Yo recomiendo este libro del gran Eduardo Mendoza.
Un libro corto, ameno y en ocasiones hilarante. Está ambientado en la infancia de Jesús. Pomponio Flato, un filósofo y naturista romano algo excéntrico, llega a Jerusalen de casualidad y se encuentra con el misterio de un poderoso terrateniente asesinado. Recibe el encargo de investigarlo, comenzando una serie de investigaciones desternillantes.
Eduardo Mendoza es muy bueno en esta clase de obras, en la más pura línea de "La aventura del tocador de señoras", "El laberinto de las aceitunas" y "El misterio de la cripta embrujada".
La recomiendo para pasar un par de tardes sonriendo.
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