El problema de la Brujita Winnie es que todo su mundo es de color negro.
Su casa, las paredes, los muebles, la ropa, y por supuesto su querido gato Wilbur también es negro.
Esta situación hace que le resulte muy difícil encontrar a su mascota. Sólo cuando tiene sus lindos ojos verdes abiertos lo puede ver, pero cuando está dormido por lo general no lo encuentra, y a veces incluso se tropieza con él.
Por eso decide resolver el problema y lo convierte en un gato verde. Esta es una solución perfecta dentro de la casa, pero cuando sale al jardín, lo vuelve a perder porque Wilbur se camufla con el pasto.
En otro intento lo pinta de colores, y así se acaba el problema porque ahora siempre está visible. Demasíado visible, tanto que los pájaros del jardín se burlan de él.
Entonces Winnie busca una solución totalmente diferente a las anteriores y eso trasformará completamente su vida y la de Wilbur.
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