La metafora de mi vida
no tengo lagrimas en mis ojos,
pero me mantiente en un limbo saber que tampoco soy feliz,
y es que soy "Judas", y a la vez soy "Jesus",
tambien soy mi odio, aspirando ser mi agrado.
intento correr y arrancar de aquel monstruo,
como en los sueños, mis piernas estan debiles,
drogada mi mente, manipulada y contralada por demonios,
las cadenas de "lucifer" me mantienen en el dolor, aquel engendro no me quiere dejar volar.
divagando sin acierto,
combinando realidad y onirismo,
soy como aquel politico, que quiere ser del pueblo,
morando de vez en cuando en mi paradoja
me suena a paraiso,
vivir en los sueños sin despertar,
pero uno que padece de insomnio,
es como compartir con la "Pincoya"
alegria se demuestra en mi rostro,
pero las nubes chocan, truenan y soy el agua.
descendiendo nuevamenta a este mundo,
dentro de la realidad, aprendo encadenadamente, me encuentro en lo que llaman un salon de clases.
rutinariamente llego alguna laguna,
ahi me fumo y nuevamente, subo a mi nube,
esperando el nuevo choque, escuchar el trueno,
y otra vez despertar sin abrigo con la brisa mañanera.
y ahora que nuevamente estoy en el salon de clases, que otra vez me encuentro buscando laguna,
llego a la conclucion de que no soy feliz,
que soy mi odio;
siempre esperando preocupadamente volver a chocar.
Comentarios
necesariamente la rutina puede ser mala?
a veces es lo que tenemos y debemos conformarnos con optimismo.
Aunque pienso que es bueno llegar al punto conciente de enterarnos como somos y que hacemos para empezar a producir cambios, renovar con fuerzas nuestros animos y no caer justamente en lo que dije antes la depresion.
Odiar nuestra vida (nuestra rutina)no es saludable.
Tu poema tiene mucho contenido.
un abrazo,