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juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
editado julio 2016 en Literatura
Al igual que Negu, a mi también me gusta la poesía. Pero escribo muy poca o casi nada.

Abro este hilo con una poesía mas terrena. Sigo leyendo "Mis poemas del Alma" y me sigue gustando sobremanera.

Si tienen alguna poesía especial para ustedes, las puertas están abiertas.

Empecemos.
El remordimiento

He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado

J.L. Borges
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Comentarios

  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    MADRE
    Tu nombre viene lento como las música humildes
    y de tus manos vuelan palomas blancas
    Mi recuerdo te viste siempre de blanco
    como un recreo de niños que los hombres miran desde
    aquí distante
    Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura
    A tu lado el cariño se abre como una flor cuando
    pienso
    Entre tí y el horizonte
    mi palabra está primitiva como la lluvia o como los
    himnos
    Por que ante tí callan las rosas y la canción
    CARLOS OQUENDO DE AMAT
  • DragonDragon Lope de Vega s.XVII
    editado junio 2011
    Con tu permiso,pongo yo también un poema.

    Qué tienes,qué tenemos,
    qué nos pasa ?
    Ay,nuestro amor es una cuerda dura
    que nos amarra hiriéndonos
    y si queremos
    salir de nuestra heerida,
    separarnos,
    nos hace un nuevo nudo y nos condena
    a desangrarnos y quemarnos juntos.

    Qué tienes ?Yo te miro
    y no hallo nada en ti sino dos ojos
    como todos los ojos,una boca
    perdida entre mil bocas que besé,más hermosas,
    un cuerpo igual a los que resbalaron
    bajo mi cuerpo sin dejar memoria.

    Y que vacía por el mundo ibas
    como una jarra de color trigo
    sin aire,sin sonido,sin substancia !
    Yo busqué en vano en ti
    profundidad para mis brazos
    que excavan,sin cesar,bajo tierra:
    bajo tu piel,bajo tus ojos
    nada,
    bajo tu doble pecho levantado
    apenas
    una corriente de orden cristalino
    que no sabe por qué corre cantando.
    Por qué ,por qué,por qué,
    amor mío,por qué ?

    Pablo Neruda
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Dragon escribió : »
    Con tu permiso,pongo yo también un poema.


    Amiga Dragon, no es necesario el permiso. El foro es para eso, compartir lo que tenemos, compartir opiniones y compartir buenas emociones.

    Un abrazo.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado junio 2011
    Carta urgente / Jorge Guillén

    Te has ido. Me has dejado solo frente al deseo;
    Mi afición a mezclarte con todo lo que veo,
    A seguir tu perfume por esa escalerilla:
    Nada más necesario, más dulce,
    Ni más justo
    Que unir en el coloquio tu gusto
    con mi gusto.
    Y mi gusto va a tí que te llamas “tú”,
    A quien digo te quiero, je t’aime, I love you.
    En cualquier lengua el verbo capital
    Me concierne,
    Y hasta muy bien callado también ti voglio bene.
    Como aquí no te hallas, a este papel ahora
    Le diré que eres tú quien tanto
    Me enamora,
    Y en esta soledad de diciembre
    Quisiera
    Dar a tu sola imagen valor de veradera
    Compañía. De modo muy leve me contento.
    Vivimos en la forma precaria del momento.
    Otra yo no conozco. ¿Soledades?
    Te has ido.
    Ni tú ni yo sabemos de eclipse ni de olvido.
    Ya no oteas quizá por el cristal del tren
    El paisaje tan tuyo. Y reclinas la sien
    Para mejor soñar con los ojos cerrados.
    Ah, tus ojos cerrados...Lo sé.
    No es que un abismo
    Vaya a causarte vértigo. Nada
    Existe a tus lados.
    Quieres amar así. ¿Me ves? Soy
    Tu amor mismo.
  • JenofonteJenofonte Fernando de Rojas s.XV
    editado junio 2011
    Me parece que igual a los dioses
    es aquel hombre, el que sentado
    junto a mi, a mi lado, mi dulce
    voz escucha y mi amorosa risa.
    En mi pecho el corazón se estremece,
    cuando le miro, la voz ya no me sale,
    mi lengua se inmoviliza,
    un delicado incendio corre bajo mi piel,
    no ven ya mis ojos y zumban mis oídos,
    el sudor me cubre, un temblor
    se apodera de todo mi cuerpo y tan pálida
    como la hierba no muy lejana de la muerte
    me parece estar. . .


    Safo de Mitilene
  • SinrimaSinrima Miguel de Cervantes s.XVII
    editado junio 2011
    Mundo asombroso
    surge bruscamente.

    Me da miedo la luna
    embalsamada
    en las aguas del río,
    el bosque silencioso
    que araña con sus ramas
    el vientre de la lluvia,
    los pájaros
    que aún aúllan en el túnel de la noche
    y todo
    lo que súbitamente
    hace un gesto y sonríe
    para marchar de pronto.

    En medio
    de la cruel retirada de las cosas
    precipitándose en desorden hacia
    la nada y la ceniza
    mi corazón naufraga en la zozobra
    del destino del mundo que lo cerca.
    ¿Adónde va ese viento y esa luz,
    el grito
    de la roja amapola inesperada,
    el canto de las grises
    gaviotas de los puertos?

    ¿Y qué ejército es ese que me lleva
    envuelto en su derrota y en su huída,
    -fatigado rehén, yo, prisionero
    sin número y sin nombre,maniatado
    entre escuadras de gritos fugitivos-
    hacia la sombra donde van las luces,
    hacia el silencio donde la voz muere ?

    Ángel González
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Carta de Recomendación

    Recomiendo tus labios /
    la perfecta ortografía de tus pecas.

    Recomiendo tu pelo /
    la luz redonda de tus rodillas.

    Recomiendo tus manos /
    la aritmética simple de tus pechos.

    Recomiendo tus suspiros /
    el azúcar quemado de tus ojos.

    Recomiendo tu sonrisa /
    el fósforo de tu silencio.

    Recomiendo tu paz /
    el sabor inevitable /
    tu extensa cercanía.

    Tomás Borge
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    a niebla, mi perro


    Rafael Alberti
    «Niebla», tú no comprendes: lo cantan tus orejas,
    el tabaco inocente, tonto, de tu mirada,
    los largos resplandores que por el monte dejas,
    al saltar, rayo tierno de brizna despeinada.
    Mira esos perros turbios, huérfanos, reservados,
    que de improviso surgen de las rotas neblinas,
    arrastrar en sus tímidos pasos desorientados
    todo el terror reciente de su casa en ruinas.
    A pesar de esos coches fugaces, sin cortejo,
    que transportan la muerte en un cajón desnudo;
    de ese niño que observa lo mismo que un festejo
    la batalla en el aire, que asesinarle pudo;
    a pesar del mejor compañero perdido,
    de mi más que tristísima familia que no entiende
    lo que yo más quisiera que hubiera comprendido,
    y a pesar del amigo que deserta y nos vende;
    «Niebla», mi camarada,
    aunque tú no lo sabes, nos queda todavía,
    en medio de esta heroica pena bombardeada,
    la fe, que es alegría, alegría, alegría.
  • pimpapimpa Pedro Abad s.XII
    editado junio 2011
    Sinrima escribió : »
    Mundo asombroso
    surge bruscamente.

    Me da miedo la luna
    embalsamada
    en las aguas del río,
    el bosque silencioso
    que araña con sus ramas
    el vientre de la lluvia,
    los pájaros
    que aún aúllan en el túnel de la noche
    y todo
    lo que súbitamente
    hace un gesto y sonríe
    para marchar de pronto.

    En medio
    de la cruel retirada de las cosas
    precipitándose en desorden hacia
    la nada y la ceniza
    mi corazón naufraga en la zozobra
    del destino del mundo que lo cerca.
    ¿Adónde va ese viento y esa luz,
    el grito
    de la roja amapola inesperada,
    el canto de las grises
    gaviotas de los puertos?

    ¿Y qué ejército es ese que me lleva
    envuelto en su derrota y en su huída,
    -fatigado rehén, yo, prisionero
    sin número y sin nombre,maniatado
    entre escuadras de gritos fugitivos-
    hacia la sombra donde van las luces,
    hacia el silencio donde la voz muere ?

    Ángel González



    Cómo me gusta Ángel González! Gracias.

    Con tu permiso, cuelgo también un pequeño extracto de uno de sus poemas que se titula "En ti me quedo":

    "...

    Así,
    en ti me quedo,
    paseo largamente tus piernas y tus brazos,
    asciendo hasta tu boca, me asomo
    al borde de tus ojos,
    doy la vuelta a tu cuello,
    desciendo por tu espalda,
    cambio de ruta para recorrer tus caderas,
    vuelvo a empezar de nuevo,
    descansando en tu costado,
    miro pasar las nubes sobre tus labios rojos,
    digo adiós a los pájaros que cruzan por tu frente,
    y si cierras los ojos cierro también los míos,
    y me duermo a tu sombra como si siempre fuera
    verano,
    amor,
    pensando vagamente
    en el mundo inquietante
    que se extiende -imposible- detrás de tu sonrisa."




  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Julio Cortázar: Che


    Yo tuve un hermano
    .

    No nos vinos nunca
    pero no importaba.


    Yo tuve un hermano
    que iba por los montes
    mientras yo dormía.

    Lo quise a mi modo,
    le tomé su voz
    libre como el agua,
    caminé de a ratos
    cerca de su sombra.


    No nos vimos nunca
    pero no importaba,
    mi hermano despierto
    mientras yo dormía,
    mi hermano mostrándome
    detrás de la noche
    su estrella elegida.
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    habitación en roma (1952)
    jorge eduardo eielson

    t.gif

    poema para leer de pie en el autobús entre la puerta flaminia y el tritone

    puedo escribir
    así
    de ti
    contigo
    sin ti
    tal vez
    silbando
    como quien no
    quiere nada
    nada nada nada nada nada nada
    o llorando
    o comiendo
    o bebiendo
    o muerto de hambre
    resfriado
    estornudando
    gritando
    criatura
    que no canto
    no pido
    no deseo
    sino un poco
    de alegría
    muñeco de las causas
    imposibles
    monstruo que el rayo ha convertido
    en una sonrisa
    puedo escribir así
    sobre ti
    y sobre mí
    y nada más
    qué tristeza
    tú y yo
    y nada más
    y las calles doradas
    de roma
    y tú y yo
    y nada más
    y qué más puede haber
    de tú y yo
    y los ojos celestes
    de roma además
    pero qué inútil
    tanta luz
    entre dos
    qué tristeza
    tú y yo
    y nada más
    qué tristeza
    escribir y escribir y escribir y escribir
    de los dos
    hay que ver
    prueben
    qué harían ustedes
    en situaciones tan horrendas
    en una habitación tan oscura
    sin puertas y sin ventanas
    pero claveteada por dentro
    sellada por fuera
    completamente cubierta de flores perfumadas como los
    crisantemos los nardos y otras flores semejantes
    una especie de sarcófago en suma
    y qué harían ustedes
    qué harían
    si tuvieran una pierna
    en lugar de una nariz
    y caminaran con ella
    día y noche al pie del tíber
    pidiendo limosna a las nubes
    desenterrando objetos llameantes
    buscando a dios entre las patas
    de una mesa
    qué harían
    a ver
    qué harían entonces
    seres con rabo
    que la sombra
    ha pisoteado
    respondan temerosos
    oh piadosos
    maquinarias de rodillas
    ante el gran dios fiat
    si todo desapareciera bruscamente
    por el ojo de la cerradura
    del hotel ripetta
    o ardieran vuestras propiedades
    en un futuro silencio
    de uranio
    o llovieran carne y huesos
    en el vaticano
    escupieran pájaros los niños
    cruzaran balas
    deslumbrantes
    flechas
    de inusitado poder
    afrodisíaco y purgante
    y algo más
    todavía
    yo estúpido animal
    avanzo siempre siempre
    sin embargo
    avanzo siempre siempre
    hasta los últimos rincones
    donde se orina el sol
    se orina la luna llena
    se orinan los borrachos
    vocifera la mierda
    aúlla la soledad
    criaturas que arrastráis
    un solo
    largo
    llanto
    no tengo nada
    nada que ofreceros
    ésta es la realidad
    mi vida es humo
    humo mi casa
    y mis amigos
    no reconozco
    las dos huellas de mis pies
    ni mis rodillas
    en la arena
    pero miro finalmente
    el cielo arriba
    el cielo abajo
    arriba
    abajo
    arriba finalmente
    fijamente
    sin temor
    ya no por el hueco de la cerradura
    por donde miraba entonces
    ¿recuerdas pobre jorge?
    a la puta del hotel
    ripetta
    creyendo que era celeste
    ella también
    magnitud ígnea
    meteoro cuya caída
    es el perfume
    cuya memoria
    es la memoria
    de una joven en el trigo
    y no era sino un hocico
    pintado
    dos bolsas de trapo
    tres bolsas de trapo
    seis bolsas de trapo
    y un estómago sonoro
    sonrío ahora ya
    finalmente
    he aquí mi oficio
    pero cuánto me ha costado
    he convertido en agua
    mi paciencia
    en pan
    mi soledad
    doy de comer
    a los muros
    de beber
    a las sillas
    me quema todo
    y todo me congela
    no sé leer
    ni escribir
    ni contar
    y lo que es claro para todos
    para mí es tinieblas
    no sirvo para nada
    ni para conversar
    conmigo mismo
    ni para devorar
    la televisión
    o el cine
    no sirvo para nada
    no soy nada
    esto lo sé
    pero cuando me despierto
    cosa que hago siempre
    antes que los demás
    las estaciones brillan
    y cuando estoy dormido
    es el invierno
    generalmente además
    soy más alto de día
    que de noche
    aunque alto no sea
    (yo no sé por qué
    mi madre hablaba siempre
    de mi padre
    como de un caballo
    grande y silencioso
    como un perro
    o de un perro grande
    y silencioso
    como un caballo
    la verdad es que mi padre
    era tan alto
    y encendido
    que me era difícil mirarlo
    y cuando lo miraba
    me caía el sol en la garganta)
    pero de nada sirve
    de nada sirve escribir
    siempre sobre sí mismo
    o de lo que no se tiene
    o se recuerda solamente
    o se desea solamente
    yo no tengo nada
    nada repito
    nada que ofreceros
    nada bueno sin duda
    ni nada malo tampoco
    nada en la mirada
    nada en la garganta
    nada entre los brazos
    nada en los bolsillos
    ni en el pensamiento
    sino mi corazón sonando alto alto
    entre las nubes
    como un cañonazo
  • amparo bonillaamparo bonilla Bibliotecari@
    editado junio 2011
    uffff, que forma de escribir y eso para leerlo de un tiron y parado.............:D:p:)
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    1
    La oración del ateo
    Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
    y en tu nada recoge estas mis quejas,
    Tú que a los pobres hombres nunca dejas
    sin consuelo de engaño. No resistes
    a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
    Cuando Tú de mi mente más te alejas,
    más recuerdo las plácidas consejas
    con que mi ama endulzóme noches tristes.
    ¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
    que no eres sino Idea; es muy angosta
    la realidad por mucho que se expande
    para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
    Dios no existente, pues si Tú existieras
    existiría yo también de veras.

    Miguel de Unamuno
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado junio 2011
    Me ha recordado a este soneto, todo lo contrario en su contenido, aunque representa una obra maestra de la lírica.

    Soneto a Cristo crucificado/Anónimo
    No me mueve mi Dios, para quererte
    el cielo que me tienes prometido
    ni me mueve el infiero tan temido
    para dejar, por eso, de ofenderte.
    Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
    clavado en una cruz y escarnecido,
    muéveme ver tu cuerpo tan herido,
    muévenme tus afrentas y tu muerte.
    Muéveme, en fin, tu amor de tal manera
    que aunque no hubiera cielo yo te amara
    y aunque no hubiera infierno te temiera.
    No me tienes que dar porque te quiera,
    porque aunque lo que espero no esperara
    lo mismo que te quiero te quisiera.
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Hermoso soneto Shaianti

    Gracias por tu aporte.


    La caricia perdida
    Se me va de los dedos la caricia sin causa,
    se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
    la caricia que vaga sin destino ni objeto,
    la caricia perdida ¿quién la recogerá?
    Pude amar esta noche con piedad infinita,
    pude amar al primero que acertara a llegar.
    Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
    La caricia perdida, rodará... rodará...
    Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
    si estremece las ramas un dulce suspirar,
    si te oprime los dedos una mano pequeña
    que te toma y te deja, que te logra y se va.
    Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
    si es el aire quien teje la ilusión de besar,
    oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
    en el viento fundida, ¿me reconocerás
    Alfonsina Storni
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    HOY HEMOS ALMORZADO DE MEMORIA
    (Cesar Calvo)

    Hoy hemos almorzado de memoria.
    De nuevo
    de memoria.
    Contando alguna tarde de provincia,
    mi madre se ha quedado dormida en una alondra.
    En una alondra antigua y silenciosa.


    ¿Quién va a venir ahora, con la voz de esa alondra,
    a hablarnos de la dicha y de las rosas?
    Con la luz de esa sombra ¿quién va a venir mañana
    a hablarnos del perfume radiante de la dicha,
    dichoso
    de las rosas?


    Ya nadie vendrá ahora.
    Nos hemos devorado la voz de las alondras.


    Ya nadie vendrá nunca.
    Contando alguna tarde de provincia,
    hoy nos hemos comido para siempre las rosas.
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    La niña de la lámpara azul
    José María Eguren

    En el pasadizo nebuloso
    cual mágico sueño de Estambul,
    su perfil presenta destelloso
    la niña de la lámpara azul.

    Ágil y risueña se insinúa,
    y su llama seductora brilla,
    tiembla en su cabello la garúa
    de la playa de la maravilla.

    Con voz infantil y melodiosa
    en fresco aroma de abedul,
    habla de una vida milagrosa
    la niña de la lámpara azul.

    Con cálidos ojos de dulzura
    y besos de amor matutino,
    me ofrece la bella criatura
    un mágico y celeste camino.

    De encantación en un derroche,
    hiende leda, vaporoso tul;
    y me guía a través de la noche
    la niña de la lámpara azul.
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado junio 2011
    Condena/ Antonio Gala


    A trabajos forzados me condena
    mi corazón, del que te di la llave.
    No quiero yo tormento que se acabe,
    y de acero reclamo mi cadena.

    No concibe mi alma mayor pena
    que libertad sin beso que la trabe,
    ni castigo concibe menos grave
    que una celda de amor contigo llena.

    No creo en más infierno que tu ausencia.
    Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
    Que ningún juez, declare mi inocencia,

    porque, en este proceso a largo plazo,
    buscaré solamente la sentencia
    a cadena perpetua de tu abrazo.
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    POEMA DE LA DESPEDIDA


    Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
    Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
    No sé si me quisiste... No sé si te quería...
    O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

    Este cariño triste, y apasionado, y loco,
    me lo sembré en el alma para quererte a ti.
    No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
    pero sí sé que nunca volveré a amar así.

    Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
    y el corazón me dice que no te olvidaré;
    pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
    tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
    Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
    mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
    Pero te digo adiós, para toda la vida,
    aunque toda la vida siga pensando en ti.

    firma0jab.gif José Ángel Buesa
  • ro08maro08ma Garcilaso de la Vega XVI
    editado junio 2011
    Detente ahí amada mía!
    no quiero perderme tu furor,
    pues en tu caminar dejas amor,
    amor por el que mataría.

    No des un paso mas querida,
    cada tramo que te alejas me parte,
    yo tan solo pido y deseo amarte,
    tu negativa solo abre mas la herida.

    Yo quiero a tu vida pertenecer
    y entregarte una flor cada mañana,
    flores miles de aroma empañan
    mis anhelos a punto de perecer.

    Yo te amo como pudiese amar el amor,
    no es solo un capricho del destino,
    pues junto a tu senda labre un camino
    para llenar mi corazón con tu calor.

    Dame una mínima esperanza
    pues a cada momento desfallezco,
    ya que todo de mi te ofrezco
    desde mis llantos hasta alabanza.

    Se que no merezco tal afecto
    ni siquiera de ti una mirada,
    y es que tu ser es tan perfecto
    que mi vida se escurre sin ti, mi amor, mi amada.


    (me da pena decirlo pero no sabia que era un soneto, hasta que vi lo de shaianti arriba y comprendí su estructura. Este lo acabo de hacer en este preciso momento, nada comparado con lo grandes poetas citados arriba, pero tratare de hacer mi luchita y aprender a componer muchísimo mejor)
    Saludos
  • DragonDragon Lope de Vega s.XVII
    editado junio 2011
    -A la sombra te sientas de las desnudas rocas,
    y en el rincón te ocultas donde zumba el insecto,
    y allí,donde las aguas estancadas dormitan,
    y no hay hermanos seres que interrumpan tus sueños,
    ! quién supiera en qué piensas,amor de mis amores,
    cuando con leve paso y contenido aliento,
    temblando a que percibas mi agitación extrema,
    allí te escondes,ansiosa te sorprendo !

    -!Curiosidad maldita,frío aguijón que hieres!
    Las femeninas almas,los varoniles pechos,
    tu fuerza impele al hombre a que busque la hondura
    del desencanto amargo y a que remueva el cieno,
    donde se forman siempre las miasmas infectos.

    -¿ Qué has dicho de amargura y cieno y desencanto ?
    !Ah!No pronuncies frases,mi bien,que no comprendo,
    dime solo que piensas cuando de mi te apartas,
    y huyendo de los hombres,vas buscando silencio.

    -Pienso en cosas tan tristes a veces y tan negras,
    y en otras,tan extrañas y tan hermosas pienso,
    que...no lo sabrás nunca,porque lo que se ignora
    no nos daña si és malo,ni perturba si és bueno.
    Yo te digo,niño,a quién de veras amo:
    encierra el alma humana tan profundos misterios,
    que cuando a nuestros ojos un velo los oculta,
    és temeraria empresa descorrer ese velo,
    no pienses,pues mi bien,no pienses en que pienso.

    -Pensaré noche y día,
    pues sin saberlo,muero.
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Este muro esta abierto.

    Es muy hermoso lo que has escrito.

    Un abrazo
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Dragon, con tu poesia calientas el invierno atroz de Lima.

    Aqui dejo algo de un conocido...

    Desmayarse, atreverse, estar furioso

    Desmayarse, atreverse, estar furioso,
    áspero, tierno, liberal, esquivo,
    alentado, mortal, difunto, vivo,
    leal, traidor, cobarde y animoso;

    no hallar fuera del bien centro y reposo,
    mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
    enojado, valiente, fugitivo,
    satisfecho, ofendido, receloso;

    huir el rostro al claro desengaño,
    beber veneno por licor süave,
    olvidar el provecho, amar el daño;

    creer que un cielo en un infierno cabe,
    dar la vida y el alma a un desengaño;
    esto es amor, quien lo probó lo sabe.

    Félix Lope de Vega y Carpio
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado junio 2011
    ¡El soneto de Lope de Vega es uno de mis poemas preferidos en absoluto!:)
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Te deseo primero que ames y que


    Te deseo primero que ames y que,
    Amando, también seas amado.

    Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
    Y que después de olvidar no guardes rencores.
    Deseo, pues, que no sea así, pero que si es,
    Sepas ser sin desesperar.

    Te deseo también que tengas amigos y que,
    Incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles,
    Y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.

    Y porque la vida es así, te deseo también que tengas
    Enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta para que,
    Algunas veces, te cuestiones tus propias certezas.

    Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo,
    Para que no te sientas demasiado seguro.

    Te deseo además que seas útil, mas no insustituible.
    Y que en los momentos malos, cuando no quede nada más,
    Esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

    Igualmente te deseo que seas tolerante;
    No con los que se equivocan poco, porque eso es fácil,
    Sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente,
    Y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
    Sirvas de ejemplo a otros.

    Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa,
    Y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
    Y que siendo viejo no te dediques al desespero.
    Porque cada edad tiene su placer y su dolor
    Y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

    Te deseo de paso que seas triste,
    No todo el año sino apenas un día.
    Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena,
    Que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

    Te deseo que descubras, con urgencia máxima,
    Por encima y a pesar de todo, que existen
    Y que te rodean seres oprimidos
    Tratados con injusticia, y personas infelices.

    Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro
    Y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal,
    Porque de esta manera te sentirás bien por nada.

    Deseo también que plantes una semilla,
    Por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento,
    Para que descubras de cuántas vidas está hecha un árbol.

    Te deseo, además, que tengas dinero,
    Porque es necesario ser práctico.
    Y que por lo menos una vez por año pongas algo
    De ese dinero enfrente de ti y digas: 'Esto es mío',
    Sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.

    Te deseo también que ninguno de tus afectos muera
    Pero que, si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte
    Y sufrir sin sentirte culpable.

    Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer,
    Y que, siendo mujer, tengas un buen hombre
    Mañana y al día siguiente, y que cuando estéis exhaustos
    Y sonrientes, aún sobre amor para empezar de nuevo.

    Si todas estas cosas llegaran a pasar,
    No tengo nada más que desearte.

    Víctor Hugo
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado junio 2011
    Gracias, Juancho, hacía tiempo que iba detrás de ese poema de Hugo, pues lo perdí en otro ordenador...

    Os dejo este hermoso recuerdo de Crémer:



    AQUÍ CONTEMPLO VIDA… (Victoriano Crémer)

    Aquí contemplo vida, me hago llama
    de esta hoguera de manos que levanta
    sus negras lenguas a lo alto, siento
    que soy un hombre más entre los hombres,

    y un vestido de angustias me abandona
    sencillamente, así la noche deja
    desnuda el alba y libre, aunque con frío,
    cuando lejanos sones la presienten,

    frío tengo en el alma, pero canto,
    ahora que estoy aquí de nuevo y veo
    tanto gozo y dolor, tanta miseria
    y tan clara esperanza compartida.
  • JenofonteJenofonte Fernando de Rojas s.XV
    editado junio 2011
    Al soneto de Lope de Vega respondo con este, de Juan de Tassis:

    Determinarse y luego arrepentirse,
    empezar a atrever y acobardarse,
    arder el pecho y la palabra helarse,
    desengañarse y luego persuadirse;

    comenzar una cosa y advertirse,
    querer decir su pena y no aclararse,
    en medio del aliento desmayarse,
    y entre el temor y el miedo consumirse;

    en las resoluciones, detenerse,
    hallada la ocasión, no aprovecharse,
    y, perdida, de cólera encenderse,

    y sin saber por qué desvanecerse:
    efectos son de Amor, no hay que espantarse,
    que todo del Amor puede creerse.


    Juan de Tassis, conde de Villamediana.
  • DragonDragon Lope de Vega s.XVII
    editado junio 2011
    Cómo decirte
    que sin tus palabras me siento vacía
    que sin tu sonrisa,no sé vivir
    que sin tus ilusiones, no soy nadie
    que sin tus sueños,no sé soñar.

    Como decirte
    que sin tu luz no sé que és la alegría
    que sin ti,no hay estrellas que brillen ni lunas que alcanzar
    que sin ti,los besos saben a sal
    que sin ti,la vida sabe a menos.

    Como decirte
    que sin ti
    no merece la pena conjugar el verbo amar.

    ( no és de lo mejor que he escrito,pero hasta de lo malo hay que aprender )
  • ShaiantiShaianti Fray Luis de León XVI
    editado junio 2011
    UNA NOCHE

    Una noche
    una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de alas,
    Una noche
    en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas,
    a mi lado, lentamente, contra mí ceñida, toda,
    muda y pálida
    como si un presentimiento de amarguras infinitas,
    hasta el fondo más secreto de tus fibras te agitara,
    por la senda que atraviesa la llanura florecida
    caminabas,
    y la luna llena
    por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
    y tu sombra
    fina y lángida
    y mi sombra
    por los rayos de la luna proyectada
    sobre las arenas tristes
    de la senda se juntaban.
    Y eran una
    y eran una
    ¡y eran una sola sombra larga!
    ¡y eran una sola sombra larga!
    ¡y eran una sola sombra larga!
    Esta noche
    solo, el alma
    llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
    separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
    por el infinito negro,
    donde nuestra voz no alcanza,
    solo y mudo
    por la senda caminaba,
    y se oían los ladridos de los perros a la luna,
    a la luna pálida
    y el chillido
    de las ranas,
    sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
    tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
    entre las blancuras níveas
    de las mortüorias sábanas!
    Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,
    Era el frío de la nada...
    Y mi sombra
    por los rayos de la luna proyectada,
    iba sola,
    iba sola
    ¡iba sola por la estepa solitaria!
    Y tu sombra esbelta y ágil
    fina y lánguida,
    como en esa noche tibia de la muerta primavera,
    como en esa noche llena de perfumes,
    de murmullos y de músicas de alas,
    se acercó y marchó con ella,
    se acercó y marchó con ella,
    se acercó y marchó con ella...
    ¡Oh las sombras enlazadas!
    ¡Oh las sombras que se buscan y se juntan
    en las noches de tristezas y de lágrimas!
  • juanchojuancho Francisco de Quevedo s. XVII
    editado junio 2011
    Muy hermoso Shaianti.
    FINJAMOS QUE SOY FELIZ
    Finjamos que soy feliz,
    triste pensamiento, un rato;
    quizá prodréis persuadirme,
    aunque yo sé lo contrario,
    que pues sólo en la aprehensión
    dicen que estriban los daños,
    si os imagináis dichoso
    no seréis tan desdichado.
    Sírvame el entendimiento
    alguna vez de descanso,
    y no siempre esté el ingenio
    con el provecho encontrado.
    Todo el mundo es opiniones
    de pareceres tan varios,
    que lo que el uno que es negro
    el otro prueba que es blanco.
    A unos sirve de atractivo
    lo que otro concibe enfado;
    y lo que éste por alivio,
    aquél tiene por trabajo.
    El que está triste, censura
    al alegre de liviano;
    y el que esta alegre se burla
    de ver al triste penando.
    Los dos filósofos griegos
    bien esta verdad probaron:
    pues lo que en el uno risa,
    causaba en el otro llanto.
    Célebre su oposición
    ha sido por siglos tantos,
    sin que cuál acertó, esté
    hasta agora averiguado.
    Antes, en sus dos banderas
    el mundo todo alistado,
    conforme el humor le dicta,
    sigue cada cual el bando.
    Uno dice que de risa
    sólo es digno el mundo vario;
    y otro, que sus infortunios
    son sólo para llorados.
    Para todo se halla prueba
    y razón en qué fundarlo;
    y no hay razón para nada,
    de haber razón para tanto.
    Todos son iguales jueces;
    y siendo iguales y varios,
    no hay quien pueda decidir
    cuál es lo más acertado.
    Pues, si no hay quien lo sentencie,
    ¿por qué pensáis, vos, errado,
    que os cometió Dios a vos
    la decisión de los casos?
    O ¿por qué, contra vos mismo,
    severamente inhumano,
    entre lo amargo y lo dulce,
    queréis elegir lo amargo?
    Si es mío mi entendimiento,
    ¿por qué siempre he de encontrarlo
    tan torpe para el alivio,
    tan agudo para el daño?
    El discurso es un acero
    que sirve para ambos cabos:
    de dar muerte, por la punta,
    por el pomo, de resguardo.
    Si vos, sabiendo el peligro
    queréis por la punta usarlo,
    ¿qué culpa tiene el acero
    del mal uso de la mano?
    No es saber, saber hacer
    discursos sutiles, vanos;
    que el saber consiste sólo
    en elegir lo más sano.
    Especular las desdichas
    y examinar los presagios,
    sólo sirve de que el mal
    crezca con anticiparlo.
    En los trabajos futuros,
    la atención, sutilizando,
    más formidable que el riesgo
    suele fingir el amago.
    Qué feliz es la ignorancia
    del que, indoctamente sabio,
    halla de lo que padece,
    en lo que ignora, sagrado!
    No siempre suben seguros
    vuelos del ingenio osados,
    que buscan trono en el fuego
    y hallan sepulcro en el llanto.
    También es vicio el saber,
    que si no se va atajando,
    cuando menos se conoce
    es más nocivo el estrago;
    y si el vuelo no le abaten,
    en sutilezas cebado,
    por cuidar de lo curioso
    olvida lo necesario.
    Si culta mano no impide
    crecer al árbol copado,
    quita la sustancia al fruto
    la locura de los ramos.
    Si andar a nave ligera
    no estorba lastre pesado,
    sirve el vuelo de que sea
    el precipicio más alto.
    En amenidad inútil,
    ¿qué importa al florido campo,
    si no halla fruto el otoño,
    que ostente flores el mayo?
    ¿De qué sirve al ingenio
    el producir muchos partos,
    si a la multitud se sigue
    el malogro de abortarlos?
    Y a esta desdicha por fuerza
    ha de seguirse el fracaso
    de quedar el que produce,
    si no muerto, lastimado.
    El ingenio es como el fuego,
    que, con la materia ingrato,
    tanto la consume más
    cuando él se ostenta más claro.
    Es de su propio Señor
    tan rebelado vasallo,
    que convierte en sus ofensas
    las armas de su resguardo.
    Este pésimo ejercicio,
    este duro afán pesado,
    a los ojos de los hombres
    dio Dios para ejercitarlos.
    ¿Qué loca ambición nos lleva
    de nosotros olvidados?
    Si es para vivir tan poco,
    ¿de qué sirve saber tanto?
    ¡Oh, si como hay de saber,
    hubiera algún seminario
    o escuela donde a ignorar
    se enseñaran los trabajos!
    ¡Qué felizmente viviera
    el que, flojamente cauto,
    burlara las amenazas
    del influjo de los astros!
    Aprendamos a ignorar,
    pensamiento, pues hallamos
    que cuanto añado al discurso,
    tanto le usurpo a los años.
    Sor Juana Inés de la Cruz
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