Estaba yo en la fila de la caja del supermercado. Tan sólo llevaba fideos. Delante de mí, una señora llevaba seis botellas de fino champagne.
Entonces, ocurrió algo insólito, increíble, una obra de Dios, sobrenatural: ¡ ella me dio permiso para pasar antes a pagar a pesar de que le tocaba el turno a ella!
Esto debió estar escrito en las profecías hebreas, en las parábolas de Cristo, en algún lugar del Corán. ¡ La clase alta decidió ceder sus derechos a la obrera! ¡ Se viene una unión de clases sociales y la concreción de los socialistas utópicos! Ese acto de la señora daría el inicio a un cambio mundial… ya no más guerras… ya no más indiferencia. ¡ Bienvenida la Paz Mundial! ¡ No es necesaria la O. N. U nunca más!
Tengo fe de que así será
Entonces, sonó el reloj despertador.
Comentarios
Me ha gustado, enhorabuena