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Arenas Rojas II (Arex-7)

JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
editado julio 2012 en Fantástica
[FONT=Arial, sans-serif]Arex acepta el encargo del noble Hassan de llevar las “Lágrimas de Ishtar” a casa de su futuro suegro en Kaurán. Esta vez viaja en barco y llega a Kaurán sin percance. Emprende el camino a Lashkar, la capital, por la carretera real. Viaja montado en un camello, como un nativo. Yimir, su fiel corcel, descansa plácidamente en las cuadras del noble Hassan esperando su regreso.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]I[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]EL ARPA Y LA ESPADA[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]El Arpa y la Espada” era el nombre de la posada adjunta a la primera parada de postas en la carretera real de Kaurán que se encontraban los viajeros provenientes de Aristán. En ella se reunía una gran variedad de gentes de todas las procedencias, comerciantes y aventureros en su gran mayoría.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]Cuando la puerta se abrió, la ruidosa algarabía del interior se silenció de golpe y todas las miradas se fijaron en la figura que se recortaba en la entrada bajo la luz del exterior. Se trataba de un hombre alto y de anchas espaldas vestido al uso de las gentes de Aristán. Sin embargo, a pesar de sus vestimentas, nadie le hubiera confundido con un aristano ya que sus ojos azules y su larga melena rojiza lo delataba como un montañés del lejano norte. Una espada curva colgaba de su cadera izquierda enfundada en una vaina de rica factura.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]El hombre miró al interior y se dio cuenta de que había irrumpido en el local justo cuando estaba a punto de empezar una pelea. Observó a los contendientes. A su derecha vio dos hombres vestidos al estilo de Kaurán, muy parecido al de los aristanos, ambos empuñaban sendas espadas curvas. A su izquierda se encontraba una mujer de larga melena castaña recogida a su espalda en una trenza, vestía una túnica corta que permitía ver sus muslos y calzaba unas botas altas que llegaban justo bajo sus rodillas, empuñaba una espada de hoja recta, larga y estrecha. Su pose y su mirada reflejaban resolución al enfrentarse a esos dos hombres.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]El recién llegado sonrió y se adentró en el local para sentarse en una de las mesas. Para hacerlo, tuvo que pasar entre los contendientes, miró primero a los dos hombres y luego giró su mirada hacia la mujer, a la que dedicó una ligera inclinación de cabeza y una sonrisa. Ella le respondió torciendo la boca y frunciendo las cejas en señal de disgusto.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]El recién llegado se sentó a una de las mesas y se dirigió al tabernero.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Tú, me han contado excelencias de la cerveza kaurana, sírveme una jarra.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]Después se arrellanó en su asiento y observó a los contendientes sin dejar de sonreír.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]Estos, tras la interrupción, volvieron a centrarse en el duelo. Los dos hombres se lanzaron al ataque al unísono con las espadas en alto. La mujer se limitó a pasar entre ellos mientras su espada dibujaba dos relucientes arcos en el aire. Ambos hombres cayeron de rodillas mientras sus intestinos asomaban por sendos cortes en sus estómagos. El enfrentamiento fue tan breve que muchos de los presentes tardaron varios segundos en comprender lo que había pasado.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]La mujer limpió la hoja de su espada en la túnica de uno de los cadáveres, la envainó y mientras el resto de parroquianos cobraban o pagaban sus apuestas sobre el duelo, se dirigió a la mesa donde se encontraba el hombre del norte.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Podrías haberme ayudado.-le dijo poniendo los brazos en jarras.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¿Ayudarte? ¡Vamos, Asha, solo eran dos! Eso habría sido jugar con ventaja.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¡Arex, eres un...![/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]Asha cogió al norteño por el cuello de su túnica. El se limito a mirarla a los ojos sin perder su sonrisa. Ella respondió a esa sonrisa con un apasionado beso.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Odio admitirlo, pero te he echado de menos, pelirrojo.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Yo también he pensado en ti a menudo. ¿A que se ha debido este enfrentamiento?[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-A lo de siempre, ya sabes.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]Arex recorrió con la vista el cuerpo de la mujer.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Si, ya puedo imaginarlo.[/FONT]




[FONT=Arial, sans-serif]
[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]Al día siguiente, el alba los sorprendió abrazados en una de las camas de las que disponía la posada para que los viajeros pudieran pernoctar.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¿Que te trae por Kaurán, Asha? Te hacía en Kritein o las Islas Pictas.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Aquello estaba demasiado tranquilo. He oído que los reyes de Kaurán y de Aristán están organizando un ejército conjunto para atacar a las tribus de bandidos que asolan Tierras Baldías. He pensado que tal vez pueda alistarme. ¿Y, que hay de ti?[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Estoy haciendo un trabajito. Llevo un paquete a un noble de Lashkar, la capital.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¿Tu haciendo de mensajero? Esto es nuevo.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Es un encargo peligroso, Asha. El paquete es muy codiciado.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¿Se trata de algo valioso?[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Mucho.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¿Y como es que le han confiado ese “paquete” a un ladrón profesional como tú? No me digas que no has pensado en quedártelo y venderlo por tu cuenta.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Se trata de una cuestión de honor. Es un encargo de un amigo.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-Ya veo...Oye, estaba pensando que ya que los dos nos dirigimos a Lashkar, podríamos hacer el viaje juntos, siempre es más seguro viajar acompañado.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¿No estarás pensando en robarme la mercancía, verdad?[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-¿Como puedes pensar eso? Somos amigos.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]-No creo que eso sea un impedimento para ti. Esta bien, viajaremos juntos. Pero no intentes jugármela.[/FONT]


[FONT=Arial, sans-serif]Dos días después entraron en Lashkar y se separaron, cada uno hacia su destino final en la capital de Kaurán.[/FONT]

Comentarios

  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado diciembre 2011
    [FONT=Arial, sans-serif]II[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]UNA NUEVA MISIÓN[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Es realmente una joya magnífica- dijo el conde Rashmán mientras volvía a guardar las lágrimas de Ishtar en el cofre.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Quiere eso decir que estás satisfecho y que concederás la mano de tu hija Fadhila al noble Hassan?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Naturalmente.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Arex movió la cabeza en un gesto de negación.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Rashmán sonrió.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿No lo apruebas? Creía que eras amigo amigo de Hassan.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No soy quien para juzgar vuestras costumbres, pero ya que lo preguntas, te diré que lo que no apruebo es esta transacción.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Que quieres decir?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Vender a una hija es algo impensable para mi pueblo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Crees que Hassan esta comprando a mi hija con este collar?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Y no es así?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Bueno, en cierto modo, lo es.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿En cierto modo? Lo siento, pero algunas sutilezas de los pueblos civilizados aún se me escapan.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Verás, antiguamente si era costumbre comprar la esposa a su padre, pero hace mucho tiempo que abandonamos esa práctica. Sin embargo seguimos haciéndolo, por tradición, de una forma simbólica.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Simbólica?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Hassan me ha regalado este collar para demostrarme su poder económico, así me asegura el bienestar de mi hija a su lado. Yo regalaré el collar a Fadhila como parte de su dote, así el collar vuelve a Hassan junto a ella. Por eso digo que la ha comprado de forma simbólica.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Entonces Fadhila y Hassan...[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Se conocen hace años y se casan por amor.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Os complicáis demasiado la vida.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Como lo hacéis en tu país?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Cuando un hombre y una mujer desean casarse, el entra en casa de los padres de ella con la espada en la mano y anuncia que ha venido a llevarse a la mujer y que matará a cualquiera que intente impedirlo. Después toma de la mano a su amada y se la lleva.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Ya veo... ¿Que ocurre si su padre se niega?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Eso no ocurre nunca. Nuestras mujeres tienen libertad de casarse con quién quieren.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Pero, ¿Y si la familia de la mujer intentara impedirlo? ¿Mataría el hombre a todos para llevarse a la mujer?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No, pero repito que eso no ocurre nunca, solo es una tradición.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Lo ves? No somos tan distintos. Nosotros fingimos comprar a nuestra esposa y vosotros fingís robarla.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No se me había ocurrido verlo de esa forma, pero tienes razón, no somos tan distintos después de todo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Rashmán sonrió, llenó dos copas de vino y le tendió una a Arex.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Dime Arex ¿Que vas a hacer ahora? ¿Tienes algún proyecto en mente?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No estoy seguro, tal vez me una al nuevo ejercito que se esta formando para limpiar el desierto de bandidos.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Nunca lo lograrán, siempre ha habido bandidos en Tierras Baldías y siempre los habrá.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Poco me importa eso, mientras la paga sea buena.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Tal vez quieras hacer un trabajo para mi. Hassan confió en ti, así que yo también lo haré.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿De que se trata?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Quiero que lideres la escolta de mi hija en su viaje a Aristán.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Siempre es preferible un trabajo de esta índole antes que volver al ejército, pero antes de aceptar, dime, ¿cual es la paga?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Te pagaré lo mismo que te pago Hassan por traerme las lagrimas.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No. Lo haré por el doble.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Porqué el doble?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Porque esta vez tendré qué proteger dos “tesoros” en vez de uno, tu hija y el collar.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Eres un duro negociante, pero no puedo rebatir tu razonamiento. Efectivamente, mi hija es un tesoro para mi, más valioso, incluso, que ese collar.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Trato hecho, entonces?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Estoy de acuerdo con tus condiciones, pero antes tengo que advertirte de algo. Este viaje será más peligroso que el que has hecho para traerme las lágrimas de Ishtar. Tengo muchos enemigos, así que además de los posibles ladrones que intenten hacerse con el collar, debes estar alerta ante los que podrían intentar secuestrar a mi hija para pedirme un rescate o presionarme políticamente.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Ya veo que puede haber mucha gente interesada en este viaje. Si lo hubiese pensado antes, te habría pedido el triple.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Entonces, aceptas el trabajo?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Lo acepto.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Trato hecho, entonces. ¿Cuando quieres partir?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Dentro de unos días. Antes tengo que idear un plan para terminar con éxito el trabajo.[/FONT]
  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado diciembre 2011
    [FONT=Arial, sans-serif]III[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]LA PARTIDA[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Tres días después, en una esquina de la ciudad desde la que se tenía una buena visión de la entrada a la mansión del conde Rashmán, un hombre estaba observando dicha entrada. Estaba sentado en el suelo e iba vestido con harapos, frente a el había una escudilla de madera en la que ocasionalmente algún viandante arrojaba alguna moneda. Cuando eso sucedía, el hombre murmuraba alguna frase de agradecimiento, pero en ningún momento perdía de vista la entrada a la mansión.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Finalmente, el harapiento observador vio detenerse frente a la mansión un carruaje tirado por cuatro camellos, unas cortinas en las ventanas del mismo ocultaban el interior del vehículo. Al momento salieron a recibirlo dos hombres, uno de ellos era Rashmán, el otro era el extranjero de pelo rojo que llevaba varios días hospedado en casa del conde, este último llevaba en sus manos un pequeño cofre. Ambos hombres cruzaron algunas palabras ante la puerta de la mansión, pero interrumpieron su conversación cuando desde el interior, hizo su aparición un nuevo personaje. [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Se trataba de una mujer, vestía completamente de seda y llevaba la cara cubierta por un velo. Esta se acercó al conde, el cual la abrazó y le besó en la frente, después ella subió al interior del carruaje, el extranjero depositó el cofre al lado de la mujer, cerró la puerta y subió al pescante al lado del conductor. Tras un breve saludo con la mano entre el conde y el extranjero, el carruaje partió en dirección a las puertas de la ciudad.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El mendigo se levantó, metió la escudilla con las monedas dentro de un zurrón y corrió para encontrarse con el hombre a quien debía informar de lo que había visto.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]
    [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Minutos después, el mendigo entró en una taberna, pidió una cerveza y esperó. Apenas había consumido la mitad cuando otro hombre se sentó en la misma mesa frente a el.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Que tienes para mi, Kamil?-preguntó el recién llegado.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Depende. ¿Que tienes tú para mi?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El hombre echo mano a su bolsa y puso un puñado de monedas sobre la mesa, el mendigo alargó la mano para cojerlas pero su interlocutor fue más rápido y puso la suya encima impidiéndoselo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Que tienes para mi?-repitió.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Esta mañana, una caravana financiada por el conde Rashmán a partido en dirección a Aristán.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Que tiene eso de extraordinario?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Con la caravana va un carruaje en el que viaja la hija del conde. Va custodiada por cincuenta hombres armados al mando del extranjero que lleva varios días hospedado en la mansión de Rashmán.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Eso ya está mejor.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El hombre retiró la mano permitiendo que el mendigo cogiera las monedas y se levantó con intención de abandonar el local.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¡Oh, si, se me olvidaba!- dijo Kamil.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Que pasa?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Hay algo más.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Dímelo todo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Kamil sonrió y miró la bolsa de su interlocutor.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No juegues conmigo, Kamil. No soy conocido precisamente por mi paciencia.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Vamos, ya me conoces.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El hombre arrojo otro puñado de monedas sobre la mesa que Kamil se apresuró a recoger.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-En el carruaje, junto a la chica, viaja un cofre que parece contener algo muy valioso.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El hombre sonrió.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Disfruta de tus monedas, Kamil, esta vez te las has ganado.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]
    [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El hombre salió de la ciudad y se dirigió a la zona donde acampaban las caravanas de paso, junto a las murallas y penetró en uno de los campamentos. Cuando llegó a la tienda principal, se encaró a uno de los dos hombres que montaban guardia.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Dile al sheik Keled que traigo la información que esperaba. [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El guardia desapareció en el interior de la tienda para volver a aparecer al poco rato.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Puedes pasar-dijo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El hombre entró y se inclinó ante el principal ocupante de la tienda.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Mi sheik, traigo la información que querías.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Keled apartó a la esclava con la que estaba disfrutando y se puso en pie. Era un hombre alto y musculoso, una espesa y rizada barba ocultaba en parte la larga cicatriz que cruzaba el lado izquierdo de su rostro atravesando una cuenca vacía.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Mi buen Alim, parece que tu red de espías sigue funcionando a las mil maravillas, cuéntame lo que has averiguado.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]
    [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¡La hija de Rashmán!-exclamó Keled después de escuchar lo que Alim había venido a contarle.- Cualquiera de los enemigos del conde pagaría una pequeña fortuna por ella para poder presionar políticamente a su padre. Y, en cuanto al cofre, sin duda debe contener las Lágrimas de Ishtar. Un buen botín que puede hacerme muy rico. Prepáralo todo, Alim. Partiremos tras esa caravana en cuanto estemos listos.[/FONT]
  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado diciembre 2011
    [FONT=Arial, sans-serif]IV[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]OTRA VEZ EN TIERRAS BALDÍAS[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Siguieron la ruta más habitual entre las caravanas que viajaban entre Kaurán y Aristán, la llamaban la ruta de “las tres hermanas” y hacía referencia a los tres oasis que usaban los comerciantes para pernoctar en cada etapa del viaje. Partiendo de Kaurán, los viajeros se encontraban sucesivamente con Fatán-Dum, Seirán-Dum y Kasan-Dum antes de llegar a Aristán. La palabra “Dum” que tanto en idioma kaurano como en aristano significaba “oasis”, era en ambas lenguas un término femenino, de ahí el nombre de la ruta.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]La primera etapa del viaje discurrió sin contratiempos y la caravana llegó a Fatán-Dum poco después del ocaso. Se montó el campamento con la diligencia de los que estaban habituados a viajar por el desierto y poco después, los componentes de la expedición cenaban reunidos alrededor de los fuegos de campamento.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Antes de acostarse, Arex recorrió el perímetro comprobando los puestos de guardia. En uno de ellos se encontró con Rabah, el jefe habitual de la caravana que había cedido su puesto a Arex en este viaje.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Ishtar sea contigo, Rabah.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Que ella te guarde, Arex. ¿Inspeccionando el perímetro? No era necesario que te molestases, yo mismo me he ocupado de todo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Espero que no te moleste esta situación, amigo. No es mi intención ocupar tu puesto, solo es temporal, lo que dure este viaje.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No te preocupes. Se que conservo la confianza de Rashmán y no cuestiono las razones del conde para entregarte la jefatura de esta expedición.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Bien, porque veo que los hombres son reacios a seguir mis órdenes, en caso de un ataque no me seguirán a mi, sino a ti.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Tendrás todo mi apoyo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Gracias, eres un buen hombre, Rabah.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Hay algo que quiero preguntarte, pero no se si debo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Pregunta.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Porque llevar a Fadhila a través del desierto? La ruta marítima es más segura.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-La ruta marítima también tiene sus peligros. Una tormenta en el mar es más peligrosa que en el desierto y también están los piratas, tan sanguinarios como los bandidos que asolan Tierras Baldías.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Arex, sabes tan bien como yo que no es época de tormentas y que los piratas no atacan cerca de la costa.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Arex permaneció en silencio mirando a Rabah a los ojos. El jefe de caravanas era un hombre inteligente, sin duda se percataba de que el norteño le ocultaba algo. Arex se pregunto si debía contarle la verdad, pero decidió mantenerlo en la ignorancia, para que su plan funcionara ningún miembro de la expedición debía saber nada de dicho plan. [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Y si te digo que prefiero el desierto porqué no se nadar?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Ja ja ja ja... Está bien, no me lo digas si no quieres, seguro que tus razones son buenas. Espero que, sea lo que sea que has planeado, todo salga bien. De todas maneras, hay algo que no me gusta.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Qué es lo que no te gusta?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Nuestra partida. Hacer que ese vistoso carruaje recogiera a Fadhila en las puertas de su casa fue como pregonarlo a todo el mundo. Me extraña que no nos hayan atacado ya los bandidos.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Anunciar nuestra partida de forma tan evidente, forma parte del plan. Tranquilo, se lo que me hago. En cuanto a los bandidos, no nos atacarán hasta mañana, cuando estemos en pleno desierto, lejos de toda ayuda.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Eso ha sonado como si deseases que nos atacaran.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Arex sonrió.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No te preocupes. Solo asegúrate de que Fadhila permanezca en el carro y que nadie la moleste.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Tranquilo, esos mercenarios que ha contratado Rashmán duermen alrededor del carruaje.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Bien, voy a ver si duermo un rato, buenas noches.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Buenas noches, Arex.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Rabah contempló al bárbaro internarse en el campamento y se preguntó que clase de plan podía haber ideado un hombre como él.[/FONT]
  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado diciembre 2011
    [FONT=Arial, sans-serif]V[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]LA BATALLA[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]La predicción de Arex resultó ser acertada. El ataque se produjo a últimas horas del día siguiente, cuando ya se divisaban en el horizonte las palmeras de Seirán-Dum.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Surgieron de detrás de una gran duna, gritando como poseídos agitando sus espadas curvas por encima de sus cabezas. Arex y Rabah dispusieron a los hombres en posición defensiva. Los hombres de Rabah, ciento cincuenta kauranos bregados en la lucha en el desierto formaron un gran círculo alrededor de la caravana, dentro de ese círculo los cincuenta mercenarios procedentes de todas las naciones, contratados por Rashmán para defender el carruaje, formaron otro círculo interior alrededor del vehículo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Los atacantes, unos cuatrocientos hombres, chocaron contra la defensa de la caravana y, una vez mas, el desierto se llenó con el estrépito de la batalla.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Los hombres de Keled, además de ser superiores en número, tenían la ventaja de la posición. Atacaban desde una posición más elevada por lo que el choque fue brutal. Varios de los atacantes consiguieron superar el primer círculo defensivo y atacaron a los defensores del carruaje que hicieron valer su experiencia en numerosas batallas rechazando el ataque inicial.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Pero el superior número de los atacantes se hizo valer y pronto el círculo exterior estaba roto y los hombres de Keled penetraron en su interior y un selecto número de ellos atacaron el segundo escudo defensivo. [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Una vez más, las rojas arenas de Tierras Baldías bebieron la sangre de los hombres que caían, muertos o desmembrados, en el frenesí de la batalla. No importaba si el caído vestía la túnica blanca de los atacantes o los ropajes multicolores de los defensores, el desierto aceptaba por igual el sacrificio que los hombres le ofrecían.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Arex y Rabah luchaban espalda contra espalda sobre el montón de cadáveres que habían caído bajo sus espadas cuando este último vio como dos de los atacantes conseguían entrar en el carruaje. Rabah hizo ademán de dirigirse al vehículo pero Arex se lo impidió.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Olvidate de la chica-dijo.-No necesita nuestra ayuda.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Rabah se sorprendió por el comentario del norteño, pero su sorpresa fue en aumento cuando vio que los dos hombres salían despedidos por la puerta del carruaje salpicando sangre y entrañas.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Que diablos...?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]El jefe de caravanas no daba crédito a lo que veían sus ojos. La mujer se apeó de un salto del carruaje empuñando una espada recta de larga y estrecha hoja teñida de sangre y se unió al grupo de mercenarios en la defensa de la caravana.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¡Un señuelo! La chica es un maldito señuelo. Que te lleven todos los diablos, montañés. ¿Porqué no me lo dijiste?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Cuanta menos gente lo supiera mejor.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Entonces el cofre que viaja con la mujer...[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Vacío.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Quien es esa mujer? Lucha como una legión de diablos.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Es una vieja amiga. Y ahora repleguémonos.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Bajo la dirección de Rabah el circulo exterior se replegó hacia donde estaban los mercenarios y los supervivientes de ambos grupos formaron un sólido bloque, guardándose las espaldas unos a otros.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]En ese momento una gran algarabía se hizo oír por encima del estrépito de la lucha. Surgidos de no se sabe donde un nuevo grupo de jinetes irrumpió en el campo de batalla. Eran unos trescientos hombres montados en camellos que se acercaban con las espadas en alto y profiriendo gritos de guerra.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¡Ya era hora!-exclamó Arex.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Sabes quienes son estos?-preguntó Rabah perplejo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Son hombres de Hassan.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Los bandidos de Keled se vieron atrapados entre los dos grupos que los masacraron sin piedad. Cuando el último rayo del sol poniente brilló en el horizonte, la batalla había terminado y en el desierto reinó el silencio, solo interrumpido por los lamentos de los heridos.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]
    [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Arex, Rabah, Asha y Hassan estaban reunidos alrededor de una hoguera. Arex había hecho las presentaciones y ahora todos sabían, mas o menos, el papel que habían desempeñado los otros en el plan de Arex.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-El mensajero de Rashmán llegó a mi casa hace dos días.-dijo Hassan.- Apenas he tenido tiempo de reunir a mis hombres y salir a toda velocidad a vuestro encuentro.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Pero, donde esta Fadhila?-preguntó Rabah.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Está a salvo, en mi casa- dijo Hassan.- Ella viajó de incógnito con el mensajero a través de la ruta marítima.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Por eso, la partida de la caravana fue tan visible. [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Exacto-dijo Arex.-Se trataba de convencer a todo el mundo de que Fadhila viajaba con la caravana.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Hiciste muy bien tu papel, Asha.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No me hables, permanecer dentro de ese carruaje sin intervenir mientras a mi alrededor se disputaba una batalla ha sido un suplicio.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]
    [/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]EPÍLOGO[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Dos días más tarde, Asha y Arex estaban sentados en una taberna saboreando sendas jarras del fuerte vino aristano.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Fue buena cosa que finalmente no te alistaras y aceptaras mi propuesta-dijo Arex.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-La paga era mucho mejor que la del ejército kaurano.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Qué harás ahora?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-No tengo ni idea. Pero ya me he cansado de este clima. Creo que volveré al oeste. A Kritein o Micosia, no estoy segura. ¿Y tú?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-También me he cansado de estas tierras. Estaba pensando en volver a Vanaheim una temporada, sería un buen cambio.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-De vuelta al hogar.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Si, algo así.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]Asha levantó su jarra y Arex la imitó haciendo chocar la suya con la de la mujer.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Que tengas un buen viaje, amigo.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Lo mismo te deseo, amiga.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Volveremos a encontrarnos?[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]-Eso espero, muchacha, eso espero.[/FONT]


    [FONT=Arial, sans-serif]FIN [/FONT]
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado diciembre 2011
    Muy entretenida historia, como siempre, las cuentas muy bien y las aventuras de Arex, son geniales, ahora acompañado de Asha, hacen buena pareja para pelear.:p:)
  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado enero 2012
    Gracias Amparo por seguir mis relatos.
  • Jack LondonJack London Garcilaso de la Vega XVI
    editado junio 2012
    En esta parte, lo que más me ha gustado es la descripción de los distintos elementos culturales de los diferentes pueblos que forman parte de este universo literario.
  • JanoJano Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita s.XIV
    editado julio 2012
    Gracias por seguir mis relatos, Jack.

    Ya está en marcha la siguiente aventura de Arex. Esta vez visitará las Islas Pictas.
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