, braguetilla de chica y cinturón molón y brillante.

Tienes rostro de mujer, no de jovencilla ni de adolescente, aunque pudieras serlo (y por el cuerpo podrías pasar hasta por niña, si no fuera por un busto que se asoma apretado y sugerente, pequeño pero imposible de pasar desapercibido). No soy muy bueno para las edades y podrías tener 18 años o quizá 34, quién sabe (yo no, desde luego yo no, pobre imbécil). Llevas una carpeta agarrada con el brazo derecho y con el izquierdo te aferras al sucio autobús.

No puedo dejar de mirarte, como si fuera verano y llevaras un escueto bikini y sin embargo vas muy vestida pero maravillosamente complementada, con un gusto profusamente sencillo. No recuerdo cuando fue la última vez que vi a una chica tan imponente. Y eso que muchos no estaría de acuerdo: esa nariz grande en una cara enjuta...y sin embargo te combina de fábula, que lo sepas.

Además te muestras tan natural, tan sencilla. Ni estás amargamente seria ni estúpidamente sonriente colgada del teléfono móvil (como otros tantos seres amorfos). Miras al paisaje y estás preciosa en tu tranquila expresión serena.

No creo que te vuelva a ver otro día en el autobús, nos cruzamos ayer y hoy no sé si te veré. Debería decirte algo pero no me atrevo (pese al empuje que me da el que todos mis sentidos te hallan percibido y hayan quedado tocados, heridos).

Normalmente, cuando conozco mujeres interesantes, o me atraen sexualmente o me conquistan románticamente. Las dos cosas a la vez no recuerdo haberlo vivido nunca. Y sin embargo ahí estabas tú, para confundirme y hacerme sentir un pobre imbécil inoperante...

Te has bajado del autobús y no me he puesto a perseguirte (como creo que hacía con las chicas en mis tiempos de adolescencia). Se cierran las puertas y ya echo de menos un perfume que no he podido oler y unas caricias que no tuve pero que son ya pura nostalgia en mis sueños...

Bajita y narizona, preciosa miniatura, un pequeño pincelazo de rojo en los labios y un brochazo embriagador en mi corazón.

Te voy a echar de menos toda la vida, que lo sepas.

Me voy a echar en cara toda la vida mi cobardía. Mi poca hombría ante tu desbordante femeneidad.

Jamás he visto algo tan bonito como tú.

Estoy profundamente triste porque pienso en lo profundamente alegre que hubiera estado de haberte sacado una sonrisa...




NOTA DEL AUTOR:
Ayer me pasó justo lo que cuento en el relato. Subido al autobús apareció una chica de esas en las que nadie se fija y sin embargo a mí me embriagó (lo sé, estoy muy necesitado, para que engañarnos, pero eso no quita que la chica fuera lo mejor que me he encontrado en mucho tiempo...) y ya no me la he podido quitar de la cabeza, porque me pedía escribir sobre ella (y eso igual hace que se grabe aún más en mi mente, quién sabe) y arrepentirme tod mi vida ya de no haber hecho algo al respecto (es decir, en aquel momento, confesar lo mucho que me había impresionado). Hubiera preferido vivir una historia con esa chica que estar aquí contando esto pero aprovechemos la inspiración a falta de otra cosa (o sea, valentía para haber hablado con la chica...aunque siempre pienso que de haberlo hecho la chica me hubiera tomado por un psicópata ¿A cuántas chicas les gusta de verdad que en el autobús las aborde un desconocido en plan romántico? Eso solo se ve, y se permite, en las películas ¿no?)

En fin, la chica del autobús me dio un momento mágico ayer. Que menos que intentar homenajearla aquí ¿no?

Comentarios

  • ESTRELLA SOMBRIAESTRELLA SOMBRIA Anónimo s.XI
    editado noviembre 2014
    Hermoso relato...
    Sabes? Hay personas que aunque no las conozcamos tienen la virtud de marcarnos
    inconcientemente, tienen un aura que difilmente podemos olvidarlas, es un don
    que les dio el señor

    Ojala un dia de estos vuelvas a encontrarla y le robes una sonrisa y porque no
    invitarla a un cafe

    Un abrazo
  • SuinaSuina Garcilaso de la Vega XVI
    editado noviembre 2014
    He entrado de nuevo, a pesar del correprisa que tengo ultimametne, porque mi PC ha hecho caput, y tengo que venir aquí a robar mis propias historias ¡miren ustedes que cosa!, y me encuentro con esta maravilla que ha escrito Carlos, brochazos de arte. Una maravilla de pinceladas, un maravilloso contexto, un contar de verdad, desde las previncas, desde el asiento del autobús ( aquí lo llamamos guagua), y es que las personas que se fijan en lo no establecido, lo que se sale de la norma son personas absoluta-mente especiales. Vaaaale, tambien es cierto que quien folla mucho no tiene lugar para la literatura, y por fortuna para nosotros, y para la literatura, Carlos está en dique seco.
    Me ha encantado, que lo sepas Carlitos.
    Bueno, voy a robar un cuentito mío, a ver si lo encuentro....
    Saludos compañeros.
  • CarlosSerranoCarlosSerrano Fernando de Rojas s.XV
    editado noviembre 2014
    ESTRELLA SOMBRIA escribió : »
    Hermoso relato...
    Sabes? Hay personas que aunque no las conozcamos tienen la virtud de marcarnos
    inconcientemente, tienen un aura que difilmente podemos olvidarlas, es un don
    que les dio el señor

    Ojala un dia de estos vuelvas a encontrarla y le robes una sonrisa y porque no
    invitarla a un cafe

    Un abrazo

    Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo igualmente. Y si, no es la primera vez que me cruzo con una chica y no sé por qué se me hace irresistible...y no tiene que ver con el sexo, la belleza ni nada que se pueda explicar racionalmente...:rolleyes:

    A mi admirada Suina ya la contesté por Privado.:D
  • evilaroevilaro Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado noviembre 2014
    Y si... en algún otro apartado de este
    foro hay una mujer que habla de un joven que la vió
    en el autobús, pero que no se atrevió a hablarle ;)


    Saludos

    Emilio
  • CarlosSerranoCarlosSerrano Fernando de Rojas s.XV
    editado noviembre 2014
    evilaro escribió : »
    Y si... en algún otro apartado de este
    foro hay una mujer que habla de un joven que la vió
    en el autobús, pero que no se atrevió a hablarle ;)


    Saludos

    Emilio

    Je,je...gracias, Emilio. Ojalá tengas razón! Abrazos;)
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