Es grato encontrarme, luego de algo más de tres meses, escribiendo nuevamente. Temo haber perdido algo de habilidad para expresar con certero detalle lo que deseo. Pero, venga, no es problema alguno, la práctica re-acomodará lo que en mi cerebro ya se encontraba asentado pero luego trágicamente se perdió. Hoy me basta con este sentimiento de confianza en mi ser, algo que no recuerdo cuando lo he sentido por última vez.
Escribir, como alguna vez mencioné, es como si de algún medicamento se tratase. Da la oportunidad de liberar los pensamientos y planear sobre un mundo de ideas. La claridad se vuelve hacia uno mismo y junto a ella, de la mano, trae a la paz. Es casi como gritar algo que hace tiempo quería decir ¿o mejor quizás? Las letras poseen invaluable propiedad. Quiero decir, la tinta sobre la hoja se sostiene tan fuerte que ni cumpliendo mi expectativa de vida podría dejar de contemplar.
Por ejemplo, algunas conversaciones resultaron ser majestuosas y hasta legendarias. Pero el hecho de que vivan sólo en el recuerdo les quita un valor muy significante. En cambio, el hecho de escribir lo que alguien reflexiona sobre la marcha lo hace más profundo e, insisto, detalladamente inolvidable.
Por increíble que lo crea, todo este tiempo que no escribí se debió a que me encontraba en casa sin responsabilidad alguna. No experimentaba emociones ni sensaciones nuevas y día a día repetía mis acciones y, por sobre todo, poco me relacionaba con otras personas. Esto, de alguna manera, me quitó algo de "humanidad" y, peor aún, capacidad de reflexión ¿Cuánto añoré mis habilidades mientras el pasar llenaba el hueco que hay en el futuro? Nada. Sólo cuando decidí poner en marcha mi vida, hace unos pocos días, comenzó a brotar en mi el deseo de comenzar el año de nuevo, casi como cuando queremos deshacer cosas con nuestro oculto sobrenatural poder de volver el tiempo atrás.
De alguna manera, en la cabeza de un ser humano debe caber que no existe "la pérdida de tiempo". Más por beneficio que por capricho. Comparémosla entonces, con el dinero. Supongamos tener dos billetes de diez y entonces decidir aventurarnos hasta el quisco. Allí, por razones que desconocemos, notamos sólo tener uno ¿qué pasó con el otro? Ya sea momentánea o eternamente lo perdimos. No podremos usarlo de manera indirecta ni aprovecharlo de forma alguna. En cambio, con el tiempo no sucede así. Yo estuve tres meses sin adquirir ningún beneficio ni crecimiento social ni progreso significante ¿perdí el tiempo? claro que no, me dio una sorprendente lección a cambio. Hoy valoro mi tiempo mucho más y estoy en proceso de hacerlo aún más. Esta será una experiencia que voy a recordar ante otro momento similar. Nada tiene tanto valor como la experiencia propia. No se pierde jamás. Y de algo estoy más seguro, voy a recordar que dejar de escribir sólo me quitó mucho.
__
Esto es lo que conseguí exprimiendo el cerebro después de algún tiempo reposado. Espero sea agradable y correcto, soy todo oídos a críticas, son muy importantes para mi
.
Por último, estoy ansioso por conocer a alguien (: espero de a poco podamos forjar lo que puede llegar a ser una sólida amistad.
Saludos
Comentarios
Mientras se me quema el arroz te respondo.
* Primero, ¡felicitaciones por haber vuelto a escribir!
* "Pero, venga, no es problema alguno, la práctica re-acomodará lo que en mi cerebro ya se encontraba asentado pero luego trágicamente se perdió." Si trágicamente se perdió, no se puede reacomodar.
Vas a ver que soy una persona muy molesta
* Perdón que siga molesto, pero te ofrezco mi experiencia leyendo tu texto. Me chocó leer "Quiero decir, [...] Por ejemplo, [...]". Es como que no tenes fe en que te estés expresando bien (y vos conocerás a un Rosarino muy famoso, que decía que no le tenían fe )
* Algo que no es del texto: prefiero las conversaciones a lo escrito. Las conversaciones se pueden olvidar, o se pueden recordar distorsionadas (felizmente distorsionadas por ejemplo), o se puede hacer como que nunca se dijo lo que se dijo. Tantas veces dije tantas boludeces, tantas cosas tantas, tontas, de las que me arrepiento y me avergüenzo, que mejor que nadie se acuerde. O que se hagan los que no se acuerdan :P
Si lo escribís, mi amigo, está ahí. Cualquiera puede agitar el papel enfrente tuyo. Estás jodido.
* El tema de la pérdida de tiempo es interesante. ¡Discrepo! O mejor dicho, se puede argumentar una u otra cosa.
La pérdida de tiempo existe, en tanto exista un uso asignado del tiempo. Si uno quiere peregrinar a Santiago de Compostela, y en el medio se tuerce el tobillo, es una pérdida de tiempo. Aunque parezca un ejemplo tonto, se puede aplicar a cosas más importantes, como tener un hijo (algunas mujeres de 30 y pico lo saben), o llegar al hospital a ver por última vez a un familiar. Depende de lo que nos propongamos hacer en ese tiempo.
Quedará como experiencia, como anécdota; si eso nunca se considera perder el tiempo, si la experiencia da uso al tiempo por si misma, entonces es una verdad de perogullo: toda la vida uno tiene experiencias, no es posible no tenerlas.
* Me gustó "llenaba el hueco que hay en el futuro"
Ya está el arroz. ¡Saludos!
-- Diego.
Hay partes que necesitan corregirse por ser oraciones que no quedan muy claras, por ejemplo:
El 'o mejor quizá' es lo que no queda muy claro aquí.
Por todo lo demás, gracias por compartir lo que le vino después de esos tres meses. Garantizo que acá más de un amigo ganará; hay mucha gente 'buena onda'.
Es tu tercer mensaje, no puede haber mala onda por eso.
Compartiste tu texto, no es perdida de tiempo me gustó.
Siempre revisa lo que escribes hay canallas que te pueden aplastar como un insecto por algunas incongruencias.
Yo soy otro tipo de canalla. ¿A quienes les dicen los canallas?
Un saludo.
Quizás sea hincha de Central .....
Esto puso Ignacio:
Y justo eso hiciste. A Juancho no le hagas caso, fue 28 y anda hasta el copete de felicidad por ser día de lo que sólo los peruanos fuera del país saben.:rolleyes:
A mi me agrada Peñarol, siemore me agradó Peñarol quizás porque cuando era un pequeño vi jugar a Fernando Morena en Lima en una copa libertadores.
También me agrada Rosario Central porque de ahí salió el mejor arquero que tuvo la selección peruana se llama Ramón Quiroga. Que manera de estropear este hilo.
Disculpa Ignacio.
Gracias por la aclaración odmalid. Me pareció que había sido duro con Ignacio. No quiero desanimar a nadie!
Saludos
-- Diego
Si querías que te confirmásemos que sabes escribir, pues sí. Has escrito cuatro párrafos con la coherencia suficiente. Pero si lo que te interesa es averiguar si tienes talento para escribir, tendrás que mostrar otras cosas. Exponer cuatro reflexiones de lo más trillado sobre animarse o no a volver a escribir es lo de menos.
Prestaré atención a ver si posteas alguna muestra -digamos- literaria. Saludos.
Pero vamos, como Nae, estaré mirando a lo siguiente que pongas.
.
..
.
No habrá defraudes, pronto mostraré algo para gustar más.
Por cierto, por aquí muchos nos sentimos orgullosos si nos llaman canallas. Pues sí, soy de Rosario Central