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La jaula vacía

unnadaunnada Pedro Abad s.XII
editado septiembre 2014 en Conozcámonos
Esté es un cuento que he escrito, perdonarme la falta de conocimiento de la lengua española, apenas tengo 16 años y estoy empezando en esto, tengo que admitirlo me es fascinante ésto, por favor critiquen mi escrito para mejorar, sin mas los dejó con mi cuento titulado "la jaula vacía":


Acababa de reprobar, ¿Ó el profesor me reprobó?, no lo sé. Sentí una frustración enorme, en eso alcé la mirada, me di cuenta de que estaba en una habitación sin ventanas, sin puerta, sin color y con un piso que pareciera estar roto, como las paredes que me rodeaban, cada una agrietada con una superficie irregular.
Seguí observando sintiendo una opresión en la retina, en los tímpanos y un incongruente, asqueroso, doloroso e incluso amargo palpitar en mi cerebro, era un suplicio pensar en simples pensamientos presos en una jaula, porque se movían degradando sentimientos dentro.
Las paredes se encogían, yo estaba inmóvil, con la única posibilidad de mover mi cabeza.
Repentinamente uno de mis dedos pareció haberse muerto, tenía un aspecto gris, a mi entender se quedó sin vida, empecé a sentir frió, mi cabello se deshilaba, mi mirar a oscurecer, mi oír a ensordecer, el color de mi piel a pigmentarse de ínfimos reflejos cristalinos, hasta parecer un espejo.
Qué ingenuidad la mía pensar que aquellas paredes fueran sentimientos.
Entonces mire mi cuerpo que servía como espejo, y en el vi que la pared era roja, con las grietas formando un corazón, mire hacía la pared, pero esta era incolora en cambio al volver la vista a mi cuerpo se podría apreciar el rojo claro, catalogándose casi como rosa; en aquella figura en forma de corazón, pareciese ser una ilusión o una persuasión de que era perfectamente nítida, como si alguien o algo imperfectamente lo hubiese tallado.
Han pasado 3 o 4 años, en esta habitación todo sigue igual, cambio la mirada a mi cuerpo, el rojo ya no está, ni aquel corazón, solo hay otra pared incolora.
Doy vuelta a la izquierda, ahora observo la segunda pared, no veo nada, cambio la vista a mi cuerpo, en él encuentro un color negro de la pared, con grietas formando una cruz, en eso viene a mi mente un libro eterno.
Ahora han pasado milenios. Se encuentra totalmente perdido el color negro y la forma de cruz, no le tomo importancia, son nimiedades según mi cerebro. Me dirijo con la vista a la penúltima pared que se sigue encogiendo, y me encuentro con mi reflejo.
El profesor chasquea los dedos, lo observo. Al parecer he perdido la noción del tiempo, mi frustración se va deshilando, deshaciendo, desapareciendo, hasta haberse convertido en un vacío, que se hace pasar en la sociedad como razón. Esa nimiedad, aquella falacia, cosa insignificante y simplemente vacío, como aquella habitación en la que mi mismo me encontré, la jaula de la insignificancia.

Comentarios

  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado septiembre 2014
    Si esta vacía hay que conseguir un pajarito:)

    Bienvenido sin nada más que decir:D:)
  • odmaldiodmaldi Fray Luis de León XVI
    editado septiembre 2014
    Bienvenida.
  • unnadaunnada Pedro Abad s.XII
    editado septiembre 2014
    Je je soy hombre :) :mad: no es cierto, ¿Qué tal estuvo mi texto?, por favor no repriman sus criticas y si quieren sean severos, esto lo hago para madurar, de antemano, Gracias.
  • MedeaMedea Miguel de Cervantes s.XVII
    editado septiembre 2014
    Ah, no te criticamos el texto porque lo has puesto en el subforo equivocado.
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