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El verano

editado julio 2012 en Conozcámonos
Lo siento. Hacía algún tiempo que no escribía en el foro. Normalmente, no son necesarias las justificaciones, máxime cuando no hay afectados, pero…; aun así, mostraré mi cuartada (léase evasiva vetusta e infirmada). Algunos sabréis que presenté mi primera novela a principios de mayo, y ya podéis imaginaros el trajín de todo esto: presentaciones, promociones, enviar reseñas y padecer. Ahora que la llama inicial va perdiendo ya, como todo en esta vida, un poco de fuerza, pues solo queda esperar y mientras se espera continuar a la vez porque no es lo mismo perder la constancia que la ilusión; ahora que me encuentro en ese momento extraño del desconcierto deslucido, lo que verdaderamente me quita el tiempo es el tiempo en sí.
Ha llegado el verano, y a mí este ciclo tan iterativo me expulsa con violencia de mi silla, de mi estudio, de mi casa. No consigo plasmar, soy solo un gusano fumador que va recopilando ideas y guardándolas entre los pliegues de un cuerpo sedoso. Algo debe de tener el verano que en mí dimana un sosiego y un alivio incontenibles. Como un cerdo por el fango me arrastro hasta la terraza más próxima a leer, a contemplar, a tomar notas, a volver a leer, a volver a levantar la cabeza, mientras bebo algo refrescante (léase...). Incluso a veces estoy tantas horas que las líneas se aparean unas con otras y forman nuevas palabritas que no entiendo porque me muestras imágenes que desaparecen cuando intento analizarlas. La gente habla y discute, los niños gritan y discuten, el sonido de los coches, el viento, los ladridos, las pisadas silenciosas de los pájaros que se acercan a las mesas, mis hijos que vienen porque tienen sed o porque otro niño les ha quitado el columpio. Alguien se acerca y yo me sumerjo rápidamente en el libro para defender mi intimidad, para expandir un momento más mi victoria sobre el resto del mundo. Este escenario tan afable es el mejor bálsamo, ¿cómo voy a desperdiciar esta sensación de felicidad? Cuando termine el verano, volveremos a la carga.

Comentarios

  • annasofiaannasofia Garcilaso de la Vega XVI
    editado julio 2012
    Bueno Enrique, tus manos hablan por si solas,disfruta de las maravillas de afuera, sobre todo en verano que se presta, hasta que puedas plasmar algo por aqui...
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado julio 2012
    Es lo que digo ,el mono tiene la culpa de que nos tengan abandonados, si no, para la muestra un botòn, ya apareciò el primero que se anda asoleando el trasero, asi que a tener cremita para los insolados, que seràn la mayoria:D:p:):)
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