Puedo nacer en lo que dura un parpadeo, una quinta parte de un segundo. Cuando asomo arraso. Soy un coctel químico, un volcán, ósmosis, terremoto, empatía, un torrente de esperma, un ojo suave, el jugo de tu sexo, un cerebro anómalo, analgésico y cura; a veces reja y cárcel, y otras, tan libre como el aire de tus sueños.
Soy contradictorio y adictivo.La luz de tus ojos, la noche más estrellada, tránsito de Venus, destello alquímico…mágico…tónico…el aire de tu abanico.
Soy un verso.
También núcleo caudado, putamen, y sobre todo soy una palabra preciosa llamada limerencia.
Dicen que mi vida es corta, las últimas tendencias aseguran que vivo entre seis y dieciocho meses, que si duro más fallezco, o fenezco ( ahora sonrío porque la esencia de la que estoy hecho me hacer ver el toque de gracia de las cosas graciosas). También pienso que a la naturaleza le importa un bledo la gracia, la limerencia y el putamen…la naturaleza solo quiere que me reproduzca, por eso revoluciona el cuerpo, euforiza a las hormonas, una oxitocina es algo más que una palabra eficaz y contundente.
Luego ya vendrá mi segunda etapa, cuando me vuelvo romántico, sensato, y cuidadoso. En ellas, en las hembras de todas las especies, implanto el síndrome del nido…helas ahí por mi culpa,o por mi causa, eligiendo trocitos de ramas, entrecruzándolas para hacer un soporte seguro, buscando una casa confortable, telas color pastel para el nido, ventanas luminosas, y el mejor ginecólogo que puedan permitirse. La lujuria pasa a un segundo plano, el macho se siente relegado, y sin embargo, en el homo sapiens, hasta son partícipes: forman una familia, un núcleo humano, un vínculo afectivo, una rúbrica oficial, un nudo. Y yo en el medio de todo eso sin saber aún para que lado decantarme, entre el cariño y un poco, o un mucho más tarde, el afecto, sucedáneo más duradero que la pasión inicial. Para lo bueno y lo malo, la enfermedad y la salud, para “los siempres de los siempres amén”.
Heme ahora sin el cuerpo revolucionado, pletórico de tedio, la testosterona a punto de próstata, feneciendo de muerte natural, de indiferencia, compensando la desilusión con un poco de chocolate rico en feniletilamina, o con un buen coñac mientras el rabillo del ojo se entretiene en otras hembras, o en otros futuros candidatos.
Cuando muero en pleno auge, en la cima de mi mismo, padeciendo de desorden, entonces, entonces…soy capaz de escribir los versos más tristes, las cartas de Eloisa y Aberlardo; en Verona soy aquel trepador del balcón florido de una niña; en un convento Inés; Ofelia ahogada entre nenúfares; la casada infiel sin sus cuatro corpiños, y Dante enamorado de Beatriz en el acto, en una quinta parte de un segundo, en lo que dura un parpadeo.
Entre la química natural y la abstracción mental... Las palabras escogidas me parecen del todo acertadas y el enfoque original, aunque se trate de un desenlace un tanto triste para el amor..no deja de ser cierto.
Me encantará leer más obras tuyas, puedo asegurártelo
Muchas gracias chicos. Este lugar no tendria sentido si no nos leyéramos y comentáramos.
Eduardo, dime por donde puedo leer algo tuyo, que no lo encuentro ¿vale?
Muchas gracias chicos. Este lugar no tendria sentido si no nos leyéramos y comentáramos.
Eduardo, dime por donde puedo leer algo tuyo, que no lo encuentro ¿vale?
Pues Suina, soy más lector que escritor. He creado poco, y he publicado menos; apenas dos poemas que han tenido éxito dispar.
No me merezco esto, soy patético.
Pero parece que lees la mente del hombre que va como el picaflor de rama en rama.
Recuerdo haber visto con mi Padre en la tele hace unos treinta años una película llamada: “la comezón del séptimo año” con Marilyn, la bella Marilyn. Cuando la vi aquella película ya era vieja.
Me hacía gracia la trama y aquel hombre dudando acerca de ir o no ir por aquella mujer. Y el pensamiento puesto en su séptimo año de matrimonio. Sugiero que veas la película.
Mis enamoradas siempre me duraban tres años. No más, ese era el límite. Me casé al tercer año de enamorado y al año de novio, a la antigua. Como “la gente decente”. Departamento nuevo, cocina nueva, cama nueva, tele nueva. Todo nuevo.
Al séptimo año de matrimonio, me acordé de la película. Mi esposa coincidentemente estaba en una fase lunar particularmente beligerante y yo acordándome de Marilyn. Le conté lo de aquella película, se lo conté por las buenas. Para que se calme, le dije que la quería; que no esfuerce para que deje de quererla.
Porque los matrimonios son como los autos viejos, les agarras cariño y es difícil deshacerte de ellos.
Un abrazo Suina
Ah Juancho...te refieres a "La tentación vive arriba", buena peli, si, un título más sugerente que la comezón del séptimo año, comezón es que te pica algo ¿no?:)
Siempre creí que comezón era que te picaba algo....¿ que le picaría a la bella de Marilyn ?
No había leído este relato tuyo y una sonrisa se ha asomado a mi boca al leer.
Tienes un ingenio para las palabras que merece la pena que lo explotes y tendrás aquí, siempre que mi ordenador me deje, una fiel lectora.
Hay el amor.....¿ que no haríamos sin él ?
Muy, muy, pero que muy bueno. Cómo escribes, Suina... Y siempre sabes acompañarlo con una buena canción, acertada siempre. Pon más cosas, pon algún enlace en el que pueda leer cosas tuyas; ¿has publicado algo?
Me encanta, en serio, y es una lástima que no disponga de más tiempo libre para poder leerlo todo.
Me gustaría comentarte que tú, como yo (y muchas personas más), aprecia el valor que tiene la música en una lectura, como lo puede tener en un medio audiovisual. Y eso me encanta.
Nada más que decir salvo que me alegro de leerte y cumpliré nuestro "trato" en la medida en que disponga del tiempo necesario.
Gracias Boney.
Bueno...he escrito un libro de cuentos, se ha agotado la segunda edición, lo tienes también en formato virtual también.
Siempre ando escribiendo, desde que era chica, una manía como otra cualquiera
Increíble relato! La prosa me parece magnífica. Una soltura increíble con el lenguaje: hace que sea un placer la lectura. Como bien se dice: 'se lee solo'. También me gustó mucho su tono metafórico. La verdad muy bueno, te felicito.
Espero que sigas compartiendo más relatos. Saludos!
Muchas gracias Sehu y Solyarena, ultimamente no hag omás que agradecer, nadie me señala algo negativo? ¿nadie me quiere hacer una crítica para mejorar? ¡Qué buenos son ustedes carajo!
Comentarios
Me encantará leer más obras tuyas, puedo asegurártelo
No por ello he dejado de disfrutar de su lectura; me ha entretenido y gustado
Eduardo, dime por donde puedo leer algo tuyo, que no lo encuentro ¿vale?
Pues Suina, soy más lector que escritor. He creado poco, y he publicado menos; apenas dos poemas que han tenido éxito dispar.
Te paso los enlaces. Es alabador tu interés
http://www.forodeliteratura.com/showthread.php?t=24430
http://www.forodeliteratura.com/showthread.php?t=25096
PD: A mí, curiosamente me gusta más el segundo, que fue el que menos gustó
Claro, yo siempre que puedo lo hago
Pero parece que lees la mente del hombre que va como el picaflor de rama en rama.
Recuerdo haber visto con mi Padre en la tele hace unos treinta años una película llamada: “la comezón del séptimo año” con Marilyn, la bella Marilyn. Cuando la vi aquella película ya era vieja.
Me hacía gracia la trama y aquel hombre dudando acerca de ir o no ir por aquella mujer. Y el pensamiento puesto en su séptimo año de matrimonio. Sugiero que veas la película.
Mis enamoradas siempre me duraban tres años. No más, ese era el límite. Me casé al tercer año de enamorado y al año de novio, a la antigua. Como “la gente decente”. Departamento nuevo, cocina nueva, cama nueva, tele nueva. Todo nuevo.
Al séptimo año de matrimonio, me acordé de la película. Mi esposa coincidentemente estaba en una fase lunar particularmente beligerante y yo acordándome de Marilyn. Le conté lo de aquella película, se lo conté por las buenas. Para que se calme, le dije que la quería; que no esfuerce para que deje de quererla.
Porque los matrimonios son como los autos viejos, les agarras cariño y es difícil deshacerte de ellos.
Un abrazo Suina
No había leído este relato tuyo y una sonrisa se ha asomado a mi boca al leer.
Tienes un ingenio para las palabras que merece la pena que lo explotes y tendrás aquí, siempre que mi ordenador me deje, una fiel lectora.
Hay el amor.....¿ que no haríamos sin él ?
¿Qué serían de los cuentos si no hubiera ojos que los leyera?
Tengo los tuyos.:)
Me encanta, en serio, y es una lástima que no disponga de más tiempo libre para poder leerlo todo.
Me gustaría comentarte que tú, como yo (y muchas personas más), aprecia el valor que tiene la música en una lectura, como lo puede tener en un medio audiovisual. Y eso me encanta.
Nada más que decir salvo que me alegro de leerte y cumpliré nuestro "trato" en la medida en que disponga del tiempo necesario.
Bueno...he escrito un libro de cuentos, se ha agotado la segunda edición, lo tienes también en formato virtual también.
Siempre ando escribiendo, desde que era chica, una manía como otra cualquiera
http://editorialcirculorojo.com/publicaciones/c%C3%ADrculo-rojo-novela/los-contadores-de-estrellas/
Espero que sigas compartiendo más relatos. Saludos!